Antonio Gil titula así esta semana su artículo de «Al trasluz» haciendo referencia al nuevo libro del Santo Padre.
ANTONIO GIL
Sacerdote
Hace público se ha publicado un nuevo libro del papa Francisco, con el titulo escueto: Credo. Ha sido elaborado a lo largo de una conversación con Marco Pozza. Puede ser para nosotros, el libro del verano. Primero, en la Introducción, nos ofrece una preciosa definición de la Fe: «Tener fe quiere decir saberse amados y ser capaces de amar, gracias a la fuerza del Espiritu Santo». La ampliará diciéndonos que «la fe es precisamente una relación de amor y amistad con nuestro Dios, que es comunión de las tres Personas en el amor, y entre nosotros».
Más adelante, en el capítulo, Creo en Dios, se explayará hablándonos de Dios. ¡Cómo lo acerca a nosotros, cómo lo va adentrando en el corazón de los lectores, cómo nos va invitando a que grabemos bien, en nuestra vida, la silueta de Dios! Cada una de sus frases es como una brisa celeste: «Ante todo, quiero decirle a cada uno la primera verdad: «Dios te ama». Si ya lo escuchaste, no importa, te lo quiero recordar: Dios te ama. Nunca lo dudes, más allá de lo que te suceda en la vida. En cualquier circunstancia, eres infinitamente amado».
No se podría expresar con mayor ternura, con mayor cercanía y, sobre todo, con mayor profundidad y hondura. El papa Francisco quiere que nos aprendamos bien esa «asignatura esencial» en las entrañas de la humanidad, que se llama Dios. Por eso, explica con tanta delicadeza la relación de Dios con cada uno de nosotros: «Para Dios realmente eres valioso, no eres insignificante, le importas, porque eres obra de sus manos. Por eso te presta atención y te recuerda con cariño. Intenta quedarte un momento en silencio dejándote amar por Él».