En septiembre de 1994, con motivo de la bajada de la Virgen de Gádor, tuvo lugar un evento importante en la historia de la patrona de Berja: la presentación del libro titulado María Santísima de Gádor. 400 años de historia mariana, escrito por Valeriano Sánchez Ramos. Esta obra marca un antes y después en el conocimiento que se tenía de la historia de la devoción a la Virgen en nuestra localidad, su hermandad, ermita y patrimonio artístico, órdenes religiosas vinculadas a la imagen, etc.
Este libro, que hoy cumple un cuarto de siglo desde su edición, se realizó a solicitud del cura párroco D. Antonio Durán y el rector del Santuario D. Antonio Romera, al historiador virgitano. Se pretendía que el libro sirviera, no sólo para conocer la historia de tan importante seña de identidad de los vecinos y devotos de la Virgen, sino también colaborar con sus ventas a obtener fondos para las obras de reacondicionamiento del Santuario, por entonces seriamente dañada por los últimos terremotos.
La obra fue prologada por dos hijos de Berja devotos de la Virgen, Francisco Benavides Vázquez, entonces religioso de la orden de San Juan de Dios, y Gabriel Luis García Mas, y fue editada por el librero José Amat Montes. Contó para el acto de presentación con el canónigo archivero de la catedral de Almería, don Juan López Martin, siendo el lugar elegido por los eclesiásticos el altar mayor de la iglesia parroquial de la Anunciación, que estaba presidido por la propia imagen de María Santísima de Gádor, para lo que contaron con los hermanos y hermanas de la Hermandad de la Virgen de Gádor.
El acto de presentación tuvo un lleno absoluto del templo parroquial, tanto que en aquel día no sólo se recuperaron todos los fondos invertidos en la edición, sino que ofreció un suculento beneficio para colaborar con el altruista fin de ayudar a las reparaciones del Santuario de la Virgen de Gádor. En los días siguientes prácticamente quedó agotada la edición, sirviendo aquellos fines altruistas a mayor gloria de María Santísima y de la Iglesia de nuestro municipio. Hoy, pasados unos meses de la última bajada de septiembre, queremos recordar este evento que fue todo un hito de colaboración desinteresada entre la cultura y la fe virgitana.