La peregrinación diocesana vivió ayer un momento especial con la visita al monasterio del Santo Speco, en Subiaco, lugar fundado por San Benito. En un entorno marcado por el silencio y la belleza natural, los peregrinos participaron en una mañana de intensa espiritualidad, recogimiento y oración, inspirados por la figura del padre del monacato occidental.
La jornada de hoy, 7 de noviembre, ha comenzado con la celebración de la Eucaristía a las 8:00 horas en la Parroquia de la Sagrada Familia, como acción de gracias por los días vividos durante la peregrinación. Concluida la misa, los participantes se han dirigido al aeropuerto para iniciar el regreso.
Esta peregrinación comenzó el pasado 3 de noviembre y, a lo largo de estos días, los peregrinos han tenido la oportunidad de vivir momentos de gran intensidad espiritual: han atravesado la Puerta Santa en el marco del Jubileo, han participado en la Audiencia General de los miércoles presidida por el Papa León XIV, y han compartido numerosas celebraciones y experiencias comunitarias que han dejado una huella profunda en todos los asistentes.
En Córdoba, 170 centros trabajan cada día para mitigar la pobreza. En ellos se han atendido a 27.291 personas; la Diócesis cuenta con 29 casa para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad, allí han sido atendidas 2.150 personas y otros 2.566 personas fueron atendidas en los tres centros de atención a emigrantes y refugiados. Son cifras que alientan a la colaboración, sobre todo si las ponemos en contraste con las circunstancias de los barrios olvidados de Córdoba, cuya asociación trabaja por recuperar al confianza de sus habitantes en las instituciones y entidades. ¿Cuáles son sus verdaderas necesidades? A esa pregunta respondemos enseguida con la ayuda de sus representantes
Las Hermanas de la Cruz están celebrando durante este año un Año Jubilar con motivo del 150 aniversario de la fundación del Instituto por Santa Ángela de la Cruz. Un Jubileo, que se extiende del 30 de enero de 2025 al 30 de enero de 2026, y que fue concedido por el Papa Francisco.
En este marco, el Obispo de la Diócesis, Don Sebastián Chico Martínez, visitó las comunidades de Villacarrillo, Linares y Torreperogil para presidir el Triduo en honor a Santa Ángela de la Cruz, cuya festividad se celebró el 5 de noviembre.
Linares El 4 de noviembre se celebró el segundo día del Triduo en el convento de las Hermanas de la Compañía de la Cruz de Linares. La Eucaristía estuvo presidida por el Obispo y concelebrada por su Secretario particular, Don Francisco Javier Cova, y por el Capellán de las Hermanas de la Cruz.
La Capilla se llenó por completo, mostrando el cariño de la comunidad local hacia estas religiosas. El coro, formado por las propias Hermanas, acompañó la celebración con cantos armonizados a la liturgia.
Durante su homilía, el Obispo recordó los 150 años de la fundación del Instituto y el Año Jubilar concedido por el Papa Francisco, destacando la vigencia del carisma de Santa Ángela y su ejemplo de servicio humilde a los pobres. También felicitó a las Hermanas y a las madres de las dos religiosas linarenses que forman parte de la Compañía de la Cruz.
La Eucaristía concluyó con el himno a Santa Ángela de la Cruz. Al finalizar, el Obispo compartió un diálogo fraterno con las cinco Hermanas de la comunidad, conversando sobre la atención a los jóvenes y la vocación al sacerdocio y la vida religiosa.
Fue una jornada de fe y esperanza, vivida con gratitud y alegría por toda la comunidad.
Monasterio de las Hermanas de la Compañía de la Cruz de Linares
Torreperogil Torreperogil acogió la última de las celebraciones del Triduo, con la que el Obispo concluyó su visita a las comunidades de las Hermanas de la Cruz en la Diócesis. La celebración tuvo lugar en la Capilla del convento, en el marco del Año Jubilar por el 150 aniversario de la fundación del Instituto.
El capellán, D. Martín Santiago Fernández, fue testigo del paso de los predicadores durante los tres días. El primer día presidió D. Samuel Valero, recién ordenado y natural de Torreperogil, quien agradeció a las Hermanas por haber forjado su vocación y ofreció una homilía cargada de sentimiento sobre la vida y labor de las Hermanas. El segundo día presidió D. Sebastián Guerrero, también hijo del pueblo, transmitiendo cómo se vive y se comprende el mensaje de Santa Ángela y la entrega generosa de toda una vida, como mostró la Hermana Ángel durante 66 años en el Instituto.
El tercer día, 5 de noviembre, coincidiendo con la festividad de Santa Ángela de la Cruz, la celebración fue presidida por el Obispo, acompañado por el párroco D. Facundo López; el Canciller Secretario, D. Miguel Lendínez; el Secretario del Obispo, D. Francisco Javier Cova; y el Capellán.
La homilía del Obispo estuvo cargada de referencias a la vida y obra de la Madre Fundadora, recordando sus palabras de 1925 a las Hermanas: “Y después de los cien años, la persona que vea una Hermana de la Cruz pueda decir: Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio. Son las mismas, la Providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo”.
En las lecturas, la Palabra de Dios condujo a los presentes al corazón mismo del carisma de Santa Ángela: el profeta Isaías presenta un ayuno que agrada al Señor, San Pablo, en la primera carta a los Corintios, conduce al corazón del Evangelio, y el Evangelio de Mateo recuerda el secreto de la caridad: “El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga”. Este es el itinerario que recorrió Santa Ángela y que siguen sus hijas: negarse a sí mismas para que Cristo sea todo, abrazando la cruz no como castigo, sino como cuna del amor verdadero.
Tras la meditación de las lecturas, el Obispo continuó: “Negarse a sí mismo no es anularse, sino dejar espacio a Dios; no es perder la vida, sino descubrir su sentido más alto. Santa Ángela comprendió que la cruz no se predica con palabras, sino con la vida. Por eso su espiritualidad no es de discursos, sino de hechos: lavar llagas, consolar enfermos, acompañar a los moribundos, sostener al pobre”.
A modo de conclusión, afirmó: “Vuestra abnegación y pobreza elegida siguen siendo una profecía para nuestra sociedad: en medio del ruido, proclamáis que solo Dios basta; en medio del consumo, que el amor gratuito es más poderoso que el dinero; en medio de la indiferencia, que el dolor del pobre es sagrado. Al celebrar esta Eucaristía jubilar, demos gracias a Dios por estos ciento cincuenta años de gracia y fidelidad, de entrega generosa y de caridad compasiva”.
Los Coros de la Diócesis de Jaén, están convocados a celebrar el Jubileo de la Esperanza el próximo 22 de noviembre, coincidiendo con la memoria de Santa Cecilia, en la Catedral de Jaén. El Servicio diocesano de acompañamiento de Coros, viene preparando este encuentro para el cual se unirán las voces y los instrumentistas en una celebración eucarística presidida por el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez.
Esta celebración jubilar ha tenido una preparación previa en los dos últimos encuentros diocesanos de coros en los que se ha venido ensayando el repertorio que se interpretará en la eucaristía jubilar presidida por el Obispo. Asimismo, está previsto que al finalizar este encuentro se reconozca la labor que los diferentes coros de la Diócesis han realizado en este año jubilar con su participación desinteresada a lo largo de este año.
Los componentes de voces e instrumentos de los coros se congregarán en la Catedral de Jaén a partir de las 10 de la mañana, para proceder a un último ensayo del repertorio, previo a la celebración eucarística jubilar, que tendrá lugar a las 12:30 horas. Esta convocatoria pretende reunir en una vibrante celebración a representantes de los coros de la Diócesis, en el corazón de la Iglesia local, la Catedral de Jaén. Estos encuentros tienen como objetivo fomentar la unidad y el enriquecimiento espiritual a través del lenguaje universal de la música, invitando a miembros de coros, entusiastas de la música y fieles, a participar en una expresión armoniosa de fe.
El servicio diocesano de acompañamiento de coros, prepara con mucha ilusión este encuentro en el día de Santa Cecilia y para sus organización se ha dispuesto de un formulario de inscripción, preferentemente para quienes han participado en encuentros anteriores en los que se ha venido ensayando el repertorio.
Con una Eucaristía de acción de gracias, presidida por nuestro arzobispo.
Con júbilo celebraban en Granada las hermanas de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia su primer centenario fundacional, con la Eucaristía que esta semana celebraba en su sede de Camino de Ronda nuestro arzobispo D. José María Gil Tamayo. Concelebraron distintos sacerdotes diocesanos, entre ellos el delegado episcopal para la vida consagrada, el sacerdote redentorista D. Francisco Tejerizo, y asistieron los fieles cercanos a esta congregación.
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia fueron fundadas como congregación en 1925 por la madre Nazaria Ignazia, que fue Hermanita de los ancianos desamparados, fue canonizada en Roma por el Papa Francisco en octubre de 2018. La congregación se originó en Bolivia, en concreto en la diócesis de Oruro, que también celebra su primer centenario de inicio diocesano.
“Viendo la situación de Bolivia de pobreza, de falta de educación, falta de cultura, falta de pan, de pobreza, y viendo esta falta de cultura y de hambre de Dios y escasez de sacerdotes, ella se sintió llamada a fundar la primera congregación boliviana misionera. Tuvo apoyo de los obispos de Oruro y salió de las Hermanitas para fundar esta congregación”, explica la hermana Emiliana Mamani Martínez, Provincial para Europa y África de la congregación.
“Rápidamente se fue extendiendo a La Paz, a otra ciudad, a Cochabamba, a Santa Cruz y, posteriormente, a Argentina, Uruguay y a España, siempre en tiempos difíciles. En entonces, en 1925, viendo toda la necesidad, escasez de sacerdotes, hambre de Dios, hambre de cultura, hambre de pan, cuando ella responde a las necesidades de Bolivia y sale a los pueblos, a los campos, a las minas a evangelizar. Empieza con 10 religiosas bolivianas, 10 jóvenes bolivianas con las que empieza la congregación”, subraya la hermana Emiliana.
EN GRANADA En nuestra diócesis de Granda, las Misioneras Cruzadas de la Iglesia están desde el año 1952, donde comenzaron en Pitres y en los pueblos evangelizando. Después, llegaron a Camino de Ronda, donde continúan, en una casa, que “fue una casa sacerdotal, un seminario de Murcia, después fue casa de ejercicios y fue una residencia universitaria”. Y con presencia en Almanjáyar, “insertar en ese barrio, bastantes años”.
“Ha ido dando cambios esta presencia nuestra en Granada. Y actualmente, es la casa de mayores, donde tenemos de toda la provincia a las hermanas mayores y las cuidamos como el mejor patrimonio que tenemos, porque han dado la vida, tanto en España como en otros países de Europa, América, África y Asia”, señala la hermana Emiliana.
CELEBRACIONES Las celebraciones continuarán durante este año en distintas regiones españolas y allí donde están presentes en todo el mundo, “recordando la historia de nuestras presencias en todas las ciudades donde estamos, con una Eucaristía de acción de gracias”.
Asimismo, tienen previsto celebrar una asamblea de la obra total, en el mes de enero, “donde compartiremos el carisma y seguiremos proyectándonos en la misión evangelizadora”, señala la hermana Provincial para Europa y África.
El obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, ha confirmado hoy la elección de Tomás Cascales Cobacho como deán de la Catedral para un segundo mandato de cuatro años, tras haber sido reelegido por el Cabildo Catedralicio en la reunión que tuvo lugar ayer.
Tomás Cascales es natural de la pedanía murciana de Los Martínez del Puerto (1953). Con doce años ingresó en el Seminario Menor y fue ordenado sacerdote el 17 de septiembre de 1978 en la parroquia de Nuestra Señora de la Fuensanta de Patiño (Murcia), por el entonces pastor de la Iglesia diocesana, Mons. Javier Azagra Labiano. A lo largo de estos 43 años ha tenido distintos cargos y responsabilidades como presbítero, entre otros, ha sido formador del Seminario Menor de San José, canciller y secretario general del Obispado, y miembro del Consejo Presbiteral. En la actualidad, también es párroco de Nuestra Señora de Loreto (Murcia) y capellán de la residencia de ancianos Hogar de Betania.
Manos Unidas convoca la XIII edición de su iniciativa «24 Horas que mueven el mundo», con la que cada año la ONG de la Iglesia católica imita a iluminar el mundo con un gesto que simboliza esperanza y solidaridad.
«En un mundo donde abundan las sombras del egoísmo, la desigualdad y la indiferencia, hoy elegimos encender juntos la luz del encuentro. Como nos pedía el papa Francisco, «dejémonos atraer desde ahora por la esperanza y permitamos que, a través de nosotros, sea contagiosa para cuantos la desean”», explica Rosalina Segovia, delegada de Cádiz.
En 2025, Manos Unidas ha querido dar un nuevo paso, volviendo la mirada a lo cercano. La idea es que la luz que ilumina el mundo se comparta desde cada una de las 72 delegaciones que la ONG tiene a lo largo de todo el territorio nacional.
«Creemos que el cambio global comienza en lo local: en la calle, el barrio, el pueblo, en las relaciones que construimos con quienes tenemos al lado. De este modo, la esperanza crecerá desde dentro hacia fuera, de lo local a lo global».
La XIII edición de las 24 Horas de Manos Unidas se enmarca en la campaña «Compartir es nuestra mayor riqueza». «La luz que compartimos nos recuerda que ninguna oscuridad es definitiva y que cada gesto de solidaridad tiene el poder de abrir caminos de esperanza. Compartir la luz es abrir el corazón. Es reconocer que lo que tenemos -tiempo, ternura, escucha, recursos- se multiplica cuando se da».
La luz se enciende como signo de compromiso con la vida, con la fraternidad, con la paz. En nombre de quienes buscan refugio, pan o consuelo y de los pueblos que sufren la guerra, el hambre o la exclusión. Iluminamos el mundo por la tierra herida, que clama por cuidado y respeto, y por todos los hombres y mujeres que, aun en medio de la oscuridad, siguen creyendo que un mundo más justo es posible.
CÓMO PARTICIPAR
Las 24 horas de Manos Unidas se celebrarán desde las 20:00 h del sábado 8 de noviembre hasta las 20:00 h del domingo 9 de noviembre de 2025.
Bajo el lema, “24 horas para iluminar el mundo – Comparte tu luz”, la acción se desarrollará en redes sociales.
Durante esas 24 horas, y desde todos los rincones de España, todo aquel que lo desee podrá subir a sus redes sociales una fotografía portando una vela encendida o, en su caso, con la linterna del móvil, mencionando a Manos Unidas y, en nuestro caso, a la delegación de Cádiz utilizando el hashtag #ComparteTUluzCadiz2025.
La delegación de Cádiz de Manos Unidas, será la encargada de compartir esas fotografías en sus redes sociales.
“Tú también puedes ser santo” es el lema elegido para el 9 de noviembre
El próximo domingo 9 de noviembre, la Iglesia celebra en toda España el Día de la Iglesia Diocesana 2025, bajo el lema “Tú también puedes ser santo”. Esta jornada se presenta como una ocasión especial para agradecer, celebrar y fortalecer el sentido de pertenencia a nuestra comunidad eclesial, recordando que todos somos parte viva de la Iglesia.
“El Día de la Iglesia diocesana nos ofrece la ocasión de agradecer el trabajo silencioso de tantos bautizados, expresión de la santidad de la Iglesia: los sacerdotes que entregan su vida predicando el Evangelio, santificando a los fieles a través de los sacramentos, siendo puente de comunión, marchando al frente del Pueblo de Dios; los consagrados que sostienen con la oración y el compromiso la esperanza del nuevo cielo y la nueva tierra; los laicos que encarnan el Evangelio en los distintos ámbitos de la familia, la escuela, el taller, la oficina… Ellos son los “santos de la puerta de al lado” de los que habla el Papa Francisco”, explica el obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, en su carta emitida con motivo de la celebración de esta jornada a la que califica como “un momento propicio para renovar nuestro compromiso con la Diócesis”.
A través del Día de la Iglesia Diocesana, se permite a la Iglesia continuar con su labor caritativa y asistencial. En Córdoba, 170 centros trabajan cada día para mitigar la pobreza. En ellos se han atendido a 27.291 personas. Asimismo, la Diócesis cuenta con 29 casa para ancianos, enfermos crónicos y personas con discapacidad, donde han sido atendidas 2.150 personas y otras 2.566 personas fueron asistidos en los tres centros de atención a emigrantes y refugiados. Son cifras que alientan a la colaboración con la Iglesia de manera sencilla y segura, bien en la parroquia o bien desde el portal www.donoamiiglesia.es, desde donde se puede mirar con gratitud todo lo que la Iglesia realiza y apoyar su misión.
El Día de la Iglesia Diocesana es, ante todo, una jornada de fiesta y comunión. Un día para reconocer con alegría la pertenencia a la comunidad cristiana, para dar gracias por todo el bien que la Iglesia hace en Córdoba y en el mundo, así como para renovar nuestro compromiso personal con la santidad en la vida cotidiana. “No debemos ignorar tampoco que esta celebración tiene lugar en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza, ocasión propicia para intensificar nuestro espíritu de conversión. Aprovechemos este año de gracia para abrirnos a la misericordia divina, para pedir perdón al Señor caminar por sus caminos siguiendo la estela de los santos”, destaca el Obispo.
Pueden consultar los datos de la Iglesia en Córdoba recogidos en la publicación Nuestra Iglesia de la CEE en el PDF adjunto: Nuestra Iglesia 2025 – Córdoba
Con Mater Christi en su sede, el día 14, a las 19 horas.
En el marco de las celebraciones del 50º Aniversario de Mater Christi, Mater Christi celebra su Encuentro de Oración, que “nos ayudará a profundizar en el lema del Día de la Iglesia Diocesana: Tú también puedes ser santo’”. Tendrá lugar el 14 de noviembre, a las 19 horas, en la sede de Mater Christi.
Se impartirá una ponencia “para descubrir que el verdadero sentido de nuestra vida se entiende a la luz de la fe, cuando proclamamos con el Credo: ‘Creo en la comunión de los santos’”.
“Desde esa certeza, contemplaremos cómo nuestra vocación a la santidad se entrelaza con la de tantos hermanos que ya viven en la presencia de Dios, especialmente en este mes en que la Iglesia reza por los difuntos. Pediremos juntos la gracia de responder al plan que Dios tiene para cada uno y de vivir con esperanza el camino hacia la santidad cotidiana”, señala Mater Christi.
“Que María, nuestra Madre y nuestra Guía, nos acompañe en este tiempo jubilar”, concluyen.
El Encuentro está abierto a la participación de todo el mundo que desee asistir. Más información y participación en el número 667-868-176.