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Primeras reacciones ante el nombramiento de Mons. José Antonio Satué como obispo de Málaga

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El Vicario General de la Diócesis, Antonio Coronado; el deán de la Catedral, José M. Ferrary; la delegada de Migraciones, Pilar Gallardo; el rector del Seminario y Vicario de la Acción Social, Juan Manuel Ortiz; el Consiliario de Cáritas Diocesana, Antonio Collado, y la sacristana de la parroquia de San Pablo, Ana Baca, expresan de este modo su alegría ante la buena noticia para la diócesis de Málaga: el nombramiento de Mons. José Antonio Satué como Obispo.

Antonio Coronado, vicario general:

«Al recibir la noticia del nombramiento de Mons. José Antonio Satué como Obispo de nuestra Diócesis de Málaga, lo primero que brota en el corazón es darle gracias a Dios que le regala un nuevo Pastor al Pueblo de Dios que peregrina en esta tierra. Le damos la bienvenida con gozo, alegría y con enorme gratitud, conscientes de que su presencia entre nosotros es un don del Señor. Lo acogemos con el deseo de caminar juntos bajo su guía de pastor, que nos ayudará a seguir creciendo como comunidad en la fe, esperanza y caridad. Rezamos especialmente al Señor por él y por la tarea que ha puesto en sus manos, y lo encomendamos a Santa María de la Victoria, Madre  y Patrona de nuestra diócesis, para que lo guarde y acompañe siempre».

José M. Ferrary, deán de la Catedral:

«Sin duda alguna, la venida de nuestro nuevo Obispo supone una alegría revestida de esperanza, en este año de Jubileo. Mons. Satué será para todos maestro, sacerdote y pastor para la Iglesia local de Málaga, pero también será padre, hermano y amigo que nos ayudará a caminar unidos, sin dejar a nadie atrás, en comunión, para reflejar una Iglesia evangelizadora, viva, transparente y solidaria».

Juan Manuel Ortiz Palomo, vicario de la Acción Social y Caritativa y Rector del Seminario Diocesano:

«En medio de este jubileo de los sacerdotes, donde estábamos concelebrando con el papa León XIV, se ha hecho público que el Santo Padre aceptaba la renuncia de don Jesús Catalá, nombrando a don José Antonio Satué como nuestro nuevo obispo. Damos gracias a Dios porque sigue teniendo misericordia de su Iglesia, dotándola siempre de «pastores según su corazón”. La tarea de la Evangelización de la iglesia continúa. Y por ello damos gracias a Dios por la labor de don Jesús. Y pedimos desde ya por los muchos frutos del pontificado de don José Antonio.

Estoy seguro de que mis áreas pastorales (acción caritativa y clero-seminario) están en un lugar privilegiado de su corazón de pastor. A nuestra madre y patrona de la Victoria le encomendamos este nuevo ministerio».

Pilar Gallardo Quero, delegada diocesana de Migraciones y Pastoral Gitana:

«Dentro de la Conferencia Episcopal Española, el nuevo Obispo de Málaga es miembro de la subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana, por tanto, también miembro de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social y Promoción humana, en la que está integrada esta subcomisión. En la línea del papa Francisco y, por supuesto, de León XIV, que tanto interés ha mostrado por la Doctrina Social de la Iglesia. Concretamente, es el obispo responsable de la Pastoral Gitana, un ámbito en el que ha mostrado una gran sensibilidad y cercanía con el pueblo gitano, apreciando sus valores, su cultura y el papel que tienen en la evangelización, en una realidad tan pequeña pero tan significativa como ésta, ha sabido ver la riqueza que encierra… ¡¡qué no hará en nuestra diócesis!! Es un pastor que ha acogido, con actitud de servicio y humildad, cada uno de los nombramientos y tareas que se le han encomendado, algunas muy complejas y con gran responsabilidad.

Antonio Collado, consiliario de Cáritas Diocesana de Málaga:

«En este día tan significativo, en el que celebramos la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, la gran familia de Cáritas Diocesana de Málaga —trabajadores, voluntarios y participantes— eleva su oración por nuestro nuevo pastor, Monseñor José Antonio Satué.
Con gran alegría y profunda esperanza, especialmente en este año jubilar, le acogemos con los brazos abiertos, deseando que su presencia entre nosotros sea fuente de inspiración, cercanía y guía en nuestra misión al servicio de las personas más vulnerables de nuestra diócesis.
Nos ponemos a su disposición con espíritu de comunión, confiando en que juntos seguiremos construyendo una Iglesia que escucha, acompaña y transforma desde el amor.
Que el Señor le bendiga abundantemente en este nuevo camino que hoy comenzamos juntos».

Ana Baca, sacristana de la parroquia de San Pablo:

«Le doy la bienvenida al Sr. Obispo, y destaco, como sacristana, la importancia de las visitas pastorales de un obispo a las distintas parroquias. En ellas se hace patente el sentido de Pastor de un rebaño (el Pueblo de Dios), Pastor que cuida, guía, enseña… pero que se arremanga  y está atento a la que se extravía, a la que anda perdida. El Evangelio de hoy nos da la clave del sentido de una visita pastoral. El Buen Pastor dejó a las 99 ovejas y se fue a buscar a la perdida, se la echó al hombro, no le gritó ni le increpó, no la arrastró, sino que la cargó, se pringó… con lo que eso supone: que el Pastor huela a oveja».

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Homilía en la vigilia de oración por los frutos de la cumbre de Naciones Unidas en Sevilla

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Homilía en la vigilia de oración por los frutos de la cumbre de Naciones Unidas en Sevilla

Homilía de Mons. José Ángel Saiz Meneses en la Vigilia de Oración. Catedral de Sevilla. 26 de junio de 2025. Lecturas: Dt 15, 7-11; Sal 24 (23), 1-6; Lc 4, 16-21. Ante la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas

  1. Saludos.
  2. La preparación orante ante un evento internacional como la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo debe situarse, ante todo, bajo la luz de la Palabra de Dios. No se trata de un análisis técnico o económico, sino de una profunda tarea de discernimiento espiritual y profético sobre la justicia, la fraternidad y el destino de los pueblos. La Sagrada Escritura nos recuerda que el grito del pobre no es indiferente para Dios: “Nunca dejará de haber pobres en la tierra; por eso, yo te mando: ‘Abre tu mano a tu hermano, al indigente, al pobre de tu tierra’” (Dt 15,11). Este dato no es una justificación resignada del sufrimiento, sino una llamada permanente a la conversión del corazón y a la responsabilidad social. Por medio de esta vigilia de oración, la misma comunidad cristiana es interpelada a acoger la Palabra de Dios como fuente de conversión de las estructuras económicas y políticas injustas.
  3. La primera lectura que hemos escuchado, del libro del Deuteronomio (15,7-11), constituye el fundamento bíblico de una economía compasiva. La justicia del Reino de Dios no se limita a actos individuales de caridad; al contrario, exige estructuras sociales capaces de garantizar el bien común. El corazón endurecido y la mano cerrada son imágenes de una economía centrada en el egoísmo, en contraste con la apertura al otro y su consideración como hermano. En esta clave, el texto sagrado denuncia la idolatría del dinero y recuerda que toda posesión es relativa, pues “del Señor es la tierra y cuanto la llena” (Sal 24,1).
  4. En el Evangelio (Lc 4,16-21), Jesús proclama la llegada del Jubileo definitivo. El “año de gracia” del Señor es la irrupción de una economía nueva, fundada en la liberación, la curación y la restitución de la dignidad. El Mesías se declara Ungido y enviado “a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; 1a proclamar el año de gracia del Señor”, y su Palabra se erige en criterio para discernir las prácticas financieras y económicas. ¿Responden las estructuras actuales a esta lógica jubilar, o perpetúan la esclavitud moderna de la deuda? La cuestión de la deuda externa no puede ser reducida a una mera categoría económica. La Iglesia ha insistido repetidamente en que se trata, ante todo, de un problema moral, e incluso espiritual. La deuda se presenta como una cuestión éticamente escandalosa cuando su pago impide satisfacer necesidades humanas básicas, bloquea el acceso a servicios fundamentales y asfixia las posibilidades de desarrollo de generaciones enteras.
  5. El Concilio Vaticano II, en la constitución pastoral Gaudium et Spes ya advertía que el orden económico debía estar al servicio del hombre y no al contrario: el orden económico debe estar subordinado al orden moral (cf. GS 64). En esta línea, san Pablo VI en su encíclica Populorum Progressio (1967), denuncia que el subdesarrollo no es un simple retraso técnico, sino una injusticia institucionalizada (cf. n. 30). La riqueza acumulada, fruto a menudo de procesos históricos de explotación, contrasta escandalosamente con la miseria de regiones enteras de nuestro mundo. Por eso el desarrollo –entendido como promoción integral de la persona y de los pueblos– es “el nuevo nombre de la paz” (n. 76). San Juan Pablo II retoma esta enseñanza en la encíclica Sollicitudo Rei Socialis (1987), vinculando directamente el problema de la deuda con los mecanismos de dominación estructural. En un pasaje crucial afirma: “No se puede silenciar aquí el profundo vínculo que existe entre este problema y la cuestión del desarrollo de los pueblos” (SRS, 19).
  6. Las estructuras económicas que perpetúan la miseria no son moralmente neutras. Por el contrario, constituyen un auténtico “pecado social” (cf. exhortación apostólica Reconciliatio et Paenitentia, 16), ya que niegan la fraternidad universal y la dignidad humana. Es en este contexto donde el Jubileo que estamos celebrando durante este año adquiere una fuerza profética: la condonación de la deuda, demandada por el papa Francisco en su bula de convocatoria es un gesto de caridad y un acto de justicia reparadora. Esta dimensión fue especialmente subrayada en la encíclica Centessimus Annus (1991), donde san Juan Pablo II invitaba a los cristianos a hacerse “voz de todos los pobres del mundo” reclamando una reforma urgente del sistema financiero internacional.
  7. Benedicto XVI, en continuidad con sus predecesores, denunció también las lógicas deshumanizantes del sistema económico mundial. En su encíclica Caritas in Veritate (2009), advirtió que la lógica de maximización del beneficio y del cortoplacismo financiero ha dejado de lado la centralidad de la persona: “El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común” (n. 71). Asimismo, en sus mensajes a las reuniones del G-8, pidió expresamente la cancelación de la deuda de los países más pobres, como condición mínima para restituir la esperanza a pueblos enteros. El papa Francisco elevó el tono de esta denuncia en sus intervenciones. En la encíclica Fratelli Tutti (2020) declaró con contundencia que la política no debe someterse a la economía, y esta no debe someterse al paradigma eficientista de la tecnocracia. La deuda, cuando destruye vidas humanas, cuando impide el desarrollo sostenible y condena a la miseria a millones, no puede justificarse. El Papa no duda en afirmar que “esta economía mata” (cf. exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 53) y que es necesario convertir las relaciones internacionales desde la lógica de la gratuidad, del don, del perdón de las deudas.
  8. Ante este panorama, la Iglesia no propone soluciones técnicas. Su voz se alza como una llamada a la conversión del corazón. La transformación de las estructuras empieza por la transformación de las conciencias, y esta conversión es esencialmente personal, pero también cultural y espiritual. En el Evangelio de san Lucas (4,16-21), la presentación de Jesús como Mesías no es un anuncio abstracto: el Hijo de Dios se encarna en la historia, en las relaciones humanas, en la economía, en la justicia social. Por eso, orar ante la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo es dejar que la Palabra de Dios atraviese nuestras seguridades y nos impulse a un nuevo estilo de vida.
  9. Orar, en este contexto, implica escuchar el clamor de los pobres. No se puede orar auténticamente sin abrir el corazón al sufrimiento de los pueblos pobres. La oración cristiana es siempre intercesora, compasiva. Como enseñaba san Gregorio Magno, “el corazón no puede estar unido a Dios si permanece insensible al hermano” (Moralia in Iob, lib. XXII). Por tanto, esta vigilia debe ser una súplica confiada a favor de los más olvidados, de aquellos que padecen las consecuencias de decisiones tomadas en lejanos despachos financieros. Orar implica también vivir la sobriedad evangélica. El compromiso espiritual exige una conversión del estilo de vida. En un mundo herido por la avaricia y el consumismo, los cristianos estamos llamados a vivir con sencillez, a compartir sus bienes, a promover formas de economía alternativa basadas en la caridad. Esta sobriedad no es moralismo, ni ideología: es seguimiento radical de Cristo pobre y crucificado.
  10. La oración, lejos de ser evasión, nos impulsa a la acción. Una espiritualidad auténtica conduce a la denuncia profética y al compromiso público, a exigir estructuras justas. El testimonio de tantos cristianos que han proclamado el amor con la entrega de su propia vida, muestra que la fe vivida en genera propuestas sociales valientes. Por eso, los cristianos estamos llamados a involucrarnos activamente en el diseño de políticas económicas, en movimientos ciudadanos, en iniciativas que promuevan una “conversión de las finanzas” en clave de fraternidad, buscando esa paz “desarmada y desarmante” a la que el papa León se refirió en sus primeras palabras como pontífice. La oración más profunda es aquella que descubre la presencia de Cristo en el necesitado (cf. Mt 25,31-46). Contemplar ese rostro exige una actitud de adoración, de silencio reverente, de entrega. La espiritualidad jubilar nos enseña que toda vida humana es tierra sagrada, y que cada gesto de justicia es un acto de culto verdadero a Dios, con un valor “eterno”: “lo que hicisteis a uno de estos… a mí me lo hicisteis”.
  11. La Iglesia propone una espiritualidad que integra contemplación y compromiso, oración y acción, fe y justicia. En preparación a la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo, esta espiritualidad se concreta en la súplica por una economía al servicio de la vida, en la exigencia ética de justicia global y en el testimonio concreto de comunidades cristianas que viven la comunión de bienes y la esperanza escatológica del Reino. La conversión a la que se nos llama no es sólo personal, sino social: es la transformación de un mundo en el que la deuda ya no sea una cadena, sino la ocasión de inaugurar una nueva fraternidad entre los pueblos, reflejo del corazón del Dios de la misericordia.
  12. María santísima, proclamada como Madre de los pobres en la tradición eclesial, es modelo y guía en este camino. Su cántico, el Magníficat (cf. Lc 1,46-55), es el manifiesto más profundo de la inversión evangélica de las estructuras de poder. Ella canta al Dios que “enaltece a los humildes”. En la oración confiada a María, Nuestra Señora de los Reyes, la comunidad eclesial que camina en Sevilla encuentra la fuerza para denunciar con voz profética, para anunciar y para actuar. Así sea.

 

 

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Mons. Saiz Meneses. «La transformación de las estructuras empieza por la transformación de las conciencias»

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Mons. Saiz Meneses. «La transformación de las estructuras empieza por la transformación de las conciencias»

La Catedral de Sevilla ha acogido esta tarde una vigilia de oración por los frutos de la IV Conferencia de Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas que se celebrará la próxima semana en Sevilla. Una cumbre internacional que, a juicio del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, «debe situarse, ante todo, bajo la luz de la Palabra de Dios». «No se trata de un análisis técnico o económico, sino de una profunda tarea de discernimiento espiritual y profético sobre la justicia, la fraternidad y el destino de los pueblos», ha añadido.

Tras la adoración eucarística, ha tomado la palabra monseñor Saiz Meneses, que ha hecho un repaso por el tratamiento de este tema en el magisterio de los últimos pontífices, subrayando algunos postulados de la Doctrina Social de la Iglesia. Al inicio, ha afirmado que la cuestión de la deuda externa no puede ser reducida a «una mera categoría económica», y ha reiterado los pronunciamientos que se han hecho desde la Iglesia para abordarla como «un problema moral, e incluso espiritual». Así, ha expuesto la deuda «como una cuestión éticamente escandalosa cuando su pago impide satisfacer necesidades humanas básicas, bloquea el acceso a servicios fundamentales y asfixia las posibilidades de desarrollo de generaciones enteras».

«Un gesto de caridad y un acto de justicia reparadora»

En otro punto de su intervención, ha subrayado que «las estructuras económicas que perpetúan la miseria no son moralmente neutras. Por el contrario -ha añadido-, constituyen un auténtico pecado social”. Aquí ha aludido al contexto jubilar que estamos viviendo para decir que «la condonación de la deuda, demandada por el papa Francisco en su bula de convocatoria es un gesto de caridad y un acto de justicia reparadora». Igualmente, ha señalado que la deuda no puede justificarse «cuando destruye vidas humanas, cuando impide el desarrollo sostenible y condena a la miseria a millones».

Ante este panorama, la Iglesia no propone soluciones técnicas. Monseñor Saiz Meneses ha destacado que «su voz se alza como una llamada a la conversión del corazón», y que «la transformación de las estructuras empieza por la transformación de las conciencias, y esta conversión es esencialmente personal, pero también cultural y espiritual». Estas declaraciones han sido realizadas en una vigilia de oración, por lo que el arzobispo ha subrayado que «orar, en este contexto, implica escuchar el clamor de los pobres». «No se puede orar auténticamente sin abrir el corazón al sufrimiento de los pueblos pobres», ha apuntado, antes de afirmar que «la oración, lejos de ser evasión, nos impulsa a la acción», porque la Iglesia propone «una espiritualidad que integra contemplación y compromiso, oración y acción, fe y justicia».

Junto al arzobispo han participado en esta vigilia los dos obispos auxiliares, monseñor Teodoro León y monseñor Ramón Valdivia, además del vicario episcopal para la Pastoral Social, Salvador Diánez; y el deán del Cabildo Catedral, Francisco José Ortiz. En la parte final de la vigilia se ha leído un manifiesto en el que se ha querido abogar por una economía que favorezca la vida y ayude a las personas más vulnerables.

GALERÍA del acto

HOMÍLÍA del arzobispo

 

 

 

 

 

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La Agrupación de Hermandades presenta el Magno Vía Crucis

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En la presentación oficial se ha dado a conocer el cartel, obra del prestigioso pintor sevillano, Rafael Laureano

La Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba ha presentado oficialmente el Magno Vía Crucis de la Diócesis, que tendrá lugar el 11 de octubre, con motivo del 600 aniversario del rezo del Vía Crucis por San Álvaro. La presentación ha tenido lugar en el salón del trono del Palacio Episcopal y durante la misma se ha hecho público el cartel anunciador, una obra del reconocido pintor sevillano, Rafael Laureano.

El Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, Pedro Soldado, ha ofrecido una reflexión sobre la dimensión pastoral y evangelizadora del Magno Vía Crucis y ha resaltado su valor como testimonio de fe en el seno de la iglesia diocesana. El Delegado ha comentado que el rezo del Vía Crucis se ha convertido “en un acto de piedad muy querido y rezado con mucha frecuencia por todos los cristianos”. Pedro Soldado ha querido agradecer a las autoridades de Córdoba que han sido las que han facilitado que este proyecto pueda llevarse a cabo por parte de las hermandades venidas desde la provincia, las parroquias que las acogen y el desarrollo del Vía Crucis propiamente dicho. Será un Vía Crucis “solemne como bien sabéis hacer las hermandades de Córdoba y de la provincia”, ha resaltado. Es “un acto de fe, de piedad en el año de la Esperanza y es un momento para mostrar nuestra cultura y riqueza artística y poner en valor nuestra ciudad y nuestros pueblos, y aquello que forma parte de nuestra razón de ser cristianos y cofrades”. Es también un acto en el que tenemos que ser acogedores con todo el que venga a participar en este Magno Vía Crucis para mayor gloria de Dios, ha terminado el Delegado pidiendo a los asistentes.

El Delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Córdoba, Adolfo Molina, en su intervención ha resaltado que estamos ante “un momento histórico de fe, de enseñar lo qué somos y quiénes somos”. Nuestras cofradías forman parte de quienes somos como sociedad, como pueblo de Córdoba y de Andalucía. Desde el gobierno de la Junta de Andalucía no puede faltar el apoyo y vamos a estar ahí para que todo se desarrolle de la mejor manera posible, ha asegurado el Delegado. Desde la Junta de Andalucía tenemos el compromiso de acercar este acto de fe a todos los andaluces y lo haremos desde Canal Sur, la televisión pública, ha adelantado Adolfo Molina. Estamos ilusionados porque ese día “vamos a hacer historia en Córdoba y se va a marcar un hito en la historia de las cofradías de la ciudad y la provincia” en un marco único.

El presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, por su parte, ha reseñado que “fuimos los primeros y vamos a seguir siéndolo porque somos los mejores cofrades del mundo y nos sentimos orgullosos de nuestras cofradías”. Nos enfrentamos a este acontecimiento sin complejos y Córdoba lo va a hacer “de maravilla”. Con la celebración del 600 aniversario del primer Vía Crucis en occidente viviremos un momento especial trascendente, no sólo para Córdoba y provincia sino para la historia cultural de toda Europa. Este Magno Vía Crucis representa “un diálogo entre el pasado y el presente, una manifestación religiosa y cultural que aúna patrimonio inmaterial, participación ciudadana, arte y mucho sentimiento colectivo”, ha reconocido Salvador Fuentes.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha mostrado su alegría ante la celebración del Magno Vía Crucis y ha adelantado que el 11 de octubre va a ser “un punto de encuentro de la devoción y religiosidad y de la riqueza y el legado artístico que conservan las hermandades de toda la provincia”. El alcalde ha agradecido a la Agrupación el enorme trabajo que están llevando a cabo “con tanto cariño” para organizar el Vía Crucis. A la Diócesis y al Cabildo le ha dado las gracias por su apoyo fundamental para que este evento salga adelante y a todos los que estáis colaborando para que sea un día histórico. Tenemos que seguir poniendo a Córdoba donde se merece y reivindicando la importancia de Córdoba en la historia de nuestra fe porque es justo que reivindiquemos el sitio que Córdoba ha tenido en la historia de la humanidad, ha añadido José María Bellido.

El Deán-presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva, ha destacado la disponibilidad del Cabildo para abrir sus puertas a todos los actos de Iglesia, así como su apoyo personal y técnico, porque, “el Cabildo está presente donde la Iglesia está presente”. De la mano del Beato Álvaro estamos ante una ocasión “privilegiada” y por eso el Cabildo se suma a esta celebración con mucho gusto y ofrece todo su apoyo. Unir este acto a la Catedral es “revalorizarlo, darle proyección mundial”. Joaquín Alberto no ha querido perder la oportunidad de felicitar a la Agrupación por esta iniciativa y a las instituciones públicas y privadas por el apoyo para la celebración del Magno Vía Crucis.

El presidente de la Agrupación, Manuel Murillo, ha sido el encargado de explicar lo relativo a la organización de Magno Vía Crucis. Recorridos, horarios, composición de los cortejos, venta de localidades o actividades culturales paralelas, son detalles que ha desglosado Manuel Murillo. Los hermanos mayores de las corporaciones que participarán en el Magno Vía Crucis van conociendo los detalles de la organización para poder ir perfilando posteriormente con sus hermandades las procesiones por las calles de la ciudad.

Treinta y cuatro hermandades de Córdoba y provincia participarán en una jornada sin precedentes en Córdoba. La Hermandad del Cristo de las Aguas de Palma del Río será la primera en entrar en Carrera Oficial, a las 18:30 horas, y Nuestro Señor Resucitado de Córdoba será el último en recorrerla y su salida está prevista a las 23:25 horas.








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La Iglesia celebra el 29 de junio el Óbolo de San Pedro, “Jornada mundial de la caridad del Papa”

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La Iglesia celebra el 29 de junio el Óbolo de San Pedro, “Jornada mundial de la caridad del Papa”

¿CÓMO PUEDO CONTRIBUIR?

La Iglesia celebra el 29 de juniosolemnidad de los santos Pedro y Pablo, el Óbolo de San Pedro. Un día en el que todos estamos invitados a rezar de manera especial por el Papa y a manifestar el sentido de pertenencia a la Iglesia y de amor y confianza en el Santo Padre.

Pero, además de ser un signo concreto de comunión con Pontífice, el Óbolo de San Pedro también es una llamada a contribuir económicamente con el fin de apoyar la misión del Santo Padre de anunciar el Evangelio, sostener sus iniciativas de caridad y ayudar en las emergencias humanitarias. De hecho, el 29 de junio también se denomina “Jornada mundial de la caridad del Papa”.

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La Hospitalidad regresa de Lourdes llena «del Espíritu Santo»

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Finaliza la LV Peregrinación Diocesana a Lourdes en la que han participado 1.300 personas: 200 enfermos, 810 voluntarios y 290 peregrinos.

«Volvemos de Lourdes profundamente emocionados y agradecidos; agotados, con los pies que nos arden, las gargantas resecas, los brazos cansados, pero llenos de gracia y bendición. Volvemos acariciados por la ternura de María, llenos del Espíritu Santo, emocionados por haber vivido la fraternidad entre los hermanos, de habernos sentido Iglesia universal. Volvemos vacíos de nosotros mismos, pero llenos de Dios», así resume Alfonso Martínez, presidente de la Hospitalidad Murciana de Nuestra Señora de Lourdes, cómo ha transcurrido la peregrinación de este año, que se ha desarrollado del 21 al 24 de junio y en la que han participado 1.300 personas.

Cada mes de junio, este movimiento laical organiza esta peregrinación para acompañar a los enfermos a Lourdes. Este año han participado 200 que han estado acompañados en todo momento por 810 voluntarios, hombres y mujeres de todas las edades y de diferentes rincones de la Diócesis de Cartagena que viven el carisma de este movimiento desde el lema de la Hospitalidad murciana: Amar, dar, servir y olvidarse.

En el grupo de voluntarios de este año destacaban, según el presidente de los hospitalarios murcianos, «el numeroso grupo de jóvenes, unos 300» y unos 50 niños que realizan también su servicio dando agua a los enfermos durante las celebraciones y actividades. Destaca también en la peregrinación murciana el equipo sanitario formado por 70 profesionales: médicos de diferentes especialidades, enfermeras, farmacéuticos y fisioterapeutas. En la peregrinación también han participado sacerdotes, 14 este año, y dos seminaristas del Seminario San Fulgencio, que cada año envía a dos jóvenes a la peregrinación; y unas 290 personas que tan solo viajaban como peregrinas.

Además, este año ha peregrinado junto a nuestra Hospitalidad la de Almería, en su primera peregrinación a Lourdes, con unas 39 personas.

«Hemos vivido una peregrinación redonda y eso se nota en las caras; no se veían rostros tristes, sino llenos de alegría, de la alegría de saberse hijos de Dios, de saber que Dios nos ama tal y como somos, que nuestras limitaciones no son un obstáculo para poder vivir en alegría y en esperanza. Ese es el testimonio de nuestra Hospitalidad», subraya Alfonso Martínez.

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La Catedral acoge esta tarde una vigilia de oración por los frutos del IV Foro de la ONU

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La Catedral acoge esta tarde una vigilia de oración por los frutos del IV Foro de la ONU

La Iglesia en Sevilla ha convocado a los fieles a una vigilia de oración que se celebrará en la Catedral, el jueves 26, a las ocho y media de la tarde, presidida por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Saiz Meneses, por los frutos del IV foro de naciones Unidas que se celebrará en Sevilla la próxima semana.

Salvador Diánez, vicario episcopal para la Pastoral Social, se ha referido al mensaje del papa Francisco con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz: “En este año santo queremos ponernos a la escucha de este grito de la humanidad para que todos, juntos y personalmente, nos sintamos llamados a romper las cadenas de la injusticia y, así, proclamar la justicia de Dios. Hacer algún acto de filantropía esporádico no es suficiente. Se necesitan, por el contrario, cambios culturales y estructurales, de modo que también se efectúe un cambio duradero”. En esta línea ha animado a todos los movimientos, asociaciones y comunidades parroquiales a participar en la vigilia de oración donde “podremos descubrir definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros”.

 

 

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Gestos solidarios con motivo de las Bajadas de la Virgen en El Hierro y en La Palma

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Como en otras ediciones, las Bajadas de la Virgen en El Hierro y en La Palma invitarán a los diocesanos a colaborar con un determinado proyecto solidario.

En este sentido, durante la LXXI Bajada de la Virgen de los Reyes en la isla de El Hierro, quienes lo deseen podrán realizar un gesto solidario con el “Proyecto Sansofé”.

Esta iniciativa de la Diócesis Nivariense, a través de la delegación de Migraciones, se desarrolla actualmente tanto en el Seminario Diocesano, como en la parroquia de la Cruz del Señor, gracias al compromiso desinteresado de un grupo de voluntarios.

El objetivo de “Sansofé” es ofrecer un espacio de acogida amable y familiar a través de las clases de español para la integración social y cultural de los migrantes llegados de la Ruta Atlántica.

Por su parte, en esta ocasión, en la isla de La Palma, se ha querido establecer como gesto solidario, apoyar al Proyecto PARI (Punto de Acogida de Refugiados e Inmigrantes) de la Diócesis de Dakar y gestionado por Cáritas Senegal. El objetivo de PARI es acoger y acompañar a las personas en situación de movilidad en Senegal, facilitando su acceso a los servicios sociales básicos y su integración socioeconómica.

Quienes lo deseen podrán colaborar a través de una ofrenda realizada por cada pueblo el día de la Eucaristía correspondiente ante la imagen de Nuestra Señora de Las Nieves. Asimismo, cada comunidad parroquial y cada municipio están invitados a encontrar, creativamente, los medios más adecuados para suscitar y sostener la solidaridad de sus miembros y convertir en ofrenda eucarística lo recaudado.

Junto a ello, durante la estancia de la imagen de la Virgen de las Nieves en el templo de El Salvador, una hucha permanente recogerá los donativos que los particulares deseen realizar a favor del referido proyecto.

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Los futuros diáconos y sacerdotes realizan el último paso para ser ordenados este sábado 28 de junio

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Los futuros diáconos y sacerdotes realizan el último paso para ser ordenados este sábado 28 de junio

La Casa de la Iglesia de Asidonia-Jerez ha acogido la profesión de fe y juramento de fidelidad de Eduardo José Pérez Cebada, José María Pavón Maraver, Miguel Ángel Paredes Rojas, Pablo Mula, Sergio Álvarez, Luis Carlos Vilches y Rafael Leal.

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El próximo sábado 28 de junio a las 11hrs en la Santa Iglesia Catedral la Diócesis vivirá un día lleno de alegría. En una Eucaristia, Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, ordenará sacerdotes a Pablo Mula, Sergio Álvarez, Luis Carlos Vilches y Rafael Leal y diáconos a Eduardo José Pérez Cebada, José María Pavón Maraver, Miguel Ángel Paredes Rojas.

Entre los pasos a dar antes de esta celebración, ha tenido lugar en el día de hoy la profesión de fe y juramento de fidelidad. Presidido por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, quien ha estado acompañado del Secretario General Canciller, D. Luis Salado y el Rector del Seminario, D. Antonio Luis Sánchez. Una vez todos en la capilla del Obispado, cada uno de los candidatos han prometido fidelidad, obediencia y el celibato, siendo este un momento importante, ya que se formaliza según el Derecho, lo que prometerán el día de su ordenación, recibiendo, además, la gracia para su cumplimento.

Por último, desde la Diócesis se invita a todos los fieles a participar de esta celebración, ya que será el momento perfecto para unirnos como Pueblo de Dios que peregrina en Asidonia-Jerez y orar por las vocaciones.

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Último Círculo de Silencio del curso: una llamada a la humanidad y a la solidaridad

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Último Círculo de Silencio del curso: una llamada a la humanidad y a la solidaridad

Este miércoles 25 de junio, al caer la tarde, la iglesia de la Purísima Concepción ha vuelto a ser testigo de un gesto sencillo, pero cargado de fuerza simbólica. Convocados por el Secretariado Diocesano de Migraciones, una treintena de personas se reunió en silencio en torno al lema: «Refugiados: un llamado a la humanidad y a la solidaridad».

Se trató del último Círculo de Silencio de este curso pastoral, una iniciativa que, mes tras mes, ha ofrecido un espacio para la reflexión y la denuncia pacífica ante la realidad de las personas migrantes y refugiadas. La cita de junio ha coincidido además con la conmemoración, apenas unos días antes, del Día Mundial del Refugiado (20 de junio), lo que añadió un sentido aún más profundo a este acto.

Durante la concentración, se recordó que cada refugiado lleva consigo una historia marcada por la huida, la pérdida y la esperanza. En medio del bullicio cotidiano del centro de Huelva, el silencio compartido por los asistentes se convirtió en oración, en denuncia y en expresión de cercanía con tantos hombres, mujeres y niños que buscan protección más allá de sus fronteras.

El Secretariado de Migraciones quiso también agradecer la participación de quienes, de forma constante, se suman a esta propuesta a lo largo del año, así como el compromiso de las comunidades cristianas que, desde distintos puntos de la diócesis, mantienen viva esta llamada a la conciencia.

Con este último encuentro se pone fin a los Círculos de Silencio hasta el inicio del próximo curso, no sin antes reiterar el mensaje que ha guiado esta convocatoria: no mirar hacia otro lado ante el sufrimiento del otro, y seguir apostando por una Iglesia que escucha, acoge y camina junto a los más vulnerables.

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