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Colonias Vocacionales, una experiencia inolvidable

Talleres, juegos, catequesis, veladas y mucha diversión es la propuesta del Seminario Menor “San Pelagio” para las próximas Colonias Vocacionales.

Un año más, aunque de forma diferente, el Seminario Menor “San Pelagio” quiere dar a los chicos la oportunidad de conocer la gran familia del Seminario y compartir unos días de convivencia con los seminaristas y formadores.

Con el lema “Sal de tu tierra… rema mar adentro”, pone en marcha las Colonias Vocacionales que, en esta ocasión, tendrán un escenario distinto al que viene siendo habitual. No serán en las instalaciones del propio Seminario, sino que para poder seguir las medidas y recomendaciones sanitarias, tendrán lugar en la casa de convivencias “Cristo Rey” de Villanueva de Córdoba, del 4 al 9 de septiembre.

Se trata, sin duda, de una de las propuestas vocacionales más esperada por los jóvenes junto al Día del Monaguillo. Una cita que ha marcado la vida de muchos sacerdotes que recuerdan estos días como “una visión nueva de la Iglesia”. Es el caso del sacerdote y Vicario de la Sierra, Juan Luis Carnerero, quien asegura que en las Colonias descubrió una Iglesia joven, “con ilusión por dar a conocer a Jesucristo”. “Descubrí que había jóvenes dispuestos a entregar su vida al Señor, generosos en todo y con una alegría que hasta entonces no conocía. Vivir la experiencia de las Colonias, con juegos, piscina, gymkanas, etc., pero también con encuentros fuertes con el Señor, hizo que en mi interior gritara: ¡Yo quiero ser como estos seminaristas y ya sé cómo!”, explica Carnerero. Y es que las Colonias son una ayuda para encontrarse con el Señor y con una Iglesia mucho más grande que la parroquia o el grupo donde cada uno vive su fe, como bien explica este sacerdote al que la alegría experimentada en esos días, aún le invade interiormente. “La alegría experimentada es fruto del encuentro con Cristo a través del testimonio de los seminaristas, hace que el corazón se llene de ilusión. Quizá en ese momento no se tenga claro ni el porqué de esa ilusión, pero lo que sí queda claro es que el Seminario tiene algo especial, y los preseminarios posteriores pueden ser un gran momento para descubrir el por qué”, añade.

Coincide también con él otro sacerdote, Juan Antonio Torres, a quien esta experiencia le supuso un antes y un después en su vida. “En ellas descubrí que lo sentía en mi corazón se podía hacer realidad, es decir, ser sacerdote. Descubrí que había jóvenes alegres, generosos y entusiasmados con el Señor, que sentían lo mismo que yo y eran felices. Desde aquel momento le dije al Señor que quería ser como esos jóvenes, entrar en el seminario, ser sacerdote y ser feliz con la vocación que Él quería para mí”, asegura.

Si bien es cierto que las Colonias pueden ayudar a muchos chicos a discernir sobre su vocación, asistir a estos días de convivencia no quiere decir que uno tenga claro que quiere ser sacerdote, “lo que sí queda claro es que la Iglesia es maravillosa, y que vale la pena vivir como cristiano en la vocación a la que Dios te llame. Desde luego, para quien tenga vocación sacerdotal, la experiencia es un trampolín para decir un SÍ grande y fuerte al Señor”, manifiesta Juan Luis. Y además, son días en los que “te das cuenta de que el Señor siempre cuenta contigo, que te quiere y que respondiendo a la llamada que Él te haga se puede ser muy feliz toda la vida”, añade Juan Antonio.

Cuando uno tiene 15 años y quiere dejarlo todo para entrar al Seminario Menor y ser sacerdote, le surgen mil inquietudes y temores. Ante sentimientos así, también las Colonias ayudan a los jóvenes a decidir qué clase de colono quiere ser, “un colono de los cobardes, de los que no se mojan del todo o de los que se empapan de verdad y se entregan totalmente”, como recuerda el seminarista Pedro Jesús Del Pino, a quien esta vivencia le ayudó a descubrir “que la vida no está hecha para cobardes, que no hay nada mejor que usarla para servir y dar la vida”. “Para mí las Colonias Vocacionales fueron ese impulso final que me regaló el Señor para entrar al Seminario, una propuesta de un seminarista menor que se tiró todo el año invitándome a los Preseminarios y yo le daba largas, hasta que terminé por acceder a ir a las Colonias un par de días antes de que comenzaran… ¡y menos mal que fui!”, aclama. Y es que Jesucristo es ese amigo que nunca falla, “Él nunca nos deja solos, nos precede, va guiando nuestros pasos y nuestra vida, si Él ha puesto en tu corazón el deseo de ir a las Colonias Vocaciones no lo dejes pasar, ha podido hacerlo de muchas formas, por medio de un sacerdote, de un catequista, de ese amigo seminarista que no deja de invitarte, no dejes pasar esta oportunidad, Él nos precede y quién sabe la sorpresa que puede tenerte preparada”, plantea este joven seminarista cargado de ilusión y de entusiasmo.

Para los jóvenes es una experiencia única que no quieren perderse año tras año. Así lo asegura Fernando Rovi Romero, un joven de once años de La Carlota, que lleva viviendo esta experiencia desde los ocho años, y que pese a su juventud, tiene claro que merece la pena ir a las Colonias. “Animo a todo el que pueda a asistir a las Colonias, no os arrepentiréis”, insta el joven Fernando quien espera ansioso estos días para pasárselo genial. “Estas colonias, a pesar del coronavirus, estoy seguro que estarán llenas de diversión, muchos juegos, reencontrarnos con los amigos que hicimos y hacer nuevos. También conoceremos más al Señor con las pequeñas catequesis que nos enseñan y los seminaristas nos contagiarán la alegría que siempre tienen y se esforzarán mucho para que nos lo pasemos de maravilla”, comenta Fernando. Y es que estos días son, como dice Juan Antonio, “una aventura cargada de diversión, compañerismo, pero sobre todo, de amistad y encuentro con el Señor”.

Destinatarios y objetivos

Que los chicos tengan una experiencia cristiana y comunitaria fuerte, desde la que puedan descubrir su camino de seguimiento a Jesucristo y conocer la vocación al ministerio sacerdotal, es el objetivo fundamental en estos días de Colonias aseguran los formadores para los que esta actividad es “una ocasión única para conocer el Seminario Menor y para discernir su vocación cristiana”.

Todos aquellos niños que inicien en el próximo curso escolar quinto o sexto de Primaria, los que cursen ESO y Bachillerato, que, cercano a la vida de Iglesia, tengan una inquietud religiosa o vocacional, podrán participar en estos días de convivencia. “No se requiere que manifiesten explícitamente un deseo por el sacerdocio, sino, simplemente, que no descarten esta posibilidad. Además las Colonias son requisito imprescindible para los que quieran ingresar en el Seminario Menor”, explican los formadores.

Por tanto, del 4 al 9 de septiembre, se llevarán a cabo las Colonias Vocacionales para las que será necesario inscribirse previamente tanto a través del email vocacionalessanpelagio@gmail.com, como del mail seminariomenorsanpelagio@gmail.com, o del teléfono 957276762. También quien lo desee podrá solicitar información en el WhatsApp del teléfono 649310856.

Las Colonias Vocacionales traen, por tanto, nuevamente cinco días que marcarán la vida de muchos chicos que, pese a su juventud, desean discernir sobre su vocación. Cinco días de oración y diversión al alcance de todos, guiados por el Señor.

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