Iglesia en Córdoba recoge el inicio del Jubileo de la Esperanza que el 29 de diciembre abrió el Obispo de Córdoba en la Catedral de Córdoba. Un tiempo de gracia que reunirá a nuestra Diócesis a lo largo de 2025 en actos particulares para todos los que formamos Iglesia diocesana.
Este primer número de Iglesia en Córdoba también recoge el testimonio de familias cordobesas bendecidas por la llamada a la vida consagrada de varios de sus miembros, entre presbíteros y religiosos.
En este enlace se puede consultar toda la información diocesana
Del 13 al 18 de enero, se llevará a cabo la primera tanda del año 2025, en el monasterio de San Calixto
Los sacerdotes de la Diócesis que lo deseen podrán comenzar el año con una nueva tanda de Ejercicios Espirituales. Será del 13 al 18 de enero, en San Calixto, dirigidos por el Padre Jerónimo Fernández.
Los sacerdotes interesados en participar deberán inscribirse a través del teléfono 957 49 64 74 (Ext. 614) o por email: obispadodecordoba@diocesisdecordoba.es
‘El catequista contagia esperanza’ es el lema de la Jornada del Catequista Nativo y del IEME que se celebra cada 6 de enero. Se trata de una jornada promovida por las Obras Misionales Pontificas (OMP) que busca concienciar sobre la importancia de sostener y acompañar a los catequistas y predicadores de la Palabra que mantienen viva la fe en Jesucristo en los lugares más recónditos del planeta donde no es posible la presencia permanente del clero.
En palabras del papa Francisco, “muchos catequistas capaces y tenaces desempeñan una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe”, mientras que una “larga fila” de beatos, santos y mártires catequistas “han marcado la misión de la Iglesia”, constituyendo “una fuente fecunda para toda la espiritualidad cristiana”.
Asimismo, es una oportunidad para conocer y apoyar la labor del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras), un órgano que facilita a los sacerdotes diocesanos españoles servir como misioneros en los lugares más difíciles de evangelizar. Desde el año 1919 medio millar de sacerdotes han llevado a cabo esta misión.
La Archidiócesis de Sevilla, a través de la Delegación Diocesana de Misiones, anima a participar en esta jornada haciendo alguna mención durante la Eucaristía del próximo 6 de enero y recordando la importancia de colaborar tanto económicamente como con nuestra oración con los catequistas nativos y los sacerdotes del IEME. No en vano, el pasado año nuestra diócesis aportó 2.185,75 euros en esta colecta pontificia.
Casi de sopetón, pasamos en la liturgia de estas fiestas de los textos narrativos de los evangelios de la infancia narrados por san Mateo y san Lucas, a un texto difícil escrito por la escuela joánica a finales del siglo I en un contexto en el que la comunidad de seguidores del Resucitado se halla ante un escenario de persecución y confusión de ideas. No hay dudas sobre la existencia de un tal Jesús, de sus obras y predicación, así como de su ejecución. En este momento histórico el problema es reconocer que Jesús de Nazaret, aquel «que se hizo en todo semejante al hombre menos en el pecado», es el Verbo de Dios, el mismo Dios.
Después de haber celebrado en estos días el Misterio del Nacimiento del Hijo de Dios, no deja de ser una gracia que volvamos a recordar en la liturgia de este segundo domingo después de la Navidad aquel acontecimiento sin paragón que es presentado por el evangelio de san Juan como la comunicación de Dios, como la Palabra que ya existía «desde el principio» y que «era Dios», que en su amor redentor sin medida hacia el ser humano «se hizo carne y habitó entre nosotros».
El Evangelio de san Juan comienza en esta perícopa (1,1-18) con dos introducciones: una primera, a manera de prólogo, que es de una gran profundidad teológica y al tiempo una profesión de fe de la comunidad de Juan (1,1-6) y otra segunda, con un carácter histórico donde se narra el testimonio de Juan el Bautista «como testigo de la luz».
La primera introducción, a manera de prólogo, resume en pocas palabras la realización del plan creador de Dios, que inaugura una nueva era en la historia humana. El uso del término griego logos sintetiza a un tiempo la acción creadora de Dios que recuerda el capítulo primero del libro del Génesis y la sabiduría creadora que narran los libros de los sabios de Israel.
Llama la atención que el Evangelio de Juan cuando relata el misterio de la Encarnación no aluda a los ángeles, ni a los pastores, ni describe el nacimiento en el pesebre, ni nombra en esta historia del inicio a María y a José. El evangelista, en su esquema redaccional, se adentra en el Misterio de Dios para presentar con perspectiva distinta y complementaria la grandeza de la Encarnación. El Creador se toma en serio a la obra de sus manos y no le abandona a su suerte de manera que, como escribe san Agustín, «Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios». El filósofo francés Fabrice Hadjadj parafrasea de modo admirable la frase redonda del obispo de Hipona diciendo que «Dios se hizo hombre para hacer al hombre más humano». Desde esta óptica de donación total se comprende que san Juan escriba que «en Dios estaba la Palabra» y que esa Palabra sea fuente de vida y luz para la humanidad.
La donación sin reservas de Dios, que «puso su tienda entre nosotros», y tuvo su asiento en un pesebre, obtiene como respuesta la ingratitud de los destinatarios de la Buena nueva. El evangelio recuerda el drama de la humanidad que no acoge a Jesucristo y constata que «vino a los suyos y los suyos no le recibieron». Dios toma nuestra carne, se identifica con nuestra debilidad, camina junto a nosotros, pero la respuesta es que «el mundo no le conoció», estaba en otras fiestas y otros asuntos. Algo parecido nos puede ocurrir a nosotros. Atrapados por el mundo y sus quehaceres y prisas es fácil olvidarse de la contemplación del misterio de Dios eterno que sobrepasa todo lo creado. Aquellos que reciben la Palabra, que contemplan su gloria, su existencia se llena de vida y genio creador.
También la Iglesia, como nos recuerda el teólogo Bruno Forte, debe ser imagen de la Trinidad, amor que desborda y se dona para comunicar, debe ser palabra cálida y templada en un mundo crispado y enfrentado, palabra propositiva generadora de vida y de encuentro. En estos días en que inauguramos el Jubileo de la Esperanza acojamos la Palabra para ser, a imagen de la Trinidad, peregrinos de la Esperanza.
Este sábado 4 de diciembre, el santuario de San Torcuato, en Face Retama, se convertirá en templo jubilar para acoger a los peregrinos que quieran vivir el Jubileo de la Esperanza, que la Iglesia celebra durante todo el 2025. Con una Misa, presidida por el obispo diocesano, D. Francisco Jesús Orozco, se abrirán las puertas de este templo jubilar, que nos invita a vivir con esperanza, sabiéndonos portadores de una fe milenaria, que hunde sus raíces en los primeros años del cristianismo, con San Torcuato.
La celebración tendrá lugar a las 12 de la mañana, en Face Retama, y estamos invitados todos a participar. Además, será una buena ocasión para conocer el entorno, la hospedería y el monasterio de cuevas del siglo III-IV. También la iglesia- santuario que recuerda el lugar donde fe enterrado san Torcuato, que está siendo restaurada, cuenta con numerosas pinturas y, durante este nuevo año, junto con la Catedral, es uno de los dos templos donde se puede vivir el Jubileo de la Esperanza en la diócesis de Guadix.
Quienes quieran participar este sábado, tendrán que desplazarse hasta Face Retama, andando o en coche, lo que hace mucho más fácil la peregrinación. Y serán muchos los que se desplacen, el sábado 4 de enero, para participar en este Año Jubilar, celebrando al Eucaristía en este santuario.
Después, a lo largo del año, se podrá participar también en las celebraciones de la Eucaristía que hay todos los meses, en torno al día 15 de cada mes. Y, seguramente, serán muchas las parroquias que peregrinen durante este año hasta Face Retama para ganar el Jubileo y conocer este lugar, tan significativo para la diócesis de Guadix.
Que Face Retama sea templo jubilar responde a que todo el curso pastoral está puesto en las manos de san Torcuato, Patrón de la diócesis. De hecho, la Carta Pastoral del obispo de Guadix para el inicio de curso recoge precisamente esta motivación: “Con San Torcuato, esperanza que no defrauda”. Se ha querido que, en este Año Santo, la referencia a San Torcuato, el origen de la fe en la diócesis accitana, esté muy presente.
El Jubileo de la Esperanza se celebra en toda la Iglesia durante 2025. Convocado por el papa Francisco, es un jubileo ordinario, de los que la Iglesia celebra cada 25 años. La puerta santa está en la Basílica de San Pedro, en Roma, pero el papa Francisco ha querido que quienes no puedan viajar hasta Roma puedan vivir el jubileo en sus diócesis, en los templos jubilares habilitados para ello, como es el caso de la Catedral y el santuario de San Torcuato, en la diócesis de Guadix. Tiene por lema “Peregrinos de esperanza” y, sin duda, quiere ayudarnos a recuperar la esperanza, tan necesaria para el hombre y para el mundo de hoy. El papa Francisco nos invita, también, a aprovechar este tiempo de gracia que es el Año Jubilar para convertir nuestros corazones.
A los ocho días, el Niño fue circuncidado y José, su padre legal, le impuso el nombre de Jesús, que significa “Dios salva” (Lc 2, 21). Estando todavía en Belén, llegaron los Magos del Oriente: guiados por la estrella, adoraron al Niño (Mt 2, 1-12). A los cuarenta días tuvo lugar la Purificación de María y la presentación del Niño en el templo de Jerusalén (Lc 2, 22-39). Mientras tanto, Herodes mandó eliminar a los niños de Belén y sus alrededores con menos de dos años. Avisados por el ángel, la Sagrada Familia huyó precipitadamente a Egipto, volviendo a Nazaret una vez pasado el peligro (Mt 2, 13-23). Contemplamos de aquellos días la interpretación artística de la Epifanía, la manifestación del Dios encarnado a todos los pueblos, personificados en los Reyes de Oriente que adoran al Niño.
La Adoración de los Reyes
Localización: Zufre. Iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción Autores: Hernando de Esturmio y Pedro Villegas Marmolejo. Año: 1545-1546 Material: Temple al huevo y óleo sobre tabla Dimensiones: 189 x 93 cm
La adoración de los Reyes del retablo de Zufre se sitúa en un espacio convencional, mitad rústico mitad clásico. Al fondo del paisaje vemos un templete de cuatro columnas adintelado sobre un montículo, y un puente en un plano intermedio. En primer plano, María, sentada, viste túnica jacinto, manto azul y velo blanco. Detrás de ella, San José, con rasgos de anciano, adora con las manos juntas. Los tres reyes, caracterizados al modo tradicional, en representación de las etnias de Europa, Asia y África, y de las tres edades, joven, adulto y anciano, presentan sus dones. De pie, Melchor lleva la mirra en una especie de copón; Baltasar, el incienso; y Gaspar, arrodillado, ofrece el oro al Niño, que, por su curiosidad infantil, introduce la mano en el cofre. Los rasgos del manierismo flamenco quedan patentes en la esbeltez de las figuras y en el realismo de los ropajes. Llama la atención la orfebrería, tanto la caja del oro como los recipientes del incienso y de la mirra. Podemos distinguir dos grupos de figuras: el de María y José, más idealizadas, de colores y formas estereotipadas; y la parte de los Reyes, más concreta y de vivo colorido, en los ricos vestidos y en los turbantes persas y orientales.
Como ya tuvimos ocasión de exponer, la Real Chancillería de Granada ordenó que, así como la parroquia de Zufre había construido este retablo, costeara otro retablo nuevo para Higuera, y que fuera realizado por Pedro de Villegas Marmolejo y Hernando de Esturmio, al igual que el de Zufre.
La Adoración de los Reyes
Localización: Ayamonte. Iglesia parroquial de Ntra. Sra. de las Angustias. Autor: Anónimo flamenco Año: h. 1630-1640. Material: Pintura al óleo sobre cobre. Dimensiones: 36 x 28,7 cm
La escena se sitúa en un espacio abierto, ante un edificio en ruinas. La Virgen María, vestida de túnica jacinto y manto azul, presenta a su Hijo, recostado en unos blancos lienzos, a los ilustres visitantes. Melchor, Gaspar y Baltasar, vestidos con lujosos ropajes y abultados turbantes, representan tanto las edades del hombre como las etnias de la tierra, europea, asiática y africana. Melchor, anciano, le adora arrodillado, y va a ofrecerle una corona y un cetro de oro, que un paje tiene preparado sobre un pedestal. Baltasar, de piel oscura, lleva un incensario, y Gaspar, joven, un rico vaso de mirra: el oro, como rey, el incienso como Dios, y la mirra como hombre pasible. Les acompañan un numeroso séquito de sirvientes: en primer término, dos pequeños pajes, de piel blanca y negra. En un segundo plano, con las manos juntas, San José adora al Niño y admira el acontecimiento. En el ángulo inferior, contemplando, fuera de la escena, ¿el donante? Las pequeñas dimensiones del cobre no son óbice para componer una gran escena con numerosos personajes. Como afirma González Gómez, los detalles anecdóticos, el pormenorizado paisaje y el costumbrismo son propios del gusto flamenco de la primera mitad del siglo XVII, dentro de la corriente artística que mantuvieron en Amberes los seguidores e imitadores de Franz Francken II. Figuró en la Exposición “Ave verum Corpus”, en el Museo Provincial de Huelva, en 2004.
La Santa Sede ha concedido a la parroquia de la Anunciación de Benamaurel una reliquia de primer grado -es decir, de un fragmento de hueso- de su santo Patrón, San León Magno. En una fecha aún por confirmar, el pueblo de Benamaurel vivirá un acontecimiento histórico en torno al gran Papa y doctor de la Iglesia. La fiesta local de San León Magno será este año el 5 de abril.
Esta localidad le profesa una gran devoción desde siglos atrás. Ya en el siglo XVIII, según el Catastro de Ensenada (1751), se tiene constancia de que disponía de una serie de propiedades, por lo que constata, que su veneración ya se encontraba fuertemente arraigada pues, de acuerdo a una serie de características y acontecimientos históricos sucedidos en la localidad, su introducción entre los benamaurelenses tuvo que darse a finales del siglo XVI o principios del XVII.
La comisión para la solicitud de la reliquia, a través del obispo de Guadix, ha estado formada por el párroco de la localidad, Joaquín Caler; la hermana mayor de San León, Rosa María Trabalón; y el historiador local, Miguel Ángel Martínez Pozo, quien argumenta que, según sus estudios e investigación “se tiene constancia de la existencia de una reliquia de primera clase hasta su pérdida en la Guerra Civil Española, concretamente un hueso (ex ossibus), la cual solía ser portada por el sacerdote dentro de una custodia durante los recorridos procesionales”.
Tal y como argumenta Rosa María Trabalón “su desaparición, así como del relicario, durante la contienda, más la destrucción completa de la propia Imagen del Santo, no consiguieron, por un lado, la pérdida de la fe de sus habitantes hacia el mismo, realizándose una nueva talla tras la finalización de la guerra, ni el olvido, por parte de las personas mayores, de las tradiciones y costumbres alrededor de él. ”La reliquia viajará hasta el pueblo de Benamaurel custodiada por el obispo, D. Francisco Jesús Orozco, quien será recibido por autoridades y hermandades invitadas, así como por la ciudadanía, en la ermita del Santo Patrón, acompañándolo, bajo protocolo establecido, hasta la Plaza Mayor donde presidirá la Santa Misa para, seguidamente, introducirla en un relicario que permanecerá, junto al Santo, tanto en el templo parroquial como en sus salidas procesionales.
El expediente de concesión comenzó el pasado 15 de agosto, día de la Asunción y culminará en una fecha aún por confirmar, aunque se busca que sea en torno al 5 de abril, fiesta del Patrón, y que se convertirá en una fecha que quedará para la historia y el recuerdo de sus habitantes.
La comisión, que trató el asunto con la máxima discreción, dio a conocer el acontecimiento en la misa de vísperas de la fiesta de la Sagrada Familia por medio del párroco local, el cual expuso que “San León Magno, con su firme defensa de la fe y su incansable labor pastoral, ha sido una fuente constante de inspiración y guía espiritual para nuestra comunidad. Consideramos que la presencia y recuperación de una reliquia suya, fortalecería nuestra fe y nos ayudará a seguir su ejemplo de dedicación y amor hacia la Iglesia”.
Santo y Feliz año Nuevo! comenzamos el año 2025, un año jubilar. El Papa Francisco nos recuerda en la Bula de convocación los problemas del mundo de hoy: la guerra, la muerte, la destrucción, el odio, el hambre, la deuda económica, la baja natalidad, las poblaciones oprimidas por la violencia o atenazadas por la pobreza.
El Santo Padre nos invita a vivir el jubileo 2025 como peregrinos de esperanza. Y pide que estemos disponibles para Dios, que seamos capaces de trasformar con su gracia nuestro mundo.
A María Santísima Reina de la Paz, Madre De Dios y Madre nuestra, confiamos nuestras preocupaciones y esperanzas, nuestra vida entera. Ella es signo de esperanza cierta. De su mano y bajo su protección seguiremos caminando en esperanza. ¡Feliz año nuevo!
Las parroquias de la Asunción y San Vicente de Paúl de Málaga peregrinarán a la ruta de san Pablo (Turquía) del 11 al 18 de marzo. Lo harán acompañadas por los sacerdotes Emilio López Navas y Fernando Bar Quintans.
La peregrinación sigue los pasos del apóstol recorriendo distintas etapas de algunos de sus viajes.
Los peregrinos comenzarán visitando Éfeso, donde se dice que el apóstol San Juan llevó a la Virgen María tras la muerte de Cristo, y que pasó sus últimos días en una casita construida en el Monte Koressos. Allí visitarán la Casa de la Virgen y la Basílica de San Juan, donde celebrarán la Eucaristía. A continuación, recorrerán Efeso, la ciudad greco-romana mejor conservada de Asia menor y donde San Pablo residió durante tres años.
Konya (tierra de los derviches danzantes), Capadocia (con ciudades cristianas de los siglos VIII y IX) o Estambul (con la Basílica de Santa Sofía) serán las otras ciudades en las que los participantes podrán encontrar las huellas de Pablo.
El viaje incluye avión Málaga-Estambul-Málaga, vuelos internos, hoteles de cuatro estrellas, pensión completa, bolsa y seguro de viaje, excursiones programadas y un guía local de habla española durante todo el recorrido.
Para reservar u obtener más información, pueden contactar con la parroquia (952 33 17 24. Martes y jueves de 18.00 a 19.00 o vienres de 11.00 a 12.30 horas), o con la agencia Savitur: 952 22 92 20 www.savitur.com.
El precio ronda los 2.000 euros, dependiendo del tamaño final del grupo.
Las parroquias de la Asunción y San Vicente de Paúl de Málaga peregrinarán a la ruta de san Pablo (Turquía) del 11 al 18 de marzo. Lo harán acompañadas por los sacerdotes Emilio López Navas y Fernando Bar Quintans.
La peregrinación sigue los pasos del apóstol recorriendo distintas etapas de algunos de sus viajes.
Los peregrinos comenzarán visitando Éfeso, donde se dice que el apóstol San Juan llevó a la Virgen María tras la muerte de Cristo, y que pasó sus últimos días en una casita construida en el Monte Koressos. Allí visitarán la Casa de la Virgen y la Basílica de San Juan, donde celebrarán la Eucaristía. A continuación, recorrerán Efeso, la ciudad greco-romana mejor conservada de Asia menor y donde San Pablo residió durante tres años.
Konya (tierra de los derviches danzantes), Capadocia (con ciudades cristianas de los siglos VIII y IX) o Estambul (con la Basílica de Santa Sofía) serán las otras ciudades en las que los participantes podrán encontrar las huellas de Pablo.
El viaje incluye avión Málaga-Estambul-Málaga, vuelos internos, hoteles de cuatro estrellas, pensión completa, bolsa y seguro de viaje, excursiones programadas y un guía local de habla española durante todo el recorrido.
Para reservar u obtener más información, pueden contactar con la parroquia (952 33 17 24. Martes y jueves de 18.00 a 19.00 o vienres de 11.00 a 12.30 horas), o con la agencia Savitur: 952 22 92 20 www.savitur.com.
El precio ronda los 2.000 euros, dependiendo del tamaño final del grupo.