El obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió en la tarde del miércoles 11 de junio el Encuentro de Acción de Gracias con motivo del 50 aniversario del Camino Neocatecumenal en la Diócesis de Cádiz-Ceuta. El acto, que se celebró en el Centro de Convenciones del Hotel Valentín Sancti Petri de Chiclana, congregó a más de 1.100 fieles —incluidos un centenar de hijos de los hermanos de las comunidades— y contó con la asistencia de autoridades civiles y eclesiásticas.
Entre los representantes institucionales presentes, destacaron el alcalde de Chiclana, José María Román; el exalcalde de San Fernando, Antonio Moreno; y el comandante de la Guardia Civil de Chiclana, Andrés Pérez Estudillo, consolidando el respaldo y la visibilidad social del evento.
Alrededor de 30 presbíteros, párrocos y vicarios de distintas parroquias de la diócesis participaron activamente en la celebración. También se sumaron, mediante adhesiones escritas, numerosos religiosos y religiosas del Camino Neocatecumenal que actualmente desarrollan su vocación en monasterios de clausura de toda España.
Durante la ceremonia, Mons. Zornoza puso en valor la dimensión evangelizadora y social del Camino, recordando en su homilía que “no es casualidad que el Camino Neocatecumenal comenzara en las chabolas de Palomeras Altas, en un suburbio de Madrid, en medio de los pobres y marginados. Porque fue precisamente entre los que no contaban nada donde Dios quiso iniciar esta renovación profunda en fidelidad al Vaticano II, al concilio que pedía una nueva evangelización, no sólo de los paganos, sino para tantos bautizados que viven como si Dios no existiera. Desde entonces, lo que era una pequeña semilla se ha hecho un árbol grande con miles de comunidades en todo el mundo”.
Asimismo, el prelado subrayó que el Camino Neocatecumenal tiene como objetivo último “llevar gradualmente a los fieles a la intimidad con Jesús y transformarlos en sujetos activos en la Iglesia, en testigos creíbles de la buena nueva del Salvador en todas partes”.
Un mensaje que, cincuenta años después del inicio de este itinerario en la Diócesis de Cádiz, sigue resonando con fuerza entre los casi dos mil miembros repartidos en 70 comunidades de 11 parroquias.
El acto se inició con una intervención del responsable del equipo de itinerantes de Cádiz y Ceuta, Juan de Mena Martínez —acompañado por Ana María García, el presbítero Francisco de Asís Trujillo y Carlos Gamaliel Guerrero—, quienes dieron testimonio de la historia y el crecimiento de las comunidades neocatecumenales en la diócesis, desde sus humildes comienzos en la parroquia de San Vicente de Paúl y posteriormente en San Pedro y San Pablo de San Fernando, hasta su expansión por las tres zonas pastorales: la Bahía, La Janda y el Campo de Gibraltar.
La jornada culminó con una solemne Eucaristía presidida por el obispo diocesano, asistido por los rectores de los seminarios diocesanos de San Bartolomé y Redemptoris Mater, y concelebrada por una treintena de sacerdotes. El acto concluyó con el canto del solemne Te Deum, poniendo el broche final a una efeméride marcada por la gratitud y la esperanza.
Según los estatutos aprobados por la Iglesia en 2008, el Camino Neocatecumenal es “un itinerario de formación católica válido para la sociedad y los tiempos de hoy, al servicio del Obispo como una de las modalidades de iniciación cristiana y educación permanente de la fe”.
Este encuentro ha servido como testimonio del compromiso, la renovación y la misión evangelizadora del Camino Neocatecumenal en la Diócesis de Cádiz, evidenciando una obra de Dios que ha dado y sigue dando abundantes frutos en la Iglesia local.
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