El Convento de Santa María Reparadora acogió esta Eucaristía que reunió a toda la Vida Contemplativa de la Diócesis, además de unirnos a la celebración que se vivía en Arcos de la Frontera con el 375 aniversario de las Hermanas Mercedarias.
Como cada año, la Jornada Pro Orantibus que se celebra la Solemnidad de la Santísima Trinidad, reunía a toda la Vida Contemplativa de Asidonia-Jerez junto al pastor de la Diócesis, Monseñor José Rico Pavés. El lugar para celebrar juntos la Eucaristía era el Convento de Santa María Reparadora en Jerez de la Frontera, donde residen las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada. Un día especial para toda la Diócesis para orar por aquellas que oran por todos nosotros, teniendo como especial intención a las Hermanas Mercedarias de Arcos de la Frontera que vivían el mismo día el 375 aniversario fundacional.
En la homilía, el prelado comenzó recordando que en este día estamos llamados a orar por aquellos que entregan su vida para sostenernos con su oración, sabiendo que en la Iglesia debemos ser esa comunión en Cristo en la que cada realidad poniendo la mirada en el Salvador reza por toda la Iglesia teniendo como cabeza al sucesor de Pedro. Asimismo, debemos saber que Cristo es el único que nos sostiene, ya que su amor llega a nuestro corazón y así cada uno recibe un llamado, como por ejemplo la Vida Contemplativa, la cual es portadora de la esperanza porque con su vida escondida a los ojos del mundo son un grito de que hemos sido creados para la meta del cielo.
Por otro lado, nos destacó que cada uno en nuestra misión poniendo nuestra vida ante la Trinidad Santa estaremos poniendo nuestros pasos hacía el cielo. Asimismo, debemos ser capaces de ver en los conventos la antesala de este cielo, ya que en este llamado hay una enorme responsabilidad siendo la voz misericordiosa de Dios en el mundo, por ello destacó el agradecimiento de sostener gracias a Dios esta tarea.
Siguiendo con la misma idea, subrayó que en los conventos nos acercamos al Corazón traspasado de Cristo fuente de donde nace el amor, como nos recuerda el Papa Francisco en la Bula de convocatoria del Jubileo. Por este motivo, explicó que debemos acordarnos siempre de orar por la Vida Contemplativa, aquellos que dejan a un lado las aspiraciones de este mundo para entregar su vida a Cristo y de esta forma orar en especial por las dificultades y alegrías y sentirnos uno.
Por último, recordó la importancia de fijarnos en el ejemplo de María, ella que fue dócil al Espíritu Santo, camino seguro para sostener la esperanza.
Monseñor José Rico Pavés, al término de la Eucaristía de este domingo entregó estos reconocimientos a fieles q de nuestra Diócesis que han sido ejemplo de entrega y servicio a la Iglesia.
En la jornada de ayer, la Diócesis vivió un momento muy especial en la Eucaristía que presidió Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez. Teniendo lugar en la Santa Iglesia Catedral, los fieles D. José María Orgue Ramírez, Dª. Mercedes González Bernal, Dª. María José Moreno Román, D. Francisco Mateos González, D. José Arenas Pulido y D. Juan María Vaca Sánchez del Álamo recibieron un homenaje por parte de Asidonia-Jerez. Este homenaje consistió en la entrega de la medalla Pro Ecclesia Asidonense, para cinco de ellos y D. Juan María Vaca la condecoración de la Pontificia Orden de Caballería de San Gregorio Magno.
En la homilía, el prelado recordó que nuestro origen y meta esta en el amor de la Trinidad Santa, por ello poniendo nuestros pasos en este misterio seremos capaces de ir avanzando a los ojos de la fe. Asimismo, mencionando las lecturas, destacó varias ideas:
1- En primer lugar la creación, ya que ahí ya debemos de poner la mirada en lo alto, sabiendo que Cristo nos acompaña dándonos su amor.
2- En segundo lugar, debemos tener como idea principal que Cristo nos hizo a imagen y semejanza a Él. En este punto se nos deja claro que sin Cristo no somos capaces de ser felices, porque solo con Él seremos capaces de llenar nuestro corazón al saber que es nuestro creador
Por otro lado, mencionando a los fieles que recibirían condecoraciones, subrayó que ellos son ejemplo de entrega y servicio en sus realidades eclesiales. Igualmente recordó que somos servidores del amor de Cristo es la única forma que tenemos para así acercarnos a Cristo y llevar su gloria a los demás.
La Santa Iglesia Catedral acogió esta celebración que es la cuarta vez que se lleva a cabo en nuestra Diócesis.
Este domingo 15 de junio, el primer templo de la Diócesis acogió una celebración importante para la vida diocesana, siendo ya la cuarta vez que se celebra. Hablamos del Rito de entrada de catecúmenos, el cual tuvo lugar a las 10hrs en la Santa Iglesia Catedral, presidido por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez. Momento especial para nuestra Iglesia local, ya que a través de las oraciones y signos propios del Rito de entrada en el catecumenado, los adultos no bautizados que han acogido el don de la fe serán recibidos y acompañados en la Iglesia para llegar a ser cristianos mediante la catequesis y los sacramentos.
En la homilía, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez destacó la celebración que estaban viviendo estos catecúmenos, cada detalle, ya que todo tiene su significado que les llevará a formarse para así en la Vigilia Pascual recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana.
Monseñor Jesús Fernández presidió la eucaristía en el Sagrario de la Catedral el domingo, 15 de junio
La Pastoral Gitana ha celebrado el Jubileo con una eucaristía en la parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, el domingo, 15 de junio. Un nutrido grupo de la Pastoral se dio cita en el templo principal de la Diócesis en compañía de su director, el sacerdote Antonio Murillo, y del sacerdote colaborador del Secretariado, Miguel David Pozo. El Obispo se mostró “muy cercano” con los miembros de la Pastoral. Como ha narrado Miguel David Pozo, durante la homilía hay un momento de participación de los fieles y durante el mismo le pidieron al prelado “que cuide de la Pastoral gitana”. Monseñor Jesús Fernández trasladó su cariño.
Antonio Murillo, por su parte, ha destacado la sensación de alegría que percibieron del Obispo con los cantos de la Pastoral para alabar a Dios. En su alocución el prelado incidió en el papel de la familia así como en la importancia que para los gitanos tiene la misma.
Al término de la celebración el Obispo compartió con los miembros de la Pastoral un rato distendido. Miguel David Pozo asegura que fue “un revulsivo” para la Pastoral, un Secretariado que cobrará especial importancia en la III Misión Diocesana, prevista para el mes de septiembre, en las siete parroquias del arciprestazgo Transbetis-Sector Sur.
La Orden ha conmemorado esta efeméride con un año completo de celebraciones
El domingo, 15 de junio, se celebró en Córdoba la clausura del Jubileo de San Juan Bautista de la Concepción, coincidiendo con la solemnidad de la Santísima Trinidad, una fecha significativa para la Familia Trinitaria. La celebración fue presidida por el Vicario Episcopal de la ciudad, Juan Luis Carnerero, en una ceremonia en la que participaron representantes de todas las ramas y grupos vinculados a los Trinitarios.
Durante la Eucaristía, los religiosos trinitarios renovaron sus votos y el Laicado Trinitario hizo lo propio con sus promesas. La Coral «Auxilium Christianorum» interpretó el Himno del Reformador y al término de la misa, el nuevo obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández, se incorporó a la celebración donde tuvo oportunidad de venerar las reliquias del santo reformador.
Asimismo, en el acto, al que asistieron miembros de diferentes colectivos relacionados con la comunidad trinitaria, el Laicado Trinitario presentó la caja de la Redención destinada a proyectos de la “Tercia Pars” y condujo las oraciones diarias del Santo Trisagio durante la novena previa en la que participaron religiosos de distintas congregaciones presentes en Córdoba.
La clausura de este Jubileo marca el cierre formal de un año de celebraciones, en el que, según manifestó el Vicario Episcopal de la ciudad, la labor de caridad y evangelización impulsada en este tiempo continuará abierta a través de las iniciativas promovidas por la comunidad trinitaria.
El Cristo de la Oración en el Huerto presidió el pasado domingo, 15 de junio, una misa de campaña en la Plaza de la Rosa
El Cristo de la Oración en el Huerto de Montilla protagonizó el pasado domingo, 15 de junio, una misa de campaña en la Plaza de la Rosa, con la que la Hermandad de Jesús Preso y María Santísima de la Esperanza quiso conmemorar el cuarto centenario de la hechura de la imagen, a manos de Pedro Freila de Guevara.
La celebración, organizada por una comisión organizadora presidida por Mariano Núñez, bajo la supervisión del sacerdote Fernando Suárez, comenzó después de que el Señor abandonase la ermita de Nuestra Señora de la Rosa, sede canónica de la cofradía del Jueves Santo.
Este acto conmemorativo no habría sido posible sin la investigación que llevó a cabo en 2011 el historiador Antonio Luis Jiménez Barranco, quien dedicó una serie de trabajos en los que documentó, en primicia, varios de los trabajos que Pedro Freila Guevara realizó para Montilla, entre los que se encontraba esta imagen, cuya hechura fue encargada por los fundadores de la antigua cofradía de la Limpia Concepción y Oración en el Huerto.
El acuerdo se firmó el 20 de abril de 1625 y recogía detalles minuciosos sobre la hechura de “una imagen y figura de Cristo nuestro redentor de la oración del huerto, de madera, que pueda mover las piernas y brazos y el rostro y parte del pecho encarnado”, tal y como detalla la escritura original.
La cofradía que promovió la creación del grupo escultórico nació en un contexto muy particular, el del auge del fervor inmaculista en los primeros lustros del siglo XVII. En ese ambiente de piedad popular, surgió en Montilla una hermandad devota de la Limpia Concepción, que se estableció en la antigua ermita de Nuestra Señora de los Remedios, más tarde convertida en convento-hospital de San Juan de Dios, donde hoy se levanta el Ayuntamiento de la localidad.
A lo largo de estos cuatro siglos, la historia de esta imagen también ha estado marcada por periodos de silencio y pérdida. La cofradía de la Concepción Dolorosa dejó de existir en el siglo XIX, víctima de la desamortización y de los cambios ideológicos que sacudieron la religiosidad popular. Además, durante décadas, la imagen del Cristo permaneció al margen del culto público. No fue hasta el año 1943 cuando la Hermandad de Jesús Preso la incorporó a su cortejo procesional del Jueves Santo. A partir de entonces, volvió a caminar por Montilla cada primavera. Y así, cuatro siglos después de su creación, el Señor del Huerto sigue presente.
Esta misa de campaña, que ha contado con representantes institucionales y de las propias cofradías de la localidad, ha sido un agradecimiento a la presencia del Señor en la localidad.
La primera visita institucional que realiza monseñor Jesús Fernández ha servido para compartir primeras impresiones sobre la Diócesis
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha recibido hoy al Obispo de Córdoba, monseñor Jesús Fernández González, en el Ayuntamiento. Se trata de la primera visita institucional que realiza el Obispo de Córdoba desde su toma de posesión en la Santa Iglesia Catedral, celebración en la que estuvo presente el Alcalde junto a otras autoridades civiles, académicas y militares, el pasado 24 de mayo.
El encuentro, en el que también ha estado presente el Vicario General de la Diócesis, Jesús Daniel Alonso, ha servido para tener una primera toma de contacto sobre la situación social de la Diócesis. Asimismo, el Obispo ha agradecido el pésame del Alcalde ante el reciente fallecimiento de su padre.
Con motivo de la Solemnidad del Corpus Christi, las delegaciones de Pastoral Juvenil, Universitaria y Vocacional de la Diócesis de Huelva vuelven a unir esfuerzos para convocar a los jóvenes a unos días intensos de oración y celebración en torno a la Eucaristía.
El primero de los encuentros será este martes, 17 de junio, a las 21:00 horas, en la Parroquia de Cristo Sacerdote. Allí se celebrará una nueva edición del Laudato, un espacio de adoración y oración compartida que se ha convertido ya en una cita esperada por muchos jóvenes. Será un momento para detenerse, contemplar y abrir el corazón al misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
Tras la oración, se compartirá un pequeño ágape fraterno, al que todos están invitados a contribuir con algo sencillo (dulces, bebidas o algo para picar). Este gesto busca expresar la comunión y cercanía que nos une como jóvenes pertenecientes a diversas realidades eclesiales.
El momento central llegará el jueves 19 de junio, con la celebración de la Santa Misa en la Santa Iglesia Catedral a las 18:30 horas. La Eucaristía será presidida por nuestro obispo, Mons. Santiago Gómez, y dará comienzo al Triduo Solemne del Corpus Christi en nuestra diócesis. Al finalizar, se celebrará la tradicional procesión eucarística por las calles, en la que los jóvenes acompañarán al Santísimo Sacramento con cirios encendidos, ofreciendo así un testimonio visible y esperanzador de fe.
Estos días de preparación y celebración reflejan el compromiso y la vida de fe que muchos jóvenes sostienen semana a semana en sus parroquias, grupos y comunidades. Una ocasión para encontrarnos como familia diocesana y proclamar juntos que el Señor está verdaderamente presente en medio de nosotros.
¡Cristo en la Eucaristía nos convoca, nos espera y cuenta con cada uno!
Senderistas de diversos puntos de la ciudad acudieron a esta cita para conocer más sobre la vida de San Juan de Ávila
“El camino del Maestro Ávila” fue el lema de la iniciativa que tuvo lugar el pasado sábado, 14 de junio, en la que un grupo de personas se unieron para caminar desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de La Rambla hasta la Basílica Menor Pontificia de San Juan de Ávila, a través de una vereda sin tráfico rodado, en un sendero de apenas 10 km de escasa dificultad, que comenzó a discurrir a partir de las siete de la mañana.
Una experiencia única que permitió a los senderistas venidos desde diversos puntos de la ciudad conocer la historia del Santo, la casa de donde vivió o la Basílica donde se custodian sus restos mortales, gracias al rector de la misma, Fernando Suárez.
Calor fuera y dentro del salón de actos de la Casa de la Iglesia. El del exterior, el propio meteorológico, y el de dentro que emanaba de los corazones de las personas congregadas, que querían reflexionar sobre el trabajo emprendido por la Iglesia de Jaén a lo largo de este curso que ha estado apoyado en dos pilares, el discipulado y la vocación, todo ello salpicado por el jubileo de la esperanza.
Convocados a las 9:30 horas, poco a poco se fue llenando el salón de actos de la Casa de la Iglesia, para empezar a las 10 con la oración. En esta ocasión, con música en directo de los componentes del sonido de Betania. Después de poner la asamblea bajo la protección del Señor y descargar en Él las fatigas diarias, comenzó propiamente el trabajo, que en esta ocasión ha estado dirigido por dos presentadores, el director de Comunicación de Cáritas Jaén, Ángel González y la responsable de Comunicación de la Diócesis.
Intervención del Obispo
El primero en tomar la palabra fue el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, que quiso agradecer la presencia de tantas personas comprometidas con la Iglesia y que acudían hasta Jaén procedentes de todos los rincones de la geografía diocesana. “Gracias por vuestra presencia, por vuestro compromiso y por el amor que ponéis al servicio de esta Iglesia de Jaén, cuerpo vivo de Cristo en nuestra tierra. Es un motivo de profunda esperanza vernos reunidos como Iglesia particular, en representación de las parroquias, movimientos, comunidades religiosas, delegaciones, cofradías y servicios diocesanos”. Después, y haciendo alusión al lema del Plan de Pastoral, Algo nuevo está brotando, ¿no lo notáis?” (Is 43,18), el Obispo habló de ese cambio que ya se percibe: “Es indudable que algo nuevo está pasando en nuestra Diócesis, aunque a alguna gente le cueste trabajo verlo. Y eso que está pasando es cosa de Dios y de su Espíritu que anima los corazones, ilumina las mentes y pone a trabajar las manos. Hay mucha gente aportando, desde su pobreza, lo que puede; algunas veces, más de lo que razonablemente puede, como la viuda del Evangelio, que echó en el arca de las ofrendas “toda su vida” (Mc 11,44)”. A continuación explicó que este segundo curso del cuatrienio ha estado dedicado al discipulado, con el que se ha tratado de ofrecer “itinerarios y procesos en los que los que se han encontrado con el Señor y quieren seguirlo puedan madurar su fe, afianzar su pertenencia a la comunidad parroquial, tomar conciencia del misterio de Cristo celebrado en la oración cristiana y en los sacramentos, y vivir según el criterio del Evangelio, dando testimonio en la vida ordinario, con palabra y con obras. Por otra parte, en Madrid se celebró el pasado mes de febrero el Congreso de Vocaciones, un encuentro para recordarnos que, si buscamos un sentido para nuestras vidas, Cristo y su Evangelio pueden ser una orientación definitiva para nosotros. Un nutrido grupo de gente de nuestra diócesis participó en el Congreso, y queremos hacer eco de él aquí en nuestra Iglesia local”.
Para concluir, Don Sebastián animó a los presentes a no perder ni las fuerzas ni las esperanzas, a pesar del duro curso de trabajo intenso y a confiar en el Señor como fuente y meta de todo lo que se lleva a cabo. “Este curso ha sido duro. Llegamos con el polvo del cansancio, del esfuerzo, pero con la alegría de haber caminado juntos, de “haber discipulado”. Por eso os agradecemos que hayáis hecho el esfuerzo de estar aquí un año más. Sabemos que vais a disfrutar. Que lo que en los salones se diga y en los grupos pequeños se hable no os va a dejar indiferentes. Y que cuando esta Asamblea acabe, os vais a llevar a casa y a vuestra parroquia mucho que contar y que compartir”.
Discipulado
El siguiente momento de la jornada fue el de, por grupos, ofrecer dos charlas breves. Para los niños estuvo a cargo del Seminarista, Salvador Fernández; el de jóvenes a cargo de Mª Jesús, miembro del equipo Rise-Up. La charla de adultos estuvo a cargo del Provicario Gral. y director del Instituto San Eufrasio, D. José Antonio Sánchez Ortiz. El ponente captó rápidamente la atención de las personas congregadas con sus palabras a cerca del Discipulado. En veinte minutos supo desgranar de una forma amena y didáctica las características de los discípulos. A través de cinco claves, que él asoció a cada uno de los dedos de una mano, habló de “llamada”; de “escucha de esa llamada”; “de conversión”; “de renuncia” y “de cruz”. Su propuesta, arrancó el aplauso del público, que después trabajaron esta propuesta en grupos reducidos.
Vocación
Tras el café, regresaron a sus grupos por edades para hablar de Vocación. En este caso, fue el Vicario General y de Evangelización, D. Juan Ignacio Damas el encargado de hablar sobre este tema transversal en la vida humana y espiritual. A través de catorce perfiles vocacionales, D. Juan Ignacio propuso que todos tenemos dentro de la Iglesia una vocación que por un lado nos plenifica y por otro nos pone al servicio del otro. Toda vocación, explicó. está muy bien dibujada en la Sagrada Escritura: “situación de la persona, encuentro con el Señor y respuesta persona; teofanía; respuesta positiva de la persona a llevar a cabo su misión. Al mismo tiempo, fue presentado diversos personajes del Antiguo Testamento y cuál era su vocación para despertar en los presentes esa búsqueda de cuál era su rol por desempeñar atendiendo a la llamada de Dios.
Antes de finalizar la mañana, de nuevo en el salón de actos, se hizo un repaso por las líneas generales de las dos ponencias ofrecidas. Y se leyeron las palabras que más habían compartido los asistentes y que les significaban más dentro de la vocación y del discipulado.
Tras el almuerzo, los asistentes a la asamblea participaron en un concierto del grupo “El Sonido de Betania”, grupo católico diocesano de reciente creación surgido de la adoración eucarística “Face to God”. Sobre el escenario de la Casa de la Iglesia, interpretaron un amplio repertorio de canciones, algunas de ellas propias, que ayudaron a reflexionar y a compartir la alegría del Evangelio.
También arroparon con su música cuatro testimonios de laicos jiennenses, que compartieron cómo viven su discipulado desde distintas realidades. Así, Amor Marcos, de la comunidad parroquial de San Félix de Valois, compartió una reflexión sobre su servicio de ministra extraordinaria de la Eucaristía y de cómo éste la ha ayudado a profundizar en su fe y la ha acercado a personas enfermas y necesitadas a las que da la comunión. El presidente de Acción Católica General en la Diócesis de Jaén, José Ibáñez, desgranó en su testimonio de cómo, a lo largo de su trayectoria profesional como enfermero, hizo presente a Cristo en cada persona atendida y en cada compañero. Relató emocionado momentos de dificultad, como los vividos en la pandemia de la Covid-19, de los que, a pesar de los obstáculos, su fe salió finalmente reforzada. El tercer testimonio fue compartido por Pablo y Celia, un joven matrimonio que espera ya la próxima llegada de su primer hijo. Repasaron cómo han sentido y sienten la presencia de Cristo en su historia de amor y de cómo los asiste ante cada dificultad que se les ha ido presentado. Finalmente, las hermanas Camino y Covadonga Damas, con un simpático diálogo, expresaron cómo, desde su adolescencia, se sienten discípulas amadas por el Señor en su familia, como monaguillas en la parroquia de San Bartolomé de Jaén, en los grupos Kairós y en sus sesiones en torno a la serie “The Chosen”.
Al término del concierto, el Vicario General de la Diócesis de Jaén, D. Juan Ignacio Damas, tuvo palabras de agradecimiento a los participantes en la Asamblea, así como para todas aquellas personas que se han implicado en la organización. A todos ellos deseó un buen descanso durante el paréntesis estival y los emplazó a encontrarse con fuerzas renovadas en el nuevo curso.
Finalmente, el Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico, clausuró la asamblea. Tuvo palabras de gratitud y dijo sentirse emocionado por lo experimentado no solo durante esta jornada de encuentro y reflexión, sino durante todo el curso que ahora se clausura. Se mostró muy orgulloso de todas las realidades que conforman la Iglesia de Jaén y animó a continuar en esta senda de trabajo y compromiso. Su bendición puso el punto final al encuentro.