La Catedral ha acogido sendos conciertos navideños que pueden volverse a disfrutar gracias a Canal Málaga: el concierto de villancicos Voces unidas por Navidad, interpretado por varias corales malagueñas y organizado por la Coral Polifónica de Voces de Viñeros en colaboración con la Catedral de Málaga, y el Concierto Infantil de Navidad organizado por la Asociación Pro-Tradiciones Malagueñas La Coracha y el Cabildo de la Catedral de Málaga.
San Silvestre a favor del Cotolengo de Málaga
El viernes 27 de diciembre, el Real Club Mediterráneo celebra una nueva carrera cuyos beneficios irán destinados a ayudar a la Casa del Sagrado Corazón de Málaga, el Cotolengo. La prueba cuenta con 1300 inscritos, con lo que llena el cupo previsto de los organizadores para una carrera que ya es un clásico de la Navidad de Málaga.
Esta novena edición de la prueba tiene lugar el 27 de diciembre en el entorno del Club y el Puerto de Málaga siendo el 10 km. homologado más rápido de Andalucía en 2023 y pudiendo participar también en la prueba infantil que tendrá lugar al inicio de la tarde.
Este año, la prueba ha batido todos los récords de participación, con casi 1.300 inscritos entre adultos y niños, alcanzando el máximo límite de inscripciones.
La carrera, que se ha consolidado como una de las citas deportivas más esperadas del año en Málaga, contará con la participación de 23 atletas y triatletas de nivel nacional e internacional, incluyendo al reconocido triatleta malagueño y diploma olímpico Alberto González, quien será una de las grandes figuras de la jornada.
Como explican desde el club, «el recorrido de la carrera será el mismo que en 2023, con un trazado que combina deporte y diversión en un ambiente familiar. Además, los participantes podrán lucir sus mejores disfraces, ya que se celebrará el tradicional concurso de disfraces, que añade un toque lúdico y festivo a la prueba».
El carácter solidario es otro de los pilares fundamentales de esta cita deportiva, ya que los beneficios recaudados se destinarán íntegramente a la Casa del Sagrado Corazón, el Cotolengo de Málaga, una institución de la Diócesis de Málaga que presta acogida y ayuda a personas en situación de vulnerabilidad.
En la celebración de este evento deportivo participan con su patrocinio y colaboración el Ayuntamiento de Málaga, a través de su Área de Deportes, y marcas como Mayoral, AEDAS Homes, Hard Rock, ACER, Trops, Only You, Tortas Lupiáñez, Coca-Cola, y Electrolit.
El coordinador diocesano del Jubileo, en Canal Málaga
Publicado: 26/12/2024: 10
<!–
–>
Vídeo
El 24 de diciembre, la cadena de televisión municipal de Málaga, Canal Málaga, emitía un programa especial de «Málaga. Aquí y ahora» con la participación del sacerdote Guillermo Tejero, coordinador diocesano del Jubileo en Málaga.
Tejero explicaba que el año Jubilar invita a un espíritu de conversión. «Atravesar la Puerta Santa es también un signo de que estamos llamados a llevar a cada uno de nuestros ambientes: la familia, el trabajo, los amigos… la alegría del Señor. Por eso, es bueno preguntarnos ¿qué “puerta santa” tengo que atravesar yo para ser “testigo de la esperanza”?»
Homilía en la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor
Homilía de Mons. José Ángel Saiz Meneses en la Catedral de Santa María de la Sede, Sevilla. 24 de diciembre de 2024.
Lecturas: Is. 9, 1-3. 5-6; Salmo 95, 11-3.11-13; Tit. 2, 11-14; Lc 2, 1-14.
- “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo” (Is 9, 1-2). Queridos sacerdotes concelebrantes, diáconos, miembros de la vida consagrada, hermanas y hermanos que participáis en esta celebración; también los que participáis a través del canal youtube de la Catedral. La primera lectura que hemos escuchado, tomada del Profeta Isaías, nos habla de una luz que brilló al pueblo de Israel y de alegría en la presencia del Señor.
- Esta luz se precisa más detalladamente en el evangelio de San Lucas refiriéndose a los pastores de Belén: “La gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor» (Lc 2, 9), escribe el evangelista. A través de esta luz se reveló el misterio inescrutable ante los pastores de Belén, y se volvió accesible para ellos. Siguieron las indicaciones del Ángel y encontraron «un niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre» (Lc 2, 12); “al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores” Lc 2, 17-18). En lo visible reconocieron lo invisible. Ellos se convirtieron en los primeros testigos del misterio.
- De este primer testimonio procede una invitación al mundo, la invitación a la adoración del misterio de Dios, que se hizo hombre. El Verbo se hizo carne. En esta noche toda la Iglesia hace suya la invitación que proviene de Belén. Toda la Iglesia se une a María y José, se une a los pastores: “Venid y adoremos”. La luz que los iluminaba es «la gloria del Señor», y este Dios, que yace en el pesebre como un niño, también habita en esa luz. No es extraño que a lo largo de la historia, muchas personas se hayan formulado una pregunta: ¿Por qué Dios se hace hombre?”. La respuesta es clara: Para salvarnos.
- En la pobreza del pesebre de Belén comienza la revelación de que la omnipotencia de Dios es, sobre todo, Amor; amor que es la verdad definitiva de la esencia de Dios, omnipotencia en forma de Niño. El nacimiento del Señor es la luz que da un nuevo significado a todas las cosas, y, sobre todo, da sentido a la vida del hombre. La noche de Belén es la noche de la luz, del significado de la vida, del nuevo sentido de la humanidad y el sentido de todas las cosas, de la revelación de la Verdad, del Bien, de la Belleza, que permanecen en Cristo y que, sobre todo, son Cristo mismo, tal y como expresa el Evangelio san Juan en su prólogo.
- La salvación se revela a los hombres y a los pueblos, pero, sobre todo, se revela a aquellos hombres y mujeres que se dejan iluminar por la fe y descubren la fuerza del Misterio de Dios bajo el velo de la pobreza y la fragilidad del Niño de Belén. La gracia salvadora de la Navidad se extiende también por todos los caminos que Jesús recorrió. Él, que es el Santo de Dios, resplandor de la gloria del Padre e impronta de su mismo ser, pasó por los caminos de nuestro mundo haciendo el bien, compartiendo nuestros sufrimientos y sanando nuestras heridas.
- Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. “Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque” (Sal 95, 11-12). El anuncio de su nacimiento traerá a todo el pueblo una gran alegría. Es el anuncio de la paz, el anuncio de la reconciliación con Dios que establece la eterna Alianza con los hombres. Es el anuncio de la vida eterna con Dios. El anuncio de esta Buena Noticia trae al mundo una noticia inesperada y extraordinaria: Dios ama tanto al mundo que le ha dado su Hijo. Dios se hace hombre para elevar a los hombres a la dignidad de hijos de Dios.
- La misión de la Iglesia es la de prolongar esta presencia de Dios en medio de nosotros. La Iglesia es mediadora y mensajera de esta Buena Noticia. Por eso, en estas fiestas de Navidad felicitamos, en primer lugar, a todos los que son miembros y parte integrante de la Iglesia de Jesucristo: los presbíteros y los diáconos, los miembros de la vida consagrada, los laicos y laicas que se entregan a la misión de la Iglesia, a todos los hombres y mujeres de fe que son mensajeros de la Buena Noticia de Jesús por los caminos del mundo. Pedimos a Dios que estos mensajeros sigan llevando el anuncio alegre de la salvación, que tengan el corazón joven y amplitud de mirada, que tengan el coraje de los grandes evangelizadores que nos han precedido en nuestra tierra.
- Jesús vino al mundo bajo el signo de la pobreza del portal de Belén, y por eso, en el Misterio de la Navidad, tienen su lugar los pobres, los que pasan hambre, los marginados, los enfermos, los desheredados, los refugiados, las víctimas de los odios y de las guerras. En ese día santo, recordemos a tantos hermanos que siguen golpeados cruelmente por la guerra en Rusia y Ucrania, en Oriente Próximo, en diferentes lugares de África o América. Cómo no conmocionarnos al pensar en los que lloran porque han perdido a sus seres queridos, o los que velan angustiados junto a los enfermos y heridos en los hospitales, o luchan con el frío y la intemperie, o están privados de un techo bajo el que buscar refugio, o han sufrido los efectos de los desastres naturales. Ojalá seamos capaces de hacerles llegar nuestra comprensión y solidaridad para que no pierdan la esperanza.
- La pedagogía de Dios en la Navidad es la pobreza y la sencillez del portal de Belén. Por eso la Iglesia debe ponerse del lado de los sencillos, de los humildes, de los pobres, de los necesitados. En esta Navidad, procuremos sembrar luz, humildad, sencillez, paz; estemos cercanos de los demás, de todos los que necesitan una mano solidaria; seamos creativos para unir fuerzas y multiplicar iniciativas para ser portadores de consuelo y esperanza en el desierto del mundo. Que esta invitación resuene hoy en nuestros corazones y suscite respuestas generosas por parte de todos. Que cada uno sepa ver al Niño de Belén en nuestros hermanos pobres, en todos aquellos que necesitan de nuestra ayuda.
- Hemos de descubrir en la humildad del Niño que nace en Belén al hermano de todos, al defensor de los pobres, al amigo de los pequeños, al compañero de los sufrientes, al Redentor de los pecadores. En una palabra, hemos de descubrir en Cristo a nuestro Salvador. Él nos habla también desde su pesebre, con su acento inconfundible, suave y penetrante, y nos dice: el Señor me ha enviado a traer la Buena Noticia a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad ya los ciegos la luz, a liberar a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18-19). Él nos indica el camino de la verdadera felicidad: la pobreza de espíritu, la confianza en Dios, la fraternidad. Abramos a Él nuestro corazón. ¡Santa y Feliz Navidad!
Mensaje de Navidad 2024
El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, se dirige a los fieles de la Archidiócesis hispalense en las vísperas de la Navidad de 2024.
Felicitación navideña del administrador diocesano
Llegarán los días en que no necesitaremos mirar a la Estrella para sentirnos acunados por la esperanza. El día en que estaremos ya arropados por el calor de la promesa que se ha cumplido.
Llegará ese día… Mientras tanto, caminemos. Pongámonos en marcha siguiendo las huellas de fe y caridad de incontables generaciones de hombres y mujeres que han pisado esta tierra antes que nosotros. Ellos han ido preparando el camino al Señor, han allanando senderos, han rellenado valles y rebajado colinas. Ahora el tiempo es nuestro, el de ser las chispas que avivan la hoguera que nos caliente en la espera.
El momento de alimentar la esperanza con la oración. Rezar es subir a un alto monte en un día gris para comprobar que el sol sigue ahí, a pesar de las apariencias. Rezar es custodiar la esperanza para que la Humanidad no deje de buscar la Estrella. Y es el tiempo de salir al encuentro de quien se apaga lentamente por las preocupaciones, los miedos y las cargas de la vida. Cada abrazo a un hermano caído acorta la distancia que nos separa de Belén.
Mira, algo nuevo está brotando. ¿No lo notas? Es el tiempo de abrir la puerta santa del corazón a la esperanza que no defrauda. Es el tiempo de Dios-con-nosotros. ¡Feliz Navidad!
Antonio M. Pérez Morales
Administrador diocesano
Anuncio del Calendario Jubilar de la Archidiócesis de Sevilla
El 24 de Diciembre el Santo Padre abrió la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro pasadas las 19:00 (hora local), marcando el inicio del Jubileo Ordinario de 2025. Este evento es el primero de una serie de celebraciones que invitarán a los fieles de todo el mundo a vivir la «experiencia viva del amor de Dios», como expresó el Papa en la bula de Indicción Spes non confundit, ofreciendo así una esperanza cierta de salvación en Cristo.
La Archidiócesis de Sevilla iniciará el jubileo el domingo, 29 de diciembre a las cinco de la tarde, con la celebración de la Eucaristía de inicio del año jubilar, presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses. La celebración litúrgica comenzará en la Parroquia del Sagrario y concluirá en la S.I. Catedral.
Se publica hoy el calendario jubilar de la Archidiócesis de Sevilla con todas las peregrinaciones y encuentros de este año jubilar desde este domingo 29 de diciembre de 2024 hasta el 28 de diciembre de 2025.
A continuación el enlace donde se anuncia el CALENDARIO JUBILAR de la ARCHDIÓCESIS DE SEVILLA. 29 DICIEMBRE 2024 – 28 DICIEMBRE 2025:
enlace: Calendario de Celebraciones Jubilares Archiciócesis de Sevilla 2025
Enlace a todas la noticias del Año Jubilar en la Archidiócesis de Sevilla
The post Anuncio del Calendario Jubilar de la Archidiócesis de Sevilla first appeared on Archidiócesis de Sevilla.
Un Nacimiento en el Monasterio de Santa Inés
En la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor de ayer 24 de diciembre el Papa Francisco inauguró el Jubileo con la apertura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro. Con el lema “Peregrinos de Esperanza”, la esperanza constituye el mensaje central del Jubileo 2025, y como el mismo Papa nos señala “el nacimiento del Hijo de Dios marca el momento concreto en que la esperanza entró en el mundo”. Así lo vemos en este Nacimiento que se encuentra en del Monasterio de Santa Inés.
El pasado año 2024 se ha cumplido el 650 aniversario de la fundación del Real Monasterio de Santa Inés de Sevilla, que tuvo lugar en 1374 bajo el patrocinio de Doña María Coronel. En el Coro bajo de este cenobio y situado al lado de la urna que contiene el cuerpo incorrupto de Doña María Coronel se encuentra un retablo que contiene este Nacimiento fechable a finales del siglo XVIII y principios del XIX, formado por la Virgen María, a la que se la invoca precisamente como Nuestra Señora de la Esperanza, San José y el Niño Jesús. Como señala el historiador Salvador Guijo tanto la imagen de la Madre como la del Hijo se pueden atribuir al escultor Juan de Astorga, mientras que el Santo Patriarca se relaciona con el artista italiano afincado en Sevilla Juan Bautista Patrone.
La Virgen de la Esperanza aparece arrodillada, con la mirada dirigida hacia el Niño recién nacido, presentando ambos brazos abiertos, como ofreciendo su Hijo al mundo para su salvación. Se trata de una imagen de vestir, y porta corona de Reina, obra del maestro Francisco Pérez, fechada en 1853. San José por su parte es una imagen de talla completa y aparece igualmente arrodillado ante la cuna que contiene al Salvador, sosteniendo en su mano izquierda la vara florecida, al tiempo que dirige su derecha hacia el pecho, con gesto de devoción y admiración.
El Niño Jesús está realizado en barro y aparece bendiciendo con su mano derecha, indicando que ya desde su nacimiento, ha venido a bendecir, perdonar y salvar al género humano. Aparece acostado en una rica cuna con molduras doradas en cuyo cabecero se dispone un relieve que representa a Dios Padre entre nubes, mirando a su Hijo y con los brazos abiertos sobre éste, coronando el conjunto el Espíritu Santo en forma de paloma, resaltando así el carácter trinitario del nacimiento del Hijo de Dios.
El fondo de la escena lo constituye un rompimiento de gloria, circundado de rayos dorados, en el que aparecen diversos querubines entre nubes, circundando la inscripción “GLORIA IN EXCELSIS DEO” (Lc 2, 14), en letras doradas. Según el investigador citado, su composición dieciochesca recuerda los modelos de ángeles y querubines de Cristóbal Ramos Tello.
Ante este bello misterio de amor y esperanza, recordamos las palabras del Papa Francisco: “el nacimiento de Jesús nos trae una esperanza segura, una esperanza visible y evidente, que tiene su fundamento en Dios mismo”.
The post Un Nacimiento en el Monasterio de Santa Inés first appeared on Archidiócesis de Sevilla.
Celebración festiva y familiar en Navidad con los internos de Albolote
Eucaristía en la víspera de la Solemnidad de la Natividad del Señor, en la mañana del martes 24 de diciembre, en el centro penitenciario, presidida por el arzobispo, que llevó palabras de esperanza y les recordó el amor infinito de Dios por sus vidas.
En un ambiente festivo y familiar, se ha celebrado la Eucaristía en la víspera de la Solemnidad de la Natividad del Señor el martes 24 por la mañana en el centro penitenciario de Albolote con la Pastoral Penitenciaria.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo, Mons. José María Gil Tamayo, y participaron los internos de los distintos módulos de este centro penitenciario. También asistieron numerosos voluntarios y los seminaristas diocesanos y combonianos que colaboran con esta Pastoral, en una Santa Misa concelebrada por distintos sacerdotes: D. David Salcedo, párroco en la iglesia imperial de San Matías; D. Juan Carlos Carrión, párroco en la zona norte de Granada; D. Moisés Fernández, rector del Seminario diocesano San Cecilio; y los capellanes penitenciarios D. Sorin Catrinescu y el sacerdote trinitario D. Evelio, acompañados por el capellán laico Carlos Castillo.
En su homilía, Mons. Gil Tamayo llevó a los internos palabras de esperanza. El arzobispo les habló del don de la fe, de la familia y del amor infinito de Dios por cada uno de ellos. “Ha sido una celebración emotiva y familiar. En la prisión, se echa mucho de menos el ambiente festivo y la familia”, explicó el capellán penitenciario Sorin Catrinescu, para expresar el agradecimiento y alegría que vivieron en ese momento los internos.
Tras la Santa Misa, y continuando con el ambiente festivo, los internos recibieron algunos regalos, como guantes, calcetines, rosarios, el Evangelio 2025 y dulces, donados entre otros por las aportaciones realizadas por los granadinos y por las Hermandades colaboradoras de esta Pastoral.
A la Santa Misa y celebración posterior, asistieron también distintos miembros del grupo de música católica Hakuna, que interpretaron sus canciones. Los internos también se animaron a cantar sus propias melodías, en un ambiente en el que destacó la cercanía y compañía en vísperas del día que conmemoramos el nacimiento del Hijo del Dios.
The post Celebración festiva y familiar en Navidad con los internos de Albolote first appeared on Archidiócesis de Granada.
Homilía del Arzobispo de Sevilla en la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor
Homilía de Mons. José Ángel Saiz Meneses en la Catedral de Santa María de la Sede, Sevilla. 24 de diciembre de 2024. Lecturas: Is. 9, 1-3. 5-6; Salmo 95, 11-3.11-13; Tit. 2, 11-14; Lc 2, 1-14.
- “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo” (Is 9, 1-2). Queridos sacerdotes concelebrantes, diáconos, miembros de la vida consagrada, hermanas y hermanos que participáis en esta celebración; también los que participáis a través del canal youtube de la Catedral. La primera lectura que hemos escuchado, tomada del Profeta Isaías, nos habla de una luz que brilló al pueblo de Israel y de alegría en la presencia del Señor.
- Esta luz se precisa más detalladamente en el evangelio de San Lucas refiriéndose a los pastores de Belén: “La gloria del Señor los envolvió de claridad, y se llenaron de gran temor» (Lc 2, 9), escribe el evangelista. A través de esta luz se reveló el misterio inescrutable ante los pastores de Belén, y se volvió accesible para ellos. Siguieron las indicaciones del Ángel y encontraron «un niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre» (Lc 2, 12); “al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores” Lc 2, 17-18). En lo visible reconocieron lo invisible. Ellos se convirtieron en los primeros testigos del misterio.
- De este primer testimonio procede una invitación al mundo, la invitación a la adoración del misterio de Dios, que se hizo hombre. El Verbo se hizo carne. En esta noche toda la Iglesia hace suya la invitación que proviene de Belén. Toda la Iglesia se une a María y José, se une a los pastores: “Venid y adoremos”. La luz que los iluminaba es «la gloria del Señor», y este Dios, que yace en el pesebre como un niño, también habita en esa luz. No es extraño que a lo largo de la historia, muchas personas se hayan formulado una pregunta: ¿Por qué Dios se hace hombre?”. La respuesta es clara: Para salvarnos.
- En la pobreza del pesebre de Belén comienza la revelación de que la omnipotencia de Dios es, sobre todo, Amor; amor que es la verdad definitiva de la esencia de Dios, omnipotencia en forma de Niño. El nacimiento del Señor es la luz que da un nuevo significado a todas las cosas, y, sobre todo, da sentido a la vida del hombre. La noche de Belén es la noche de la luz, del significado de la vida, del nuevo sentido de la humanidad y el sentido de todas las cosas, de la revelación de la Verdad, del Bien, de la Belleza, que permanecen en Cristo y que, sobre todo, son Cristo mismo, tal y como expresa el Evangelio san Juan en su prólogo.
- La salvación se revela a los hombres y a los pueblos, pero, sobre todo, se revela a aquellos hombres y mujeres que se dejan iluminar por la fe y descubren la fuerza del Misterio de Dios bajo el velo de la pobreza y la fragilidad del Niño de Belén. La gracia salvadora de la Navidad se extiende también por todos los caminos que Jesús recorrió. Él, que es el Santo de Dios, resplandor de la gloria del Padre e impronta de su mismo ser, pasó por los caminos de nuestro mundo haciendo el bien, compartiendo nuestros sufrimientos y sanando nuestras heridas.
- Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. “Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque” (Sal 95, 11-12). El anuncio de su nacimiento traerá a todo el pueblo una gran alegría. Es el anuncio de la paz, el anuncio de la reconciliación con Dios que establece la eterna Alianza con los hombres. Es el anuncio de la vida eterna con Dios. El anuncio de esta Buena Noticia trae al mundo una noticia inesperada y extraordinaria: Dios ama tanto al mundo que le ha dado su Hijo. Dios se hace hombre para elevar a los hombres a la dignidad de hijos de Dios.
- La misión de la Iglesia es la de prolongar esta presencia de Dios en medio de nosotros. La Iglesia es mediadora y mensajera de esta Buena Noticia. Por eso, en estas fiestas de Navidad felicitamos, en primer lugar, a todos los que son miembros y parte integrante de la Iglesia de Jesucristo: los presbíteros y los diáconos, los miembros de la vida consagrada, los laicos y laicas que se entregan a la misión de la Iglesia, a todos los hombres y mujeres de fe que son mensajeros de la Buena Noticia de Jesús por los caminos del mundo. Pedimos a Dios que estos mensajeros sigan llevando el anuncio alegre de la salvación, que tengan el corazón joven y amplitud de mirada, que tengan el coraje de los grandes evangelizadores que nos han precedido en nuestra tierra.
- Jesús vino al mundo bajo el signo de la pobreza del portal de Belén, y por eso, en el Misterio de la Navidad, tienen su lugar los pobres, los que pasan hambre, los marginados, los enfermos, los desheredados, los refugiados, las víctimas de los odios y de las guerras. En ese día santo, recordemos a tantos hermanos que siguen golpeados cruelmente por la guerra en Rusia y Ucrania, en Oriente Próximo, en diferentes lugares de África o América. Cómo no conmocionarnos al pensar en los que lloran porque han perdido a sus seres queridos, o los que velan angustiados junto a los enfermos y heridos en los hospitales, o luchan con el frío y la intemperie, o están privados de un techo bajo el que buscar refugio, o han sufrido los efectos de los desastres naturales. Ojalá seamos capaces de hacerles llegar nuestra comprensión y solidaridad para que no pierdan la esperanza.
- La pedagogía de Dios en la Navidad es la pobreza y la sencillez del portal de Belén. Por eso la Iglesia debe ponerse del lado de los sencillos, de los humildes, de los pobres, de los necesitados. En esta Navidad, procuremos sembrar luz, humildad, sencillez, paz; estemos cercanos de los demás, de todos los que necesitan una mano solidaria; seamos creativos para unir fuerzas y multiplicar iniciativas para ser portadores de consuelo y esperanza en el desierto del mundo. Que esta invitación resuene hoy en nuestros corazones y suscite respuestas generosas por parte de todos. Que cada uno sepa ver al Niño de Belén en nuestros hermanos pobres, en todos aquellos que necesitan de nuestra ayuda.
- Hemos de descubrir en la humildad del Niño que nace en Belén al hermano de todos, al defensor de los pobres, al amigo de los pequeños, al compañero de los sufrientes, al Redentor de los pecadores. En una palabra, hemos de descubrir en Cristo a nuestro Salvador. Él nos habla también desde su pesebre, con su acento inconfundible, suave y penetrante, y nos dice: el Señor me ha enviado a traer la Buena Noticia a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad ya los ciegos la luz, a liberar a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor (Lc 4,18-19). Él nos indica el camino de la verdadera felicidad: la pobreza de espíritu, la confianza en Dios, la fraternidad. Abramos a Él nuestro corazón. ¡Santa y Feliz Navidad!
The post Homilía del Arzobispo de Sevilla en la Santa Misa de Nochebuena y Natividad del Señor first appeared on Archidiócesis de Sevilla.