La familia Baena-Luque tiene cuatro hijos y está esperando el quinto para el próximo mes de abril. Pertenecen a la parroquia de La Esperanza y a la Familia Salesiana.
¿Cuáles son los pilares de vuestra convivencia familiar?
El amor. El amor al Señor, porque tenemos claro que es el centro de nuestro matrimonio y de nuestra familia, que nos hace vivir con alegría y confianza cada acontecimiento de nuestra vida. El amor a la Virgen, especialmente bajo la advocación de María Auxiliadora, a quien tenemos como guía, sabiendo que está atenta a todo lo que necesitamos, como en las bodas de Caná. Y, por supuesto, el amor entre nosotros y a nuestros hijos, que les sirve de ejemplo para quererse entre ellos y tratarse con cariño.
¿Qué resulta más complicado en la educación de los hijos en este momento social?
El no dejarnos llevar por lo que la sociedad nos impone. Los valores que queremos transmitir a nuestros hijos no son los mismos que encuentran en muchos ámbitos de su vida. Que los niños los entiendan y los vivan con alegría es todo un reto para nosotros.
¿Qué instrumentos tiene la familia de hoy para manifestarse cristiana?
Las familias que nacen de Dios y tienen a Dios en sus vidas han de manifestarse al mundo tal y como son. Sin tapujos y sin miedos, con naturalidad. La propia familia en sí misma, que vive unida, que reza unida, que frecuenta la Eucaristía y que vive en la alegría de sentirse parte del plan de Dios, ya es un instrumento de evangelización. Los valores cristianos no están de moda, por eso llaman mucho la atención. Pero como decía San Juan Pablo II “podéis ser creyentes y modernos”, “se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo».
¿Qué significa para vosotros Cursillos de Cristiandad?
Cuando hicimos nuestro Cursillo habíamos tenido antes diferentes experiencias de encuentro con el Señor. El Cursillo de Cristiandad supuso una experiencia fuerte de encuentro con Él. Nos ayudó a intensificar nuestra pertenencia a la Iglesia, aprendimos a mirar el mundo con los ojos de Dios y descubrimos la alegría que supone dar a conocer a Jesucristo, vivo y presente en la Eucaristía, a lo largo de nuestro cuarto día. La Casa de San Pablo es muy especial para nosotros. Entramos a formar parte de la Escuela de Cursillos. A pesar de no poder seguir siendo hoy parte activa de ella, debido a la dedicación que requiere nuestra iglesia doméstica y nuestros hijos, nos seguimos sintiendo escuela. Poder proclamar en la Casa de Cursillos la vivencia de nuestro ser cristiano y el testimonio del Evangelio es todo un regalo que Dios te hace. Nosotros seguimos rezando para que la gracia de Dios se siga derramando en el corazón de cada persona que experimenta la vivencia del Cursillo de Cristiandad.
La transmisión de la fe a los hijos es un reto para todos, ¿cómo lo hacéis vosotros?
Como suele decirse, no se puede dar lo que no se tiene. Primero, somos nosotros los que vivimos y experimentamos la fe. Viviendo la fe ya la transmitimos a nuestros hijos. Los niños no necesitan grandes teorías. Intentamos que nuestros hijos vean que somos creyentes y vivimos como creyentes. A través de nuestra propia experiencia familiar que sean testigos de cómo Dios va tejiendo nuestras vidas. Testimoniando que Jesucristo ocupa un lugar privilegiado en nuestra familia y que está presente en todos los momentos de nuestra vida.
¿Cuál es vuestra parroquia?, habladnos de vuestra vida en comunidad.
Siempre hemos sido conscientes de la necesidad de vivir la fe en comunidad. La Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza es la que tenemos de referencia hoy día. Por medio de ella entramos a formar parte de los Equipos de Nuestra Señora, donde compartimos la vivencia de la fe y la riqueza del matrimonio. Además, vivimos también la experiencia de formar parte de la Familia Salesiana. Salesianos es, para nosotros y para nuestros hijos, casa que acoge, comunidad que evangeliza y escuela que encamina hacia la vida.
¿Cómo imagináis la Iglesia del futuro?
Hoy día la Iglesia está viviendo un periodo de fuerte persecución. La sociedad actual tiende a la secularización. Debemos fijarnos en los primeros cristianos que fueron valientes y afrontaron sin miedo la evangelización. El Papa Francisco nos recuerda que “el viaje de los Apóstoles comienza como resultado de una fuerte persecución, la cual, en lugar de detener la evangelización, se convierte en una oportunidad para ensanchar el campo donde sembrar la buena semilla de la Palabra”. El futuro de la Iglesia estará marcado por la esencia de los nuevos santos que surjan de estos tiempos difíciles.
Fecha y lugar del matrimonio: 2 febrero de 2008 en la Parroquia de San Miguel Arcángel de Córdoba.
Número de hijos y edades: Tenemos 5 hijos. María Auxiliadora de 9 años, Juan Pablo 7, Celia 3, Mateo 2 y Álvaro que nacerá en abril.
Un momento de vuestra historia familiar: El día que nos dijeron que no podíamos tener hijos, por el apoyo y cariño que recibimos por muchos miembros de la Iglesia que forman parte del COF o la Delegación de Familia y Vida. Y sobre todo por comprobar una vez más que el Señor guía nuestra vida y que para Él nada es imposible.
Una actividad que comparte la familia en su tiempo libre: Nos gusta ir al campo, estar con los amigos, pasear en familia,…
Qué cosas no dejáis de hacer juntos cada día: Comer juntos y sin televisión. Es un momento de comunicación en familia. Comenzamos bendiciendo la mesa y los niños suelen contarnos como les ha ido la mañana en el colegio.
Qué lugar ocupan los abuelos en casa: Son parte primordial en nuestro día a día y modelo de entrega para nuestra familia. Como dijo Benedicto XVI, “son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe”.
¿Rezáis por algún sacerdote?: Conocemos y queremos a muchos sacerdotes a los que tenemos presentes cada día. Este año, de manera especial, participando de la iniciativa “Pon un cura en tu familia” de la Delegación de Familia y Vida, rezamos por el sacerdote José Carlos Pino.