La Basílica de Candelaria acogió este sábado la ordenación diaconal del dominico Fray Dailos José Melo González. El obispo Álvarez Afonso presidió la Misa. Con él concelebró el prior provincial de los dominicos de Hispania, Fray Jesús Díaz Sariego, así como la comunidad de frailes del convento de la Candelaria, además de otros sacerdotes.
El prelado Nivariense destacó en su homilía, a partir de las palabras del evangelio, «servir y dar la vida en rescate por todos», que esta realidad sigue siendo actual hoy. «Reproducir esta dimensión de la vida de Cristo, que no ha venido a ser servido sino a servir» es la identidad más profunda del diácono, indicó. «Dios nos ama y nos sirve a través de las personas», por ello somos cada uno instrumento de Dios en favor de los demás.
El obispo subrayó algunos momentos de la vida y personal peregrinación en la fe y vocación del nuevo diácono, al tiempo que enfatizó el gozo que supone dar la vida y hacer la bien ya que «hay más alegría en dar que en recibir».
La cuestión más decisiva, según Álvarez, es querer lo que Dios quiere, y en el modo y la manera que Dios quiere. Por ello, pidió orar por el ordenado para que se identifique con Cristo siervo y viva el diaconado no como una mera actividad, sino como una llamada, una vocación, un servicio que abarca toda la existencia y que requiere poner el corazón en lo que se hace.
Antes de terminar la eucaristía, el nuevo diácono tomó la palabra para dar las gracias «por tanto bien recibido en la vida», al tiempo que hacía una memoria agradecida de su vida y de su vocación. Otro tanto hizo el provincial dominico, Fray Jesús Díaz, para proponer a Dailos que ejerciera la diaconía teniendo en cuenta no solo lo que se hace sino cómo lo hace, teniendo en cuenta que desarrollará este ministerio desde la orden de predicadores, para «llevar a Dios las realidades humanas con las que nos encontramos y llevar a las personas a las que acompañamos la realidad de Dios».
Fray Dailos José Melo González
Nacido en Santa Cruz de Tenerife, el 23 de agosto del año 1992. Conoció a la Orden a través de las monjas dominicas de La Laguna y la comunidad de frailes dominicos del Santuario de la Virgen de la Candelaria. Tras su paso durante poco más de un año por el seminario diocesano, en 2012 comenzó a dar pasos en vocación religiosa, y decidió ingresar el prenoviciado de los dominicos. Realizó sus estudios teológicos en la facultad valenciana de S. Vicente Ferrer, y comenzará a ejercer su ministerio diaconal en la comunidad de Candelaria.