La Vigilia de la Inmaculada en la Catedral el pasado sábado.
El pasado sábado, 7 de diciembre, la tradicional Vigilia de la Inmaculada acogió a los fieles que vienen llenando en estas fechas la Catedral, a la que acudió el Seminario y buen número de religiosas. La Vigilia tiene en la Catedral un ritmo propio en la recitación cantada del Oficio divino, con sus dos lecturas (bíblica y de los Santos Padres), prolongada en el Cántico bíblico correspondiente y la proclamación del Evangelio de la solemnidad de la Inmaculada. Sigue una homilía del Obispo, que se extiende como meditación ofrecida a la asamblea repasando los puntos centrales de la fe en la misión de María en la historia de la salvación, para terminar, aplicando a la vida de la Iglesia y de los fieles el mensaje de la Palabra de Dios.
La Vigilia comienza con un lucernario, tradicional canto a Cristo luz del mundo y encendido de velas y lámparas del templo, para a continuación exponer el Santísimo. Se tanta el Oficio divino en su presencia y se concluye con la bendición eucarística.
La Misa de la Solemnidad de la Inmaculada
Este año caía en domingo la fiesta de la Inmaculada y, con el puente de la Constitución a la Inmaculada, la Catedral de Almería conoció una fuerte afluencia de fieles. A la Misa estacional de la Catedral asistían acolitando los seminaristas menores, por ser día de su fiesta, ya que la Inmaculada es la Patrona del Seminario Menor. Los seminaristas mayores ocuparon el coro de la Catedral como schola cantorum o coro, que alternó con el canto de la asamblea de los fieles en toda la Misa. La fiesta de la Inmaculada tiene un gran impacto en el pueblo fiel, a pesar de la secularización de nuestra sociedad. La Inmaculada es Patrona de España por concesión pontificia ante la súplica de 1760 de las Cortes de España durante el reinado de Carlos III, que así lo quiso Su Majestad, como es Patrona de diversos cuerpos del Ejército y del Estado, pues aunque España no sea un Estado confesional, es un Estado formado por una sociedad históricamente cristiana, hoy muy secularizada, pero que conserva sus tradiciones cristianas. La Iglesia tiene por delante el reto de la nueva evangelización y para llevarla a cabo, como lo está haciendo, cuenta con la plataforma preciosa de las tradiciones cristianas de la sociedad española, sin nostalgias del pasado y con espíritu creador, pero apoyándose en sus propios recursos y valores cristianos que orientan los hechos históricos.
Al final de la Misa el Obispo almeriense Mons. González Montes impartió la bendición papal, como viene haciéndolo cada año.
