
Encarni Llamas Fortes
Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.
Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.
El próximo 4 de septiembre, a las 19.00 horas, la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, en Álora, acogerá el acto de apertura de la Causa de Beatificación de la Sierva de Dios Laura Aguirre Hilla (Señorita Laura), que estará presidido por el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá. Con este motivo, el postulador de la causa de Laura Aguirre, Tomás Salas, nos recuerda algunos hitos de la vida de esta futura santa malagueña.
Imágenes de la señorita Laura, futura santa malagueña
Una causa que se abrió pocos años después de su muerte.
Así es. Laura Aguirre murió el 31 de diciembre de 1986. El mismo día, 36 años antes, fundó con niñas y su inseparable colaboradora Ángeles Medina, la Providencia Parroquial Virgen de Flores en el humilde bajo de una casa cercana a la parroquia. ¿Casualidad o causalidad? La causalidad, en la vida de Laura Aguirre, tiene nombre propio: Providencia. 33 años después, el Obispo de Málaga permitió que se iniciase la fase diocesana y provisional de su causa de beatificación. 33 años es un periodo breve en la vida de la Iglesia, incluso en este tiempo en que todo se acelera. Hay causas que tardan decenios, incluso siglos en ponerse en marcha.
¿Por qué es tan querida la Señorita Laura?
Es una buena pregunta: ¿qué tenía esta laica malagueña, discreta, elegante, educada, que decidió quedarse la segunda mitad de su vida en un pueblo rural, después de haber corrido mucho mundo, y dedicarse a atender a las niñas necesitadas? Hay una cosa que los que nos dedicamos a estos temas llamamos “percepción de santidad”. La gente percibe en alguien que es distinto, que no sólo es una buena persona o un buen cristiano, sino algo más. ¿Qué más? Pues es un misterio que se percibe y, sin embargo, es difícil expresar con palabras. Mucha gente que conoció a Laura Aguirre (la Señorita Laura, como se la llama en Álora) percibió ese carisma especial; y eso ocurrió en personas que la trataron profundamente pero también en algunos que la conocieron ocasionalmente.
En realidad Laura Aguirre no hizo nada espectacular. Cuidaba a sus niñas, estaba pendiente de todo como una madre; atendía a los más necesitados del pueblo. Todo lo hizo con calma y yo diría que con elegancia. Pocas veces se le vio emocionada o desesperada.
Esa es la primera causa que apunto: es un modelo de santidad en la vida ordinaria, en el quehacer cotidiano. Saludar cariñosamente a un vecino, acudir a los enfermos, a los difuntos, estar pendiente de dar la medicina a una de sus niñas a media noche, tener un detalle con aquellos que le rodean (su médico de los últimos años, D. Diego Núñez, cuenta cómo cada vez que la visitaba tenía que salir con un pequeño regalo, un fruta, unas flores para su mujer…).
Los testimonios han sido cruciales en su proceso de canonización, ¿no es así?
Eso es. La segunda causa que yo apuntaría es que esta aparente normalidad se vive, en el fondo, con un esfuerzo heroico, con una voluntad de hierro para vencer dificultades. Tenemos testimonios de cómo comía a veces las migas de pan que dejaban las niñas o la fruta más pocha que ya nadie aprovechaba. Recorría los campos de Álora con un borriquillo pidiendo ayuda en las casas rurales. Vivía y vestía con tan sobriedad, que es famosa la anécdota de que un señor del pueblo le dio dinero para comprarse unos zapatos, cuando vio que ella llevaba los suyos con cartones a modo de suela.
Todo esto no se hace sin una profunda vida espiritual. No es suficiente la voluntad, ni el carisma, ni la inteligencia. Hacer falta honda vida de oración, amor a la Eucaristía, vida sacramental. Después de un día de trabajo agotador, se pasaba la noche rezando. Sin contemplación no hay acción. Contemplari et comtemplata allii tradere (Santo Tomás). Ante cualquier problema (y su vida fue una continua cadena de ellos) lo primero es rezar. Esta es la tercera causa.
Por último, la cuarta es que su vida fue una continua prueba de dificultades. En Álora cambió varias veces de casas, siempre con grandes deficiencias. Cuando consigue un edificio acondicionado a sus necesidades, el cardenal Herrera decide dedicarlo a la Escuela de Magisterio Rural. Pudo disfrutar de una casa nueva prácticamente al final de su vida y este bienestar se le complica cuando, con más de 80 años, edad en la que no se está para muchas novedades, se comienza en la casa a atender a ancianos. Al final de su vida continúa con sus dos primeras colaboradoras, Socorro Sánchez y Ángeles Medina. Casi 40 años después sigue en el punto de partida. Tres ancianas al frente de una casa con niñas y ancianos. Sin embargo, ella escribe: “Seguimos rezando para que el Señor nos envíe vocaciones”. Esto no lo escribe una joven fundadora, sino una anciana que tiene la muerte ya cercana.
Más sobre la Señorita Laura aquí
Cerramos la serie de entrevistas a los nuevos bachilleres en Teología y Ciencias Religiosas con Antonio del Río, uno de los seminaristas que ha concluido los estudios y ya espera la ordenación al diaconado. Estos estudiantes nos han acompañado en los programas de este verano. Aquí pueden escuchar el podcast completo del programa.
Tras la reflexión del delegado de Medios de Comunicación, Rafael Pérez, Mons. Francisco Pérez, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela que reside en Málaga desde febrero, invitó a los oyentes a participar en la novena a Santa María de la Victoria que predicará en la Catedral desde el 30 de agosto al 7 de septiembre, a las 19.30 horas.
Otros testimonios se unieron a la mañana de los domingos en COPE Málaga, como nuestro psicólogo de cabecera, Daniel Guerrero, que profundizó en la importancia de dedicar tiempo a los demás y cuidar las relaciones sociales; y el del seminarista Antonio del Río, tras concluir sus estudios teológicos.
En la sección ENTRE ARTE Y FE, el sacerdote Aaron Benzaquen, experto en Arte, acompañó a los oyentes al antiguo convento carmelita de San Andrés, para contemplar el Cristo amarrado a la columna y la Virgen del Rosario; y en VICTORIA, GLORIA A TI, regresan a los micrófonos varios miembros de la Hermandad de la Victoria para presentar el nuevo trono de la Patrona. Como cada semana de verano, la música cierra el programa con la propuesta del sacerdote Fermín Negre, componente del grupo «Ixcís», que invita a resar cantando con «Basileia Revolution».
Publicado: 26/08/2024: 213
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Podcast
«Por qué te hiciste Pan» es el título de la canción de Carmen Murillo que trae el sacerdote Fermín Negre, componente del grupo Ixcís, a la sección veraniega musical NOS REZAMOS CANTANDO, los domingos en el programa IGLESIA NOTICIA, en COPE Málaga. Aquí puedes escuchar el podcast y ver el vídeo musical.
Encarni Llamas Fortes es madre de tres hijos. Periodista que desarrolla su labor profesional en la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga. Bachiller en Ciencias Religiosas por el ISCR San Pablo.
Publicado: 26/08/2024: 12
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Divina Pastora
Este jueves, 29 de agosto, la unidad pastoral El Buen Pastor y Divina Pastora-Santa Teresa organiza una jornada especial de oración por la Paz, que tendrá lugar en la parroquia Divina Pastora. En esta ocasión, contaremos con la invitación del sacerdote Andriy Havlich, quien presta en la actualidad su servicio pastoral como párroco en Ucrania.
Esta oración por la paz dará comienzo a las 19.30 horas con la Exposición del Santísimo.
Seguidamente, tendrá lugar la Santa Misa, a las 20.00h. Posteriormente, a las 20.30h, se organizará un encuentro especial con Andriy Havlich, para abordar con él la situación de Ucrania a día de hoy, compartiendo su testimonio como sacerdote en el país en conflicto.
Estos nueve días, Nuestra Señora del Mar ha visitado nuestra Catedral en la celebración de sus 500 años del comienzo de su construcción. María, de una manera simbólica, ha dejado su casa, su santuario, y se ha acercado a esta casa-fortaleza, imagen de la comunidad creyente almeriense. María siempre está en medio de la comunidad de los discípulos de Jesús, animándoles con su presencia, como lo aprendimos en los relatos de los primeros escritos cristianos.
Ella, que se acercó a nosotros sobre las olas del mar, no sabemos si tras una tormenta o con las aguas calmadas, en el año 1502, fue con gozo acogida por aquella comunidad cristiana, de los discípulos de su Hijo, como una bendición, como un impulso para renovar su fe, como el vínculo que nos une.
Desde la playa la trajimos a vivir en medio de nuestras casas, la hicimos nuestra y la coronamos, no sabemos exaltarla de otra manera, como Señora de Almería, y entre su manto nos cobijamos en los momentos de incertidumbre o de desolación. Hay mucha historia que nos une entorno a ella, mucho corazón puesto en vilo ante su presencia, muchos gozos y sufrimientos elevados como plegarias ante su imagen venerada.
Esta es María, la Madre de Jesús, nuestro Señor, la Madre de Dios y la Madre de la Iglesia. María, “Madre y Esperanza nuestra”, bajo nuestra advocación del Mar. Santa María es siempre la misma, en cualquier nación, en cualquier catedral, santuario o ermita, ¡nuestra Señora! Las diversas advocaciones son parte de nuestra historia particular, de las vivencias de un pueblo concreto que, poniéndolas nombre, las hace devoción particular, sentimiento, tradición familiar y fe a un mismo tiempo.
La nuestra es la Virgen del Mar. Es la advocación mariana que nosotros la hemos puesto. Mar que es vida y alimento, que son caminos abiertos de idas y de venidas, de despedidas y de encuentros. Mar de horizontes que nos hace tierra abierta, brazos de acogida, de tantos y tantos que buscan la esperanza para sus vidas. Mar de pescadores, puestos en valor por Jesús, que nos hizo pescadores de hombres. Mar de emigrantes, que salieron a otras orillas a buscar una mejor vida. Mar de inmigrantes que, huyendo del hambre, la desolación y la guerra, llegan a nuestras playas. Todos migran como las aves en busca de sustento y de paz. Mar del Monte Carmelo, puerto seguro, como el nuestro. Mar de Galilea, donde resonaron las palabras del Señor, donde se curaron a los paralíticos, mudos y ciegos, donde resucitaron los muertos, donde el poder del Señor nos puso a prueba, donde nos preguntó la única pregunta que vale la pena: “¿Me amas? Señor, tu sabes que te quiero”. También está el mar Muerto. Y ahora, la misma tierra, contempla el odio eterno de dos hermanos, masacre y muerte, como si de Caín y Abel se tratara de nuevo. Recemos por ellos.
Santa María del Mar, es la Madre. Es el regazo que nos mantiene unidos, y nos cobija, seamos como seamos, pensemos como pensemos, vivamos como vivamos. Aunque vuestra madre os olvide yo no os olvidaré nunca, dice el Señor, que tiene entrañas de madre, entrañas de misericordia. ¡Qué necesitados estamos de signos de unidad! Ayer mientras cantábamos su himno, y le enviaba el incienso como una oración que sube al cielo, no dejaba de mirarla. Miradla bien, siempre hay unas manos que nos sustentan, como al Hijo. Un rostro sereno que calma nuestra sed y nuestras desmesuradas pretensiones. Y unos ojos que nos miran y que nos hacen sentirnos lo que somos, más familia, más hermanos.
Así lo vivimos ayer en la ofrenda floral. Recordad si no la fila en la plaza de la Catedral de las distintas personas, personalidades y estamentos, de los sanos y de los enfermos, de los ancianos y de los niños y cada uno con su propia vida, su tarea en la sociedad, su pensamiento … Santa María del Mar nos unió a todos en un preciso momento. Bajo el implacable sol peregrinábamos a nuestro Templo, “Corazón de Madre”, con las flores en nuestras manos: signo de resurrección y de esperanza, del buen olor de nuestras obras y deseos, y el color blanco de las flores apiñadas en un ramo. Un ramo de flores es el mejor signo de la unión en la diversidad. Para vivir juntos, ¡cuánto necesitamos escucharnos y comprendernos! Apiñados como un ramo en ofrenda y en servicio entregado.
Y ahora me pregunto -y os pregunto a cada uno de los que me estáis escuchando en nuestra Catedral-, ¿cómo, celebrando a Nuestra Señora, mantenemos y fortalecemos los vínculos de la unidad?
La devoción a la Virgen del Mar tiene una larga historia de centenares de años, una tradición de siglos, que ha agolpado en torno a ella, a todo un pueblo, pero hoy ¿qué significa para ti y para mí? ¿qué supone para nuestra vida, para nuestra sociedad de Almería? Aprendamos de la vida y de las actitudes de María, Nuestra Señora del Mar: manos que acogen, calma en nuestras desmesuras, y una mirada que busque la paz del corazón. Entonces, hermanas y hermanos, si que conseguiremos una sociedad más humana, más justa y sobre todo más fraterna.
Que ella nos bendiga.
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SALUDOS
Querida Hermandad de la Virgen del Mar, Hermana Mayor, Camareras y Horquilleros que servís a nuestra Señora con tanto esmero.
Superior y Comunidad de los Padres dominicos, guardianes de la Virgen del Mar.
Jóvenes que lleváis a Nuestra Señora en vuestro corazón.
Ilustrísima Alcaldesa y Ayuntamiento de Almería.
Presidente de la Diputación y diputados provinciales.
Autoridades Autonómicas y Nacionales.
Autoridades civiles, militares, judiciales, portuarias y académicas.
Vicario GeneralDeán y Cabildo de la Catedral.
Religiosas y religiosos de la vida consagrada.
Sacerdotes, Párrocos, Diáconos y Seminaristas.
Presidente y Representantes de la Agrupación de las Hermandades.
Hermanas y Hermanos Mayores de las distintas Hermandades y Cofradías.
Querida Comunidad congregada en torno a la Virgen del Mar.
Hermanas y hermanos todos.
Lectura del santo evangelio según san Juan
En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen.»
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede.» Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios.»
Palabra del Señor
Almería y los almerienses concluyen hoy nueve jornadas intensivas de Feria en las que también ha habido tiempo para celebrar el patronazgo de la Virgen del Mar. Una programación que tendrá, sin embargo, este sábado y domingo sus días grandes.
El sábado, festividad de la Patrona de Almería y, por tanto, fiesta local, comenzará a las 9.30 horas con una misa en la Catedral de la Encarnación presidida por el prior del convento, rector del santuario y consiliario de la Hermandad de la Virgen del mar, fray José Barrado.
A las 11 horas, tendrá lugar la tradicional ofrenda floral, con la mantenedora María del Mar Marín Navarro. Los almerienses, de manera particular o a través de colectivos, así como la totalidad de las instituciones de la capital rendirán honores a la imagen marinera aparecida en la playa de Torregarcía. El deán de la Catedral, Juan José Martín Campos, presidirá a las 19.30 horas la eucaristía en su honor, cantada por la coral que lleva el nombre de la Patrona de Almería.
Ya el domingo, fuera del programa de la Feria pero dentro del calendario litúrgico en honor a la Virgen del Mar, continuarán los actos con la misa a las 11.30 horas, en la Catedral de Almería, presidida por el obispo de la Diócesis, Antonio Gómez Cantero. Cantará el cuarteto vocal Anucrusa.
Finalmente, a las ocho de la tarde, se celebrará la procesión por las calles del centro de Almería en alabanza a la Patrona de Almería, que irá, un año más, acompañada por la imagen del Patrón de la ciudad, San Indalecio. Dado que los actos en honor a la Virgen del Mar están teniendo lugar este año en la Catedral de Almería con motivo de su 500º aniversario, el itinerario de la procesión será diferente. Partirá de la plaza de la Catedral para continuar por la calle Cervantes, plaza de la Administración Vieja, Mariana, Jovellanos, Tiendas, plaza Manuel Pérez García, Puerta de Purchena, Paseo de Almería y plaza Emilio Pérez. A la llegada de Virgen a la Plaza Circular, el obispo de Almería se dirigirá al mar y se cantará el himno.
A continuación, proseguirá la procesión por las calles Gerona, Real, Gravina, plaza Virgen del Mar –que incluirá la bendición y canto de la Salve–. La Patrona de Almería se quedará en su santuario, mientras San Indalecio regresará al principal templo de la ciudad desde la plaza Virgen del Mar, recorriendo las calles Lucano, Trajano y Eduardo Pérez hasta llegar a la plaza de la Catedral.
Continúa la visita pastoral que está realizando el obispo de Guadix a los misioneros accitanos en Honduras. Mons. Francisco Jesús Orozco está conociendo, en el lugar, los proyectos y las acciones realizadas por el sacerdote Patricio Larrosa en aquel país, desde hace más de treinta años, y por la labor pastoral que desempeña el otro sacerdote accitano que hay de misión en aquellas tierras: Andrés Porcel. El obispo de Guadix estará en Honduras hasta el 28 de agosto.
Con Andrés Porcel ya ha mantenido un encuentro, nada más comenzar su visita a Honduras. Andrés es natural de Guadix y lleva varios años en aquel país, atendiendo varias parroquias.
Pero la mayor parte del tiempo, la está dedicando el obispo a visitar los proyectos y las comunidades parroquiales en las que se desarrolla la labor de Patricio Larrosa, el “padre Patricio”, como todo el mundo lo conoce, en Honduras y en España. Son muchos años de misión en aquel lugar, nada menos que 32, y muchos proyectos emprendidos, con varias colonias de mies de habitantes en las que hay templos, pero también escuelas y otros centros de promoción humana. Y todas están en la periferia de Tegucigalpa, la capital el país.
Mons. Orozco ha visitado todos estos centros parroquiales, como el de Monterrey, el de Santa Teresa de Calcuta, el de Santa María Reina, el de Santa Clara… Y, en todos ellos, ha celebrado la Eucaristía, ha compartido tiempo con los feligreses, ha visitado los proyectos que en esa parte del barrio se están realizando, colegios, comedores,…Unos días muy aprovechados que comienzan muy temprano, sobre las 5 de la mañana.
La muestra de todo esto es la última de las celebraciones vividas, que ha resultado muy emotiva. Fue en la colonia de Santa Teresa de Calcuta. Allí, el obispo bautizó, confirmó y dio la Primera Comunión a un grupo de 10 jóvenes, que se han formado en los proyectos emprendidos en la misión de Patricio. La celebración tuvo lugar al comienzo de la jornada, a las 7 de la mañana, en una hora que aquí nos puede resultar extraña, pero que allí permitió vivir la celebración y la jornada con sentido de fiesta. En esta parroquia hubo un recuerdo haca el padre Ramón, un sacerdote de la diócesis de Guadix que estuvo allí más de veinte años como misionero, aunque ahora se encuentra en España.
En estos últimos días, el obispo también ha visitado a una comunidad de religiosas trinitarias de clausura que hay en la parroquia, una de las tres comunidades de clausura que hay en Honduras.
También han visitado en estos últimos días al cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga y al nuncio en aquel país, Mons. Gábor Pintér, con los que han compartido las experiencias vividas.
La misión emprendida por el padre Patricio es posible gracias al apoyo recibido por ACOES, una Ong que nació para dar soporte a las acciones pastorales y humanitarias con las que Patricio y los hondureños implicados fueron dando respuesta a las necesidades de los barrios donde se realiza la misión. Han pasado más de treinta años y los proyectos emprendidos son tantos que sorprende que se pueda hacer tanto con tan poco. Así lo han manifestado quienes acompañan al obispo en esta vista a Honduras: el vicario general, José Francisco Serrano, y el párroco de San Miguel, Antonio Fajardo. Los dos han quedado sorprendidos por la cantidad de personas implicadas en los proyectos, por los muchos jóvenes que se van haciendo responsables de las acciones emprendidas, por la presencia continua de jóvenes en todas las actividades y, sobre todo, por la manera de celebrar y compartir la fe. Al grupo, se ha sumado estos días el sacerdote José Antonio López, párroco de Orce y Galera, que ha viajado a Honduras para ayudar a Patricio en su misión durante sus semanas de vacaciones.
Patricio Larrosa recibe ayuda de muchas comunidades parroquiales, instituciones y asociaciones de toda España. Muchas son de Andalucía, pero también las hay del norte y del centro del país. Y también reciben solidaridad de personas y asociaciones de países como Estados Unidos y Canadá. Con estas donaciones se hace posible todo lo emprendido: colegios para dar educación a unos 10.000 niños cada día; más de 30 comedores escolares, para hacer frente al hambre y a la pobreza; acompañamiento a jóvenes en los estudios de formación profesional y superiores; atención de los problemas sanitarios en los barrios… y anuncio del Evangelio en las parroquias y colonias, situadas en la periferia de Tegucigalpa.
Por todo esto, Patricio recoge reconocimientos y gratitud cada año. Y, también, premios. En 2020, el rey Felipe VI entregó el Premio de Derechos Humanos Rey de España a la Ong ACOES. Y hace unos años, Patricio Larrosa, junto a ACOES, estuvieron propuestos para los Premios Princesa de Asturias, aunque finalmente no se lo llevaron. Fue en 2017 y competían nada menos que con dos super-instituciones: Naciones Unidas y la Unión Europea. Finalmente, se lo llevó la Unión Europea, pero quedó finalista, lo que da muestra del reconocimiento que tiene la labor que realizan Patricio y ACOES en Honduras. Quizá sea el momento de volver a intentarlo.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix