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Santo Tomás Moro

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Santo Tomás Moro

Caballero, Lord Canciller de Inglaterra, escritor y mártir, nacido en Londres el 7 de febrero de 1477-78; ejecutado en Tower Hill, el 6 de julio de 1535.

Santo Tomás MoroTomás fue el único superviviente de sir Juan Moro, abogado y luego juez, y de Agnes (Inés), su primera esposa, hija de Tomás Graunger. Siendo aún niño, Tomás ingresó al colegio de San Antonio en Threadneedle Street, el cual era conducido por Nicolás Holt, y a los trece años de edad fue colocado en la casa del cardenal Morton, Arzobispo de Canterbury, y Lord Canciller. Aquí, su carácter alegre e inteligencia atrajeron la atención del Arzobispo, que lo envió a Oxford, ingresando aproximadamente en el año 1492 a Canterbury Hall (luego absorbida por la Iglesia de Cristo). Su padre le entregó una cantidad de dinero apenas suficiente para vivir, y, por ello, no tuvo oportunidad de perder el tiempo en «vanos o perjudiciales entretenimientos» en detrimento de sus estudios. En Oxford se hizo amigo de Guillermo Grocyn y Tomás Linacre, éste último se convirtió en su primer profesor de griego. Sin ser nunca un riguroso estudiante, dominó el griego «gracias a su instinto de genio», como lo atestigua Pace (De fructu qui ex doctrina percipitur, 1517), quién agrega que «su elocuencia era incomparable y por doble partida, pues hablaba latín con la misma facilidad con el que lo hacía en su propio idioma». Además de los clásicos, estudió francés, historia y matemática, aprendiendo también a tocar la flauta y la viola. Después de dos años de residencia en Oxford, Moro fue convocado a Londres, ingresando a New Inn como estudiante de derecho, aproximadamente en 1494. En febrero de 1496 fue admitido como estudiante en Lincoln Inn, y tal como se esperaba, fue convocado a formar parte del tribunal externo, siendo luego nombrado juez de la corte. Sus grandes dotes empezaron a llamar positivamente la atención, por lo que los directores de Lincoln Inn lo nombraron «lector» o conferencista de derecho en Furnival´s Inn, siendo sus conferencias tan bien estimadas que su nombramiento fue renovado durante tres años consecutivos.

Sin embargo, queda claro que las leyes no absorbían todas las energías de Moro, pues mucho de su tiempo lo dedicó a las letras. Escribió poesías, tanto en latín como en inglés, una considerable cantidad de estas se ha conservado y son de muy buena calidad, aunque no especialmente notables. También se consagró de una manera especial a las obras de Pico de la Mirándola, cuya biografía publicó unos años después en ingles. Cultivó también el conocimiento de estudiosos y de hombres sabios y, a través de sus antiguos tutores, Grocyn y Linacre, quienes ahora vivían en Londres, hizo amistad con Colet, deán de San Pablo, y Guillermo Lilly, siendo ambos renombrados estudiosos. Colet se convirtió en el confesor de Moro, y Lilly rivalizaba con él en la traducción de epigramas de la Antología Griega al latín, luego reunidas y publicadas en 1518 (Progymnasnata T. More et Gul. Liliisodalium). En 1497 Moro conoció a Erasmo, probablemente en la casa de lord Mountjoy, alumno del gran estudioso y benefactor suyo. Esta amistad rápidamente se convirtió en íntima, y, durante su vida, Erasmo le hizo en varias ocasiones largas visita a Moro en su casa en Chelsea, y mantuvieron correspondencia de manera regular hasta que la muerte los separó. Además de leyes y de los Clásicos, Moro leyó con mucha atención a los Padres, dando en la Iglesia de San Laurencio Jewry, una serie de conferencias sobre la obra De civitate Dei de San Agustín, a las cuales asistieron muchos estudiosos, entre ellos Grocyn, el rector de la iglesia, es mencionado de manera expresa. Para estar a la altura de dicha asamblea, estas conferencias deben de haber sido preparadas con gran cuidado, pero, para nuestra mala suerte, ni siquiera un fragmento de las mismas ha llegado hasta nosotros. Estas conferencias fueron pronunciadas en algún momento entre 1499 y 1503, época en la que la mente de Moro estaba casi totalmente ocupada con la religión y la duda acerca de su propia vocación hacia el sacerdocio.

Esta época de su vida ha dado pie a muchos malentendidos entre sus varios biógrafos. Se sabe con certeza que vivió cerca de la Cartuja de Londres, y que, a menudo, se unía a los monjes en sus ejercicios espirituales. Usó un «cilicio, el cual nunca abandonó» (Cresacre Moro), y se dedicó a una vida de oración y penitencia. Su mente osciló durante un tiempo entre el unirse a los cartujos o a los franciscanos de la estricta observancia, órdenes que observaban la vida religiosa con gran exactitud y fervor. Finalmente, aparentemente con la aprobación de Colet, abandonó la idea de hacerse sacerdote o religioso, llegando a esta decisión debido a su desconfianza acerca de su perseverancia. Erasmo, su íntimo amigo y confidente, escribe acerca de esto lo siguiente (Epp. 447):

Entretanto, se aplicó por entero a los ejercicios de piedad con vistas a y considerando el sacerdocio, por medio de vigilias, ayunos, oraciones y austeridades similares. En estas materias demostró ser más prudente que la mayoría de los candidatos, que corren imprudentemente hacia esta difícil profesión sin probar antes sus capacidades. Lo único que le impidió entregarse a este tipo de vida fue el no poder sacarse de encima el deseo de la vida matrimonial. Por consiguiente, eligió ser un casto marido en vez de un sacerdote impuro.

La última frase de este pasaje ha dado pie para que algunos escritores, especialmente a Seebohm y a lord Campbell, para explayarse acerca de la supuesta corrupción de las órdenes religiosas en aquella época, diciendo que Moro, hastiado de esta corrupción, abandonó su deseo de entrar en religión. El padre Bridgett trata este tema con considerable longitud (Life and Writtings of Sir Thomas More, pp. 23-36), pero baste con decir que esta idea ha sido ahora dejada de lado, incluso por escritores no-católicos, como lo podemos ver en W.H. Hutton:

Es absurdo afirmar que Moro estaba hastiado de la corrupción monacal, y que ‘consideraba a los monjes como una desgracia para la Iglesia’. Él fue durante toda su vida amigo cercano de las órdenes religiosas, y un gran admirador del ideal monástico. Él condenaba los vicios de los individuos; dijo, como su bisnieto declara, ‘en esta época los religiosos en Inglaterra se han relajado un poco en la exacta observancia y fervor de espíritu’; pero no existe señal alguna de que su decisión para no optar por la vida monacal, se debiera a una ligera desconfianza a esta forma de vida, o a una aversión hacia la teología de la Iglesia.

Moro, luego de haber decidido no entrar en la vida religiosa, se dedicó a su trabajo en la corte, consiguiendo un éxito inmediato. En 1501 fue eligió como miembro del Parlamento, pero no conocemos su distrito electoral. En el abogó y se opuso a los crecidos e injustos impuestos que exigía el rey Enrique VII a sus súbditos por medio de sus agentes Empson y Dudley, siendo este último, Portavoz de la Cámara de los Comunes. A este Parlamento Enrique le exigió un impuesto de tres-quinceavos, aproximadamente 113,000 libras, pero, gracias a las protestas de Moro, los Comunes redujeron la suma a 30,000. Algunos años más tarde, Dudley dijo a Moro que su intrepidez le pudo haber costado la cabeza, pero, se salvó gracias a no haber agredido a la persona del rey. Pero, incluso así, Enrique se enfadó tanto con él que «tramó una pequeña causa en contra de su padre, encerrándolo en la Torre, hasta que pagó cien libras de fianza» (Roper). Entretanto, Moro había hecho amistad con un tal «Maister Juan Colte, un caballero» de Newhall, Essex, cuyo hija mayor, Juana, se casó con él en 1505. Roper escribe estas líneas acerca de su opción: «si bien su mente se dirigía hacia la segunda hija, pues la consideraba más agraciada y hermosa, consideró que eso causaría un gran pesar y algo de vergüenza a la mayor, al ver que su hermana menor era preferida como esposa antes que ella, por lo que, con gran pesar, empezó a dirigir su mente hacia ella», es decir, hacia la mayor de las tres hermanas. Este matrimonio resultó ser sumamente feliz; tuvieron tres hijas, Margarita, Isabel, y Cecilia, y un hijo, Juan; pero, en 1511, Juana Moro murió, siendo casi una niña. En el epitafio que el mismo Moro compuso veinte años después, la llama «uxorcula Mori», y en una carta de Erasmo, podemos encontrar casi todos los dones que conocemos de su mansa y agraciada personalidad.

Acerca de Moro, Erasmo nos ha dejado un maravilloso retrato en su famosa carta a Ulrich von Hutten, fechada el 23 de julio de 1519 (Epp. 447). La descripción es demasiado larga para darle en su totalidad, pero algunos extractos deben ser colocados aquí.

Voy ha comenzar por lo que menos conoces, no es alto de estatura, aunque tampoco chato. Sus extremidades están formadas con tan perfecta simetría, que no deja lugar a desear otra cosa. Su cutis es blanco, su cara es un poco pálida, pero nada rubicunda, un rubor débil de color rosa aparece bajo la blancura de su piel. Su pelo es color castaño oscuro o negro parduzco. Sus ojos son de un azul grisáceo, con algunas manchas, las cuales presagian un talento singular, y que entre los ingleses es considerado atractivo, aunque el alemán generalmente prefiere el negro. Se dice que nadie está tan libre de los vicios como él. Su semblante está en armonía con su carácter, siempre expresa una amable alegría, e incluso una risa incipiente y, para hablar con franqueza, está mejor condicionado para la alegría que para la gravedad o dignidad, aunque sin caer en la tontería o en bufonadas. Su hombro derecho es un poco más alto que el izquierdo, sobre todo cuando camina. Este no es un defecto de nacimiento, sino el resultado de un hábito, como los que solemos a menudo contraer. El resto de su persona no tiene nada que ofenda. Parece haber nacido e ideado para la amistad, y es un amigo muy fiel y paciente. Cuando encuentra alguien sincero y según su corazón, se complace tanto en su compañía y conversación que pone en él todo el encanto de la vida. En una palabra, si quieres un perfecto modelo de amistad, no lo encontrarás en nadie mejor que en Moro. En asuntos humanos no hay nada de lo que él no saque algo divertido, incluso de cosas que son serias. Si conversa con los sabios y juiciosos, se deleita en su talento, si con el ignorante y tonto, se deleita de su estupidez. Ni siquiera se ofende con los bromistas profesionales. Con una destreza maravillosa se acomoda a cada situación. Incluso con su propia esposa, como regla hablando con mujeres, habla con muchos chistes y bromas. Nadie es menos llevado por las opiniones de la muchedumbre, sin embargo, se aleja menos que nadie del sentido común. (véase Life, escrita por el padre Bridgett, pág., 56-60, para leer toda la carta).

Moro se casó nuevamente poco después la muerte de su primera esposa, optando esta vez por Alicia Middleton, una viuda. Ella era mayor que él por siete años, un alma buena, algo simple, sin belleza y educación; pero una buena ama de casa y se consagró al cuidado de los niños. En general, este matrimonio parece haber sido bastante satisfactorio, aunque la señora Moro normalmente no entendía los chistes de su marido.

La fama de Moro como abogado era, en esta época, muy grande. En 1510 fue nombrado alguacil menor de Londres, y cuatro años después, el cardenal Wolsey lo escogió para realizar una embajada a Flandes, para velar por los intereses de los comerciantes ingleses. Por este motivo, en 1515, estuvo fuera de Inglaterra durante más de seis meses. Durante este periodo realizó el primer boceto de su Utopía, obra famosa que fue publicada al año siguiente. Tanto el rey como Wolsey estaban deseosos por afianzar los servicios de Moro en la Corte. En 1516 se le concedió una pensión vitalicia de 100 libras, al año siguiente fue miembro de la embajada a Calais, y, más o menos por esa fecha, se convirtió en miembro del Consejo secreto. En 1519 renunció a su cargo de alguacil menor y se dedicó por completo a la Corte. En junio de 1520 ya pertenecía al séquito de Enrique en el «Campo de la Tela de Oro», en 1521 fue investido como caballero y el rey lo nombró tesorero subalterno. Cuando, al año siguiente, el emperador Carlos V visitó Londres, Moro fue elegido para darle unas palabras de bienvenida en latín; recibió tierras en Oxford y tres años después en Kent, siendo esto una prueba del gran favor que Enrique le tenía. En 1523 por recomendación de Wolsey, fue elegido Portavoz de la Cámara de los Comunes; en 1525 fue nombrado Administrador Mayor de la Universidad de Cambridge; y ese mismo año fue nombrado Canciller del Ducado de Lancaster, además de los cargos que ya tenía y ejercía. En 1523 Moro compró un trozo de tierra en Chelsea, en donde se construyó una mansión, aproximadamente a unos noventa metros del banco norte del Támesis, con un gran jardín que iba a lo largo del río. En ocasiones el rey se aparecía a cenar en esta casa sin ser esperado, o caminaba por el jardín rodeando con su brazo el cuello de Moro, disfrutando de su conversación. Pero Moro no se hacía ilusiones acerca del favor real del cual disfrutaba. «Si con mi cabeza consigue un castillo en Francia» -le dijo en 1525 a Roper, su yerno- «lo haría». En esta época la controversia luterana se había extendido a lo largo de Europa y, con algo de desgano, Moro se vio arrastrado en él. Sus escritos en defensa de la fe son mencionados en la lista de sus trabajos que damos a continuación, por lo que baste con decir que, si bien escribe con bastante más refinamiento que la mayoría de los escritores apologéticos de la época, en ellos hay cierto sabor desagradable para los lectores modernos. Al principio escribió en latín, pero cuando los libros de Tindal y otros reformadores ingleses empezaron a ser leídos por gente de todas las clases, adoptó el inglés como más útil a sus propósitos, haciéndolo así, dio no poca ayuda al desarrollo de la prosa inglesa.

En octubre de 1529, Moro sucedió a Wolsey como Canciller de Inglaterra, un cargo que nunca antes había sido ejercido por un seglar. En materias políticas no continuó con la línea de Wolsey, y su tenencia de la cancillería fue memorable por su justicia sin igual. Su diligencia era tal, que el suministro de causas quedaba realmente exhausto, hecho conmemorado en la famosa rima,

When More some time had Chancellor been No more suits did remain. The like will never more be seen, Till More be there again.

(Cuando Moro por un tiempo fue Canciller No quedaron juicios pendientes. Algo así jamás será visto otra vez, hasta que Moro esté nuevamente ahí).

Como canciller, su deber era velar por el cumplimiento de las leyes en contra de los herejes y por ello, se granjeó los ataques de escritores protestantes, tanto de su época como de tiempos posteriores. No hay necesidad de tratar este punto aquí, pero la actitud de Moro es clara. Él estuvo de acuerdo con los principios de las leyes en contra de los herejes, y no tenía dudas en hacer que se cumplieran. Como él mismo escribió en su «Apología» (cap. 49), eran los vicios de los herejes lo que él odiaba, y no a ellos como persona; y nunca llegó a extremos, antes de haber hecho todos los esfuerzos para lograr que fueran llevados ante él, para que se retractasen. Su éxito en esta empresa queda demostrado por el hecho de que sólo cuatro personas fueron multadas por herejía durante todo el tiempo en el que ejerció su cargo. La primera aparición pública de Moro como canciller fue en la apertura del nuevo Parlamento, en noviembre de 1529. Los relatos del discurso que pronunció en esta ocasión varían considerablemente, pero lo que sí queda bastante claro, es que él no tenía conocimiento alguno acerca de la serie de continuas intromisiones que este Parlamento haría en la Iglesia. Unos meses después, se dio la proclama real decretando que el clero debía reconocer a Enrique como «Cabeza Suprema» de la Iglesia «hasta donde la ley de Dios lo permitiera». Según el testimonio de Chapuy, Moro renunció a la cancillería en ese mismo instante, pero esta no fue aceptada. Su firme oposición a los planes de Enrique con respecto al divorcio, a la supremacía pontificia, y a las leyes en contra de los herejes, le hicieron perder con rapidez el favor real, y, en mayo de 1532, renunció a su cargo de Lord Canciller, después de ejercerlo durante menos de tres años. Esto significaba la pérdida de todos sus ingresos, salvo las 100 libras por año, las rentas por alguna propiedad que había comprado; pero él, con alegre indiferencia, redujo su estilo de vida para que esté de acuerdo a sus ingresos. El epitafio que escribió durante esta época para la tumba en la iglesia de Chelsea, dice que él pensaba consagrar los últimos años de su vida a prepararse para la otra vida.

Durante los siguientes dieciocho meses, Moro vivió aislado, dedicando bastante tiempo a los escritos apologéticos. Ansioso por evitar una ruptura pública con Enrique, guardó su distancia en la coronación de Ana Bolena, y cuando en 1533, Guillermo Rastell, su sobrino, escribió un folleto apoyando al Papa, el cual le fue atribuido a Moro, éste escribió a una carta a Cromwell, en la que negaba su participación y declaraba que conocía bastante bien sus obligaciones para con su rey, como para criticar sus políticas. Esta neutralidad, sin embargo, no satisfizo a Enrique, y el nombre de Moro fue incluido en el Decreto de Condenación enviado a los lords, contra la Doncella de Kent y sus amigos. Moro fue llevado ante cuatro miembros del Consejo, y se le preguntó el por qué de su negativa para aprobar la acción en contra del Papa de Enrique. Él contestó que ya había explicado esto al rey personalmente, y sin incurrir en su disgusto. Luego de un tiempo, en vistas a la gran popularidad de Moro, Enrique consideró que era conveniente borrar su nombre del Decreto de Condenación. Este hecho le mostró lo que podía suceder, pero, el Duque de Norfolk le advirtió personalmente del grave peligro en el que se encontraba, agregando: «indignatio principis mors est». «Si eso es todo, mi lord» -contestó Moro- «entonces, de buena fe, entre su gracia y yo, hay sólo una diferencia, que yo moriré hoy, y usted mañana». En marzo de 1534, el Acta de Sucesión fue aprobado, la cual obligaba a todos a hacer un juramento reconociendo a la prole de Enrique y Ana como herederos legítimos al trono, y además, incluía una cláusula en la que se repudiaba «cualquier autoridad extranjera, sea príncipe o potestad». El 14 de abril, Moro fue convocado por Lambeth, para que realizara su juramento y, al negarse, fue dado en custodia al Abad de Westminster. Cuatro días después, fue llevado a la Torre, y en noviembre fue condenado a prisión, acusado de traición. Las tierras que la corona le había entregado en 1523 y 1525 pasaron nuevamente a ser propiedad de la misma. En prisión padeció bastante por «su ya antigua enfermedad del pecho. por la grava, las piedras, y por las restricciones», pero su alegría habitual permanecía, y bromeaba con su familia y amigos siempre que le permitían verlos, mostrándose tan alegre como cuando estaba en Chelsea. Cuando estaba solo, pasaba el tiempo rezando y haciendo penitencia; escribió el «Diálogo sobre la consolación en la tribulación», tratado (inconcluso) sobre la Pasión de Cristo, y muchas cartas a su familia y a otros. En abril y mayo de 1535, Cromwell lo visitó para pedirle su opinión sobre los nuevos estatutos que le conferían a Enrique el título de Cabeza Suprema de la Iglesia. Moro se negó a dar cualquier respuesta más allá de declararse un súbdito fiel del rey. En junio, Rich, el procurador general, tuvo una conversación con Moro, y cuando presentó su informe de la misma, declaró que Moro había negado el poder del Parlamento para conferir la supremacía eclesiástica a Enrique. Fue en esta época en que se descubrió que Moro y Fisher, el Obispo de Rochester, habían intercambiado cartas mientras éste estaba en prisión, dando como resultado el que se le privara de todos los libros y materiales de escritura, pero él escribió a su esposa y a Margarita, su hija preferida, en trozos de papel desechados, con un palo carbonizado o pedazo de carbón.

El 1 de julio, Moro fue acusado de alta traición en Westminster Hall, ante una comisión especial conformada por veinte personas. Moro negó los cargos de la acusación, los cuales eran enormemente extensos, y denunció a Rich, el procurador general y principal testigo, de perjuro. El jurado lo declaró culpable y lo sentenció a ser colgado en Tyburn, pero, después de algunos días, Enrique cambió la sentencia, decretando que muera decapitado en Tower Hill. El relato de sus últimos días en la tierra, tal como lo narran Roper y Cresacre Moro, son de una gran belleza y ternura, y debe de ser leído en su totalidad; ciertamente, ningún mártir lo superó en fortaleza. Tal como Addison escribió en The Spectator (No. 349) «su inocente alegría, la cual siempre ha sobresalido durante su vida, no lo desamparó ni el último minuto. su muerte fue tal cual fue su vida. No hubo nada nuevo, forzado ni afectado. Él no veía su decapitación como una circunstancia que debía producirle algún cambio en su disposición fundamental». La ejecución tuvo lugar en Tower Hill «antes de las nueve en punto» del día 6 de julio, su cuerpo fue enterrado la iglesia de San Pedro ad vincula. Su cabeza, luego de ser sancochada, fue expuesta en el Puente de Londres durante un mes, hasta que Margarita Roper sobornó al encargado de tirarlo al río, para que se la entregara a ella. El último destino de esta reliquia es incierto, pero, en 1824, una caja de plomo fue hallada en la cripta de los Roper, en San Dunstan, Canterbury, la cual, al ser abierta, contenía una cabeza, la cual, se presume, pertenece a Moro. Los padres jesuitas en Stonyhurst, poseen una importante colección de pequeñas reliquias, la mayoría de ellas pertenecían al padre Tomás Moro S.J. (m. 1795), último heredero masculino del mártir. Éstos incluyen su sombrero, su birrete, su crucifijo de oro, un sello de plata, «George», y otros artículos. Su camisa de penitencia, la cual usó durante muchos años y envió a Margarita Roper el día antes de su martirio, es conservada por los canónigos agustinos de la Abadía de Leigh, en Devonshire, a quienes les fue confiada por Margarita Clements, la hija adoptiva de Tomás Moro. Varias cartas autógrafas se encuentran en el Museo británico. También existen varios retratos, siendo el mejor, el que realizó Holbein, el cual se encuentra entre las posesiones de E. Huth, Esq. Holbein también pintó a una gran cantidad de los miembros de su familia, pero este cuadro ha desaparecido, aunque el boceto original está en el Museo de Basilea, y una copia del siglo decimosexto se encuentra en propiedad de Lord St. Oswald. Tomás Moro fue beatificado por el Papa León XIII, en un Decreto emitido el 29 de diciembre de 1886. En 1935, fue canonizado por el Papa Pío XI.

  1. ROGER HUDLESTON Transcrito por Marie Jutras Traducido por Bartolomé Santos (Fuente: enciclopediacatolica.com)

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Imágenes de la procesión del Corpus Christi por las calles de Málaga

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A las 19.30 horas daba comienzo la procesión del Corpus Christi. El recorrido contó con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá.

La procesión salía del Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral, encabezado el cortejo procesional por la cruz alzada y la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, seguida por los niños y niñas que han celebrado su Primera Comunión este año, las Hermandades y Cofradías de gloria y pasión -tanto no agrupadas como agrupadas-, y las representaciones institucionales de ambas agrupaciones. Tras ellos, abrieron el paso al Santísimo los turiferarios y el trono de Nuestra Señora de los Reyes, Patrona del Cabildo Catedral, portado por los miembros de la Asociación de Hombres de Trono Daffari. 

 

La Virgen de los Reyes estuvo acompañada por la Banda Municipal de Música de Málaga, mientras que el Coro de la Catedral se situó junto al Santísimo Sacramento, que cerraba el cortejo bajo palio, escoltado por turiferarios, hachetas y ministros. También participaron en la procesión las hermandades sacramentales de gloria y pasión, la Congregación de los Santos Patronos, la Hermandad de Santa María de la Victoria, diversas comunidades religiosas de vida apostólica, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Adoración Nocturna, el Seminario Diocesano, numerosos presbíteros y canónigos y cientos de fieles que se agolpaban en las calles del recorrido. La Agrupación Musical San Lorenzo Mártir se incorporó en calle Sancha de Lara, cerrando el cortejo junto a los fieles.

 

La procesión recorrió las calles Santa María, Sánchez Pastor, Granada, Plaza de la Constitución, calle Larios, Sancha de Lara, Molina Lario y Plaza del Obispo. 

 

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Sigue en directo la procesión del Corpus Christi por las calles de Málaga

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A las 19.30 horas de esta tarde da comienzo la procesión del Corpus Christi, que se podrá seguir en directo gracias a la retransmisión de CanalMálaga. Aquí tienen el enlace.

Aquí pueden seguir, en directo, la retransmisión de la procesión del Corpus Christi por la televisión municipal, CanalMálaga, a partir de las 19.30 horas.

El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo. 

La salida está prevista a las 19.30 horas desde el Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral. El cortejo procesional estará encabezado por la cruz alzada y la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, seguida por los niños y niñas que han celebrado su Primera Comunión este año, las Hermandades y Cofradías de gloria y pasión -tanto no agrupadas como agrupadas-, y las representaciones institucionales de ambas agrupaciones. Tras ellos, abrirán el paso al Santísimo los turiferarios y el trono de Nuestra Señora de los Reyes -Patrona del Cabildo Catedral-, que será portado, en su mayoría, por los miembros de la Asociación de Hombres de Trono Daffari. 

La Virgen de los Reyes estará acompañada por la Banda Municipal de Música de Málaga, mientras que el Coro de la Catedral se situará junto al Santísimo Sacramento, que cerrará el cortejo bajo palio, escoltado por turiferarios, hachetas y ministros. También participarán en la procesión las hermandades sacramentales de gloria y pasión, la Congregación de los Santos Patronos, la Hermandad de Santa María de la Victoria, diversas comunidades religiosas de vida apostólica, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Adoración Nocturna, el Seminario Diocesano y numerosos presbíteros y canónigos. La Agrupación Musical San Lorenzo Mártir se incorporará en calle Sancha de Lara, cerrando el cortejo junto a los fieles.

La procesión recorrerá las calles Santa María, Sánchez Pastor, Granada, Plaza de la Constitución, calle Larios, Sancha de Lara, Molina Lario y Plaza del Obispo. El Santísimo será retirado a las 21:30 horas, tras la llegada a la plaza. A partir de ese momento, la Virgen de los Reyes continuará el recorrido hasta la entrada en Catedral por el Patio de los Naranjos, prevista tras el paso por la calle Santa María.

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Celebración del Corpus Christi en la Catedral

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Hoy, domingo 22 de junio, celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. A las 11,30 horas, el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, presidió la Eucaristía en la Catedral, que pudieron seguir en directo a través del canal de YouTube del primer templo malagueño.

En la Solemnidad del Corpus Christi también celebramos el Día de Caridad y la colecta se destina a Cáritas Diocesana. A la entrada de la Catedral, varios voluntarios de Cáritas informaban sobre la campaña. 

 

En su homilía, D. Jesús Catalá recordó que la Solemnidad de hoy tiene un sentido especial en este Año Jubilar pues «como peregrinos de esperanza, necesitamos comer el alimento de vida eterna» y animó a todos los presentes a ser «adoradores de Cristo sacramentado y solícitos a las necesidades de nuestros hermanos».

 

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También podrán seguir en directo la procesión del Corpus Christi, a partir de las 19.30 horas de la tarde, retransmitida en directo por CanalMálaga. El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo, en un acto central del calendario litúrgico. 

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Sigue en directo la celebración del Corpus Christi en la Catedral

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Hoy, domingo 22 de junio, celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. A las 11,30 horas, el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, presidirá la Eucaristía en la Catedral. La podrán seguir en directo a través del canal de YouTube del primer templo malagueño. Aquí tienen el enlace.

A partir de las 11.30 horas podrán ver en directo desde el Canal Youtube de la Catedral de Málaga, la celebración. Pinchando en este enlace.

También podrán seguir en directo la procesión del Corpus Christi, a partir de las 19.30 horas de la tardes, retransmitida en directo con CanalMálaga. El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo, en un acto central del calendario litúrgico. 

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El signo y la realidad

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La Solemnidad del Corpus Christi llega este año cuando el curso pastoral está alcanzando su meta. El fin de semana siguiente, después de celebrar la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, celebraremos en la Diócesis la ordenación de cuatro presbíteros y tres diáconos, justo cuandosomos llamados a poner la atención en el Corazón Inmaculado de MaríaSantísima y en el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo, fecha del aniversario de la Diócesis de Asidonia-Jerez.

En la Misa de apertura del curso pastoral, el pasado mes de septiembre, recuperé las palabras de los mártires de Abitinia, en el norte de África, a inicios del siglo IV: “sin el Domingo (sin la Eucaristía) no podemos vivir”. Al cerrar este curso pastoral con la fiesta del Corpus, esas palabras se convierten en una prueba infalible de autenticidad: ¿ha sido la eucaristía la fuente y el culmen de nuestra vida cristiana, en todo lo que hemos hecho y en nuestra manera de reaccionar ante lo que nos pasa?

Este año la Iglesia, a través de la liturgia, nos propone, de forma nueva, el relato de la multiplicación de los panes y los peces según el evangelista san Lucas, para ayudarnos a comprender que, efectivamente, sin la eucaristía no podemos vivir.

 En la pobreza de un escaso alimento está el principio de la comida que sacia a todos; en la pequeñez del pan y del vino comienza la entrega sin reservas del Hijo que redime ofreciendo su Cuerpo y su Sangre en sacrificio. Para multiplicar el alimento, Jesús cuenta con los apóstoles; para perpetuar su entrega, Jesús confía el memorial de su pasión a los mismos apóstoles. Jesús manda a la multitud que se recuesten formando pequeños grupos; el mandato dado en la última cena («haced esto en memoria mía») hace la Iglesia, llamada a congregar a toda la humanidad en el nuevo Pueblo de Dios. Los gestos de Jesús obran el milagro: toma el pan, eleva la mirada, pronuncia la bendición, parte el pan y lo distribuye; los mismos gestos se repiten en la última Cena y realizan con las palabras de Jesús el don de la Eucaristía: Sacrificio unido al de la Cruz, Presencia en los signos del pan y del vino, Comunión en Él y desde Él por el alimento. Todos comen y se sacian. El alimento multiplicado es signo de un alimento mayor: Jesús anuncia con sus gestos y palabras la entrega de un don superior. En la eucaristía Jesús no se limita a darnos algo, sino que Él mismo se convierte en don y ofrenda para que tengamos vida. No hay vida cristiana sin la comunión que Él nos regala.

Si en la Solemnidad del Corpus Christi se celebra también el día de la Caridad (caritas) es porque la realidad del amor infinito del Señor contenida en la Eucaristía exige por su propia grandeza el signo inequívoco del amor fraterno. La autenticidad de nuestra participación en la eucaristía se reconoce en la entrega desinteresada a los demás.

+ José Rico Pavés

Obispo de Asidonia-Jerez

El Papa aprueba la beatificación de los 124 mártires de Jaén, la primera de su pontificado

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Con gran alegría, la Iglesia de Jaén ha recibido, en la mañana del 20 de junio, la noticia de la aprobación por el Papa León XIV, de la beatificación de los 124 mártires que dieron su vida a causa de la fe durante la persecución religiosa entre los años 1936-1939.

El Dicasterio para la Causa de los Santos, ha dado a conocer este decreto de martirio, el primero aprobado por el Papa León XIV, con el que la Santa Sede autoriza la beatificación de estos 109 sacerdotes, una religiosa y 14 laicos que dieron su vida por amor a Cristo. La celebración de la Beatificación se realizará en Jaén de acuerdo con el calendario que proponga el Vaticano.

A las 12 de la mañana el Boletín de la Santa Sede anunciaba la promulgación de los Decretos del Dicasterio para las Causas de los Santos firmados por el Santo Padre, entre los que se encontraban: el martirio de los Siervos de Dios Manuel Izquierdo Izquierdo, sacerdote diocesano, y 58 compañeros de la diócesis de Jaén (España), asesinados entre 1936 y 1938, por odio a la fe, en diferentes lugares de España, en el contexto de la misma persecución. Y el martirio de los Siervos de Dios Antonio Montañés Chiquero, sacerdote diocesano, y 64 compañeros de la diócesis de Jaén (España), asesinados entre 1936 y 1937, por odio a la fe, en diferentes lugares de España, en el contexto de la misma persecución.

Valoración del Obispo de Jaén

Tras conocer la noticia, el Obispo de Jaén ha mostrado su júbilo por este acontecimiento tan esperado para la Iglesia de Jaén“Hoy es un día grande para la historia de la fe de la Iglesia de Jaén”, ha afirmado Monseñor Chico Martínez. “Con la aprobación del Santo Padre, León XIV de las dos causas de los mártires del Santo Reino, la Iglesia universal reconoce que estos hombres y mujeres ofrecieron su vida en fidelidad al Evangelio, y son la raíz fecunda de una esperanza que no muere”.  A lo que Don Sebastián ha añadido: “Su sangre no fue en vano: es semilla de vida nueva, de fe renovada. Recordarlos no es mirar al pasado con tristeza, sino abrazar el futuro con valentía. Porque su testimonio martirial brilla por encima de las sombras de la historia y de la fragilidad del mundo”.

Asimismo, el Prelado jiennense ha reconocido que “estas tierras han sido bendecidas y regadas en los siglos de cristianismo por la sangre y testimonio de los mártires, desde el Padre de esta Iglesia, San Eufrasio, hasta San Pedro Poveda y el Obispo Manuel Basulto y compañeros, en su época más reciente. Su sementera ha sido fecunda en nuevos cristianos, y seguirá siéndolo”.

Doble Causa de martirio

Aunque el proceso de beatificación impulsado por la Diócesis de Jaén contemplaba a los 124 presuntos mártires en una misma causa, ha sido la Santa Sede quien, a través del Dicasterio para las Causas de los Santos, el 13 de noviembre de 2020 decide dividir la causa original en dos, dada la extensión (124) y complejidad de la misma.

La de Manuel Izquierdo Izquierdo y 58 compañeros y la de Antonio Montañés Quiquero y 64 compañeros, encabezando ambas causas los dos sacerdotes de mayor edad.

Un proceso con tres obispos:  2016-2025

El proceso de beatificación, promovido por el Consejo Diocesano del Presbiterio, se abrió el 9 de abril de 2016, en la Sacristía de S.I. Catedral de Jaén, presidido por el entonces Obispo Don Ramón del Hoyo López y postulada por Monseñor Rafael Higueras Álamo. En esa ocasión, los miembros del Tribunal Eclesiástico juraron sus funciones para instruir la causa bajo el nombre “Proceso del martirio de Don Manuel Izquierdo Izquierdo y 129 compañeros”. De una primera lista hubo que eliminar a 5 posibles mártires por falta de documentación. De los 125 restantes, se eliminó a uno por dudas razonables ante la causa de su asesinato, quedando en 124 los mártires que ha sido aprobados por Roma.

El 30 de marzo de 2019 se clausuraba la fase diocesana bajo el episcopado de Don Amadeo Rodríguez Magro. Durante esta fase, se recogieron más de seiscientos testimonios, además de numerosos documentos históricos, entre ellos escritos de testigos presenciales de los hechos, archivados en la Diócesis del Santo Reino y en otras jurisdicciones eclesiásticas y civiles. El expediente completo, compuesto por más de 30.000 folios, fue trasladado desde la Diócesis a Roma en 2019, donde ha sido analizado con rigor y detalle, y en la que ha contado con el gran trabajo del postulador, D. Nicola Gori.

El Obispo Don Sebastián Chico Martínez ha realizado, desde su llegada a la Diócesis de Jaén, distintas visitas al Vaticano para seguir el avance del proceso. El 28 de noviembre de 2023, visitó el Dicasterio para la Causa de los Santos en Roma, donde se informó que el expediente había sido revisado por la comisión histórica y posteriormente examinado por la comisión de teólogos, para pasar, después, al consistorio de cardenales y obispos para su aprobación final, el pasado 17 de junio, siendo respaldado por unanimidad ambos grupos, y quedando a disposición para ser decretados por el Santo Padre. El último encuentro entre el Prelado con el Cardenal Semeraro y con el Promotor de la Fe, D. Alberto Royo, fue el pasado mes de febrero

Perfiles

Entre los 124 mártires que serán beatificados, sacerdotes, religiosa y laicos, hay perfiles diversos con grandes testimonios de fe detrás de cada historia. Entre ellos, “el Kolbe español”, un sacerdote que dio su vida por el de un padre de familia; un médico dedicado al cuidado de los más vulnerables de su tiempo y una viuda que levantó una residencia para personas sin hogar.

Francisco de Paula Padilla Gutiérrez- sacerdote (Marmolejo 1892- Mancha Real 1937)

Al ser designado para la muerte otro compañero de prisión, padre de familia con seis hijos, llamado José, el Siervo de Dios Francisco de Paula Padilla Gutiérrez suplicó sustituirlo, yendo él a la muerte en lugar del otro prisionero.

Pedro Sandoica y Granados- laico (Linares 1876- Mengíbar 1936)

Médico que desarrolló su trabajo profesional en Villargordo no sólo tiene una actividad médica de servicio a los más pobres; también se implica en otras actividades para procurar la justicia social con los obreros. Se compromete en tareas apostólicas y de piedad: renueva la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Apostolado de la Oración, fomentando la devoción al Santísimo Sacramento y al Sagrado Corazón de Jesús.  Casado y sin descendencia, en la localidad de Villargordo se da frecuentemente el nombre de “Pedro María” como prueba de los varios niños pobres que el matrimonio apadrinaba desde su nacimiento, ayudándoles a lo largo de su vida en sus estudios o hasta conseguir una formación necesaria. En la lista de detenidos “en la ermita del Cristo de la Salud” se incluye a Pedro Sandoica Granados (del día 24 de septiembre al 25 de septiembre de 1936) por orden del Frente Popular. Asesinado el 25 de septiembre de 1936.

Obdulia Puchol Merino- seglar (Martos 1900- Monte Lope Álvarez 1936)

Desde que quedó viuda se dedica a hacer obras de caridad apostolado y de piedad. Hija de padres muy cristianos, la parroquia encontró en ella su mejor colaboradora. Su obra más importante de caridad consistió en la creación de una residencia para los transeúntes pobres, en la cual les facilitaba alimentos, dormitorio y servicios sanitarios si es que los precisaban. Para esta hermosa institución contó con la ayuda sin par de las Conferencias de San Vicente de Paul, precisamente fundadas en la parroquia y presididas por su padre, don Antonio Puchol, que a su vez era médico forense de la localidad. El día que recibió la palma del martirio vestía el hábito de San Francisco, pues también era Terciaria Franciscana Seglar.

Causa de Manuel Izquierdo Izquierdo, sacerdote diocesano, y 58 compañeros de la diócesis de Jaén

Causa de Antonio Montañés Chiquero, sacerdote diocesano, y 64 compañeros de la diócesis de Jaén

Ante la aprobación de la Causa de los Mártires del Siglo XX en Jaén

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Con gran alegría, la Iglesia de Jaén, ha recibido este viernes 20 de junio, la noticia de la aprobación por el Papa León XIV, de la beatificación de los 124 mártires que dieron su vida a causa de la fe durante la persecución religiosa entre los años 1936-1939.

Ordenación diaconal en la Catedral de Huelva

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Ordenación diaconal en la Catedral de Huelva

La ceremonia será presidida por nuestro obispo, Mons. Santiago Gómez Sierra, quien conferirá el ministerio del diaconado en el marco de una Eucaristía solemne vivida con profundo sentido de fe y comunión eclesial.

La ordenación de Iván Huzo representa un paso significativo en su camino vocacional y en su respuesta generosa al llamado del Señor. Desde ese momento, comenzará su ministerio como diácono al servicio de la Iglesia, entregando su vida a Cristo y a los hermanos, especialmente a los más necesitados, en nombre del Buen Pastor.

Acompañado por familiares, amigos, seminaristas, miembros del presbiterio y numerosos fieles, Iván vivirá este día con emoción y recogimiento, consciente de la misión que asume y de la responsabilidad que implica ser testigo del Evangelio en medio del pueblo de Dios.

Elevamos nuestra oración por él, para que el Señor lo fortalezca en su vocación y le conceda un corazón siempre disponible para servir con humildad, alegría y fidelidad.

La ordenación se podrá seguir en directo a través del canal de YouTube del Cabildo Catedral:

https://www.youtube.com/live/HvLuqaQl_Yo?si=Um3F_Yfl9IRY5taX

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Corpus Christi en la Catedral de Guadix, con Misa Pontifical, procesión y baile de Seises

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Corpus Christi en la Catedral de Guadix, con Misa Pontifical, procesión y baile de Seises

Un año más llega la celebración del Corpus Christi y toda la diócesis se vuelca en su celebración. Será este domingo 22 de junio. En todas las parroquias habrá celebración e la Eucaristía y procesión con el Santísimo por las calles. También en la ciudad de Guadix, donde la Catedral se convierte en el centro de las celebraciones en este día tan especial. Misa Pontifical, procesión y bailes de los Seises son algunos de los momentos que hacen singular esta fiesta en la ciudad accitana. Este año, además, los Seises celebran su 75 aniversario.

La Misa Pontifical será a las 18´00h en la Catedral, el domingo 22 de junio, presidida por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, y concelebrada por el cabildo y por los sacerdotes de la ciudad. Al terminar, los Seises bailarán ante el Señor, como viene siendo tradicional. Después, se iniciará una procesión con la custodia por las calles accitanas, en las que habrá altares y adornos en la vía pública.

Después, durante toda la semana, se celebrará la Octava del Corpus en la Catedral, que comenzará el lunes 23 de junio y terminará el domingo día 29. Todos estos días, a las 20:00h habrá exposición del Santísimo y rezo del rosario, y a las 20:30h celebración de la Misa.

La Octava del Corpus terminará el domingo 29 de junio, con una Misa que será a las 19:00h. Ese día habrá, también, baile de Seises y procesión claustral con la custodia y el Santísimo.

Todos estos actos están organizados por el cabildo y la Hermandad del Santísimo, de la Catedral de Guadix.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

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