Este sábado el Seminario Mayor San Fulgencio de Murcia abre sus puertas para realizar una convivencia vocacional para jóvenes. Será de las 10:00 a las 17:00 horas y, en ella, los chicos de entre 17 y 30 años que lo deseen podrán conocer la realidad del seminario, compartir la jornada con los seminaristas y, ante todo, ponerse a la escucha del Señor. «El Señor nos llama a todos, quiere que nos acerquemos a él y desea que descubramos el plan que tiene preparado para cada uno de nosotros, ¡no tengas miedo de responder a su llamada!», es la invitación que lanza el seminario.
Esta actividad se enmarca en la campaña del Día del Seminario, celebrada en marzo en torno a la fiesta de san José, patrón de los seminarios, este año bajo el lema Sembradores de esperanza. Para participar en la convivencia, es necesario rellenar un formulario de inscripción, donde aparece también un contacto para ampliar la información.
«La Familia, hogar de esperanza» ha sido el lema del retiro de Cuaresma organizado por la delegación de Familia y Vida para matrimonios y personas en general que se celebraba el 9 de marzo, primer domingo de Cuaresma en el Centro de Espiritualidad.
Muy buena ha sido la acogida de este retiro, como de costumbre, pues han asistido más de una treintena de personas. Fue dirigido por el sacerdote y consiliario de esta delegación, Antonio Fajardo.
Se inició a las diez de la mañana con la acogida de los participantes, para continuar con la primera meditación que nos introdujo en el tema central del retiro. Nos presentó el consiliario los “peligros” que acechan al cristianismo, indicando que no será solo en la Iglesia donde vamos a invertir esta situación, sino en la familia, en el hogar. La familia, vino a decir, no es un invento humano, es diseño de Dios para la humanidad (no un acuerdo humano), donde se aprende a amar, donde se transmiten valores cristianos. También habló de cómo el matrimonio proporciona la unidad a la familia y debe durar para siempre, y que la familia es el lugar donde la vida es acogida, protegida y promovida. Terminó su primera meditación indicando que la familia está siendo atacada, debilitada y redefinida, por ello es importantísimo recordar el origen divino de la familia y la misión que la familia tiene en el mundo: “La Familia es la esperanza” , dijo.
Tras la pausa de media mañana se procedió a la adoración del Santísimo, seguida de la celebración de la Eucaristía. El director del retiro supo encajar perfectamente en la homilía una segunda meditación mediante la que nos dio tres claves para que la familia siga siendo el futuro de la sociedad: la primera es que la familia está diseñada para reflejar el amor de Dios y transmitir la vida. Es una vocación, una llamada para realizar el plan de Dios. La segunda es que los ataques a la familia son ataques a la misma humanidad. Los cristianos debemos defender la familia. Cuando se ataca la familia se ataca al ser humano. Por último, la familia, dijo, es faro de esperanza. Cada hogar cristiano debe ser un faro de esperanza viviendo con fidelidad el Evangelio. No tengamos miedo de ser testigos del amor de Dios.
Tras la comida se llevó a cabo la tercera meditación por parte de Antonio Fajardo, mediante la que nos dio las claves para vivir una Cuaresma cómo tiempo de gracia para la familia. Tiempo para caminar juntos en comunión con Dios y con los hermanos. Este camino no podemos hacerlo solos y es en la familia donde tenemos que caminar juntos. También invitó a cultivar la belleza, la bondad y la verdad y a vivir en el Evangelio día a día. “Huyamos -dijo- de esos pecados `invisibles´ que nos separan de alcanzar o profundizar en la santidad: la ingratitud, la indolencia y la injusticia… Esta Cuaresma nos tiene que ayudar a renovar el amor en nuestra familia”
Fajardo ofreció muy buenos consejos para vivir una Cuaresma plena. Entre ellos, podríamos destacar el pedir perdón, evitar murmuraciones, hacer pequeños sacrificios personales, vivir la caridad cómo un estilo de vida (privarnos de cosas para ayudar a los demás), ser solidarios en familia (no solo con lo material sino con tiempo con compañía), escuchar a los demás… Como dijo, “Cuaresma es tiempo de esperanza y de renovación”.
Finalizó el retiro disfrutando de un rato de diálogo entre todos los asistentes y compartiendo unos dulces y licores típicos a modo de celebración del encuentro vivido.
La Iglesia de Almería se une en oración en una jornada especial para conmemorar dos acontecimientos significativos: el duodécimo aniversario del pontificado del Papa Francisco y el cuarto aniversario de la toma de posesión de nuestro obispo, Don Antonio. En este día, elevamos nuestras plegarias por ambos pastores, pidiendo al Señor que les conceda fortaleza y sabiduría en su ministerio.
El 13 de marzo de 2013, la Iglesia Católica recibió con gozo la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien tomó el nombre de Francisco. Primer pontífice jesuita y latinoamericano, su llegada al pontificado marcó una nueva etapa en la historia eclesial. Durante estos doce años, el Papa ha sido un testigo incansable del Evangelio, promoviendo la paz, la justicia social y el encuentro con los más necesitados. Su mensaje de misericordia y cercanía ha dejado una huella imborrable en la Iglesia y en el mundo.
Coincidiendo con esta fecha, hace cuatro años, nuestro obispo, Don Antonio, asumía el pastoreo de la Diócesis de Almería. Desde entonces, su dedicación y entrega han sido un reflejo de su amor a Cristo y a la Iglesia, guiando con cercanía y espíritu de servicio a la comunidad diocesana.
En este día especial, la Diócesis de Almería invita a todos los fieles a unirse en oración por el Santo Padre y por nuestro obispo, pidiendo al Señor que les fortalezca en su misión de guiar al Pueblo de Dios. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, interceda por ellos y los acompañe en su ministerio.
El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, ha firmado el Decreto para la fiesta de San José para este año 2025. En el que, entre otros puntos, recuerda que este año, el 19 de marzo es miércoles y tiene la obligatoriedad de precepto, asimismo, que la celebración del Día del Seminario es el próximo domingo, 16 de marzo.
DECRETO:
MONS. SEBASTIÁN CHICO MARTÍNEZ, Por la gracia de Dios y la Sede Apostólica, Obispo de Jaén
La vocación de San José le hizo participar íntimamente en el misterio de Cristo. Fue llamado por Dios para “tomar consigo a María su esposa” que estaba encinta “del que fue engendrado en ella por el Espíritu Santo” (Mt. 1, 20). De este modo, Jesús “llamado Cristo” nace de la esposa de José en la descendencia mesiánica de David (Mt. 1, 16) (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 437).
A partir de ahí, la persona y la vida de San José tienen en la historia de nuestra salvación una importancia que ha sido reconocida siempre por la sagrada liturgia y las leyes canónicas al proponer su fiesta como día de precepto (cf. canon 1246). Tradicionalmente el pueblo cristiano ha secundado esta norma dando un significativo realce familiar y social a la fiesta del 19 de marzo.
En el presente año 2025, este día ha sido declarado laborable por la autoridad civil de Andalucía.
Ante la necesidad de fijar claramente el tratamiento que dicha fiesta debe tener por parte de la comunidad católica, particularmente este año, los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Granada hemos acordado mantener en las Diócesis respectivas el carácter festivo de este día.
En conformidad con lo cual, en lo que se refiere a la Diócesis deJaén, por el presente
DISPONGO:
Mantener el día de San José como fiesta de precepto con la obligación de participar en la Santa Misa.
Dispensar del obligado descanso laboral a los fieles que se vean precisados a desarrollar su trabajo habitual en ese día.
Pedir a los párrocos y otros rectores de iglesias que ordenen los horarios de los servicios religiosos de modo que los fieles encuentren la mayor facilidad para participar en la Santa Misa.
Pedir igualmente a los párrocos y otros rectores de iglesias que comuniquen a los fieles el contenido de este decreto y los horarios de misas con la debida antelación.
EL DÍA DEL SEMINARIO se celebrará en nuestra diócesis el domingo dieciséis de marzo, II Domingo de Cuaresma.
Dado en Jaén, a doce de marzo de dos mil veinticinco.
Acción Católica General organiza una mesa redonda online el próximo 2 de abril a las ocho de la tarde bajo el título ‘Diálogo: construyendo puentes, uniendo personas’.
El objetivo de esta actividad, según informan fuentes de la organización, es “señalar el diálogo como herramienta para mejorar la convivencia social. Con este encuentro, nos sumamos al proceso de escucha y diálogo promovido por la Iglesia en los últimos años a través del Sínodo de la Sinodalidad, reconociéndolo como un ejemplo a seguir”.
Desde Acción Católica General lamentan que, en las últimas décadas, “los cambios sociales han hecho que muchas personas lleven vidas paralelas y que los espacios de convivencia sean cada vez más escasos. Sin estos espacios para comunicarnos y compartir, el diálogo se vuelve más difícil o incluso imposible”. En esta línea, denuncian que “en el mundo digital, los algoritmos y el marketing deciden quién recibe ciertos mensajes en redes sociales, filtrando la información según intereses privados. Esto fomenta la desinformación y dificulta el diálogo, haciendo más complejo comprender la realidad en su totalidad”. A todo esto, se suma “que nuestra sociedad atraviesa un proceso de polarización que dificulta tanto el diálogo real, significativo y profundo, como la convivencia del día a día. Esto nos hace cada vez más incapaces de comprender la realidad que nos rodea. Además, fenómenos como ‘la cultura de la cancelación’ refuerzan la confrontación en lugar del entendimiento”, añaden.
Ante este escenario, desde ACG creen necesario “impulsar espacios de diálogo y participación reales y efectivos, donde el espíritu de comunión promueva la búsqueda compartida de la verdad y el bien común”. “Solo así -continúan- será posible superar la fragmentación y avanzar hacia una sociedad y una Iglesia más unidas en la diversidad”.
Las inscripciones a esta actividad gratuita pueden formalizarse a través del siguiente formulario hasta el 31 de marzo.
La Exposición sobre la Vida Consagrada, organizada por la Pastoral Universitaria en colaboración con la Universidad de Almería, llegó ayer a su fin con el Panel de Experiencias, un acto en el que participaron numerosas congregaciones religiosas presentes en la diócesis. La hermana Inmaculada actuó como portavoz de los religiosos y religiosas, compartiendo la importancia de su presencia en el ámbito universitario.
Durante el encuentro, se pusieron en común testimonios de los participantes, quienes destacaron la oportunidad de acercarse a los jóvenes y mostrar la diversidad de carismas dentro de la Iglesia. La religiosa Isabel Guillén, Claretiana, compartió su experiencia afirmando que “es positivo estar y acercarnos a los jóvenes sin esperar a que ellos den el primer paso. Cuando nos acercábamos a ellos para interesarnos por sus vidas, nos acogían con cariño y respeto”.
Por su parte, el franciscano de Cruz Blanca, hermano Julio, resaltó la importancia de estos encuentros para romper prejuicios: “Muchos jóvenes se han sorprendido al interactuar con nosotros y al conocer nuestra vida. También han podido ver la alegría que, a través de los juegos, representaciones y cantos, hemos compartido en la entrada de la Biblioteca”.
Desde la Pastoral Universitaria agradecen la acogida y el interés de la comunidad universitaria en esta iniciativa, que ha permitido acercar la riqueza de la vida consagrada a un espacio en el que muchas veces pasa desapercibida.
La fiesta de San José trae consigo el Día del Seminario, que este año se presenta con el lema “Sembradores de esperanza”, en sintonía con el Año Jubilar proclamado por el Papa
La vocación es un don gratuito, una gracia, una llamada del Señor que exige un compromiso a ponerse en camino y salir a anunciar el Evangelio. Una tarea privilegiada, “fuente de vida nueva y de alegría verdadera”, como expresó el Papa Francisco en su mensaje para la 60º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
La fiesta de San José es precisamente un día señalado para hacer balance de la vocación, más concretamente, de la vocación sacerdotal. Esa llamada de Dios hacia los hombres para ofrecerles una vida repleta de amor y entrega al ministerio sacerdotal. Una vida que produce en aquellos que deciden responder afirmativamente a esa llamada, una alegría inmensa.
Juan Manuel Perales es seminarista del Seminario Mayor “San Pelagio” y en esta jornada, asegura que sentirse amado por el Señor, ha transformado su vida. “Normalmente uno se hace un plan de felicidad, pero cuando el Señor llega a tu vida lo transforma todo”, explica este joven seminarista añadiendo que “a día de hoy, no entiendo mi vida sin el Señor y la vocación es el mayor regalo que me ha hecho”.
Juan Manuel siente una paz profunda sabiendo que ha sido hecho para Él, “elegido por el Señor y amado por Él”, y aunque es consciente de que a veces experimenta la debilidad humana por el pecado, “el saber que me ama y me ha elegido, me llena de esperanza en su plan de vida para mí, así como de plenitud”. “Mi vida es para Él y mi único deseo es cumplir su voluntad”, asegura.
La alegría de Juan Manuel es compartida con los demás seminaristas. Federico Tovar asegura que cuando uno madura y acepta el plan de Dios, “comienza un camino que le lleva a la felicidad”. “Mi vocación ha supuesto responder a un plan que el Señor ha tenido para mí siempre y que en ocasiones no he querido ver, pero al abrir mi corazón me he dado cuenta que mi vida es para entregarla y darla por los demás, siendo sacerdote para la salvación de las almas”, subraya Federico.
Es en torno a la fiesta de San José cuando los seminaristas dan muestra de esta alegría por todos los rincones de la Diócesis, ofreciendo su testimonio en cada una de las parroquias, colegios e institutos.
En Córdoba, son un total de 59 seminaristas los que hay, de los cuales, 34 pertenecen al Seminario Mayor “San Pelagio”, 13 al Seminario Menor y 12 al Seminario Misionero Redemptoris Mater “San Juan de Ávila”.
Este año, con el lema “Sembradores de esperanza”, en sintonía con el Año jubilar proclamado por el Papa Francisco, se celebra el Día del Seminario para resaltar la importancia de los seminaristas y los sacerdotes. “Si no hay sacerdotes, no hay Iglesia”, recuerda el Obispo de Córdoba en su carta semanal aludiendo al Concilio Vaticano II, al tiempo que asegura que “el sacerdocio ministerial es en la Iglesia un elemento esencial, que por el sacramento del Orden prolonga la sucesión apostólica de generación en generación y garantiza la celebración válida de la Eucaristía, que nos trae al altar a Jesucristo vivo y glorioso”.
Mons. Demetrio Fernández recuerda cómo los fieles piden continuamente más sacerdotes, lo ha constatado en su Visita pastoral, porque “donde hay un sacerdote, hay vida cristiana. Y donde hay un sacerdote santo, hay vida profunda y espiritual”. “Esa es la razón por la que el sentido de la fe del pueblo de Dios reclama más y más sacerdotes”, asegura el Obispo.
La llegada del Día del Seminario es un motivo para dar gracias a Dios por el número de seminaristas con los que cuenta la diócesis de Córdoba, uno de los más elevados de España, así como para tomar conciencia de la importancia que supone apoyar a los chicos que quieren ser sacerdotes. “Todos estamos implicados en darle a la Iglesia más sacerdotes, santos sacerdotes”, subraya el Obispo asegurando que los sacerdotes son hoy “sembradores de esperanza y más necesarios que nunca”.
El Cabildo de la Catedral esperará hasta las 17:00 horas antes de trasladar la bajada al domingo.
Ante la previsión de lluvia para esta tarde, el Cabildo Catedralicio comunica que la salida de la Virgen de la Fuensanta de su santuario en Algezares, para bajar a la Catedral, se mantiene de momento a las 15:00 horas, como estaba previsto; salvo que esté lloviendo, por lo que se retrasaría su salida como máximo hasta las 17:00 horas.
Si llegadas las 17:00 horas siguiera lloviendo, la bajada de la Virgen de la Fuensanta se trasladaría al domingo, 16 de marzo, a las 15:00 horas. Llegado el momento, será el propio Cabildo, en conversación constante con el Ayuntamiento de Murcia, quien tome la decisión y se comunicará a través de los medios de la Diócesis de Cartagena.
El gran reto con que se enfrenta el artista es el de presentar al mismo tiempo los dolores más extremos con la belleza más sublime. Ciertamente, las heridas abiertas, crudamente presentadas, pueden conmover, pero conmueve aún más que no haya una mueca de rencor ni de rebeldía, sino un rostro de amor y de perdón.
Los cultos y procesiones de la Semana Santa ofrecen la sublimación de los actos redentores de Cristo y los corredentores de su Santísima Madre, por medio del arte de los escultores, músicos, tallistas, doradores y vestidores, con el fin de suscitar la fe y la devoción del pueblo.
Hoy nos fijaremos en la escena de la Flagelación, que se desarrolla en el patio del pretorio. Pilato mandó azotarlo y lo entregó para que lo crucificaran, como escuetamente relatan los evangelistas. La flagelación tenía como fin el infringir un escarmiento, y también el de debilitar al reo para acelerar su muerte en la cruz. De las obras artísticas de la provincia de Huelva, hemos seleccionado dos piezas señeras: la tabla de Van Hemessen, de Ayamonte, y el Cristo a la columna, de Hinojos. Ambas figuraron en la exposición Ave verum Corpus, de 2004.
FLAGELACIÓN DE CRISTO
Localización: Ayamonte. Iglesia parroquial de Nuestro Señor y Salvador. Autor: Jan Sanders van Hemessen Año: Hacia 1540. Material: Temple al huevo sobre tabla. Dimensiones: 1,24 x 0,85 m.
La Flagelación de Cristo es una de las mejores obras pictóricas del patrimonio artístico onubense, procedente del antiguo retablo del Salvador de Ayamonte, que hemos atribuido al pintor de Amberes Jan Sanders van Hemessen[1].
La acción punitiva se ubica en un patio poco profundo. Cristo, entre dos sayones, centra la escena, captada en el momento de mayor intensidad emocional. Los verdugos han comenzado a descargar sus golpes sobre Jesús, sobre cuya piel han comenzado a correr las primeras gotas de una sangre limpia y transparente. La figura de Cristo ha sido compuesta en un ritmo quebrado desde la cabeza hasta el talón. La belleza de la figura se ve potenciada por la pulcritud y blancura de la piel, en acusado contraste con la impresión sórdida de los fuertes colores de los ropajes y la piel tostada de los sayones. El rostro doliente de Cristo deja translucir un gesto de profunda oración redentora. Su fuerte anatomía acentúa la voluntariedad de la entrega.
Los sayones actúan con toda dureza. Uno agarra la cabeza de Cristo por el pelo, mientras levanta el brazo derecho, para descargar el golpe con un flagelo de espinos. El verdugo de la izquierda muestra una ferocidad rayana en la posesión diabólica: facciones grotescas, ojos desencajados, nariz gruesa, orejas anchas y deformes. En varios planos se sitúan los personajes secundarios, los fariseos, vestidos con turbantes y túnicas orientales. En un plano intermedio, dos figuras acompañan al Pretor que porta una vara, en actitud de ordenar el suplicio. Apenas saliendo del arco del fondo se sitúa otro grupo de personas que contemplan sobrecogidas el sangriento espectáculo. Las manchas cromáticas se distribuyen armónicamente en equilibrados contrastes.
Caracteriza a Jan van Hemessen un realismo rural –dignificado por estudiados escorzos y envuelto en un marco clásico–, que le sirve para expresar un sincero y llano sentimiento religioso.
CRISTO ATADO A LA COLUMNA
Localización: Hinojos. Iglesia parroquia de Santiago Apóstol. Autor: Atribuido a Benito de Hita y Castillo. Año: Hacia 1750. Material: Escultura en madera policromada. Dimensiones: 1,53 m.
El Señor de la Columna, de Hinojos, en palabras de Juan Miguel González[2] y de Roda Peña[3], hace gala del acabado naturalismo y acertado movimiento del pleno Barroco sevillano. El realismo es patente en el desnudo anatómico, parcialmente velado por el sudario, y en la interpretación de las heridas y traumatismos producidos por la flagelación, más feroces en la espalda y zona lateral izquierda del tronco, en especial la escalofriante escoriación que desgarra su hombro. La piel, de atinada encarnadura, queda manchada de sangre a causa de los múltiples latigazos, insistiendo en la nota cruenta de la tortura. Su desfallecida actitud expresa la humilde aceptación ante el sacrificio supremo.
La imagen, procedente del extinguido convento hispalense de agustinos del Pópulo, fue concedida en 1892 por el arzobispo de Sevilla a la Hermandad de las Cigarreras. En 1916 fue sustituida por la nueva talla de Joaquín Bilbao. Entonces, gracias a la intervención de Juan Francisco Muñoz y Pabón, natural de Hinojos, el cardenal Almaraz ordenó el traslado de dicha efigie a la parroquial de dicha villa, donde recibe culto en la capilla sacramental. Es titular de la Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y Nuestra Señora de los Ángeles.
[Publicado en Huelva Información, jueves, 13 de marzo de 2025, pág. 17]
Manuel Jesús Carrasco Terriza
[1] CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús, Jan van Hemessen y el Retablo del Salvador de Ayamonte, Huelva, Academia de Ciencias, Artes y Letras, 2003, pp. 37-47.
[2] GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel, “Cristo atado a la columna. Hinojos”, en Ave verum Corpus, Catálogo de la exposición, 2004, p. 184. GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel y CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús, Catálogo Monumental dela Provincia de Huelva. t. I, Huelva, 1999, p. 262.
[3] RODA PEÑA, José, “Nuevas atribuciones al escultor Benito de Hita y Castillo en el tercer centenario de su Nacimiento”, en Laboratorio de Arte, 26 (2014) 172-177.
El próximo 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, la Iglesia celebrará la Jornada por la Vida bajo el lema “Abrazando la vida, construimos esperanza”. Este año, la conmemoración cobra un significado especial en el marco del jubileo 2025 convocado por el papa Francisco, con el lema “Peregrinos de esperanza”. La Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, al inicio de su mensaje, resalta que uno de los signos más importantes de esperanza es “tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás”, subrayando la importancia de una mirada positiva hacia la existencia.
Los obispos señalan que esta visión esperanzada está profundamente vinculada al descubrimiento del sentido de la propia vida. En un mundo caracterizado por el ruido y las prisas, donde se propone la satisfacción inmediata de deseos como camino hacia la felicidad, la Iglesia invita a reflexionar sobre las preguntas fundamentales que muchas veces se dejan de lado: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal y de la muerte? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan alto precio?.
Con humildad, los obispos destacan que solo en Jesucristo encuentran la verdadera respuesta a estos interrogantes. “Cada persona ha sido creada por amor y para amar”, afirman, haciendo eco de la revelación cristiana que ofrece respuestas a los más profundos anhelos humanos.
A lo largo de su mensaje, los obispos abordan también varios problemas que afectan a la sociedad actual. Entre ellos, destacan la reducción de la natalidad y el aumento de los abortos en España. Según los datos presentados, desde la aprobación de la ley del aborto en 1985 hasta 2023, se han registrado más de 2,5 millones de abortos en el país, de los cuales 103.097 ocurrieron solo en 2023. Este alarmante dato resalta la necesidad de una reflexión profunda sobre las consecuencias que este fenómeno tiene en la sociedad.
En este contexto, los obispos subrayan la importancia del amor conyugal entre un hombre y una mujer como la expresión plena de la vocación al amor según el plan de Dios, y consideran que los hijos son una esperanza para el futuro. Además, hacen un llamado a las autoridades para que impulsen políticas públicas que favorezcan a las familias, promoviendo un entorno económico y social que permita a los jóvenes formar familias con estabilidad.
El mensaje concluye con una llamada urgente a promover una cultura que valore el amor conyugal como base para la vida. Los obispos instan a asegurar empleos dignos y estables, un salario justo, una vivienda adecuada y políticas que disuadan la emigración. “Es fundamental que las políticas públicas no solo protejan a las familias, sino que favorezcan un entorno que impulse la creación de nuevas familias”, concluyen, reafirmando el compromiso de la Iglesia con la vida y la esperanza en el futuro.
Este 25 de marzo, la Iglesia invita a todos los fieles a reflexionar sobre el valor de la vida y a renovar su esperanza en el futuro, con una visión que invita a todos a abrazar la vida en todas sus formas.