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COPE ESPEJO ALMERÍA: 50 años de la llegada de las Misioneras de Acción Parroquial a nuestra Diócesis

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Eucaristía de envío de los profesores cristianos (Catedral-Málaga)

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Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía celebrada en la Catedral con motivo del envío de los profesores cristianos el 19 de octubre de 2024.

EUCARISTÍA DE ENVÍO DE LOS PROFESORES CRISTIANOS

(Catedral-Málaga, 19 octubre 2024)

Lecturas: Is 53, 2-3.10-11; Sal 32, 4-5.18-20.22; Hb 4, 14-16; Mc 10, 35-45. (Domingo Ordinario XXIX-B)

1.- El evangelio de hoy presenta la petición que los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, hacen a Jesús: «Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda» (Mc 10, 37). 

Cuando los otros discípulos escucharon la pretensión de los dos hermanos se indignaron contra ellos (cf. Mc 10, 41); reacción muy normal y lógica. Jesús salió al paso de la discusión amonestándoles de no querer dominar y ser señores, sino de servir: «No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor» (Mc 10, 43).

La grandeza no consiste en tener altos cargos o que le sirvan a uno; la grandeza está en servir. En el reino de los cielos el más grande es el servidor de todos; así lo hizo Jesús: «Tampoco el Hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10, 45).

Jesús debe ser nuestro maestro en el servicio; por eso: «el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos» (Mc 10, 44). Él ofrece su juicio sobre uno de los grandes ídolos de este mundo: el poder. Jesús cambia la concepción de poder que tiene el mundo. Siendo Dios omnipotente, se despojó de su rango haciéndose hombre pasible y tomando la condición de siervo (cf. Flp 2, 7). Con ello revela un nuevo poder: el de la cruz, la entrega y el servicio. 

2.- El poder humano tiene infinitas ramificaciones y se mete por todas partes. El problema del poder no se plantea sólo en el mundo político, social y económico, como estamos viendo todos los días en nuestra sociedad; existe también en nuestras vidas personales, en las familias, en los grupos, en los movimientos y asociaciones. 

Nuestra mente puede convertirse en una especie de «trono», en el que nos sentamos para dictar sentencias contra quien no se somete a nuestra voluntad. En el canto del «Magnificat» la Virgen María anticipa la revolución silenciosa obrada por la venida de Cristo y dice que Dios «dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes» (Lc 1, 51-52). Ella señala implícitamente un ámbito preciso en el que hay que empezar a combatir la «voluntad de poder», que radica en el del propio corazón. 

Cada uno de nosotros podemos ser los «poderosos en los tronos», desde donde manifestamos nuestra voluntad de dominio sobre los demás, causando sufrimientos y atropellos, sobre todo a los más débiles. 

3.- Vivimos tiempos recios, como decía Santa Teresa de Jesús. En general existe en nuestra sociedad demasiada prepotencia, vanidad, violencia, afán de poder y de prestigio, ganas de poseer y de dominar. 

Es la hora de los que se fían de Dios y son capaces de entregar sus vidas por los demás en actitud de servicio. Este es uno de los secretos del Evangelio de hoy; se trata no solo de arriesgar la vida por servicio a los demás y quedar por ello llenos de alegría, sino que, si nosotros nos ocupamos de las cosas de Dios, realizando su acción misericordiosa y compasiva, Él se encarga y cuida de nosotros. 

Como hemos rezado en el Salmo: «Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo (…). Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti» (Sal 32, 20.22).

4.- En este domingo celebramos el DOMUND, Día Mundial de la Propagación de la fe, con el lema: “Id e invitad a todos al banquete”. El Señor nos anima a invitar a todos al banquete de su Palabra y de la Eucaristía. Y nos pide que seamos sus testigos: «Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios» (Lc 12, 8). 

Como se ha dicho en la monición de entrada, celebramos hoy el «envío» de los profesores de Religión católica y de los profesores cristianos, que imparten cualquier materia.

Los profesores cristianos sois verdaderos misioneros, que anuncian en los areópagos de las instituciones educativas el mensaje de salvación, que es Jesucristo; no son normas o ideas; ni siquiera una doctrina. El anuncio es la persona de Jesucristo que nos habla.

Para llevar a cabo esta misión hay que vivir la fe, el amor y la esperanza de manera coherente. Nuestra identidad cristiana en la enseñanza es nuestro mejor tesoro y nuestra mejor oferta.

La escuela católica tiene el derecho y el deber de enseñar con coherencia los valores cristianos y de ejercitar una acción propia de anuncio y de vida cristiana, buscando la integración entre la fe y la razón. Se trata de una «oferta respetuosa», que el oyente del mensaje pueda con toda libertad adherirse a ella o rechazarla. A nadie se le obliga a creer; pero a todos debemos ofrecer el anuncio de Jesucristo. 

Pero debemos tener en cuenta, además, que no existe la enseñanza neutra, como algunos pretenden hacernos creer; porque siempre tiene una propuesta educativa, fundada en unos valores o en otros. Por ello, también los profesores cristianos en escuelas estatales debéis hacer la propuesta educativa desde vuestros principios cristianos. Insisto en que se trata de una propuesta u oferta, que el interlocutor pueda acoger si lo desea.

5.- Jesús pregunta a sus discípulos si son capaces de beber el cáliz del sufrimiento que él va a beber. Y ellos responden afirmativamente (cf. Mc 10, 38-39). El anuncio del Evangelio puede ser difícil y ser rechazado; y no solo el anuncio, porque también podéis sentiros rechazados los profesores; pero el Señor nos anima a asumir esta tarea unidos a él.

Deseo agradecer vuestra labor de testigos del evangelio en los colegios y escuelas donde ejercéis la tarea educativa. ¡Que el Señor os mantenga fieles en esta hermosa misión!

¡Invitemos sin temor al banquete del Señor para que todos puedan escuchar la Palabra salvadora, y seamos nosotros también partícipes de ese banquete que alimenta nuestra alma hasta la vida eterna!

Los que anuncian la palabra de Dios en medio del mundo tienen que hacerse primero discípulos de esa misma palabra, acogiéndola en su interior. Deben acogerla en la mente y en el corazón, para que vaya transformando su forma de pensar, su manera de amar, sus relaciones humanas y su forma de vivir. Se trata de un camino o proceso, que debemos trabajar constantemente.

Pedimos a Santa María de la Victoria, maestra en la tarea de evangelización, que nos ayude a llevar a cabo la misión que la Iglesia nos confía como educadores cristianos. Amén.

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El arzobispo bendice un monumento a la Virgen del Rocío en Carrión de los Céspedes por el centenario de su hermandad

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El arzobispo bendice un monumento a la Virgen del Rocío en Carrión de los Céspedes por el centenario de su hermandad

Carrión de las Céspedes está celebrando el centenario de su Hermandad del Rocío. Con este motivo, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha presidido esta tarde la Eucaristía en la Parroquia de San Martín de la localidad. La misa ha estado concelebrada por el párroco y director espiritual, Antonio Romero, y el sacerdote de Carrión Miguel López.. Además, ha sido acompañada musicalmente por el coro de la propia Hermandad del Rocío, “que regresa después de unos años, con piano y cuarteto de música y sus letras del padre Quevedo, Manolo García y los Campanilleros de Benjamina Rivera, de 1928, y propios de nuestra hermanad”, explican fuentes de la corporación.

El arzobispo ha comenzado su homilía recordando los inicios de la Hermandad del Rocío de Carrión de los Céspedes: “A partir del año 1919 cuaja en Carrión la semilla de la devoción rociera y comienza a florecer entre sus gentes el amor y la veneración hacia la Blanca Paloma. Se inician las primeras gestiones para la creación de una Hermandad en la localidad, donde se cuenta con un gran devoto, Felipe Rodríguez, que sería el primer capellán de la naciente corporación rociera. En 1925 se constituye definitivamente la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Carrión, que abrió las puertas a todos los vecinos, que fueron poco a poco incorporándose a aquella primitiva asociación integrada por los fundadores”.

Al respecto, monseñor José Ángel Saiz ha agradecido a Dios y a la Virgen “por todos los dones recibidos en estos 100 años, por las personas que nos han precedido en este camino”.

Más adelante, don José Ángel ha reflexionado sobre la maternidad de María. Esta, ha asegurado, “establece un nuevo signo del gran amor que impulsó a Jesús a entregar su vida por la salvación de todos”. En esta línea, ha señalado que en los inicios de la Iglesia primitiva, la presencia de la Virgen María “junto a los apóstoles tiene un significado grande, porque con ellos compartirá su tesoro más preciado, la memoria de Jesús, todo lo que había ido guardando en su corazón”.

El arzobispo hispalense ha concluido su homilía felicitando a los hermanos de la Hermandad del Rocío de Carrión de los Céspedes, recordando que “hoy queremos compartir anhelos e ilusiones, expresar nuestra fraternidad espiritual entre hermanos, trabajar en el camino de comunión fraterna y sinodalidad que nos propone el papa Francisco”. Por ello, los ha exhortado a “promover la devoción a la Virgen del Rocío, a enriquecer la vida espiritual de cada miembro de nuestra hermandad, a fomentar el apostolado, a trabajar por la nueva evangelización y a salir al encuentro de los más necesitados”.

Un monumento a la Virgen del Rocío

Al concluir la Eucaristía se ha estrenado el himno del centenario y han dedicado al arzobispo unas estrofas de una copla de Campanilleros. La letra original la compuso Benjamina Rivera hace casi un siglo, si bien, las últimas estrofas han sido actualizadas “en agradecimiento al arzobispo y con motivo de este acto”. Estas han sido compuestas por Joaquín Bernal, un miembro del coro.

La apertura de actos por el centenario concluía por la bendición por parte del arzobispo de un monumento en honor de la Blanca Paloma en la Plaza de San Martín (El Pradillo), concluyendo con el canto de la salve de la hermandad.

Precisamente, desde la corporación rociera, la primera ahijada de la Hermandad del Rocío de Triana, han agradecido al Ayuntamiento de Carrión de los Céspedes “que presida un lugar tan destacado una imagen tan hermosa de la Madre de Dios, fruto de las limosnas de todo un pueblo”.

Igualmente, monseñor Saiz ha declarado que esta apertura del centenario “ha sido brillante” y confiesa que ha podido percibir “el fervor a la Blanca Paloma, el sentido rociero de la vida,

Más información histórica sobre a Hermandad del Rocío de Carrión de los Céspedes.

Fotografías de Francisco Naranjo

 

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Lecturas del Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

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Lecturas del Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (Ciclo B)

Primera lectura

Isaías 53, 10-11

Al entregar su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años

EL Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.

Por los trabajos de su alma verá la luz, el justo se saciará de conocimiento.

Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos.

Salmo

Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22

R: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

  • La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
  • Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que esperan su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
  • Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.

Segunda lectura

Hebreos 4, 14-16

Comparezcamos confiados ante el trono de la gracia

Hermanos: Ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios, mantengamos firme la confesión de fe.

No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado. Por eso, comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.

Evangelio

Lectura del santo Evangelio según San Marcos 10, 35-45

 El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en rescate por muchos.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que nos hagas lo que te vamos a pedir».

Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?».

Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».

Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».

Contestaron: «Podemos».

Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y seréis bautizados con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado».

Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, llamándolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».

Comentario bíblico de Álvaro Pereira

En el evangelio de hoy, Jesús anuncia por tercera vez que va a sufrir pasión y muerte. Como en los dos anuncios anteriores, el evangelista Marcos sitúa a continuación un pasaje en el que el Maestro instruye a sus discípulos sobre la necesidad de la entrega y del servicio. En este caso, la escena comienza con la petición de Santiago y Juan, los hijos del Zebedeo. Jesús les contesta de la misma manera que al ciego de Jericó: «¿qué queréis/quieres que haga por ti?» (Mc 10,36.51). El ciego acierta con la petición («Rabbuni, que vea»), los discípulos yerran («concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda»). Ellos piden poder, Jesús les invita al servicio.

El Maestro les habla de beber la copa del dolor y de aceptar el bautismo de la muerte. Así orará Jesús en Getsemaní: «Abbá, Padre… aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieres» (14,36). Y luego les exhorta, al igual que a los otros diez discípulos, a adoptar la actitud opuesta de los jefes de las naciones. El que quiera ser el primero debe ser el servidor y el esclavo de todos, como también el Hijo del Hombre, o sea, Jesús mismo, no ha venido para ser servido, sino para servir y «dar su vida en rescate por muchos» (10,45). Esta última expresión alude al cuarto canto del Siervo de Yahvé (Isaías 53,10-11), primera lectura de este domingo. Así Jesús es presentado como el siervo justo e inocente que carga sobre sí las culpas del pueblo para expiarlas y redimirlas.

La segunda lectura conecta bien con los textos precedentes: Jesús es el Sumo Sacerdote que, compadecido de nuestras flaquezas, nos alcanza la misericordia divina gracias a que ha sido probado como nosotros en todo (sufrimiento y muerte), pero sin sucumbir al poder de pecado. ¡Qué admirable intercambio! Jesús, el Hijo de Dios, sufre por nosotros las consecuencias del pecado, para que nosotros alcancemos inmerecidamente la salvación.

Preguntas:

  1. ¿De qué parte estamos: buscamos poder y gloria como Santiago y Juan, o aceptamos el camino de humildad y servicio que nos propone Jesús?
  2. Las lecturas de hoy son apropiadas para reflexionar sobre el misterio de Jesucristo. Repara en los títulos que hablan de él: Hijo del Hombre, Servidor, Siervo, Sumo Sacerdote, etc.
  3. ¿Reconoces que has sido salvado mediante la sangre de su cruz?

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ARCHISEVILLA7días. Edición del 18-10-2024

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ARCHISEVILLA7días. Edición del 18-10-2024

Una nueva edición de ARCHISEVILLA7días, un resumen de la actualidad semanal de la Iglesia en Sevilla.

 

Puede verlo también en este enlace: https://youtu.be/oNImZ_ThiXo

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Id e invitad a todos al banquete

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Celebramos hoy el Domingo Mundial de las Misiones, con el lema “Id e invitad a todos al banquete”. El Papa Francisco ha elegido este año el tema de la parábola evangélica del banquete de bodas (cf. Mt 22,1-14), en la que el rey, después de que los primeros invitados se niegan a participar, envía a sus siervos a invitar a muchas otras personas, a todos los que encuentren. El rechazo de los primeros invitados tiene como efecto la extensión de la invitación a todos, también a los más pobres, abandonados y desheredados. Los siervos reúnen a todos los que encuentran, y la sala se llena. La bondad del rey no tiene límites, y a todos se les da la posibilidad de responder a su llamada. Dios quiere la felicidad de sus hijos, la vida, la alegría. Cuando Jesús describe el Reino de los cielos lo compara con un banquete que Dios prepara. El banquete es una imagen que todos entendemos para expresar todo lo que hay de bueno y de celebrativo, de alegre y festivo, tanto en relación con Dios como con los demás. El banquete es signo de comunión entre los comensales y con el que invita, y aquí es Dios quien invita.

“Id e invitad a todos al banquete”. La razón de la actividad misionera se fundamenta en la voluntad de Dios, que quiere que todos los hombres se conviertan a Cristo y se incorporen a Él formando la Iglesia. El Señor puede conducir a la fe a los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa por parte suya, pero la Iglesia tiene el deber y el derecho de evangelizar. La evangelización es un proceso que abarca toda la realidad humana. Consiste en llevar la buena nueva a todos los ambientes, transformar la humanidad a través de la transformación del ser humano. Su finalidad es la conversión del hombre y de la humanidad. Transformar por la fuerza del evangelio los criterios, valores, centros de interés, líneas de pensamiento, fuentes de inspiración, modelos de vida, en definitiva, la cultura del hombre.

La evangelización es el primer servicio que la Iglesia puede prestar a cada persona y a la humanidad entera en el momento presente, en el que conoce grandes conquistas técnicas y científicas, pero tiene el peligro de perder el sentido último de la vida. Sólo desde Cristo el ser humano podrá comprenderse a sí mismo y encontrar el sentido de la vida. La misión es responsabilidad y compromiso de toda la Iglesia, cada miembro según su función y según los carismas recibidos. Todocristiano está llamado a participar en esta misión universal con su propio testimonio evangélico en todos los ambientes, de modo que toda la Iglesia salga continuamente con su Señor y Maestro a los “cruces de los caminos” del mundo de hoy.

Nos unimos al Papa Francisco en el agradecimiento a los misioneros y misioneras que, respondiendo a la llamada de Cristo, han dejado todo para ir lejos de su patria y llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no la ha recibido o la ha acogido recientemente; su generosa entrega es la expresión palpable del compromiso de la misión ad gentes que Jesús confió a sus discípulos: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28,19). Por eso continuemos rezando y dando gracias a Dios por nuevas y numerosas vocaciones misioneras dedicadas a la obra de evangelización hasta los confines de la tierra.

Nos encomendamos a la intercesión de María santísima, que obtuvo de Jesús el primer milagro, precisamente en una fiesta de bodas, en Caná de Galilea (cf. Jn 2,1-12). El Señor ofreció a los esposos y a todos los invitados la abundancia del vino nuevo, signo anticipado del banquete nupcial que Dios prepara para todos, al final de los tiempos. Ella es la Reina de los Apóstoles y la Estrella de la evangelización que nos guía en la misión.

+ José Ángel Saiz Meneses

Arzobispo de Sevilla

“Mira a la Estrella, invoca a María”

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GUADALUPE 2024

“Mira a la Estrella, invoca a María”, está tomado de una preciosa oración de san
Bernardo a la Virgen María. Él fue un joven intrépido, creativo, renovador, con un amor
tierno a la Virgen María, como expresa en esta oración. Y la Dele la ha tomado como
lema de su XXIX Peregrinación Diocesana de jóvenes a Guadalupe 2024. Dice así san
Bernardo:
"Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas en los escollos de las
tribulaciones, mira a la Estrella, llama a María. /"Si eres agitado por las ondas de la
soberbia, si de la detracción, si de la ambición, si de la emulación, mira a la Estrella,
llama a María. /"Si la ira, o la avaricia, o la impureza impelen violentamente la navecilla
de tu alma, mira a María.

En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. / No se
aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir los sufragios de su
intercesión, no te desvíes de los ejemplos de su virtud”.
La peregrinación de jóvenes a Guadalupe cumple este año su XXIX (29ª) edición, y una
vez más se encuentra desbordada por la cantidad de inscripciones, que hay que limitar
porque no cabemos tantos en Guadalupe. Habrá probablemente otros momentos a lo
largo del año para retomar esta devoción a María nuestra madre del cielo y promover
otras iniciativas añadidas. Pero es muy importante que entre los jóvenes católicos cunda
esta devoción, esta necesidad de vivir la vida cristiana de la mano de María nuestra
madre bendita. Si uno se encuentra con María de verdad en su juventud, tiene mucho
ganado para toda su vida, porque ella, además de Madre, es ejemplo de todas las
virtudes, y comprende mejor que nadie nuestras debilidades. Necesitamos ternura en
nuestra vida, y ella nos la da abundantemente.
Cuando los jóvenes de nuestra diócesis se apuntan a Guadalupe van buscando también
vivir una experiencia de Iglesia joven, compuesta por jóvenes, gestionada por jóvenes.
Son buenos cimientos para el presente y para el futuro. El ambiente de nuestra sociedad
a veces no favorece, te ofrece placeres efímeros, te invita constantemente al consumo
para dejarte con resaca. Un joven quiere referencias seguras y firmes en su vida para
construir sobre piedra de manera duradera. Guadalupe es una parábola de la vida
misma. Es el pueblo de Dios caminante, que desafía las dificultades del clima y de los
caminos, para llegar a la meta, que es María. Ella nos muestra a Jesús, el fruto bendito
de su vientre, para decirnos: “Haced lo que él os diga”.
Para muchos jóvenes es la primera experiencia de Iglesia en su vida juvenil. Y qué a
gusto se está en la Iglesia comunidad, en la que tienes a tu alcance catequistas que te
van formando la mente y el corazón, sacerdotes que te escuchan y ponen a tu alcance el
perdón de Dios, que tanto necesitamos para sanar heridas sangrantes del alma, grupo de
amigos con las mismas ilusiones y dificultades que tú. Y sobre todo, la Eucaristía de
cada día. Jesús vivo, que te quiere vivo, y te envía a ser testigo de su nueva vida en el
mundo de hoy. Es el domingo del DOMUND, tú también eres misionero.

En la peregrinación de este año, san Pelagio ocupa un puesto especial. Él es un
jovencito que fue martirizado en Córdoba hace 1.100 años (en 925), porque no consintió
a los halagos del emir Abderramán III, que le ofrecía todos los regalos del mundo a
cambio de pecar contra la castidad. Una virtud por la que merece dar la vida entera. Una
virtud que no está de moda –no lo ha estado nunca- pero que es tan vital para una
juventud sana. En el lugar exacto de su martirio se levanta hoy el Seminario Mayor San
Pelagio. Acudimos a su intercesión.
Guadalupe 2024 traiga bendiciones abundantes sobre nuestros jóvenes. Oramos por
ellos en estos días.
Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Id e invitad a todos al banquete

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XXIX domingo del Tiempo Ordinario

Las tres lecturas de este domingo nos llevan a centrar nuestra atención en Jesucristo y en lo que significa para todo hombre. La primera lectura, del cuarto cántico del siervo de Yahvé, nos hace vivir el dramatismo de la pasión y muerte de Jesús. Él fue fiel al amor de Dios y de los hombres, y no se arredró ni buscó escapatorias, sino que aceptó vivir ese amor pasase lo que pasase. De esa muerte dramática, dice la propia lectura, nace la luz, la justificación, la vida para todos: el amor rompió el maleficio del mal y de la muerte, y abrió un camino nuevo para la humanidad entera; el amor vivido por el Dios hecho hombre abrió para todos los hombres la vida de Dios.

Estas lecturas nos invitan a considerar en profundidad la tarea evangelizadora de la Iglesia, por esta razón viene bien escucharlas en este domingo, porque celebramos el día del Domund. Recordad que en este día se nos llama a llevar a los hombres el anuncio del Evangelio: «La Iglesia peregrina entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios, anunciando la cruz y la muerte del Señor, hasta que él venga», como dice el Concilio Vaticano II (LG, 8). El mandato misionero va más allá de una ayuda material, porque la Iglesia envía a dar a todos los hombres lo que todavía se necesita cuando parece que nada se necesita: la definitiva palabra de salvación que llega hasta el corazón del hombre.

El «servicio» de la misión es la actualización del «servicio» que Cristo nos ha hecho «entregando su vida en rescate para todos los hombres». El misterio pascual de Cristo es el principio de la renovación de toda persona y la acción misionera de la Iglesia es, por ello, la acción más humanizadora, en sentido pleno, según Dios. La Iglesia, que vive intensamente la dimensión misionera, sabe acompañar, también con su sufrimiento, a los hermanos misioneros, a todos los hombres y mujeres, a los sacerdotes, laicos y matrimonios que han dejado casa, padre y madre, y están ayudando a mucha gente a conocer el don de Dios, a convertir sus vidas a la esperanza y a conocer la misericordia de nuestro Señor.

Queridos diocesanos, os invito en este día del Domund a convertir nuestras personas y nuestras comunidades en vehículos más transparentes del Evangelio de Dios y, en segundo lugar, a volver a ofrecer la Buena Noticia a todos aquellos que no la conocen, a los que la conocen mal o a los que se alejaron de ella. Dejaos iluminar por la Palabra de Dios y activad vuestra responsabilidad. Salid, como nos pide el Papa Francisco, a las calles de nuestros pueblos y ciudades y anunciad a Dios; salid a vuestras familias y anunciadles a Dios; salid sobre los montes de la sociedad y anunciad a Dios en los trabajos, en las oficinas, en los bares, en la política y en los sindicatos… Anunciad que la salvación viene de Dios, que la paz y la justicia es fruto de la Verdad, que Jesucristo es la Verdad. Salid a los jóvenes y ofrecedles la libertad, que sean valientes para romper las cadenas que les oprimen y salten de júbilo por su futuro de alegre esperanza.

¡Feliz domingo!

Magna misión

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Oportunidad renovada: la Magna Mariana en la Jornada del Domund. El evangelista san Lucas refiere la enseñanza de Jesucristo sobre la necesidad de interpretar los signos de los tiempos: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero” y así sucede» (Lc 12, 54). En Jerez hemos visto las nubes y el aguacero… en el día programado para la Magna. Leyendo con acierto los pronósticos meteorológicos, buscando conjuntamente el bien de todos y redoblando el esfuerzo para culminar un trabajo ímprobo de meses, la gran procesión mariana se aplazó para el sábado siguiente, víspera de la Jornada Mundial de las Misiones. ¡Bendito guiño de la Providencia!

Continúa el relato evangélico transmitiendo las palabras severas de Nuestro Señor: «Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente?» (Lc 12, 56). Nuestra Magna tenía que ser misionera. La Jornada del Domund es una oportunidad preciosa que ofrece anualmente la Iglesia Católica para ensanchar la mirada y llevar a todos el abrazo misericordioso de la evangelización. El lema elegido para este año recupera las palabras de una parábola sorprendente de Jesús: un rey celebra el banquete de bodas de su hijo; como los invitados se niegan a asistir, el rey manda a sus siervos a los caminos para que inviten a todos los que encuentren:«id e invitad a todos al banquete» (Mt 22, 9). Al desprecio de unos pocos invitados, responde el rey con generosidad desbordante para todos. Reacción desconcertante que describe perfectamente el compromiso que sostiene la tarea evangelizadora: al rechazo y desprecio de los que se tienen por sabios y poderosos en este mundo, se responde con derroche de bondad para todos. El Domund es corresponsabilidad en la misión. Podemos colaborar, con nuestra ayuda material y espiritual, para que los misioneros sigan extendiendo el evangelio hasta los confines de la tierra.

La Magna Mariana se ha concebido como un pórtico excelso al Jubileo del 2025: manifestación de fe y amor a María Santísima para unirnos cada día más a su Hijo Jesucristo.Como peregrinos de esperanza, el Papa Francisco nos convoca a la celebración de un Año Santo proponiendo a la Madre de Dios como el testimonio más alto de la esperanza. Nuestra Magna cumplirá su objetivo si a las expresiones de devoción mariana siguen compromisos concretos de evangelización: encendamos nuestro corazón en el amor que brota del Corazón traspasado de Cristo, llevemos esperanza a nuestros contemporáneos y conduzcámonos con la luz de la fe. Aprendamos de la Virgen María, invocada con muchos nombres, a cuidar a Jesús en la propia vida y a llevarlo, como Ella, a todos. Corazones ardientes, pies en camino. Mirar a María, renovar la esperanza. Poner la Magna en estado de misión. “El hombre propone, Dios dispone”.

 

+ José Rico Pavés

Obispo de Asidonia-Jerez

Nueva iglesia en Tomunga, en la diócesis de Bangassou

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La ayuda que en materia de cooperación y desarrollo ha prestado el Cabildo Catedral en lo que va de año supera los doscientos mil euros

 

La diócesis de Bangassou, que dirige el misionero comboniano cordobés Juan José Aguirre, tiene prácticamente terminada la iglesia de Tomunga, en cuya construcción ha participado el Cabildo Catedral de Córdoba. En recuerdo de dicha colaboración y como muestra de agradecimiento, el nuevo templo tendrá por titular a Santa Victoria, patrona de Córdoba.

Esta ayuda se enmarca dentro de las actividades anuales que el Cabildo Catedral lleva a cabo en materia de apoyo a las misiones que mantiene activas en países de evangelización. Entre los beneficiarios destacan un numeroso número de organizaciones que contribuyen a mejorar las necesidades asistenciales de los más necesitados.

Las ayudas en cooperación y desarrollo del ejercicio 2024 ascienden a 209.690 euros: repartidos en Obras Misionales Pontificias, 54.950 euros; Iglesia de Bangassou, 40.000 euros; Fundación Bangassou, 10.000 euros; Obispado de Chimbote (Perú), 10.000 euros; Moyobamba (Perú), 60.000 euros; Fundación ETEA (programa de microcréditos), 20.000 euros; Delegación de migraciones, 7.240 euros; y Diócesis de Tucuarembo-Uruguay, 7.500 euros.






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