
Con motivo del 30 aniversario de la puesta en marcha del programa de Cooperación Internacional en Cáritas Diocesana de Málaga, entrevistamos a su actual responsable, Sergio González-Román, para conocer más de cerca esta labor
¿Cuál es la principal misión del programa de Cooperación Internacional de Cáritas Diocesana?
Nuestro objetivo es trabajar la dimensión universal de la caridad desde una mirada cristiana, comprometida con la justicia social y la dignidad humana. Queremos promover el desarrollo integral de las personas, especialmente de las más pobres, excluidas y vulnerables, y al mismo tiempo sensibilizar en nuestro entorno sobre las realidades que viven otros hermanos en situación de mayor desventaja.
¿Cómo se articula esta acción en nuestra diócesis?
El programa, como tal, se creó hace 30 años y canaliza su labor a través de cuatro líneas principales: por un lado, la sensibilización en nuestra sociedad, visibilizando realidades de injusticia, desigualdad y vulneración de derechos humanos; además, la colaboración en campañas de emergencia impulsadas por Cáritas Española, tanto en sensibilización como en financiación; también la promoción, asesoramiento y financiación de proyectos de cooperación internacional al desarrollo en distintos territorios; y, finalmente, el fomento del consumo responsable y sostenible mediante la herramienta de sensibilización que supone el comercio justo.
¿Cuáles son los escenarios más habituales que requieren la intervención mediante campañas de emergencia?
Cáritas está presente junto a comunidades afectadas por catástrofes naturales (terremotos, inundaciones, incendios, erupciones volcánicas), conflictos bélicos y crisis humanitarias. Actuamos antes, durante y después de cada episodio para reforzar la capacidad de respuesta y facilitar una recuperación rápida.
¿Desde cuándo existe esta sensibilidad en Cáritas Málaga?
Desde prácticamente su creación en 1968. Ya en 1969 se apoyó a las poblaciones afectadas por la Guerra de Biafra, y en los años siguientes se colaboró en los terremotos de Perú (1970) y Managua (1972), así como en la campaña de ayuda al pueblo kurdo exiliado en Turquía en 1991.
¿Cuál ha sido la contribución económica de Cáritas Málaga en las últimas tres décadas?
La aportación total asciende a 11.329.061 euros, con una media anual de 377.635 euros. De esta cantidad, el 73,15% se destinó a campañas de emergencia (8.287.112 euros) y el 26,85% a proyectos de cooperación al desarrollo (3.041.949 euros). Estas cifras reflejan el compromiso tanto de Cáritas Diocesana como de las Cáritas Parroquiales.
¿Qué otros indicadores, además de la inversión económica, reflejan el impacto de las campañas y proyectos impulsados por Cáritas Málaga?
Durante este periodo se han abordado 93 campañas de emergencia, siendo América el continente con más intervenciones (33), seguido de África (29), Asia (26) y Europa (5).
En cuanto a los proyectos de cooperación, se han financiado 127 en 29 países, casi la mitad en la última década. América concentró el 55,9%, África el 39,4% y Asia el 4,7%. Los países con más proyectos fueron Venezuela (17), Guatemala (14) y Perú (12). Las áreas prioritarias incluyen educación y capacitación laboral (32,28%), salud, alimentación, medios de vida, derechos humanos, equidad de género y acceso al agua y saneamiento.
¿Qué mensaje final le gustaría compartir?
La cooperación internacional es una expresión de la dimensión universal de la caridad fraterna y todos estos proyectos se sostienen gracias a la generosa colaboración de socios y donantes. Desde Cáritas Málaga queremos seguir estando cerca de quienes más lo necesitan, promoviendo el desarrollo integral y la dignidad de todas las personas, sin importar dónde vivan. Quienes deseen participar, pueden contactar con el programa a través del correo cooperacion@caritasmalaga.es.





































