Cuenta Pro – Restauración del Obispado
CajaCanarias: 2065 0021 15 3000248228
Cuenta Pro – Restauración del Obispado
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NOTA DE
Día durísimo para todos. Hoy nos hemos levantado, sin apenas dormir, con fe y ánimo firme. Los medios materiales de los servicios diocesanos han sido reducidos a ceniza, pero quedamos lo más importante: las personas.
Los que trabajamos en cada uno de los servicios diocesanos, hemos de trabajar hoy y mañana, y estos meses, con todas nuestras fuerzas para que los servicios que prestamos a los Católicos de El Hierro,
Nuestro Obispo nos decía ayer, “ésto comenzó en Belén y aquí estamos”. Pues eso. Aquí estamos. A trabajar, a luchar, a mantenernos unidos, a vivir más austeros, a reforzar la fe y esperanza de todas y todos, a interpretare adecuadamente lo que Dios nos está diciendo con todo esto. Convirtamos la tragedia en una oportunidad saludable para mejorar.
Que no tiemble nuestro corazón ni se acobarde. No estamos solos. Él está, si cabe, más cercano a nosotros en estos momentos.
A nivel práctico, hoy se ha abierto una cuenta en Cajacanarias con el nombre de “Restauración del Obispado”. El Obispo, los Vicarios Generales y de Economía, provisionalmente estos días, estaremos situados en las oficinas del Archivo histórico en la calle Anchieta. La administración se ubica en la sede de la central de peregrinaciones, situada en
Gracias a todas y todos. Administraciones, empresas, instituciones, particulares, por tantas muestras de solidaridad y cercanía.
Antonio Pérez Morales
Vicario General
ANDIAMO AVANTI. PROSIGAMOS
Prosigamos!, ¡andiamo avanti! Fueron algunas de las primeras palabras del recién estrenado Papa, Benedicto XVI, tras su elección. Y son las palabras que me vinieron a la cabeza cuando conseguí reponerme un poco de las noticias que me llegaban desde Tenerife.
Hemos perdido el Obispado. La tragedia arquitectónica es incuestionable. Pero mucho más difícil será calibrar el alcance del drama humano y diocesano que esta desgracia entraña en toda su magnitud.
Aquellas venerables piedras se han dañado irremisiblemente. Yo conozco bien cada rincón, cada esquina del difunto palacio, y no me hago a la idea de que ya no queda nada. Pero hay mucho más… y peor. Pienso en John, el bedel, que se ha quedado sin casa y sin todo. Y en Elsa y sus compañeras, que han perdido mucho más que su lugar de trabajo con la desaparición de
También pienso en las ironías del destino. Ayer tenía que haber llovido en
Sin embargo, ¡andiamo avanti!, ¡prosigamos! Me suenan ahora con una inesperada conveniencia aquellas palabras del Papa. Apropiadas para quienes sentimos algo, mucho, por
Seguro que el mismo sentimiento del Pontífice es el que ahora acuna el obispo, don Bernardo. Por dentro estará dando forma ya a lo que tenemos que hacer, con el empuje que distingue a quienes saben que
Si ahora no tenemos piedras que acojan los organismos diocesanos, renovemos nuestra confianza en que las piedras vivas de la diócesis somos nosotros. No perdamos tiempo en echar la vista atrás, otros habrá que se abonen al desaliento. Nosotros, los creyentes, no.
Desafortunadamente, el día de ayer está escrito ya en la crónica de sucesos de
No se ha quemado
Carmelo J. Pérez Hernández es sacerdote y ha dirigido
(Publicado en Diario de Avisos el 24/01/05)
Las Palmas de Gran Canaria. 27 / 01 / 2006. – El nuevo Obispo de la Diócesis de Canarias, D. Francisco Cases Andreu, ha pronunciado hoy su primera homilía como Obispo de la Diócesis de
Entre las 4.000 personas testigos de su toma de posesión como obispo de la Diócesis
Uno de los momentos más emotivos de la celebración fueron las palabras de Cases dirigidas al Obispo de la Diócesis de Tenerife, D. Bernardo Álvarez, declarando que está a su lado tras el incendio en La Laguna y que fomentará la unidad en Canarias. La colecta de hoy ha ido destinada a la rehabilitación de la sede del obispado tinerfeño.
Para seguir la ceremonia se habían colocado pantallas gigantes a ambos lados de la plaza y en el interior del templo.
En la tarde de ayer jueves 26 de enero, Mons. Cases llegó al aeropuerto de Gran Canaria, procedente de Madrid; acudieron a recibirle Mons. Echarren, ahora ya Obispo Emérito de la Diócesis de Canarias, y una nutrida representación de sacerdotes de distintos municipios de la Isla.
Aseguró que su primera tarea en la Isla será la de empadronarse. También anunció que el próximo miércoles comenzará una gira por las islas de Fuerteventura, Lanzarote y La Graciosa «en principio para que me vean y me conozcan, y luego ya empezaremos a trabajar».
D. Francisco Cases sustituirá, por razones de edad, al anterior obispo de Canarias, D. Ramón Echarren, de 76 años, que culminó, con el nombramiento de su sucesor, con 37 años de ejercicio como obispo, de los que 27 los desempeñó en el archipiélago canario.
“OTRO MUNDO ES POSIBLE, DEPENDE DE TI”
Carta Pastoral de D. Antonio Ceballos Atienza, Obispo de Cádiz y Ceuta
Mis queridos diocesanos:
Cada año en los primeros días del mes de febrero
1. Tejer la solidaridad entre todos
Este año “Manos Unidas”, además de esperar nuestra colaboración económica para cientos de proyectos, con sus nombres y apellidos, que esperan nuestra generosidad, nos llama a participar en el mejor de sus proyectos, el de tejer la solidaridad entre todos.
Como católicos, podemos contribuir a que dicha celebración sea una interpelación a la solidaridad, que tal y como nos lo enseña el Papa Juan Pablo II en su encíclica “Sollicitudo rei socialis”, es una “determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien a todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos” (SRS 38).
2. Entrañas de misericordia
Esta Campaña contra el Hambre en el Mundo está muy metida dentro del corazón de los gaditanos y los ceutíes, que muestran sus entrañas de misericordia y amor. Observo como cada año crece su atención a este grave problema que trata de devolver su dignidad a miles de seres humanos y procurarles unas condiciones mejores de vida. No es cosa de repetir cifras un año más, que denotan la injusticia y la falta de solidaridad de este mundo inhumano en que vivimos. Unos pocos gozan de la mayor parte de los recursos económicos del planeta en los países del Norte, mientras que en los países del Sur de
3. Sé solidario: otro mundo es posible
La palabra solidaridad está hoy día cargada de muchas resonancias y referencias. La palabra solidaridad traduce la actitud del buen samaritano que se manifiesta como prójimo del hombre que se encuentra en el camino de la vida de cada día (cf. Lc 10,29). Es necesario hacerse débil entre los débiles…
Os facilito unos datos significativos: en el año 2004 se han recaudado 46.347,30 euros, y aprobados 720 proyectos de desarrollo en 60 países, repartidos entre las siguientes prioridades y continentes: – África: 282; – Asia: 233; – América: 205. Como veis, estos sencillos datos exigen de nuestra parte una mayor solidaridad.
Tenemos que ser solidarios. Ser solidarios con nuestros hermanos más débiles y necesitados, y esto no por un sentimiento superficial de compasión, sino por un cambio de actitud, una conversión. Por encima de los vínculos humanos y naturales tan fuertes y profundos, se percibe a la luz de la fe un nuevo modelo de unidad del género humano, en el cual debe inspirarse, en última instancia, la solidaridad: “Esta solidaridad debe aumentarse siempre hasta aquel día en que llegue su consumación” (GS 32).
4. Determinación de trabajar por el bien común
Es amenazadora y pavorosa la distancia entre quienes pueden consumir de todo hasta la saciedad y el derroche, y aquellos que carecen de lo más necesario. Puestos frente a frente, los unos no podrían sostener la mirada de los otros. Sólo puede salvarse lo ancho y lo profundo de esta separación si nos sentimos de veras responsables los unos de los otros “y tomamos la determinación de trabajar por el bien común, es decir, por el bien de todos y de cada uno, porque somos verdaderamente responsables de todos”, como nos decía el Papa Juan Pablo II. Para ello es necesario que entre nosotros se reavive la conciencia moral, embrutecida por esta sociedad de consumo que impide escuchar responsablemente el grito de tantos necesitados que nos reclama.
5. Millones de seres humanos nos miran a la cara
Es necesario que para remediar el hambre en el mundo haya un cambio en las relaciones estructurales entre las naciones y los pueblos. Este cambio lento por fuerza nos pedirá que influyamos en él por todos los medios pacíficos que estén a nuestro alcance. Pero hay, ya ahora, millones de seres en extrema necesidad que se dirigen a nosotros pidiendo una ayuda inaplazable.
Manos Unidas nos pone en relación inmediata, sin intermediarios, con hombres y mujeres con nombres y apellidos propios, y con sus necesidades y proyectos para salir con su trabajo y esfuerzo de su miseria, y así recuperar su dignidad humana. Estos hombres y mujeres, gracias a los inapreciables oficios de Manos Unidas están inmediatamente junto a nosotros, y nos miran a la cara. No podemos negar una ayuda que con toda seguridad llegará a ellos, para que construyan viviendas, caven pozos, compren maquinaria agrícola, levanten un dispensario, una escuela, etc.
6. La solidaridad tiene un nombre: Caridad
En esta jornada, día 12 de febrero, me dirijo particularmente, a los cristianos. Aquí la solidaridad tiene un nombre: Caridad. La celebración de
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 12 de enero de 2006.
“Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20)
Carta Pastoral de D. Antonio Ceballos Atienza, Obispo de Cádiz y Ceuta
Mis queridos diocesanos:
Con particular afecto dirijo un caluroso saludo a todos los cristianos, católicos y no católicos, que desean la unidad y se preocupan de que esta aspiración se traduzca en una fidelidad al mensaje de Jesucristo, el cual oró al Padre por la unidad de todos los que creen en su nombre. Os invito a participar en
1. Donde dos o tres….
Hace sólo unas semanas celebrábamos todos los cristianos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo, designado por el evangelista san Mateo como Jesús, el “Salvador” y el “Dios con nosotros” (cf. Mt 1,21-23). En este contexto se expresa la promesa de Jesús, que sirve de tema para
2. Son más las cosas que nos unen que las que nos separan
Esta confesión unánime y muchos otros elementos comunes que enumeró el Concilio Vaticano II en su Decreto sobre el Ecumenismo fundamentan las relaciones de buena hermandad que deben mantener las diferentes Iglesias cristianas, a pesar de las prolongadas discordias y enemistades que marcaron largas etapas del pasado. El buen Papa Juan XXIII nos recordó, una y otra vez, que son más fuertes las cosas que nos unen que aquellas que nos separan.
3. Pedir la gracia y el don de la unidad
Durante
4. Unidad cristiana y unidad de la humanidad
En el contexto de esta semana y dadas las divisiones eclesiales, ninguna oración como ésta para obedecer e identificarnos con el deseo de Jesús. La oración al Padre será asumida por todos los cristianos de tantas tradiciones diversas y, sin duda, será escuchada por Aquel que concede toda dádiva y todo don.
Vale la pena recordar que la oración por la unidad no puede ni debe representar una preocupación marginal entre otras muchas. Toca el fondo de la obra redentora de Cristo. La unidad de sus discípulos es vital para hacer creíble el mensaje de salvación a todos los hombres y mujeres del mundo. Por eso, unidad cristiana y unidad de la humanidad son realidades que se implican mutuamente. No cabe la segunda sin la primera. Es el sentido profundo del que “todos sean uno para que el mundo crea” (Jn 17,21).
5. Restauración de la unidad visible
Las dificultades por las que atraviesa el movimiento ecuménico son obvios. Pero este hecho no debe hacernos rebajar la guardia, antes al contrario, debería estimularnos a todos a proseguir en esa búsqueda de unidad visible.
Todos conocemos las dificultades y diferentes niveles en el que se mueve el trabajo ecuménico. El doctrinal, el institucional, el “de base”. Pero hay uno que envuelve, de alguna manera, a todos los demás: la plegaria, que es como el “alma de todo el movimiento ecuménico, y con razón puede llamarse ecumenismo espiritual” (UR 8).
Al dirigiros estas líneas tengo muy presentes los gestos y palabras del Papa Benedicto XVI, y más concretamente de su antecesor, el Papa Juan Pablo II: “Contra el fondo de la desunión humana la difícil marcha hacia la unidad cristiana debe ser continuada con determinación y coraje, aunque se perciben obstáculos que bloquean la senda. Aquí y de forma solemne, nos comprometemos de nuevo, con nosotros mismos y con los que representamos, a la restauración de la unidad visible y la plena comunión eclesial, en la confianza de buscar algo menos sería traicionar la intención del Señor por la unidad de su pueblo” (Juan Pablo II y el Primado Anglicano, 1989).
6. Convertir esta urgencia en un reto
Nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta, poco a poco, va asumiendo la tarea ecuménica. Durante la celebración de nuestro Sínodo Diocesano se hicieron verdaderos gestos en este sentido.
Os invito a todos, un año más, a convertir esta urgencia en un reto. Del día 18 al 25 de enero nos uniremos a la misma oración del Señor: “Que todos sean uno para que el mundo crea”, y sabiendo también que “donde dos o tres se reúnen en mi nombre allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,20). Esta será la plegaria y la experiencia cristiana de nuestras parroquias, de nuestras comunidades religiosas, de nuestros grupos juveniles. Esta será nuestra valiosa aportación al movimiento ecuménico. Cuando nos reunimos para orar juntos por la unidad, la unidad se siente cercana. Oremos, pues, unidos “para que todos sean uno”.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 10 de enero de 2006.
Carta Pastoral de D. Antonio Dorado Soto, Obispo de Málaga
A mediados del mes de diciembre se celebró la sexta Conferencia Ministerial de
En el mundo hay recursos suficientes, si queremos poner remedio esta situación de injusticia, que tiene sumidos en la pobreza a millones de personas y que provoca una emigración creciente. No piden limosna, sino justicia. La mayoría vive de la tierra, pero el sistema de subsidios a la agricultura en los países ricos impide que sus productos lleguen a nuestros mercados. El hambre, la falta de higiene, la carencia de agua potable y de medios para beneficiarse de los avances médicos hace que cada día mueran miles de personas, especialmente niños que son los más vulnerables.
Por eso, el lema de Manos Unidas para la campaña de este año nos dice a todos y a cada uno: Otro mundo es posible, depende de ti. Esta organización católica es suficientemente conocida, porque está presente en todas las parroquias y comunidades cristianas de la diócesis a través de sus enlaces. Y lo que intenta este año es implicar a más personas; decir sencillamente que cuenta con todos para seguir trabajando en favor de la justicia y de la paz. Pues aparte de poner en marcha proyectos de desarrollo con la colaboración directa de los más pobres, pretende que no caigamos en el desaliento a la hora de trabajar a favor de una humanidad más libre, más fraterna y más justa.
Cuando la cultura postmoderna nos invita a que cada uno viva placenteramente y se ocupe sólo de sí mismo, Manos Unidas nos propone vivir una existencia solidaria y esperanzada. Porque la mayor contribución para que se perpetúe el presente estado de pobreza y de injusticia consiste convencernos de que no hay nada que hacer. Esta falta de esperanza arruina toda iniciativa y esfuerzo, y perpetúa las estructuras de pecado en que vivimos.
Manos Unidas cuenta conmigo y contigo para frenar la ola de conformismo y desaliento que se expande entre los ciudadanos de los pueblos ricos. Muchos pueden echar una mano para recaudar fondos; otros disponen de medios que compartir; y todos tenemos acceso a ese gran bien que es la palabra para denunciar la injusticia y mantener viva la esperanza. Los proyectos que crean riqueza y futuro en los lugares más pobres son como el grano de mostaza del que nos habló Jesucristo: impulsos liberadores que un día crecerán para dar cobijo humano a mucha gente.
Ante el conformismo de los pesimistas, nosotros sabemos que nuestro trabajo con los pobres y nuestra certeza de que es posible vencer la injusticia hunde sus raíces en la fe. Esa fe que nos enseña que Jesucristo ha vencido el mal y nos cambia el corazón para continuar hoy su tarea; esa fe que, en
+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga
El Palacio de Salazar, magnífico edificio del siglo XVII sede del Obispado de Tenerife desde el siglo XIX, ha sufrido un devastador incendio que comenzó a las 12:00 h. de hoy lunes 23 de enero. El Gobierno de Canarias ha manifestado que el fuego pudo comenzar por un cortocircuito en la biblioteca. La madera de tea favoreció el rápido avance de las llamas.
Afortunadamente no hay que lamentar desgracias personales. El edificio, sede de las oficinas del Obispado y residencia del Obispo, D. Bernardo Álvarez Afonso, puede darse, prácticamente, por perdido. Se ha perdido todo lo que había en su interior. No ha sido pasto de las llamas el Archivo Histórico Documental, al encontrarse en una cámara ignífuga.
En el momento en el que comenzó el incendio Mons. Álvarez Afonso, Obispo de
El Palacio de Salazar tiene un gran valor arquitectónico y forma parte del conjunto histórico declarado Bien Cultural Patrimonio de
Dicen los evangelistas que Jesucristo reprochó a sus oyentes que no escuchaban a Dios, cuando les hablaba en los “signos de los tiempos”. Con la expresión, “signos de los tiempos”, el Señor se refería a los acontecimientos importantes de aquel momento histórico, que exigían adoptar una postura decidida y acorde con la fe, porque Dios sale al encuentro de sus hijos en la historia de cada día y juzga nuestro amor a Él por lo que hacemos o dejamos de hacer con el otro. Pues enseña el Evangelio que la sinceridad y la hondura de nuestro amor a Dios pasa por nuestro amor a los demás.
No podemos olvidarlo ante
El tradicional espíritu acogedor de España, y más concretamente de Andalucía, ha puesto de manifiesto sus mejores cualidades durante este tiempo. Sin embargo, a medida que la inmigración ha aumentado, vemos que surgen nuevas dificultades de todo tipo, relacionadas con el trabajo, con la vivienda, con la reunificación de las familias y con la convivencia en general. Es verdad que la mayoría de los ciudadanos saben dar un trato justo a los inmigrantes, pero no faltan los que se aprovechan indignamente de su situación de inferioridad para obtener ventajas injustas.
Por su parte, los que llegan en busca de un trabajo o de asilo político tienen sus defectos, igual que los españoles, pero podemos caer en la tentación de aplicar a todos ellos los actos delictivos de unos pocos. Es una tendencia muy minoritaria todavía, que empieza a despuntar en aquellos lugares en los que la inmigración ha crecido más y
Aunque los seguidores de Jesucristo no podemos conformarnos con ofrecer ese mínimo que es un trato respetuoso y justo, sino que nos debemos acercar a todos estos hombres y mujeres con amor evangélico y ayudarlos a integrarse. En especial, cuando constatamos que nuestros seres queridos más débiles, como los mayores y los enfermos crónicos, dependen en gran medida del trabajo, los cuidados y el cariño de las mujeres inmigrantes. Su contribución al bienestar de las personas más indefensas es algo digno de encomio, que honra a la inmensa mayoría de estas trabajadoras.
+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga
LOS NIÑOS NOS EVANGELIZAN
Muchos adultos no saben que gracias a la aportación de los niños misioneros se han abierto en todo el mundo y se mantienen miles de guarderías, escuelas y hospitales. Porque los niños son generosos y tenaces, cuando se sienten protagonistas y conocen los problemas de otros niños. Igual que en tiempo Navidad son capaces de destruir juguetes bélicos y de compartir algunos con los que nada tienen, a lo largo de Enero son muchos los que se movilizan con sus huchas solidarias para recaudar fondos que entregan a las misiones. El año pasado los niños españoles recaudaron 2.333.478, 08 euros, una cifra muy importante. Y lo que resulta más llamativo, según cuentan sacerdotes y padres, es que una parte notable de tal recaudación la aportaron ellos, del dinero que llaman suyo.
Este año, el quinto centenario del nacimiento de San Francisco Javier, nos ofrece una oportunidad maravillosa para inculcarles el espíritu misionero. Porque ellos aman la aventura, y no existe aventura más seductora y mayor que la de ser santos y misioneros. Narrarles la vida de Javier, este español universal, además de ser ameno, puede resultar francamente contagioso y ayudarles a descubrir lo que significa creer en Jesucristo y dar la vida por los demás.
Aún resuenan entre nosotros las hermosas palabras de Juan Pablo II, cuando dijo a propósito de
Por otra parte, cuando se les presenta por medio de narraciones adaptadas, de dibujos animados y de imágenes reales la vida y la labor de los misioneros se sienten llamados a imitarlos. Además, en su proceso educativo humano y cristiano no debemos hurtarles la situación dramática de otros niños y lo que se puede hacer en las misiones con ese euro que ellos gastan en lo que llaman “chuches”. Quizá nos resulte difícil explicarles el lema de esta año, cuando dice: “Siente la misión en tu corazón”, pero es fácil inculcar en su espíritu lo que realmente significa la misión y el espléndido trabajo de los misioneros. Los padres y los catequistas no podéis olvidar que el conocimiento de esa página grandiosa que es la labor de los misioneros es un elemento fundamental para su buen conocimiento de
+ Antonio Dorado Soto,
Obispo de Málaga Málaga