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Comienza la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, del 18-25 de enero

Este año lleva como eslogan “Nos mostraron una humanidad poco común” (Cf. Hch 28,2).

Como es habitual cada año, del 18 de enero (Fiesta de la Cátedra de San Pedro en Roma en el Antiguo Calendario) al 25 de enero (Fiesta de la Conversión del Apóstol San Pablo) celebraremos la Semana de Oración por la unidad de los cristianos. Para las jornadas de los últimos años, el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos en unión con el Consejo Ecuménico de las Iglesias han venido encargado a diversas Iglesias y comunidades confesionales de determinada región geográfica, la elaboración de los materiales de oración y reflexión que se utilizaran durante esta semana. Este año, los responsables de la preparación de dicho material han sido las Iglesias cristianas de Malta y de Gozo (Cristianos Unidos en Malta) quienes han querido tomar como lema: «Nos Mostraron una humanidad poco común»(Cf. Hch 28,2).

El material preparado para esta semana de oración está inspirado en la lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (Hch 27,18–28,10) que narra la dura travesía que tuvo que enfrentar San Pablo junto con otros prisioneros y los saldados que lo custodiaban, cuando se dirigían a Roma al tribunal del Cesar y una fuerte tormenta arremetió contra su embarcación, dejándolos a la deriva, en condiciones precarias durante dos semanas, hasta encallar finalmente en la Isla de Malta, donde fueron acogidos por los nativos con gran solicitud y compasión, como lo describe San Lucas en su relato: «Los isleños nos mostraron una humanidad poco común» (Hch 28, 2).

Como nos explica el mensaje publicado por los Obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, este es «un relato de gran actualidad, si pensamos en las travesías de los emigrantes y refugiados en busca de puerto seguro en el Mediterráneo. Miles de ellos huyen de sus países de origen perseguidos por su fe o sus ideas. El relato contrastado con la realidad de cada día es una fuerte llamada a la unidad de acción de todos los cristianos, para que tratemos con solícita humanidad a cuantos nos piden ayuda. Los países de los que proceden los emigrantes padecen males sociales y desórdenes que les obligan a buscar unas condiciones de vida mejor entre nosotros. Es necesario ayudar a los países que los emigrantes abandonan, promoviendo en ellos el respeto a los derechos humanos, la libertad religiosa y el bienestar social que ahora no pueden legítimamente ofrecer a cuantos se ven obligados a emigrar».

Esta lectura contrastada con la realidad de hoy en día, hace un llamado a todos los cristianos para reconstruir una unidad visible de la iglesia, para que cada uno de nosotros muestre el mayor servicio y amabilidad con las personas que lo necesitan y claman por ayuda.

Reconciliados en el amor que nos hermana, no podemos dejarnos vencer por las dificultades del camino hacia la unidad que el Señor ha querido para su Iglesia. Necesitamos cambiar nuestro corazón y nuestra mente, permitiendo que la gracia de Dios purifique y transforme nuestra vida para no ser cristianos indiferentes frente al sufrimiento y necesidades de nuestros hermanos.

Pero sabemos también que «ni el activismo humanitario ni tampoco el voluntarismo espiritual, pueden producir la unidad de la Iglesia, que es fruto de la misericordia del Padre, don y gracia consumada de Jesucristo en el Espíritu Santo, por ello, unidos a la oración de Cristo no debemos dejar de suplicar al padre nos conceda la gracia de llegar a la plena unidad de los que compartimos un mismo bautismo, para llegar a la meta de poder compartir una misma Eucaristía, y ser así, en el mundo claro reflejo de la unidad de Dios uno y Trino y testimonio fehaciente de Jesucristo, el enviado del Padre (Cf.Jn 17, 21.23).

Los temas y reflexiones para el Octavario, inspirados en el texto del libro de los Hechos de los Apóstoles, serán:

Día 1, sábado 18: Reconciliación: Tirar la carga por la borda

Día 2, domingo 19: Iluminación: Buscar y mostrar la luz de Cristo

Día 3, lunes 20: Esperanza: El mensaje de Pablo

Día 4, martes 21: Confianza: No temáis; creed

Día 5, miércoles 22: Fortaleza: Partir el pan para el viaje

Día 6, jueves 23: Hospitalidad: Mostrar una solicitud poco común

Día 7, viernes 24: Conversión: Cambiar nuestros corazones y nuestras mentes

Día 8, sábado 25: Generosidad: Recibir y dar

John Alexander Melo Arévalo

Delegado del Secretariado Diocesano de Ecumenismo y diálogo Interreligioso

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