La Delegación diocesana confirma que las normas a seguir serán las mismas que en las escuelas y colegios.
Después de un curso donde de un día para otro el mundo entero se paró, intentamos, a pesar de las circunstancias continuar con la formación de iniciación a los sacramentos, y es que este nuevo curso trae de vuelta muchas de nuestras actividades pastorales, entre ellas las catequesis de confirmación y de comunión.
En muchas parroquias, los catequistas y sacerdotes, buscan la forma para que la vuelta de los niños y jóvenes que buscan participar de los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación sea lo más seguro posible. Y es que este año, si bien hay un poco de miedo por la situación de la pandemia, sigue habiendo gente que se acerca a las iglesias preguntando por estos grupos.
La Delegación diocesana de catequesis ha comunicado que las normas a seguir van a ser las que se sigan en las escuelas y colegios, ya que la intención es que las sesiones de catequesis sean presenciales. Las recomendaciones son separación de un metro y medio entre los asistentes, el uso de gel hidroalcohólico a la entrada y a la salida, la desinfección del aula o espacio donde se tenga la catequesis y el registro de quién acude a cada catequesis para facilitar el rastreo en caso de un caso positivo.
Para no superar el aforo restringido de personas se han tomado diferentes medidas, entre ellas que los grupos sean reducidos, se han creado su propio ‘grupo burbuja’, como se ha hecho en las parroquias de Santa Teresa de Ávila, Ntra. Sra. de la Esperanza y Ntra. Sra. de Belén.
En otras se ha optado por la división de grupos y pasar a catequesis cada quince días, en lugar de semanalmente, como se ha hecho en la parroquia de la Trinidad, o en la parroquia de San Francisco y San Rodrigo en la localidad de Cabra, donde si un grupo está conformado por menos de ocho personas (catequista incluido) la sesión será en el salón parroquial, mientras que si son más de ocho personas será en el templo, para poder garantizar la distancia de seguridad.
La formación y los sacramentos es una parte importante de la vida de fe, por lo tanto, en caso de un confinamiento o restricciones de movilidad, muchas de las parroquias de la Diócesis apuestan por continuar las sesiones de catequesis de forma online. Algunos catequistas han recibido un curso de formación para poder continuar las catequesis de forma virtual.
En algunas parroquias, como en San Francisco y San Rodrigo, han decidido reducir las sesiones de una hora a cuarenta y cinco minutos, y en muchas parroquias se han suspendido las salidas, convivencias y retiros.
Las medidas pueden hacer pensar que menos niños y jóvenes acudirán a las catequesis, pero la realidad es que no ha variado mucho el número de jóvenes que se han apuntado. Es cierto que hay parroquias que no han podido crear grupos nuevos de catequesis de comunión, pero el resto se mantienen. Además, los grupos de confirmación si han empezado con fuerza, teniendo que crear nuevos grupos debido a la cantidad de jóvenes que han decidido apuntarse.
Está claro que es una situación difícil, pero los catequistas están entregados y dispuestos a enseñar, a transmitir el amor al prójimo, a Jesús y al Espíritu Santo. Elena Migueles, catequista de Ntra. Sra. de la Paz (San Basilio) “hay que hacer las cosas con responsabilidad ante esta crisis sanitaria por el amor al prójimo y a ti mismo y creatividad para saber adaptarnos a todas las situaciones que se nos van planteando” o como nos dice Aurora Sáez, catequista de Ntra. Sra. de la Esperanza “«al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios» y en este caso lo que toca es hacer lo que Dios nos pide bajo la ley del César”.