Como viene siendo habitual, el pueblo de Benamaurel terminó las fiestas en honor de la Virgen de la Cabeza con la bendición de los niños y las mujeres embarazadas. Fue el martes 28 de abril, en la parroquia. Hasta aquí, todo normal. Sin embargo, este año ha sido distinto, porque se han suprimido todos los actos de la fiesta menos los religiosos, que se han celebrado sin presencia de fieles y se han vivido a través de internet. Y así es como se vivió esa bendición de niños y embarazadas con la que culminan siempre esos días de fiesta.
En el altar estaban las fotos de los muchos niños y niñas que hay en Benamaurel y que fueron enviadas por sus padres para que estuviesen representando a sus hijos durante la bendición. Y allí, ante la imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de Benamaurel, el párroco, Damián Pérez, celebró esa bendición a la que cientos de feligreses asistían en directo, desde casa, a través de YouTube. Se pudo cumplir con la tradición, a pesar del estado de alarma y del confinamiento de la población.
Y no ha sido este el único acto que han celebrado para honrar a su patrona. Han celebrado la novena en su honor, como es tradicional, la Eucaristía en la ermita de la romería y la del día grande en la parroquia. Incluso, han celebrado una ofrenda floral virtual, con imágenes de los ramos que los feligreses de Benamaurel le han puesto a la imagen de la Virgen en sus casas, ya que no podían salir a la calle para llevarlas a la iglesia. Y todo se ha retransmitido a través de la red.
Este despliegue de medios y recursos imaginativos ha sido posible gracias al trabajo de muchos benamaurelenses, del ayuntamiento y de la parroquia. Entre todos, y sin salir de casa, han hecho posible que el confinamiento de la población no haya impedido que Benamaurel celebre, un año más, su devoción a la Virgen de la Cabeza.
Antonio Gómez
