El pasado sábado, 8 de este mes de febrero, los componentes de la Escuela del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Guadix hemos vivido una jornada intensa de estudio y oración con el apoyo, tan valioso como fundamental, del grupo interdiocesano, venidos de Córdoba y Sevilla para fortalecer nuestra esperanza.
Tras responder a un test de situación, parados ante la actualidad crítica, acudimos a la responsabilidad con confianza en el éxito del esfuerzo.
Arrancamos con la meditación que propone D. Manuel Hinojosa: “Lo que el Espíritu nos dice” y nuestra respuesta, que puede ser negativa o positiva. Pedimos al Señor una ecografía del corazón ante la palabra de Dios.
Adán: “Tengo miedo y me escondo”, como muchos.
Samuel: “Aquí estoy”, felizmente como tantos otros.
Sigue Javier Martínez, que nos presenta este tiempo de crisis, no peor que otros vividos por los cristianos en otros lugares y otras épocas, como tiempo de oportunidades para experimentar el amor de Dios y llevarlo a los demás porque
1º- estamos convencidos de que Dios es el centro
2º- toda persona está llamada a conocerlo
3º- con nuestro testimonio, amistad y oración.
Si estamos convencidos, dónde echamos las redes.
Finalmente, cierra la mañana la joven Lourdes que nos cuestiona sobre algo tan importante como nuestro tiempo y su reparto. Imprescindible centrarnos en una tarea y hacerla bien. Sin perder de vista siempre que lo importante no es el movimiento de cursillos, lo valioso es la persona y, sobre todo, ser capaces de acercarla a Dios.
Llega la hora de complacer a los anfitriones dando buena cuenta de lo que nos han preparado con su habitual virtuosismo, también en la cocina, Mari Carmen y José Luis Ferreira.
Con una enjundiosa puesta en común de todo lo experimentado en la mañana, redondeamos la jornada con la jubilosa celebración de la Eucaristía que presiden D Manuel Hinojosa y nuestro consiliario D. Manuel Millán.
José Luis Campoy