Los alumnos de 6º de primaria han entrevistado al Alcalde de Córdoba con el proyecto “Radio Escolar Webcasting Reales Escuelas La Inmaculada”
El Colegio Reales Escuelas La Inmaculada, perteneciente a la Fundación Diocesana Santos Mártires, continúa desarrollando su innovador proyecto educativo “Radio Escolar Webcasting Reales Escuelas La Inmaculada”, una iniciativa que lleva en marcha desde hace más de cuatro años con el respaldo de la Junta de Andalucía.
La Inmaculada ha vivido una jornada especial con la visita del Alcalde de Córdoba, José María Bellido Roche, quien fue entrevistado por los alumnos de 6º de Primaria para el proyecto educativo de radio. Este innovador proyecto forma parte de una metodología educativa basada en el uso de medios audiovisuales para fomentar el aprendizaje activo y significativo.
Los estudiantes, organizados en grupos de trabajo cooperativo, trabajan en la redacción de guiones radiofónicos, el desarrollo de habilidades comunicativas y el manejo de herramientas de grabación, edición y emisión digital.
El proyecto
La visita del Alcalde se enmarca dentro de las actividades especiales del proyecto y ha supuesto una experiencia enriquecedora tanto para los alumnos como para toda la comunidad educativa. Durante la entrevista, los estudiantes formularon preguntas que abordaron tanto la faceta personal como profesional, así como cuestiones de actualidad social y económica.
Nunca he servido ni para adivinar futuros ni para acertar quinielas. Ahora entramos en cónclave, y lo digo en plural, porque, aunque la mayoría no conozca ni el nombre de su párroco, estamos todos interesadísimos en acertar quién será el nuevo papa. Y es que parece que nos va la vida en ello, de tal modo que miramos por un embudo, puesto al revés, reduciendo todo a mi estrechez, a aquello que yo puedo abarcar, olvidando que la Iglesia es inmensamente universal: millones y millones de bautizados extendidos por todo el planeta.
Por eso, si estos días ha habido un diálogo en el Espíritu, no tendrán difícil elegir al 267º sucesor de Pedro (otra vez las sandalias del pescador), porque aquel que finalmente sea vestido de blanco, el resultado de todos los colores, tiene que tener visión clara de a quién representa y para qué está al timón de esta barca en este tiempo de la historia.
Su compañero Pablo, hacia el año 53, en una Iglesia incipiente en Corinto, que podíamos pensar que estaba viviendo su luna de miel, les tiraba a la cara sus fobias y sus filias: “Yo soy de Pablo, yo soy de Apolo, yo soy de Cefas, yo soy de Cristo” (1 Cor 1, 12). Normalmente, en casi todos los casos se trataba de liderazgos mal entendidos. La palabra líder, de raíz indoeuropea, significa “el que va por delante”, el que “conduce en la unidad” a todos, para atravesar los umbrales del miedo o de la muerte. Sin querer, nos evoca la Pascua de Jesús, el Señor.
Jetró, el suegro de Moisés, otro líder, le recriminó que llevase él solo el peso de los asuntos de su pueblo y le aconsejó que, para ayudarle en la tarea, se rodeara “de personas valientes, sinceras, enemigas del soborno y de profunda fe, para que el pueblo unido pueda volver a casa en paz” (Ex 18, 19-23). Unidad en la pluralidad y corresponsabilidad. Moisés así lo hizo, aunque él se tuvo que quedar en los límites de la tierra prometida, como todos los papas.
Curiosamente, la primera elección de un papa, tuvo lugar durante un paseo al amanecer por la orilla del lago, nada de encerrados, pero sí apartados un poco del resto, después de una pesca milagrosa (tan universal en sus 153 peces). Aquel Simón, hijo de Juan, fue con tal insistencia preguntado por el amor, que le fue entregada la tarea del pastoreo de los corderos y de las ovejas. Nunca me cansaré de contemplar el capítulo 21 de san Juan y, en él, la misión evangelizadora de la Iglesia. Todos los peces tan distintos unos de otros, pero en la misma red. La clave es que el Señor nos mira y nos elige a todos con misericordia.
Si en el año 2022 la diócesis de Almería ocupaba el segundo puesto en transparencia comenzando por el final de la lista de todas las diócesis de España según el informe realizado por la independiente Fundación Haz, en el año 2024 la misma institución sitúa a Almería en el sexto lugar, entre las más transparentes de las sesenta y nueve diócesis españolas. Esto significa que Almería cumple con muchos de los indicadores de evaluación: información sobre parroquias, instituciones independientes, información sobre las estructuras de gobierno, inversiones financieras, protección de menores, reglamentos y normativas, presupuestos, estados financieros…
Esta buena noticia sobre la transparencia diocesana se suma al hecho de que en mayo de 2024 la diócesis de Almería fue invitada a presentar en las Jornadas sobre economía, sostenimiento y transparencia su página web de transparencia como referente a nivel nacional.
Si bien queda trabajo por hacer para mostrar con mayor fidelidad la gestión diocesana, hemos de reconocer que esta evidente mejora es resultado las reformas realizadas por nuestro obispo junto con su equipo de economía y del del esfuerzo llevado a cabo en la curia diocesana; reformas y reorganizaciones internas que seguirán adelante con el propósito de conseguir la mejor y más eficiente administración posible de los bienes diocesanos. Desde este marco, la diócesis reafirma su voluntad de hacer partícipes de la organización de nuestra Iglesia y de la gestión de los bienes a todos los diocesanos y a la sociedad en general; una exigencia que parte del sentido de corresponsabilidad en clave sinodal y de la obligación ética de gestionar con fidelidad a los fines de la Iglesia los bienes temporales.
La Iglesia universal vive un momento de especial intensidad espiritual ante la inminencia del Cónclave que elegirá al nuevo Sucesor de Pedro. En este contexto, la Diócesis de Huelva, en comunión con el resto de las Iglesias particulares, se suma al llamamiento a la oración y a la unidad del pueblo cristiano.
En comunión con la Iglesia universal, la diócesis se une a la plegaria confiada al Espíritu, invocando luz, fortaleza y sabiduría para los purpurados que se reunirán en la Capilla Sixtina. Se nos recuerda que cada elección pontificia es también una oportunidad para renovar nuestro compromiso con el Evangelio y con la misión evangelizadora de la Iglesia
El Centro de Orientación Familiar de la Diócesis de Jaén, COF, ha organizado una conferencia. Tendrá lugar el próximo martes, 13 de mayo, a las 20 horas en el Salón de actos de la Real Sociedad de Amigos del país.
La charla, que se desarrollará bajo el título, «Hoy es siempre todavía. Potencialidades y retos en las distintas etapas de la vida», a cargo del sacerdote, D. Luis María Salazary está enmarcada en la 14ª jornada de Reflexión sobre la Familia organizada por el Centro de Orientación Familiar.
El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto, ha presidido la fiesta del Santo Maestro en la Basílica de Montilla
Cada 10 de mayo, la fiesta de San Juan de Ávila congrega en Montilla a gran parte del clero cordobés para celebrar este día en la Basílica en la que se custodian sus restos mortales. En esta ocasión, y en pleno Cónclave para la elección del sucesor de Pedro, la fiesta del Santo Maestro se ha adelantado al día 8 de mayo y ha estado presidida por el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Antonio Prieto, quien antes de comenzar la santa misa, ha atendido a los medios de comunicación junto al administrador apostólico de la diócesis de Córdoba para manifestar la alegría que supone para él poder celebrar la fiesta del patrón del clero en Montilla. “Esperamos todos los años este día como un momento de gracia, de vivir nuestra fraternidad sacerdotal y de pedirle a nuestro Santo Patrón la santidad sacerdotal que él tanto predicaba, en un día que coincide con un momento histórico para la Iglesia y para la historia, por lo que vamos a encomendar a San Juan de Ávila, a los señores cardenales reunidos en Cónclave, para que sean dóciles al Espíritu Santo y elijan al Papa que Dios ya tiene pensado para la Iglesia”, ha indicado. Asimismo, ha recordado a san Juan de Ávila como “el doctor del amor divino, porque toda su vida quiso que fuera un anuncio, una predicación del amor infinito que Dios nos tiene que se manifiesta en Cristo”, calificándolo además como “el doctor del sacerdocio, porque tiene una escuela sacerdotal y nos enseña a todos los sacerdotes a vivir nuestro ministerio como una llama ardiente, como un espejo en el que mirarnos”.
El administrador apostólico de la diócesis de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha coincidido con el prelado de Alcalá de Henares en que el Santo Maestro lo dio todo por la salvación de las almas y, en este momento en el que culmina su ministerio episcopal en Córdoba, ha instado al santo a que le siga guiando, protegiendo y enseñando a ser sacerdote.
Asimismo, ha resaltado que siempre ha querido impulsar la figura del Maestro porque le tiene mucha devoción, porque estando él en Córdoba fue declarado por el Papa Benedicto XVI como Doctor de la Iglesia Universal y porque desde niño siempre se ha encomendado a él.
Por todos estos motivos, la festividad de san Juan de Ávila es, por tanto, una cita ineludible y esperada en la diócesis de Córdoba. De ahí que el clero cordobés se haya concentrado en la Basílica avilista para celebrar la santa misa.
Celebración en la Basílica
Mons. Prieto ha querido comenzar su homilía felicitando “con admiración” a los sacerdotes que este año celebran bodas sacerdotales, entre ellos, este obispo cordobés que celebra sus Bodas de Plata con sus compañeros de curso.
Seguidamente, se ha centrado en definir cómo deben ser y vivir el ministerio sacerdotal, justamente en este día en el que el Evangelio “nos invita a ser luz del mundo y sal de la tierra”. “El sacerdote debe ser una luz y espejo en el que se miren los del pueblo, dijo san Juan de Ávila, sal que comunique el gusto de Dios con su palabra y conservación, incluso a los más alejados”, ha recordado el prelado manifestando a su vez que “celebrar san Juan de Ávila supone siempre recordar nuestra vocación a la santidad”.
El obispo de Alcalá de Henares ha continuado explicando que los sacerdotes “son relicarios de Dios, casa de Dios y debemos ser santos para bien del pueblo de Dios, así como ejemplo para la santificación de los demás”. En este sentido, ha insistido en que “la palabra sacerdote y santo son inseparables, no se entiende una sin la otra”, como manifestaba José María García Lahiguera.
Continuando con las enseñanzas el patrón del clero secular español, Mons. Antonio Prieto ha subrayado la importancia de que el sacerdote sea “santo” y realice su misión desde un amor “apasionado a Jesucristo y a las almas”. “Ser presbítero no es solo aprender técnicas de liderazgo, sino que la esencia del sacerdote está dentro”, ha dicho añadiendo que “para formar buenos sacerdotes hacía falta recursos, seminarios, tiempo y dedicación, como realizó san Juan de Ávila, para que detrás de cada sacerdote se vea el mundo entero”. “La santidad del sacerdote no está reñida con el ejercicio de su ministerio, sino que está llamado a santificarse en la atención pastoral a las almas”, ha subrayado.
Al hilo de esto, el pastor de la diócesis de Alcalá de Henares ha culminado instando a los presbíteros a hacer el bien, siendo creativos y adaptándose a los tiempos, pero sin ser extravagantes. Además, ha acudido a la intercesión del Santo Maestro para pedirle que todos sean “sacerdotes santos” y que acudamos a él reconociendo “a un experto, maestro y amigo”.
Bodas de oro y de plata sacerdotales
En este día, conmemoran sus Bodas de Oro y de Plata un total de doce presbíteros, cinco de ellos Bodas de Oro y siete de Plata. Francisco García Velasco, Antonio Llamas Vela, José Priego León, Rafael Serrano Ortiz y el sacerdote espiritano José Aguilar Toner, son los que han conmemorado sus Bodas de Oro; mientras que Antonio Budia Sabán, Pedro Vicente Cabello Morales, Francisco Jesús Granados Lara, Domingo Luis Moreno Ramírez, Antonio Prieto Lucena, Leopoldo Rivero Moreno y Juan Ropero Pacheco, las de Plata.
Mons. Demetrio Fernández, al comienzo de la celebración, ha tomado la palabra para felicitarles por su entrega y servicio a la Iglesia, así como para recordar a los sacerdotes de la diócesis de Córdoba que este año han partido hacia la Casa del Padre.
Por su parte, Mons. Antonio Prieto ha tenido palabras especiales para Don Gaspar Bustos, quien logró “contagiarnos el amor por san Juan de Ávila” y ha agradecido a Dios “por el don de la fraternidad sacerdotal”, así como a Mons. Demetrio Fernández por su enorme esfuerzo para dar a conocer en todo el mundo la vida de san Juan de Ávila.
La jornada ha culminado con una ponencia en el Teatro Garnelo a cargo del sacerdote de la diócesis de Córdoba Luis Recio y una comida fraterna.
Tras la buena acogida del pasado año, la Diócesis de Jaén prepara nuevos encuentros formativos dirigidos a los miembros de los Consejos de Asuntos Económicos Parroquiales, así como a administradores de Cofradías y Hermandades. El objetivo de estas jornadas es continuar fortaleciendo la transparencia y el compromiso económico dentro de la Iglesia, siguiendo las directrices marcadas por la Oficina de Transparencia y Rendición de Cuentas y la de Cumplimiento Normativo.
Durante las sesiones, se explicarán aspectos clave de la gestión contable parroquial y se compartirán avances y desafíos en el camino hacia la autofinanciación, uno de los retos actuales de la Iglesia.
Así, los encuentros para Consejos de Asuntos Económicos serán:
Miércoles 14 de mayo, de 18:00 a 19:30 horas, en la Casa de la Iglesia de Jaén.
Miércoles 21 de mayo, de 18:00 a 19:30 horas, en la Casa de la Iglesia de Úbeda
Miércoles 28 de mayo, de 18:00 a 19:30 horas, en el centro parroquial de La Encarnación (Bailén).
Por su parte, el encuentro para administradores de Cofradías y Hermandades tendrá lugar el miércoles 4 de junio, de 20:00 a 21:30 horas en la Casa de la Iglesia de Jaén.
Para participar en estos encuentros se necesita inscripción previa, a través de los siguientes formularios:
Con estos encuentros, la Diócesis del Santo Reino avanza con paso firme hacia una Iglesia más corresponsable, transparente y comprometida con sus fieles, también en el ámbito económico.
Desde la Delegación de Pastoral de la Salud han anunciado la celebración del Jubileo de los enfermos el próximo 25 de mayo, en la Santa Catedral de Jaén.
El horario del encuentro es el siguiente:
• 18 horas inicio de la peregrinación jubilar desde el Camarín de Jesús, lo haremos procesionando a Nuestra señora de Lourdes hasta la Catedral
• 19 horas celebración de la Eucaristía, en la que se administrará la unción de los enfermos
Se anima especialmente a los párrocos y a los agentes de la Pastoral de la salud de nuestra Diócesis a participar con sus mayores y enfermos en esta celebración invitando a través de sus equipos de pastoral de la salud a los enfermos de su comunidad.
Estas circunstancias nos llevan a considerar un tema muy poco frecuente en el arte, como es la Comunión de la Virgen María, del que tenemos dos ejemplares en el patrimonio onubense: en el retablo de Santa Clara de Moguer, y en la capilla del sagrario de La Palma[1].
Después de Pentecostés y de la Ascensión de Jesús al cielo, los apóstoles centran toda su atención en proclamar la fe en Cristo Resucitado, y lo mismo ocurre con las fuentes escritas. Nada, por tanto, se dice expresamente de la vida de la Virgen María desde entonces hasta su Asunción a los cielos, nada que llamara la atención en la comunidad cristiana. Los Hechos de los Apóstoles describen cómo era aquella primitiva comunidad, de la que formaba parte María: “Perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones.[…] Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común […] Con perseverancia acudían a diario al templo con un mismo espíritu, partían el pan en las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón; alababan a Dios y eran bien vistos de todo el pueblo” (Hch 2, 42-47).
María, como un miembro más de aquella Iglesia naciente, también se nutría de la Eucaristía. “Recibir la Eucaristía debía significar para María como si acogiera de nuevo en su seno el corazón que había latido al unísono con el suyo y revivir lo que había experimentado en primera persona al pie de la Cruz”[2]. La mística Sor María Jesús de Ágreda, en 1670, describía así la escena: “Cuando llegaba la hora de comulgar, oía primero la misa que de ordinario la decía el Evangelista San Juan […] Llegaba la divina Madre a comulgar, precediendo tres genuflexiones profundísimas, y toda enardecida recibía a su mismo Hijo sacramentado, y a quien en su tálamo virginal había dado aquella humanidad santísima le recibía en su pecho y corazón purísimo”[3]. El teólogo Garrigou Lagrange glosaba la escena: “María, en el momento de la comunión, se convertía en tabernáculo viviente y purísimo de Nuestro Señor, tabernáculo dotado de conocimiento y amor, mil veces más precioso que un cáliz de oro; era, verdaderamente, torre de marfil, arca de la alianza, casa de oro”[4]. La piedad popular, al menos desde 1800, recita esta comunión espiritual: “Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos”[5].
Comunión de la Virgen
Localización: Moguer, Monasterio de Santa Clara Autor: Juan del Castillo Año: h. 1640 Material: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 1,57 x 1,07 m.
El cuadro, por su similitud con las pinturas del retablo de Monte Sión, en el Museo de Sevilla, datadas en 1636[6], podemos atribuirlo a Juan del Castillo. La composición de la escena ha podido estar inspirada en grabados flamencos, como el de Antonius Wierix (+1604). La Virgen María recibe la comunión de manos de San Juan, arrodillada, sujetando un paño blanco, a modo de comulgatorio, con rostro aún juvenil, vestida de túnica roja, manto azul y velo blanco. San Juan, de pie, está revestido con las vestimentas sacerdotales: alba blanca, estola y manípulo, casulla de damasco blanco con banda central de terciopelo bordado en oro, rodeado todo por galón blanco y rojo. El frontal de la mesa de altar también es de damasco blanco y bandas de terciopelo bordado. Sobre el altar, un cáliz y tres rosas. Detrás, un tabernáculo en forma de fachada de un templo. En un rompimiento de gloria, la Santísima Trinidad presencia la escena. En un ángulo inferior, un ángel tiene preparado el aguamanil. El cuadro no pertenece al conjunto primitivo del retablo, sino que procede de un donante particular, en sustitución del que fue destrozado en 1936. Para adaptarse a la forma de arco de medio punto, se han perdido los ángulos superiores.
Comunión de la Virgen
Localización: La Palma del Condado. Parroquia de San Juan Bautista. Autor: Juan Simón Gutiérrez Año: Hacia 1700. Material: Óleo sobre lienzo. Dimensiones: 3,70 x 1,65 m.
El cuadro, atribuido a Juan Simón Gutiérrez[7], muestra la escena en un espacio enmarcado por dos grandes columnas salomónicas. San Juan, revestido con ornamentos sacerdotales, acompañado por dos ángeles con grandes cirios, da la comunión a la Virgen, que la recibe arrodillada, a su vez acompañada por tres ángeles. Las losas de mármol confieren perspectiva y profundidad. Un ángel despliega un gran cortinón rojo, aportando la nota de color. La composición sigue el prototipo de los grabados flamencos. El lienzo decora la capilla del Sagrario de la parroquial palmerina, potenciado por un marco pictórico de Rafael Blas Rodríguez.
Manuel Jesús Carrasco Terriza
[Publicado en Huelva Información, 8 de mayo de 2025, pág. 13]
[1] CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús, “María, mujer eucarística, en el arte. Iconografía de la Virgen de la Bella”, en Estudios Marianos 87 (2021) 208-209.
[2] SAN JUAN PABLO II, Encíclica Ecclesia de Eucharistía, Roma, 17 de abril de 2003, nº. 56.
[3] SOR MARÍA JESÚS DE ÁGREDA, Mística Ciudad de Dios, libro VIII, cap. 10. Tercera parte, libro VIII, cap. 10. “La memoria y ejercicios de la pasión que tenía María santísima y la veneración con que recibía la Sagrada Comunión y otras obras de su vida perfectísima”.
[4] GARRIGOU-LAGRANGE, Reginald, La Madre del Salvador, Madrid, Rialp, 3ª edic., 1990, pág. 150.
[5] SANCHO, Jesús, “La comunión espiritual de San Josemaría ¿Quién fue el autor?”, en Scripta de Maria, 2013, pp. 375-381
[6] VALDIVIESO, Enrique, Historia de la Pintura Sevillana. Sevilla, Edic. Guadalquivir, 2002, pp. 153-155.
[7] ESPINOSA TEBA, María, Catálogo Histórico-Artístico de La Palma del Condado, La Palma del Condado, 1999, pp. 200-201.