Representarán al arciprestazgo de Ciudad Jardín, Lucena-Cabra-Rute, Montilla-La Rambla y Pozoblanco-Villanueva de Córdoba.
El Palacio Episcopal ha acogido hoy jueves, 29 de octubre, una nueva reunión del Consejo Presbiteral presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, en la que se han presentado los sacerdotes que formarán parte del Consejo a partir de ahora.
Un total de nueve se incorporan a este órgano consultivo del Obispo, seis de ellos en representación de diversos arciprestazgos y tres de libre designación del pastor de la Diócesis. En concreto, el sacerdote José Martínez Jordano representará al arciprestazgo de Ciudad Jardín, Francisco José Delgado Alonso al de Lucena-Cabra y Rute, David Ruiz Rosa al de Montilla – La Rambla y Carlos Morales Fernández al de Pozoblanco – Villanueva de Córdoba. A su vez, Pedro Vicente Cabello Morales será miembro nato y Juan Luis Selma Folch estará en representación de los sacerdotes seculares y que no tienen cargo específico vinculado al arciprestazgo, sino que ejercen su ministerio en otra parcela de la Diócesis o están jubilados.
Por su parte, Joaquín Pérez Hernández, Manuel María Hinojosa Petit y Rafael Romero Ochando son los designados libremente por el Obispo.
Orden del día
La asamblea ha comenzado con una oración, el saludo del Obispo y la aprobación del acta de la reunión anterior que tuvo lugar el pasado 18 de junio. Posteriormente, el Consejo se ha centrado en la situación derivada del Covid-19 para analizar cómo afecta esta pandemia a la vida de los sacerdotes, la repercusión que está teniendo en la catequesis y los sacramentos, así como en la actividad caritativa parroquial y diocesana.
En cuanto a la vida de los sacerdotes, han planteado cómo hacer una lectura creyente de esta situación, que no afecte en la dimensión humana y espiritual del sacerdocio, así como alternativas para fomentar la participación en los Ejercicios Espirituales.
La catequesis y los sacramentos continúan impartiéndose siguiendo la normativa de las autoridades y los templos se han adaptado a las medidas establecidas para poder continuar con la vida parroquial y la celebración de la eucaristía necesaria para la vida cristiana.
Por último, han tratado la crisis social que sigue del Covid-19 y el trabajo que Cáritas está realizando, tanto diocesana como parroquial, para atender tantas necesidades que están surgiendo.