El voluntariado de la delegación cordobesa participó en la misa de clausura junto al consiliario
Manos Unidas Córdoba ha puesto fin al presente curso pastoral con una misa en la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia, en la tarde del 17 de junio, presidida por el consiliario diocesano, Agustín Moreno y en la que la nueva delegada, Marian Redondo, tuvo la oportunidad de compartir la jornada con el grupo de voluntarias que conforman esta delegación.
En la homilía, Agustín Moreno dio gracias a Dios por la posibilidad de trabajar para los más empobrecidos y animó al grupo a seguir adelante “en esta maravillosa labor, también en los momentos más complicados, pues la recompensa será grande en el cielo”.
Desde la delegación cordobesa, pusieron de manifiesto que esto no es una despedida hasta el próximo curso, “ya que Manos Unidas en Córdoba está formado por un equipo muy activo e ilusionado que seguirá trabajando y participando en la vida eclesial de la iglesia diocesana”.
Ambas entidades han renovado su colaboración en el programa “Pasito a pasito”
La Fundación Cajasur y la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Córdoba han renovado su colaboración en el programa ‘Pasito a Pasito’, un proyecto destinado a brindar ayuda social directa en las zonas más vulnerables de la ciudad.
Este programa, que beneficiará a más de 150 familias, está enfocado a fortalecer la labor que realizan las obras sociales de las hermandades y cofradías en diversos barrios de la ciudad, actuando como un pilar para atender las necesidades básicas de personas en situación de vulnerabilidad y ofreciendo asesoramiento sobre los recursos.
La renovación de este acuerdo subraya el compromiso de ambas entidades con el bienestar social de Córdoba, por lo que el importe económico de esta colaboración se destinará íntegramente a la compra de productos de primera necesidad, alimentos, productos de higiene y otros artículos esenciales para el día a día.
El Obispo preside una misa en San Nicolás y participa en la campaña de cuestación de Cáritas Diocesana la mañana de este jueves, 19 de junio
Dentro de las celebraciones de la semana de la caridad que Cáritas Diocesana ha celebrado esta semana con motivo del Corpus tuvo lugar el miércoles, 18 de junio, una vigilia de oración en la parroquia de San Miguel Arcángel; el jueves, 19, monseñor Jesús Fernández ha presidido una eucaristía en la parroquia de San Nicolás de la Villa, como previa a la tradicional cuestación que Cáritas organiza anualmente por las calles de la ciudad. Cien voluntarios y quince mesas petitorias se han distribuido por las calles de Córdoba para pedir la solidaridad de los cordobeses con los más necesitados.
Monseñor Jesús Fernández ha recordado a los ciudadanos que la esperanza de muchas personas depende de “gestos de cariño, cercanía y ayuda” y que están esperando que haya “un corazón amante que les dé esa oportunidad”.
Por su parte, Darío Reina, director de Cáritas Diocesana, ha alabado la “ilusión” con la que la entidad sale a las calles para mostrar que la caridad “no es sólo un ideal sino que son hechos concretos que transforman la realidad”. Darío destacó que cada aportación, por pequeña que sea, es una “semilla de justicia, dignidad y esperanza para aquellos que más lo necesitan”.
Se trata del encuentro del final del curso 2024/2025, que ha estado presidido por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez.
La Casa de lglesia de Asidonia-Jerez ha acogido en la jornada de hoy el encuentro del final de curso 2024/2025 del Consejo Presbiteral presidido por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez. Este organismo diocesano, compuesto por sacerdotes que representan a todos los presbíteros de la Diócesis, tiene como tarea el ayudar al Obispo en los temas referentes al gobierno de esta. Pincha en este enlace para conocer quienes forman el Consejo Presbiterio de la Iglesia Asidonense – https://www.diocesisdejerez.org/organos-colegiados/.
Por último, cabe destacar que el último encuentro de este organismo diocesano fue el 15 de febrero de este año.
La Diócesis se prepara para la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Christi, que la Iglesia celebra este domingo. Ese día, el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidirá la Eucaristía en la Catedral de Murcia, a las 9:30 horas. A continuación comenzará la procesión con el Santísimo Sacramento por las calles de la ciudad, junto a diferentes movimientos, cofradías y asociaciones laicales. Los niños y niñas que han recibido la Primera Comunión este año también están invitados a participar. Para ello deben dirigirse al coro bajo de la Catedral, a las 9:00 horas, donde se ubicarán durante la misa. Por la tarde, a las 18:30 horas, Mons. Lorca presidirá la Eucaristía en la Parroquia Santa María de Gracia de Cartagena. Desde allí, al término de la celebración, dará comienzo la procesión con el Santísimo Sacramento por las calles del centro de Cartagena. Esa misma tarde tendrán lugar las procesiones del Corpus Christi en el resto de municipios de la Región, donde los fieles saldrán al encuentro de Jesús Sacramentado en su paso por las calles. Procesión del Corpus Christi esta tarde en Archena La excepción es Archena, uno de los pocos municipios españoles que sigue celebrando la solemnidad del Corpus Christi en jueves. La procesión con el Santísimo Sacramento partirá esta tarde desde la Parroquia San Juan Bautista, después de la misa de las 19:00 horas, y realizará su recorrido hasta la Parroquia Corpus Christi – La Purísima, pasando por las tradicionales alfombras de sal de colores que distintos colectivos de la localidad preparan para el Santísimo.
El concierto está organizado por la Asociación sociocultural San Pelayo, Inmaculada Concepción, que es una asociación sin ánimo de lucro que tiene entre sus finalidades organizar eventos benéficos a beneficio de los jóvenes del Camino Neocatecumenal de la parroquia de la Inmaculada.
El recital, titulado “Por amarte a ti; la boda del alma”, es del escritor y compositor linense, Jesús Cortés Pendón. La obra sitúa a la Beata Emilia en la última noche de su vida, la noche del 25 de enero de 1938, cuando después de dar a luz, sola y sin ayuda, la dejaron morir en aquella celda de castigo por no delatar a su catequista, quien la enseñó a rezar. Jesús Cortés Pendón se vale de la poesía, la prosa, la música y la danza para explicar el martirio de forma poética.
En esta obra participarán: guitarra y voz del propio autor, al baile, Paula Fortes, licenciada en danza española y profesora de religión; recita María Jesús Gil; la percusión de David Lorente; y contará con la colaboración especial de la bailaora Carmen Navarro que a su vez es profesora de la academia de baile “El Rincón del Arte”, que también es profesora de Religión.
Este acto en La Línea de la Concepción, a través del testimonio de la Beata Emilia la Canastera, primera mujer gitana beatificada de la historia de la Iglesia, quiere ser un canto a la esperanza porque la muerte, en la resurrección de Cristo, ha sido vencida. El concierto será el viernes 27 de junio a las 21.00 horas en el teatro de Salesianos de la localidad.
El 14 de febrero de 1675 donó a la ermita de la Misericordia un frontal de plata, un cáliz con su patena, dos vinajeras con su salvilla, y un par de blandones, que trajo de México[1]. El frontal de altar sirvió en la misa que ofició san Juan Pablo II en Huelva el 13 de junio de 1993. A esas obras se suma la pieza que nos ocupa hoy: un ostensorio eucarístico procesional, también conocido como custodia de asiento, también de origen mexicano. Podría deberse a otra donación del mismo Ximénez a la Hermandad Sacramental o a la Parroquia, o bien a un legado de otra persona distinta, aunque próximo en su datación.
La finalidad de este ostensorio es la adoración a la Sagrada Eucaristía en la procesión del Corpus Christi, fiesta instituida por la bula Transiturus de hoc mundo, del Papa Urbano IV, fechada el 11 de agosto de 1264, y confirmada por Clemente V en 1312. Como afirma Righetti, «todo lo que el celo del clero y la fe ardiente del pueblo, secundado por sus gobernantes, pudo encontrar de pomposo, de rico, de sumamente decorativo, todo fue admitido al servicio del Rey de la gloria, para hacer más triunfal su paso por las calles de los barrios y de las ciudades»[2].
CUSTODIA DE ASIENTO
Localización: Villarrasa. Parroquia de San Vicente. Autor: Anónimo mexicano. Año: h. 1675 Material: Plata dorada, fundida, cincelada y repujada Dimensiones: 0,86 m.
La custodia procesional o de asiento, a diferencia del ostensorio de mano, tiene como función ser llevada en procesión sobre unas andas. Se alza sobre una plataforma de madera dorada mixtilínea, cuadrilobular. La obra de orfebrería comienza con una base circular, seguida del astil, compuesto de tres elementos: uno cilíndrico, un nudo ovoide y una taza, todo adornado con cabujones de esmaltes y gallones con asas. El ostensorio propiamente dicho se compone de dos cuerpos: el cuerpo central tiene forma de templete de planta cuadrada, con dobles columnas toscanas en sus ángulos, que reciben un entablamento rectilíneo, y que se rematan en sendas perinolas. El espacio interior se cubre con una bóveda esférica. Todo ello sirve para albergar un gran viril de rayos agudos y flameantes calados.
Entre las columnas de los ángulos se sitúan los cuatro Padres de la Iglesia latina, en figuras de bulto redondo: San Gregorio Magno, con tiara y capa pluvial; San Jerónimo, con el capelo cardenalicio sobre la espalda; San Ambrosio, revestido de pontifical, con mitra y libro; y San Agustín, también de pontifical, con libro, la casa símbolo de la Ciudad de Dios, y fragmento del báculo.
En la plataforma superior, entre las referidas perinolas hay cuatro esculturillas de santos y santas: Santo Tomás de Aquino, San Juan de la Cruz, Santa Catalina de Siena y Santa Teresa de Jesús, dos dominicos y dos carmelitas. Cuatro pilastras sostienen la estructura arquitectónica circular, cubierta con casquete esférico. Y en su interior aparece una Virgen María con el Niño en sus brazos, que porta la bola del mundo en la mano izquierda. Todo el conjunto se corona con una cúpula, que culmina con la escultura itinerante del Patriarca San José con el Niño Jesús.
Desde el punto de vista estilístico, podemos situar esta obra en los inicios del barroco, como continuadora de las formas del Bajo Renacimiento: tanto los elementos estructurales (columnas y bóvedas) y decorativos (cabujones de esmaltes, ces contrapuestas, asas), como las esculturas por su marcado contrapposto y curva praxiteliana.
La procedencia de la pieza queda perfectamente documentada como obra de platería mexicana, gracias al punzón de la ciudad de México que se repite por tres veces. Dicha marca se compone de una M con una pequeña o superpuesta, sobre la que aparece una cabeza humana de perfil. En cuanto a la fecha de construcción, nos sirve de referencia la beatificación de San Juan de la Cruz, que tuvo lugar en 1675.
Publicado en Huelva Información, 19-06-2025, pág. 18
Manuel Jesús Carrasco Terriza
Figuró en la Exposición Ave verum Corpus, en el cincuentenario de la Diócesis[3].
[1] HEREDIA MORENO, María del Carmen, La orfebrería en la provincia de Huelva, Huelva, 1980. T. II, págs. 204-209. PALOMER0 PÁRAMO, Jesús Miguel, Plata labrada de Indias. Los legados americanos a las iglesias de Huelva. Huelva, 1992, págs. 104-105. GONZÁLEZ GÓMEZ, Juan Miguel y CARRASCO TERRIZA Manuel Jesús, “Nuevas aportaciones sobre platería mejicana en Villarrasa”, en Laboratorio de Arte 7 (1994) 179-200.
[2] RIGHETTI, Mario, Historia de la Liturgia, Madrid, 1955, t. I, págs. 872-873.
[3] Juan Miguel GONZÁLEZ GÓMEZ, “Anónimo mejicano. Custodia”, en Catálogo de la Exposición Ave verum Corpus, 2004, págs. 388-389.
“Día grande y solemne del Corpus Christi”. Así ha comenzado el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, su homilía en la Eucaristía que se ha celebrado en el Altar Mayor de la Catedral con motivo de la solemnidad del Corpus Christi, uno de los “tres jueves del año que relucen más que el sol”. De hecho, don José Ángel ha matizado que la solemnidad que hoy celebramos es “como una proyección del Jueves Santo, pero con el carácter festivo y público de una profesión de fe gozosa”. Esta mañana, “la Iglesia que peregrina en Sevilla se postra ante el misterio del amor de Dios hecho Pan de Vida”, ha destacado el prelado.
A continuación, ha afirmado que “Jesús no sólo predica el Reino, sino que da de comer”. “En la Eucaristía, Cristo se hace pan. Su Cuerpo se parte, su Sangre se derrama. La Iglesia ha recibido este don como su mayor tesoro, en ella se culmina y de ella mana toda la vida eclesial”, ha añadido.
El arzobispo ha remarcado que “la Eucaristía es la fuente y culmen de toda la vida cristiana”, y que en ella “el Señor está real, verdadera y sustancialmente presente”. Al respecto, ha subrayado que esta verdad de fe “no puede diluirse ni relativizarse”.
Ha señalado que no hay nada más eficaz para crecer en la vida cristiana, para madurar en la fe, para avanzar por el camino de santificación personal, que “la fervorosa participación en la Eucaristía frecuente y fructífera”. Por eso, ha subrayado la importancia de la celebración dominical, la adoración eucarística y el acompañamiento silencioso ante el Sagrario. “Cada parroquia, cada comunidad, cada familia cristiana, necesita volver a centrar su vida en Jesús Eucaristía, porque cuando Cristo es el centro, todo fructifica”, ha afirmado.
“La Eucaristía no nos aísla, nos proyecta”
En este punto ha aclarado que “no hay verdadero culto eucarístico sin caridad fraterna, porque la Eucaristía significa también un compromiso en favor de los pobres”, y que “la Eucaristía no nos aísla, nos proyecta. No nos ensimisma, nos compromete”. Aquí ha señalado que en Sevilla hay muchas formas de pobreza: material y espiritual: “Hemos de aprender a reconocer el Cuerpo de Cristo también en el hambriento, en el inmigrante, en el anciano solo, en la mujer maltratada, en el joven sin horizonte. Por eso -ha añadido- hoy pedimos al Señor que no permita que nos instalemos en la rutina y el conformismo, que no permita que se anestesie nuestra conciencia ante los más pobres y necesitados”.
“Que nadie tenga miedo de volver a la casa del Padre”
Ha aludido también a la celebración del año jubilar, y ha afirmado que esta es una oportunidad para dejarnos “transformar por la Eucaristía”. “Que nadie tenga miedo de volver a la casa del Padre”, ha subrayado. En este contexto jubilar, monseñor Saiz Meneses ha pedido “que nuestras parroquias sean lugares de acogida, de escucha, de sanación, que nuestras hermandades sean escuelas de misericordia, que nuestras comunidades sean faros de esperanza”.
“La Eucaristía es escuela de paz”
En la parte final de su homilía, el arzobispo de Sevilla ha aludido a los conflictos que condicionan la paz en el mundo, “guerras crueles como las que tienen lugar en Ucrania, en Gaza, en Israel e Irán, por citar algunas”. También ha alzado la voz recordando “otras guerras, no cruentas y a menudo silenciosas en las familias, en los trabajos, en los ambientes, en las ciudades, en definitiva, en los corazones”. Aquí ha aludido al magisterio de León XIV para ofrecer el corazón de la Iglesia como “lugar de diálogo, como instrumento de paz”. “La Eucaristía es escuela de paz”, ha apuntado.
Ha concluido la homilía afirmando que “necesitamos la paz de Cristo resucitado” en nuestras casas, calles, relaciones, en nuestra ciudad de Sevilla. “Que el Señor nos convierta en artesanos de paz y reconciliación; que la procesión del Corpus no sea sólo bella, sino también fecunda y renovadora; que, tras el incienso y las flores, quede el perfume de una ciudad transformada por la presencia del Amor de Dios”.
Concluida la Eucaristía, tras el baile de los seises y la adoración al Santísimo, la Custodia de Arfe con Jesús Sacramentado se incorporó a la procesión del Corpus Christi, escoltada por el arzobispo y los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León y monseñor Ramón Valdivia, respectivamente. En ese momento, los primeros tramos del cortejo con representaciones de hermandades ya se encontraban de regreso en el interior de la seo hispalense. Se culminaba de esta forma una de las tradiciones más señeras de la ciudad de Sevilla, cuyo alcalde, José Luis Sanz, participó en la Eucaristía al frente de una representación del consistorio hispalense. Una tradición que arrancaba en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XIV y que hoy se renueva con total solemnidad.
La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife celebra este año la segunda edición del “Premio Francisco Malpica de la Policía Portuaria de Santa Cruz de Tenerife”. Este galardón pretende ensalzar el espíritu de colaboración en el seno de la comunidad portuaria, especialmente entre aquellas entidades, organizaciones y personas que comparten con dicho Cuerpo el objetivo de hacer de nuestros puertos, espacios seguros y acordes al reto de nuestros tiempos.
En esta ocasión, el comité de concesión ha acordado por unanimidad otorgar el premio ex aequo a la Asociación Stella Maris Tenerife, por su incansable labor humanitaria y de apoyo a marinos mercantes y pescadores, sin distinción de credo, origen o raza, guiados por una profunda vocación de servicio y bienestar para la gente de la mar.
Asimismo, también ha recibido un galardón la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife, con motivo de la celebración de sus 185 años de existencia.
La entrega de los premios tendrá lugar el 15 de julio, en el transcurso de la comida de hermandad de la comunidad portuaria que se desarrollará en la Terminal de Cruceros de la capital tinerfeña.
Cáritas Interparroquial de Alcalá la Real celebró, el pasado jueves, en el Palacio Abacial, una jornada con el lema «Manos que sostienen: pasado, presente y futuro de Cáritas». En ella dio cuentas de su labor caritativa y social durante el ejercicio 2024. Entre los contenidos de la jornada, intervino el sacerdote D. Antonio Pérez Rosales, que protagonizó una charla con el título «La Caridad bajo la perspectiva de la Iglesia». En su disertación, hizo un repaso sobre la acción caritativa de la Iglesia Católica, desde las primeras comunidades hasta la fundación de Cáritas. Abordó, asimismo, la realidad de Cáritas Española en la actualidad y compartió datos sobre su labor.
En el programa del acto también se celebró una mesa redonda con los anteriores coordinadores de la Cáritas Inteparroquial de Alcalá la Real que aún viven. En este sentido, se recordó a Pepita Cano, quien fuera coordinadora y que falleció recientemente. Rosi Collado rememoró los nueve años que estuvo al frente de este organismo, desde el año 1981, así como algunos hitos de aquella etapa. Entre ellos, la instalación en la actual sede y el trabajo para garantizar el suministro de agua potable a casas de Las Cruces, con el apoyo del Ayuntamiento. Subrayó la intervención de Cáritas en aquellos años en materia de drogodependencias.
Por su parte, Capilla Navarro, que asumió la coordinación en los años 90, evocó sus primeros contactos con Cáritas, cuando aún estudiaba BUP, como un modo de sentirse cristiana, de vivir el evangelio y de hacer comunidad. En su opinión, la tarea ha ido haciéndose más compleja. Recordó que los dos rasgos que marcaban el trabajo de Cáritas eran la entrega de su voluntario y su compromiso, aunque señala que se carecía de la formación más adecuada para afrontar esta labor. Destacó el paso de lo asistencial a la promoción de la persona, en gran medida gracias a la implicación de Cáritas Diocesana de Jaén, que apostó por un importante cambio de visión, no exento de dificultades para llevarlo al terreno. Puso el acento en la implicación social y política del municipio, con un gran trabajo conjunto con el Ayuntamiento alcalaíno y los Servicios Sociales. También valoró el trabajo con las personas de etnia gitana, principalmente encaminada a la promoción de la mujer, con talleres y la guardería.
Baldomero Andreu, por su parte, apuntó que se contacto con Cáritas comenzó en 1997 y descubrió cómo esta tarea lo acercaba al prójimo. Valoró el ejemplo de los agentes con los que compartió etapa y remarcó el prestigio gana por el trabajo de las personas voluntarias. Incidió en la fuerza de las personas y los equipos, y valoró como pilares fundamentales la formación y la reflexión conjunta, para ir más allá de lo estrictamente económico y caminar hacia el acompañamiento de las personas en riesgo o en situación de exclusión social. Uno de los aspectos que marcaron su periodo fue la llegada de personas migrantes, lo que llevó a la apertura del albergue. En cuanto al futuro, dio importancia a la necesidad de renovación generacional, por lo que estima crucial la implicación de gente joven.
Por su parte, Serafín Sánchez, también ensalzó el trabajo de las personas voluntarias. Su época estuvo marcada por las realidades de exclusión de personas migrantes. Ensalzó de la solidaridad y el compromiso de personas y entidades alcalaína. Fue una etapa, según defendió, en la que aumentaron las dificultades económicas, relacionadas con la vivienda.
Finalmente, el actual coordinador de Cáritas Interparroquial de Alcalá la Real, Juan Manuel Ortiz, insistió en el que el alma de este organismo de la Iglesia reside en su voluntariado y reconoció tanto a aquellos con una larga trayectoria, como a los que tuvieron en paso más breve. Entre sus recuerdos, los comedores de personas temporeras llegadas para la recolección de la aceituna y la implicación de todos en su atención. Dejaron huella en modo de aprendizaje el acercamiento a las personas en situación de grave vulnerabilidad y la satisfacción recibida gracias a la mejora de sus realidades.
La jornada concluyó con la intervención del sacerdote D. Juan Ángel Delgado, con la presentación del programa “La Tierra como Casa Común”. Abordó el posicionamiento de la Iglesia ante el cuidado del planeta, al que invitó el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si”. A los asistentes que se les entregó una planta para el desarrollo de este novedoso proyecto.