El 3 de diciembre del 1874 nació Pedro Poveda en Linares. Se conmemoran en este 2024 los 150 años de su nacimiento.
Con este motivo se ha celebrado en la basílica de Santa María de Linares una Eucaristía de acción de gracias por la vida y el legado del que hoy es San Pedro Poveda. En esta basílica se conserva la pila bautismal donde recibió el sacramento del Bautismo y con él la fe y la incorporación a la Iglesia.
La Eucaristía ha estado presidida por el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, y han concelebrado con él los párrocos de las parroquias de Linares y sacerdotes amigos. Asimismo, han participado las personas de la Institución Teresiana de Linares y otras venidas desde distintos lugares, así como numerosos fieles linarenses que han querido unirse a la celebración de los 150 años del nacimiento de su paisano: San Pedro Poveda.
El pueblo de Linares en los 100 años de su nacimiento (1974) le dedicó un monumento, situado en la plaza del ayuntamiento, donde se puede leer: “al hombre bueno, al fundador, su pueblo agradecido”. La alcaldesa de la ciudad, acompañada de varias concejalas, también quiso estar presente en la celebración eucarística. Por su parte, Don Sebastián quiso saludar a la alcaldesa, Dña. Auxiliadora del Olmo, expresándole su cercanía y apoyo en estos difíciles momentos vividos en Linares a causa del trágico fallecimiento del pequeño Christian.
En la homilía, Don Sebastián ha evocado con fuerza la coherencia con que San Pedro Poveda vivió su sacerdocio y fue testigo de la fe hasta dar la vida: “Soy sacerdote de Cristo” fueron sus palabras para identificarse cuando fueron a detenerlo para darle muerte. Repitió la oración que Poveda escribió en 1933: “Señor, que yo piense lo que Tú quieres que piense, que yo quiera lo que Tú quieres que quiera, que yo hable lo que Tú quieres que hable, que yo obre como Tú quieres que obre. Esta es mi única aspiración”.
El Pastor diocesano, además, animó a vivir este tiempo de Adviento con esperanza y abiertos al amor de Dios, que nos llevará a amar a todos.
Al finalizar la Eucaristía se expresó la acción de gracias por la vida y la familia de San Pedro Poveda, que alimentó su fe y respetó su incipiente vocación al sacerdocio, y también por tantas familias cristianas que se esfuerzan en educar a sus hijos desde la fe en Jesús y los valores del evangelio. También se agradeció el apoyo y estímulo que la Institución Teresiana recibe desde la Iglesia, las instituciones civiles y el pueblo de Linares que “mantiene vivo en todos el deseo de trabajar juntos por servir a los ciudadanos generosa y gratuitamente, buscando siempre el bien común”.
El coro de la parroquia de la Santa Cruz ayudó a crear un clima de oración agradecida con los cantos, algunos de ellos propios de la Institución Teresiana, que recogen palabras de San Pedro Poveda: “Creí, por eso hablé”; “Que yo piense lo que Tú quieres que piense”…
Tras la Santa Misa, en el salón parroquial generosamente cedido para el evento, continuó la celebración con un rato de convivencia fraterna.
María del Carmen Mora Mérida Institución Teresiana
Monseñor Bernardito Auza, nuncio apostólico de la Santa Sede en España, leyó ayer, 4 de diciembre, durante el acto de apertura del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, el Mensaje escrito por el papa Francisco dirigido a este evento y sus participantes.
Se trata de una carta de cuatro páginas en las que el Santo Padre se une a “las jornadas de estudio sobre las hermandades y la piedad popular que celebran en esa ciudad de Sevilla, cuna de santos y de un pueblo que vive con fervor las expresiones de su fe hasta hacerlas consustanciales a su tejido social”.
En su misiva destaca tres retos planteados en el programa formativo del congreso.
En primer lugar, habla de la eficacia evangelizadora del congreso que se encuentra, según el Papa, en “ese nacer de Cristo, de la fe recibida en familia; de la experiencia de vivir y compartir esa fe en la hermandad; de ese salir unidos a vuestros sacerdotes desde la parroquia, desde el templo de vuestro titular, manifestando ser Pueblo en camino hacia Dios”.
Por otro lado, señala la belleza que se percibe en la unión que nace “de la combinación de tantas peculiaridades, ministerios, trabajos, que con tesón y paciencia se van compenetrando”. “Es sobre todo la belleza de Cristo que nos convoca, nos llama a ser hermanos y nos impulsa a sacar a Cristo a la calle, a llevarlo al pueblo, para que todos puedan contemplar su hermosura”, añade el obispo de Roma.
Continúa asegurando que todo cristiano debe vivir una “imaginaria estación de penitencia” que no lleve únicamente a la Catedral, sino al Sagrario “donde el Señor nos espera”.
Finalmente, el tercer reto al que se refiere el papa Francisco es vivir “la caridad escondida”. Al respecto, explica que el mismo que encontramos en el Sagrario, la hayamos también cargando “el paso del Cristo en la procesión; cargando cada día con la cruz que el Señor nos propone o cargando sobre nuestros hombros al hermano que encontramos postrado en el camino, como lo haría el Buen Pastor”.
El Santo Padre concluye su mensaje al II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular y a todos sus participantes dando la bendición y pidiendo que recen por él.
Puede leer o descargar el Mensaje completo a continuación:
Mensaje del Papa Francisco al II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular 868.22 KB
El arzobispo de Sevilla presenta los cuatro ejes y siete conclusiones prácticas del II Congreso Internacional de Hermandades
El arzobispo de Sevilla ha dado a conocer esta mañana las conclusiones del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que se ha desarrollado desde el pasado miércoles en la Catedral de Sevilla. Los congresistas que se han dado cita en la nave del Crucero han asistido a la sesión final del congreso, poco después de que el paso con Nuestro Padre Jesús del Gran Poder ocupara su lugar en el trascoro, junto al resto de devociones que participarán esta tarde en la procesión de clausura.
‘Una audaz renovación de la mirada’ es el lema general de un documento que ha presentado monseñor José Ángel Saiz Meneses, y que se estructura en cuatro “líneas de fuerza” y siete conclusiones prácticas.
El arzobispo ha comenzado agradeciendo a los congresistas “su participación, su compromiso y las valiosas aportaciones que han enriquecido cada una de las sesiones celebradas”. “Gracias a su espíritu de colaboración, este congreso ha cumplido su propósito de ser un espacio de diálogo fructífero y crecimiento mutuo”, ha añadido. El arzobispo ha destacado que en las distintas ponencias “ha ido poniéndose de relieve, muchas veces de forma implícita, la llamada fundamental a una audaz renovación de la mirada, como el modo concreto de las hermandades y cofradías para llegar a ser fermento en el mundo contemporáneo”.
Cuatro líneas de fuerza
Las cuatro “líneas de fuerza” del congreso son “encuentro, reflexión, contemplación y compromiso”. En cuanto a la primera, el arzobispo ha manifestado que “el congreso ha sido un espacio de encuentro” en el que se ha procurado “el acercamiento a Dios en la Iglesia”. Y ha aludido al discurso inaugural del legado pontificio, monseñor Edgar Peña, que nos recordaba que “la primera actitud que permite reflejar la imagen de Cristo en el seno de las hermandades y cofradías es la fraternidad, antídoto frente al aislamiento contemporáneo, que permite superar además toda forma de soledad”.
“La pertenencia a una cofradía o a una hermandad no es algo aleatorio, sino un hecho que está íntimamente ligado a la pertenencia familiar, primer ámbito de anuncio de la fe para los hijos”, ha afirmado el arzobispo. “Por ello, las cofradías no son simples sociedades de ayuda mutua o asociaciones filantrópicas”, ha añadido.
La segunda línea es la reflexión. Monseñor Saiz Meneses ha afirmado que “este ejercicio intelectual ha aportado luces para el presente, pero será ante todo una hoja de ruta para el futuro”. En este punto, el prelado hispalense ha partido de los tres pilares de las reglas de las hermandades -liturgia y culto, la permanente llamada a la formación y la hermandad como casa de caridad- para destacar, a la luz de las ponencias escuchadas durante el congreso, que hay cuatro perspectivas a considerar: la antropológica, la histórica, la teológica y la eclesiológica.
A continuación, ha hecho hincapié en que las conferencias presentadas han resaltado con claridad dos grandes proyecciones que emergen como ejes fundamentales de reflexión: “la evangelización y la identidad de las hermandades”. “Por un lado, hemos profundizado en cómo las hermandades, desde su rica tradición espiritual, están llamadas a ser instrumentos eficaces de anuncio del Evangelio, testimoniando una fe es celebrada, vivida y compartida. Por otro lado, se ha subrayado la importancia de reafirmar su identidad, entendida como un espacio de comunión y fraternidad en el que confluyen devoción, formación, compromiso pastoral y acción caritativa”, ha añadido.
“un discípulo misionero”
El desafío de la evangelización en la actualidad implica, a juicio del arzobispo, no solo “humanizar la tecnología”, sino también “redescubrir la maravilla ante la belleza como vía privilegiada para el encuentro con Dios”. Además, monseñor Saiz ha aclarado que el cofrade que emerge de las reflexiones de este congreso se define como “un discípulo misionero, de profunda espiritualidad y sólida formación”.
El tercer eje del congreso es la contemplación, algo que se entiende urgente “en una sociedad acelerada que a menudo deja poco lugar para el silencio y la meditación”. Don José Ángel ha centrado su atención en “la mirada”: “a través de las imágenes, atravesando de parte a parte el impacto de su sensibilidad, alcanza su plenitud cuando se abre a un fenómeno que la desborda, pero en el que paradójicamente reconoce su identidad y su propia meta”. “La mirada –tocada por la presencia de lo trascendente, al que no puede someter a su control o a su interpretación– se dispone entonces para la acogida de un don, en el marco de una experiencia auténtica de asombro y de respeto”, ha añadido. Ha abundado en esta idea para afirmar que “La imagen, a través de la veneración, debe ser atravesada por la mirada, como respuesta a una primera mirada, la que procede del mismo Dios”. Aludiendo al papa Francisco, el arzobispo ha pedido a los congresistas que cuiden “que nunca se pierda de vista la ‘carne’ de Jesucristo, esa carne hecha de pasiones, emociones, sentimientos, relatos concretos, manos que tocan y sanan, miradas que liberan y animan; de hospitalidad, perdón, indignación, valor, arrojo. En una palabra, de amor”.
“Respuesta concreta a las necesidades de los más vulnerables”
La misión es el cuarto eje de las conclusiones de un congreso que nos ha recordado que “que la piedad popular debe traducirse en obras concretas de amor y servicio con las que anunciar la Buena Noticia”. En este apartado ha subrayado que las hermandades, “arraigadas en sus comunidades de fe, tienen una responsabilidad clave en la evangelización y en la dimensión caritativa y social de la Iglesia”. Esta cuarta línea de fuerza ha puesto de relieve la misión y el compromiso social de las hermandades, “entendidos como una respuesta concreta a las necesidades de los más vulnerables, pero, sobre todo, como una llamada directa a la conversión y a la santificación personal de sus miembros”. Este compromiso social, lejos de ser una acción aislada, se presenta como “una dimensión intrínseca a la espiritualidad de las hermandades”. Así, la acción social “no responde principalmente a las demandas externas”, sino que es una oportunidad para que “las hermandades encarnen de manera concreta el Evangelio, viviendo una fe que es al mismo tiempo veneración y compromiso con la realidad”.
Además, monseñor Saiz Meneses ha subrayado que el congreso nos recuerda que “las hermandades están llamadas a ser escuelas de santidad, donde cada gesto de servicio y cada proyecto caritativo son una invitación a crecer en virtud, a fortalecer los lazos de fraternidad y a caminar juntos hacia la plenitud de la vida cristiana”. También están llamadas, ha añadido, “a desempeñar un papel fundamental en la construcción del Reino de Dios”. Aquí ha afirmado que, en un tiempo marcado por el individualismo y la fragmentación social, “las hermandades y cofradías ofrecen un modelo de comunión y fraternidad que responde a las necesidades profundas de pertenencia y encuentro humano”. Las hermandades, en suma, se convierten en “depositarias de una rica tradición, pero también en protagonistas activas de una evangelización que mira hacia el futuro, construyendo puentes entre la fe y la vida, y siendo reflejo de una Iglesia en salida, al servicio de la humanidad”.
“Una nueva imaginación de la caridad”
En referencia a la obra social, monseñor Saiz ha citado a San Juan Pablo II para destacar que “Es la hora de un nueva ‘imaginación de la caridad’, que promueva no tanto y no sólo la eficacia de las ayudas prestadas, sino la capacidad de hacerse cercanos y solidarios con quien sufre, para que el gesto de ayuda sea sentido no como limosna humillante, sino como un compartir fraterno”. Este planteamiento convierte a las hermandades en “casas de caridad”.
Siete conclusiones prácticas
Finalmente, el arzobispo de Sevilla ha presentado siete conclusiones prácticas del congreso. La primera de ellas se resume en el redescubrimiento de la mirada transformadora de Dios: “Encuentro con Dios y contemplación”. En segundo lugar, ha subrayado que “las hermandades y cofradías han de ser un reflejo vivo de la comunión eclesial, enraizada en Cristo”. Aquí, el arzobispo habla de “casas y escuelas de comunión que testimonian el Amor de Dios”. En tercer lugar, monseñor Saiz habla del “misterio divino como fuente de la santificación”. Aquí ha destacado que la liturgia es “el acto de alabanza que hace posible el crecimiento en la santidad y la comunión eclesial”.
La cuarta conclusión práctica se resume en la necesidad de “ser fermento en medio del mundo”. Más concretamente, alude a un “testimonio valiente” del Evangelio en la sociedad contemporánea. En quinto lugar, hay que “hacer presente el amor de Dios en medio de su pueblo”, y responder a las necesidades actuales requiere “una nueva imaginación de la caridad, que ponga en juego la ayuda material a los más pobres, junto con la fraternidad y el reconocimiento de la dignidad personal”.
La formación en las hermandades es la sexta conclusión. De hecho, ha quedado también de manifiesto cómo “la formación cristiana debe ser una prioridad en las hermandades”. Finalmente, monseñor Saiz Meneses ha afirmado que es preciso impulsar la creación de “un observatorio como espacio de estudio y reflexión permanente sobre la piedad popular”. Este foro interdisciplinar está llamado a “continuar el análisis de la riqueza espiritual de las hermandades, a identificar los retos y los desafíos contemporáneos y a diseñar propuestas pastorales que fortalezcan su papel evangelizador en la Iglesia”.
Monseñor Saiz Meneses ha concluido la presentación de las conclusiones del congreso subrayando que, “ante las imágenes de nuestra devoción, también nosotros nos sentimos mirados, pues no son meras pantallas, sino que, en ellas, es Dios mismo quien cruza su viva mirada con la nuestra, hasta el punto de que somos vistos por el Señor, alcanzados por el milagro de su Vida, de su Carne”.
De cara al Congreso Vocacional que la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha convocado para el próximo año, desde la Delegación de Pastoral Vocacional de la Diócesis de Cartagena se preparan para participar en él. Un encuentro que tendrá lugar del 7 al 9 de febrero y al que, explica el delegado de esta pastoral, Blas Damián López González, podrán asistir «80 personas de nuestra Diócesis, con una representación de todas las vocaciones». De este grupo formarán parte familias, religiosas de vida activa y contemplativa, religiosos, sacerdotes y miembros de diferentes movimientos que el pasado domingo tuvieron el primero de los dos encuentros previos antes del congreso, a modo de preparación, en el que trabajaron por grupos las fichas y materiales propuestos.
Una oportunidad para despertar vocaciones
«Aunque el número de asistentes sea limitado, queremos que los frutos de este congreso lleguen a toda la Diócesis», asegura López. Desde la Delegación de Pastoral Vocacional invitan a las parroquias, comunidades religiosas y movimientos eclesiales a rezar por este encuentro con los materiales que podrán encontrar en la web de la organización, y también a trabajar las fichas para el discernimiento propuestas. Además, antes del 9 de diciembre, podrán enviar una redacción con los trabajos realizados al correo electrónico de esta delegación, cuyas conclusiones se compartirán con la CEE. Para el delegado diocesano es esta una oportunidad para, «con el trabajo y la oración, vivir la vocación de una forma más honda y desde el agradecimiento», siendo una ocasión para que «el Señor siga despertando vocacionalmente a los jóvenes y no tan jóvenes de nuestra Diócesis».
Hace algunos años tuve la oportunidad de compartir casa con un compañero que era un poco desastre. Si la convivencia ya de por sí resulta difícil dentro de una misma casa, cuando cada uno llega de un ambiente y una educación distinta, puede ser el inicio de las peores batallas campales. Además de los animales humanos que convivíamos era necesario añadir la fauna propia del piso de estudiantes. Rebaños de pelusas que surcaban los pasillos, microorganismos que vivían en las montañas de platos que se acumulaban en la cocina, auténticos cotos micológicos en la bañera o la lavadora, una auténtica reserva de la biosfera. Y eso que nosotros no éramos los más descuidados. Sin embargo, cuando yo me quejaba lo más mínimo o intentaba desahogarme con otros la respuesta era siempre la misma: “Es que él es así”. ¿Cómo no se me había ocurrido antes? Es cierto, él es así.
Nunca entendí esa excusa porque es la excusa de quien no acepta la crítica o se refugia en comportamientos negativos o destructivos, de quien no quiere crecer o madurar, de quien no siente el más mínimo deseo por cambiar o de quien es incapaz de ver que su actitud también molesta a los demás, la excusa del egoísta. Evidentemente aquí hay mucha tela que cortar porque también puede ser que los demás quieran hacernos cambiar en cuestiones de carácter o costumbres que no sean necesariamente negativas. Tal vez a fuerza de predicar sobre la caridad y la misericordia nos hemos centrado en dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al que está desnudo… pero nos hemos olvidado de corregir al que yerra, dar buen consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe o soportar con paciencia los defectos del prójimo.
Estoy persuadido de que este olvido viene propiciado por los medios ingentes que hay que usar. Porque estas obras de misericordia requieren tiempo, paciencia, el uso de medios que no resultan agradables, desgaste personal e implicación auténtica con el otro. Además de que las correcciones no siempre son aceptadas con buen ánimo y no producen la satisfacción inmediata que pueden aportarnos las demás obras de misericordia. El otro problema es la mala comprensión de la libertad. Cuando esta se dirige a cualquier objeto menos a la realización del bien, deja de ser el instrumento útil del que Dios nos ha dotado para convertirse en la fuente de las esclavitudes más denigrantes. Hemos sido creados para el bien y no hacer lo posible para animar a los demás a que descubran esta verdad, creciendo ellos también, es dar al traste con nuestra entera existencia.
El pasado día treinta de noviembre, el pueblo de Sabiote contó con una visita especial, nos visitó la Pastoral Penitenciaria de Jaén, en una de sus actividades programadas, que es la visita de pueblos o ciudades de la provincia de Jaén, con los internos y los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria.
En esta ocasión los encargados de realizar la acogida de dicha actividad, fue el grupo de Cáritas Parroquial de Sabiote. Llegaron a nuestras instalaciones en la que les teníamos preparado un desayuno y nos fuimos presentando. A continuación, el Ayuntamiento de Sabiote había organizado una visita al Castillo, en la que el guía nos realizó un extraordinario recorrido por las instalaciones, fue una gran sorpresa para todos por sus magníficas vistas y su buen estado de conservación. Más tarde se visitó la Parroquia de San Pedro Apóstol y su inigualable Belén Parroquial, que indudablemente fue una sorpresa para todos, puesto que hay muy pocos con sus características y tamaño.
También conocieron la Iglesia de Santa María, pequeña pero cargada de significado, puesto que alberga a nuestra Patrona, la Virgen de la Estrella, y dimos un paseo por los lugares más emblemáticos del pueblo, como son sus estrechas y pequeñas calles del albaicín, hasta llegar al mirador del Guadalimar, en el que hicimos un pequeño descanso antes de comer, disfrutando de las vistas que nos ofrece, mientras surgían las conversaciones.
Cuando disfrutábamos de este recorrido cultural, algunos voluntarios de Cáritas se encontraban en los Salones Parroquiales, preparando un aperitivo y una paella, que posteriormente procederíamos a compartir ambos grupos juntos.
Una vez finalizado el almuerzo, procedimos a compartir un café y unos dulces típicos de nuestro pueblo, donde se intercambiaron diferentes historias, vivencias, rutinas, sentimientos, entre otras muchas más emociones, siendo una de las partes más emotivas del día, una experiencia única la cual todos deberíamos de vivir, en la que todos salimos reforzados, y en la cual pudimos entender que el AMOR de Cristo está en cada uno de nosotros, es infinito y más vivo aún si cabe en las personas que nos necesitan, y comprendimos la importancia del pedir perdón y saber perdonar como Jesús nos enseñó, porque nadie está libre de pecado.
El día finalizó con un momento de oración conjunta, sirviendo esta para dar punto y final a una experiencia que nos ha marcado a todos los asistentes y de la cual sacamos que siempre debe haber alguien creyendo en nosotros, como así lo hace Dios Padre.
El martes 3 de diciembre quedó constituido, de manera oficial, el nuevo Consejo de Presbíteros, que fue nombrado por el obispo el pasado mes de noviembre. los nuevos consejeros se reunieron con el obispo en el Centro Diocesano de Espiritualidad, de Guadix, para formalizar su constitución, recordando los cometidos de este órgano consultivo, cuyo funcionamiento es esencial en el gobierno de una diócesis.
El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, presidió esta primera reunión y agradeció la disposición de los nuevos consejeros, al tiempo que se les recordaba su cometido, según las directrices eclesiales y los estatutos.
El nuevo Consejo de Presbíteros fue nombrado por el obispo el pasado 11 de noviembre. Ese mismo día se establecía que la constitución del mismo sería el 3 de diciembre, como así ha sido. También se relataba la lista de miembros del Consejo de Presbíteros, formada por sacerdotes que pertenecen al mismo como miembros natos, otros que representan a los arciprestazgos, un presbítero en representación de los religiosos, y otros que representan a los sacerdotes que no tienen representación en los grupos anteriores. Completa la lista un grupo de sacerdotes nombrados por libre designación del obispo.
Además, en el decreto de nombramientos, el obispo recuerda que, en el canon 495 del Derecho Canónico, se indica que en las diócesis “debe constituirse el Consejo Presbiteral, es decir, un grupo de sacerdotes que sea como el senado del obispo, en representación del presbiterio, cuya misión es ayudar al obispo en el gobierno de la diócesis conforme a la norma de derecho”. Asesoran, por tanto, al obispo, en temas importantes.
Los miembros del Consejo de Presbiterios son nombrados por un periodo de tiempo, tras el que deben ser renovados, como ha sido el caso. El nuevo Consejo de Presbiterios hace el número VII y está formado por los siguientes miembros:
– Miembros natos:
– José Francisco Serrano Granados, vicario general y moderador de la Curia.
– José Antonio Robles Navarro, vicario episcopal de Evangelización.
– Juan Sáez Medina, vicario episcopal de Economía y Acción Social; deán-presidente de la Catedral.
– Manuel Millán Arjona, canciller secretario general.
– José Antonio García Varón, rector del Seminario Diocesano San Torcuato
– José Antonio Martínez Ramírez, delegado episcopal para el Clero.
– Emilio José Fernández Valenzuela, delegado diocesano para la Vida Consagrada.
– Sebastián Robles Jiménez, delegado diocesano de Misiones.
El primer templo malagueño acogerá durante el Adviento diversos conciertos que nos ayudarán a prepararnos para la celebración del misterio de la Navidad. Tendrán lugar los días 13, 20 y 23 de diciembre, siempre a las 19.30 horas, ofreciendo un amplio repertorio de diversos estilos musicales.
I CONCIERTO DE NAVIDAD INFANTIL CATEDRAL DE MÁLAGA
El viernes 13, a las 19.30 horas, tendrá lugar la primera edición del Concierto de Navidad Infantil de la Catedral de Málaga, organizado por la Asociación Pro Tradiciones Malagueñas «La Coracha» y el Cabildo Catedral.
Intervendrán la Escolanía Ntra. Sra. de la Encarnación Pueri Cantores de Marbella y la Escolanía de Santa María de la Victoria. El acto será presentado por el periodista Antonio Márquez.
En el programa de la primera agrupación, se incluyen villancicos populares como «El buen rabadán», «Brincan y bailan», «La Buena Nueva» o «Es Navidad», del musical «Venga toda la gente» de San Francisco de Asís.
Por su parte, el coro infantil de Marbella interpretará obras como «Et in terra Pax», «Panis Angelicus» o «Adeste Fideles».
CONCIERTO «VOCES UNIDAS POR NAVIDAD»
El viernes 20 de diciembre, a. las 19.30 horas más de 100 voces de diversas corales malagueñas ofrecerán un concierto de villancicos, organizado por la Coral Polifónica de Voces de Viñeros en colaboración con la Catedral.
Además de esta agrupación musical, intervendrán la Coral Ubi Caritas, el Coro de la Archicofradía de la Expiración, la Escolanía de Triarte y la Capilla Musical de Ntra. Sra. del Carmen Doloroso. Al piano, Álvaro de San Bartolomé Rondán.
En el repertorio, Gloria al Niño, de Mendelssohn; «Hallelujah» de Haendel y diversos populares en los que se invitará a participar al público.
ORQUESTA FILARMÓNICA DE MÁLAGA
El 23 de diciembre, a las 19.30 horas, la Orquesta Filarmónica de Málaga ofrecerá en el primer templo malagueño un Concierto Extraordinario de Navidad.
La orquesta dirigida por Virginia Martínez interpretará la Messa di Gloria de G. Puccini, junto al Coro de Ópera de Málaga, que dirige María del Mar Muñoz. Como solistas, Antonio Lliteres (tenor) y Alfonso Mujica (baritono).
Un nuevo grupo de peregrinos malagueños viajará a Tierra Santa en marzo para sumergirse en la experiencia de pisar la tierra en la que nació, vivió, murió y resucitó el Señor. Una vivencia de fe que será acompañada por el sacerdote José López Solórzano, párroco del Santísimum Corpus Christi, de Málaga capital, y canónigo de la S. I. Catedral.
La peregrinación será concretamente del 20 al 27 de marzo y la organización técnica corre a cargo de la agencia Savitur (Teléfono 952229220. Whatsapp 608692239).
Los peregrinos podrán conocer los lugares por los que discurre la historia sagrada como las ciudades de Jerusalén (Monte de los Olivos, Cenáculo, Vía Dolorosa, Calvario, Santo Sepulcro), Cafarnaúm, Nazaret o Caná de Galilea, entre otros lugares santos como el Mar de Tiberíades, el Río Jordán o el Monte de las Bienaventuranzas.
El precio por persona compartiendo habitación doble, tomando como referencia un grupo de 32 personas, es de 2.243 euros, con un suplemento de 600 euros en caso de optar por una habitación individual
El precio incluye: Traslado en autocar hasta el aeropuerto; billete de avión clase turista; vuelo regular desde Málaga con las compañías Lufthansa y Wiss, Málaga / Munich /Tel Aviv / Zurich / Málaga; autobús con aire acondicionado, asientos reclinables, wifi, etc. para los transportes terrestres, hoteles de cuatro estrellas en Jerusalén y Tiberiades, pensión completa desde el desayuno del día 21 hasta la cena del día 27 de marzo, guía local de habla española, subida en Taxi al Monte Tabor y paseo en Barco por el Mar de Galilea, entradas a los monumentos, visitas especificadas en el programa, seguro de Viaje con cobertura de anulación si está dentro de alguna de las causas contempladas y tasas de aeropuerto.
Coincidiendo con la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, traemos a las páginas de DIÓCESISMÁLAGA una de las tantas representaciones sobre esta iconografía que atesora nuestra Catedral.
En este caso, es una pintura dieciochesca sobre cristal que, hace unos años, regaló el canónigo D. José León Carrasco. Ubicada en la sala capitular, se trata de una composición que recrea los principales símbolos inmaculadistas, que no está de más recordar. En torno a su cabeza, las doce estrellas de la mujer apocalíptica, que representan las tribus de Israel, aunque los artistas en ocasiones modifican arbitrariamente este número. El manto es azul, haciendo alusión al mar del que la Virgen es estrella (Números, 24, 17).
Además, esta prenda que la envuelve es trasunto de la Madre que protege y cobija, en este caso, al mismo Dios humanado. A sus pies, la luna, justificada por versículos del Apocalipsis y del Cantar de los Cantares: «¿Quién ese esta que surge cual aurora, bella como la luna…?» (6,9), atributo inmemorial asociado a lo femenino y a la fecundidad, para la óptica cristiana la Virgen es la luna que refleja a su Hijo que es el sol, siendo un modelo para los creyentes al irradiar al hombre nuevo instaurado por la Redención. Igualmente, mencionemos que a raíz de la batalla de Lepanto la media luna pasó a significar el triunfo del cristianismo, concepto que, curiosamente, la Iglesia ortodoxa rusa también posee, situándola en el basamento de las cruces.