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BENDITOS PUEBLOS. Algarrobo, de los fenicios al barroco

Entre las montañas del macizo de Vélez y la Costa del Sol Oriental se encuentra el municipio de Algarrobo, compuesto por Algarrobo, Trayamar, Mezquitilla y Algarrobo-Costa. Un lugar privilegiado dentro de la provincia, como lo demuestran los restos de las numerosas civilizaciones que han poblado estas tierras.

Un buen ejemplo de ello, son la necrópolis Trayamar y los restos encontrados en el Morro de Mezquitilla, ambos de época fenicia de los siglos VII y VI antes de Cristo, y catalogados por los arqueólogos e historiadores alemanes Schubart y Niemeyer como uno de los restos fenicios más importantes de los que se conservan en Occidente.

La parroquia de la localidad está dedicada a Santa Ana, y data del siglo XVI, aunque su origen se sitúa en torno a 1505, bajo la advocación de Santa María. Su planta de cruz latina, consta de tres naves separadas por arcos de medio punto que descansan sobre pilares octogonales. Exteriormente se trata de un templo sencillo, reformado en época reciente, que cuenta con una torre campanario de cuatro cuerpos, de planta cuadrada.

En cuanto a su imaginería, destaca la talla de Jesús Nazareno de mediados del siglo XX, obra de Castillo Lastrucci; una imagen de la Inmaculada en madera, de escuela granadina, del siglo XVIII. Y otra talla más pequeña igualmente de la Inmaculada, de madera policromada del siglo XVII, atribuida a Alonso de Mena. Gran devoción en el pueblo despierta una imagen de vestir de la Virgen de los Dolores, caracterizada por «sus rasgos juveniles y su expresión de dolor entremezclado con alegría que hace que en el pueblo circule la leyenda de que existen dos caras, ya que la misma imagen se procesiona los cinco días de Semana Santa del pueblo y su rostro parece expresar dos sentimientos tan contradictorios como el dolor del Viernes Santo y la alegría del Domingo de Resurrección» según explica el consistorio en su página web.

Como afirma su párroco, Miguel Chacón, «la parroquia Santa Ana se ha convertido en un joyero valioso por sus obras pictóricas que recogen las devociones históricas del pueblo, alguna incluso desaparecida, como la Divina Pastora, otras vigentes como su patrón, san Sebastián Mártir, o la de san Isidro Labrador, al que realizan cada año una romería, y la Virgen de las Angustias, cuya devoción ha aumentado mucho en estos últimos años. También contamos con proyectos en camino, como la realización de un retablo para la Capilla Sacramental, con las imágenes de santa María de Algarrobo, Salares y Menscalera, y de san Andrés Apóstol, ambos titulares de este templo parroquial erigido canónicamente hace más de 515 años. Historia y devoción de un pueblo por donde anduvieron san Manuel González y el beato Padre Tiburcio Arnáiz, de los cuales poseemos dos pinturas y sus respectivas reliquias. También tenemos algún que otro exvoto en honor a la Virgen de los Dolores, recientemente nombrada patrona de Algarrobo, por su intervención en un milagro a un joven del pueblo».

Esta localidad cuenta además, con la Ermita de San Sebastián, patrono de la localidad junto a Santa Ana. Algarrobo huele a aceite, canela y matalahúva, ingredientes de sus famosas tortas, eso sí mezclado con el salitre del Mediterráneo.

Beatriz Lafuente

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