La CONFER-SEVILLA también ha finalizado su curso 2024-2025. Un curso especial por ser el año jubilar, nada menos que el año de la esperanza. Los fines de la CONFER son entre otros, promocionar y animar la Vida Religiosa, respetando siempre el carácter propio de cada instituto.
Iniciamos el curso el 28 de septiembre del 2024 con nuestra asamblea general, a la que asistió nuestro arzobispo, monseñor José Ángel Saiz Meneses. Su presencia y sus palabras de ánimo indican las buenas relaciones con nuestro pastor. El 30 de noviembre celebramos nuestro retiro de Adviento. Fray Santiago Agrelo nos hizo un llamamiento a cambiar paradigmas: Jesús se encuentra, y debemos encontrarlo, sobre todo en los pobres y hoy especialmente en el mundo de los emigrantes.
El 16 de diciembre, la junta directiva de CONFER mantuvo un encuentro en la comunidad de hermanas nazarenas con el arzobispo y el vicario episcopal para la Vida Consagrada, José Ángel Martín, con quienes pudimos charlar sobre temas de la Archidiócesis.
“La esperanza siempre es posible”
El 2 de febrero celebramos el día de la Vida Consagrada en la Catedral. Fue también una ocasión para ganar el Jubileo. El 8 de marzo, animados por la hermana Maica, carmelita descalza, tuvimos el retiro de Cuaresma, siguiendo los escritos de Teresa de Jesús. Fue una mañana de oración compartida, descubriendo, a través de la santa abulense, que la esperanza siempre es posible, aunque haya dificultades. En este tiempo cuaresmal, no podía faltar un momento de encuentro para la reconciliación comunitaria. Fue el 30 de marzo, en los padres carmelitas descalzos.
El primer encuentro de la vida religiosa de Andalucía tuvo lugar en Antequera el 26 de abril, bajo el lema ‘Caminando en esperanza para ser testigos’. Nos reunimos unas 280 personas, que reflexionamos sobre la sinodalidad. La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Granada, don José María Gil Tamayo, y terminamos con un concierto-oración a cargo del grupo Salahuin. Fue un día extraordinario, en el que hay que agradecer al alcalde de Antequera, Jesús Barón, su acogida, al igual que al equipo directivo del colegio San Francisco Javier, de los Hermanos de la Salle.
Clausura en Alájar
El curso tocó a su fin el 1 de junio. La Sierra de Aracena fue nuestra meta, concretamente la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, en Alájar, en la Peña de Arias Montano. Allí tuvimos un ratito de oración mariana preparado por la comunidad de las Hermanas de la Sagrada Familia de Urgel, que compartimos con quienes visitaban a la Virgen desde pueblos cercanos. A continuación, nos dirigimos a Villa Onuva, donde tuvimos la Eucaristía. El entorno paradisiaco propició una pequeña experiencia de contemplación de la naturaleza, antes del regreso a Sevilla.
Termino este resumen del curso con unas palabras de la última asamblea general de CONFER en Madrid: «CONFER necesita su propia renovación para responder mejor a las demandas reales de la vida consagrada en España». Para esto hacen falta manos y corazón que se pongan a trabajar.
Tradicionalmente la solemnidad del Corpus Christi se celebra el segundo jueves posterior a la solemnidad de Pentecostés, por ser el jueves un día eminentemente eucarístico, ya que los evangelios centran la institución de la Eucaristía en la tarde del Jueves Santo. En la mayoría de los lugares, en la actualidad, por mantener su carácter festivo, esta celebración se ha trasladado al domingo siguiente.
Esta fiesta nos lleva a la última cena de Jesús con sus discípulos, antes de su pasión, muerte y resurrección. Reunidos como tantas veces para cenar, los discípulos se encuentran, como todos los judíos, para celebrar la cena pascual en recuerdo de la liberación de Egipto cuando Israel estaba sometido y vivía en la esclavitud. Esta cena recoge otras tantas anteriores en las que Jesús ha comido con los pobres hambrientos, marginados acogidos, pecadores arrepentidos, amigos y discípulos.
El centro de la cena pascual judía era el cordero, que no aparece mencionado en ningún momento, pasando a ser el centro de la cena los gestos y las palabras de Jesús. En ambas actuaciones se recoge de manera resumida todo lo que ha sido la existencia del Hijo de Dios en medio de nosotros, todo lo que ha vivido y lo que está por suceder con su muerte: un pan que se rompe y se reparte en solidaridad y entrega, expresión de la encarnación y clave para entender la historia de la salvación. En un pedazo de pan y en una copa llena de vino está la presencia real de una vida vivida en plenitud y apasionadamente, de una vida que se da, que se rompe por todos. Jesús ha sido y es ese pan que se ha ido haciendo trozos día a día hasta la muerte. Ha compartido con la gente su pan, su vida, su amor al Padre y a su reino. Ahora comparte su pan-cuerpo y su vino-sangre como sello de una nueva y definitiva Alianza, constituyendo el nuevo pueblo de Dios y haciendo cumplir las promesas de la salvación. Destaca la copa de vino que se reparte entre todos, a diferencia del hecho de beber de manera individual cada uno en su vaso como se hacía normalmente. Beber del cáliz nos lleva del sufrimiento y la muerte a la esperanza fundamentada en la resurrección, porque el vino alegra el corazón del ser humano. Y desde entonces, los suyos venimos celebrando la eucaristía hasta que él vuelva. La Eucaristía no la podemos reducir a un conjunto de ritos litúrgicos o a una belleza estética y quedarnos en lo superficial sin traspasar y contemplar lo esencial, porque la Eucaristía no es un espectáculo ni una representación teatral de un hecho pasado. La Eucaristía de cada día es una actualización de un hecho que cambió nuestras vidas y la sigue cambiando en el banquete fraterno y en el sacrificio de quien vuelve a entregarse a nosotros y por nosotros para el perdón de nuestros pecados. Pero, aunque tengamos fe, podemos no tener hambre de Dios, la razón por la que muchos cristianos no le dan a la Eucaristía la importancia que tiene porque no la han hecho deseo, no la han hecho necesidad. Participamos de un banquete que el Señor nos prepara, porque él nos alimenta como un padre lo hace con sus hijos. Quien no se alimenta se debilita y hasta muere. El que es la Vida nos alimenta con su propia vida como hace el pelícano con sus polluelos. Un banquete en el que todos tenemos un sitio, en el que se comparte la vida, los sufrimientos, las esperanzas…, y en un amor fraterno que rompe fronteras, razas, clases sociales… Hacer memoria es no olvidarnos nunca de todo lo que ha hecho Jesús por nosotros, porque su pasión y muerte fue el precio que pagó por nuestra salvación, un precio que nadie ha pagado por ti, sólo él lo ha hecho, desde una entrega y generosidad en abundancia que anula todo egoísmo humano. El recuerdo y la memoria de lo que él hizo en su vida y en la fracción del pan, nos ha de llevar a nosotros a hacer lo mismo: entregarnos a los demás sin condiciones. Celebrar la Eucaristía nos compromete y nos exige ser su presencia resucitada en el mundo a través de nuestra vida y hechos. Participar de la Eucaristía nos anticipa la llegada del reino de Dios: sucede en la tierra lo que de forma definitiva sucederá para siempre en el cielo, al que estamos invitados a formar parte por nuestro bautismo. Emilio José Fernández, sacerdote http://elpozodedios.blogspot.com/
Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía celebrada en la Catedral con motivo del Corpus Christi 2025
CORPUS CHRISTI
(Málaga, 22 junio 2025)
Lecturas: Gn 14, 18-20; Sal 109, 1-4; 1Co 11, 23-26; Lc 9, 11-17.
Invitados al banquete del Señor
1.- Celebramos hoy la solemnidad litúrgica de “Corpus Christi”, en la que el Señor Jesús nos ofrece su Cuerpo como comida y su sangre como bebida para nuestra salvación. La Eucaristía es el memorial del misterio pascual del Señor: «Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva» (1 Co 11, 26). Estamos celebrando el memorial del misterio pascual del Señor, que se hace presente sacramentalmente.
Él nos invita al banquete que ha preparado con tanto esmero: «Ha despachado a sus criados para que lo anuncien en los puntos que dominan la ciudad: Venid a comer mi pan y a beber el vino que he mezclado» (Pr 9, 2-3.5). ¡Hagamos fiesta con el Señor!
Dios quiere conceder la vida eterna a todo el que crea en el Hijo: «Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6, 40).
2.- En la celebración eucarística los fieles, que peregrinamos en esta vida, somos los convidados del Padre, que acoge a sus hijos en su casa y les ofrecer la comida festiva de la reconciliación y del perdón que les devuelve su dignidad perdida (cf. Lc 15, 7.10.23-24.32). Participar en este banquete es volver a recobrar nuestra dignidad de hijos de Dios.
El Corpus de este año es especialmente significativo, porque está marcado por el “Jubileo de la Esperanza”; y como “peregrinos de esperanza” necesitamos comer el alimento de vida eterna.
“Nuestra asistencia y participación es indispensable, pero es el Padre el que invita, movido por el mismo amor que le impulsa a salir a nuestro encuentro, el amor que se traduce en misericordia y se manifiesta en la alegría. No podemos, por tanto, rechazar la invitación y negarnos a entrar como el hijo mayor de la parábola (cf. Lc 15, 28-30)” (Conferencia Episcopal Española, La Eucaristía, alimento del pueblo peregrino, 22; Madrid, 4.III.1999).
Dios quiere que todos los hombres se salven; por eso es tan importante la misión que nos encomienda el Señor de llevar a los hombres de nuestro tiempo la palabra de vida y el mensaje de salvación.
3.- Jesucristo entregó su vida por nosotros en la cruz y nos dejó como prenda de vida eterna su Cuerpo y su Sangre en el sacramento de la Eucaristía. Padeciendo por nosotros, nos dio ejemplo para seguir sus pasos, dando nuevo sentido a la vida y a la muerte. Por ello podemos afrontar la vida y la muerte con otra perspectiva desde la vida y muerte de Jesús.
El fiel cristiano, conformado con la imagen del Hijo, recibe las primicias del Espíritu (cf. Rm 8, 23), que le capacitan para cumplir la ley nueva del amor; siguiendo los pasos de su Maestro y participando en el sacramento eucarístico puede vivir la entrega diaria de amor. El pan eucarístico es alimento, es fuerza, es energía de amor.
El Señor nos pide que nos convirtamos en pan fresco para nuestros hermanos. Él se ha convertido en pan para nosotros; participar de este pan eucarístico de vida eterna, nos compromete a nosotros a ser también pan para otros; pan que se parte en pedazos, para repartirse y compartir, de modo que nuestros hermanos tengan vida y nadie muera de hambre.
Asociado al misterio pascual y configurado con la muerte de Cristo, el cristiano puede llegar por la esperanza a la resurrección. Y como dice el Concilio Vaticano II: “Esto vale no solamente para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena voluntad, en cuyo corazón obra la gracia de modo invisible” (Gaudium et spes, 22).
Toda la humanidad está invitada a este banquete; y toda la humanidad está invitada a vivir la salvación eterna. Nosotros hemos de ser instrumentos del Señor para compartir y para anunciar esta salvación.
4.- En esta festividad la Iglesia en España celebra el Día de la Caridad. Hay una relación esencial entre Eucaristía y caridad. La celebración de la Eucaristía tiene implicaciones socio-caritativas. El papa Benedicto nos recordaba que “cada celebración eucarística actualiza sacramentalmente el don de la propia vida que Jesús ha hecho en la Cruz por nosotros y por el mundo entero. Al mismo tiempo, en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio eucarístico, el servicio de la caridad para con el prójimo” (Sacramentum caritatis, 88); y damos, queridos fieles, testimonio de la caridad con los más necesitados, como misión esencial de la Iglesia. La Eucaristía lleva a la caridad, porque es “caridad”; y nos debe llevar a nosotros a ayudar a los más necesitados, tanto en el campo material, como espiritual, psicológico o social.
En el evangelio proclamado Jesús pide a sus discípulos que den de comer a la gente; y ellos se excusan diciendo que solo tiene cinco panes y dos peces. Pero Jesús «tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos» (Lc 9, 16-17).
En el Día de la Caridad estamos llamados a poner sobre la mesa lo que tengamos; nuestros cinco panes o los dos peces; lo que cada uno tenga, porque Dios no pide más; lo que cada uno pueda, para que los necesitados experimenten el acompañamiento del amor cristiano. Para que Cristo, a través de nosotros se haga presente en los más necesitados.
5.- Queremos agradecer en este Día de Caridad el servicio generoso de tantos fieles cristianos, de tantas personas de nuestras parroquias, comunidades cristianas, cofradías, hermandades, asociaciones, movimientos eclesiales, que, movidas por su fe y su amor a Dios se comprometen con los más necesitados y excluidos de nuestra sociedad.
Invitados a la Mesa del Señor le suplicamos que nos haga dignos de participar en su banquete eucarístico y nos dé fuerza para acercarnos a los hermanos más necesitados.
Esta tarde haremos la procesión de “Corpus”, acompañando al Señor sacramentado por las calles de nuestra ciudad. ¡Adoremos con alegría a Cristo sacramentado!
Y pedimos a Santa María de la Victoria, nuestra Patrona, que interceda por nosotros, para ser buenos adoradores de Cristo sacramentado y solícitos de las necesidades de nuestros hermanos, los hombres. Amén.
A las 19.30 horas daba comienzo la procesión del Corpus Christi. El recorrido contó con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá.
La procesión salía del Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral, encabezado el cortejo procesional por la cruz alzada y la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, seguida por los niños y niñas que han celebrado su Primera Comunión este año, las Hermandades y Cofradías de gloria y pasión -tanto no agrupadas como agrupadas-, y las representaciones institucionales de ambas agrupaciones. Tras ellos, abrieron el paso al Santísimo los turiferarios y el trono de Nuestra Señora de los Reyes, Patrona del Cabildo Catedral, portado por los miembros de la Asociación de Hombres de Trono Daffari.
×
La Virgen de los Reyes estuvo acompañada por la Banda Municipal de Música de Málaga, mientras que el Coro de la Catedral se situó junto al Santísimo Sacramento, que cerraba el cortejo bajo palio, escoltado por turiferarios, hachetas y ministros. También participaron en la procesión las hermandades sacramentales de gloria y pasión, la Congregación de los Santos Patronos, la Hermandad de Santa María de la Victoria, diversas comunidades religiosas de vida apostólica, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Adoración Nocturna, el Seminario Diocesano, numerosos presbíteros y canónigos y cientos de fieles que se agolpaban en las calles del recorrido. La Agrupación Musical San Lorenzo Mártir se incorporó en calle Sancha de Lara, cerrando el cortejo junto a los fieles.
×
La procesión recorrió las calles Santa María, Sánchez Pastor, Granada, Plaza de la Constitución, calle Larios, Sancha de Lara, Molina Lario y Plaza del Obispo.
A las 19.30 horas de esta tarde da comienzo la procesión del Corpus Christi, que se podrá seguir en directo gracias a la retransmisión de CanalMálaga. Aquí tienen el enlace.
Aquí pueden seguir, en directo, la retransmisión de la procesión del Corpus Christi por la televisión municipal, CanalMálaga, a partir de las 19.30 horas.
El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo.
La salida está prevista a las 19.30 horas desde el Patio de los Naranjos de la Santa Iglesia Catedral. El cortejo procesional estará encabezado por la cruz alzada y la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, seguida por los niños y niñas que han celebrado su Primera Comunión este año, las Hermandades y Cofradías de gloria y pasión -tanto no agrupadas como agrupadas-, y las representaciones institucionales de ambas agrupaciones. Tras ellos, abrirán el paso al Santísimo los turiferarios y el trono de Nuestra Señora de los Reyes -Patrona del Cabildo Catedral-, que será portado, en su mayoría, por los miembros de la Asociación de Hombres de Trono Daffari.
La Virgen de los Reyes estará acompañada por la Banda Municipal de Música de Málaga, mientras que el Coro de la Catedral se situará junto al Santísimo Sacramento, que cerrará el cortejo bajo palio, escoltado por turiferarios, hachetas y ministros. También participarán en la procesión las hermandades sacramentales de gloria y pasión, la Congregación de los Santos Patronos, la Hermandad de Santa María de la Victoria, diversas comunidades religiosas de vida apostólica, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada, la Adoración Nocturna, el Seminario Diocesano y numerosos presbíteros y canónigos. La Agrupación Musical San Lorenzo Mártir se incorporará en calle Sancha de Lara, cerrando el cortejo junto a los fieles.
La procesión recorrerá las calles Santa María, Sánchez Pastor, Granada, Plaza de la Constitución, calle Larios, Sancha de Lara, Molina Lario y Plaza del Obispo. El Santísimo será retirado a las 21:30 horas, tras la llegada a la plaza. A partir de ese momento, la Virgen de los Reyes continuará el recorrido hasta la entrada en Catedral por el Patio de los Naranjos, prevista tras el paso por la calle Santa María.
Hoy, domingo 22 de junio, celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. A las 11,30 horas, el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, presidió la Eucaristía en la Catedral, que pudieron seguir en directo a través del canal de YouTube del primer templo malagueño.
En la Solemnidad del Corpus Christi también celebramos el Día de Caridad y la colecta se destina a Cáritas Diocesana. A la entrada de la Catedral, varios voluntarios de Cáritas informaban sobre la campaña.
×
En su homilía, D. Jesús Catalá recordó que la Solemnidad de hoy tiene un sentido especial en este Año Jubilar pues «como peregrinos de esperanza, necesitamos comer el alimento de vida eterna» y animó a todos los presentes a ser «adoradores de Cristo sacramentado y solícitos a las necesidades de nuestros hermanos».
×
[embedded content]
También podrán seguir en directo la procesión del Corpus Christi, a partir de las 19.30 horas de la tarde, retransmitida en directo por CanalMálaga. El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo, en un acto central del calendario litúrgico.
Hoy, domingo 22 de junio, celebramos la Solemnidad del Corpus Christi. A las 11,30 horas, el Sr. Obispo, D. Jesús Catalá, presidirá la Eucaristía en la Catedral. La podrán seguir en directo a través del canal de YouTube del primer templo malagueño. Aquí tienen el enlace.
A partir de las 11.30 horas podrán ver en directo desde el Canal Youtube de la Catedral de Málaga, la celebración. Pinchando en este enlace.
También podrán seguir en directo la procesión del Corpus Christi, a partir de las 19.30 horas de la tardes, retransmitida en directo con CanalMálaga. El recorrido contará con diez altares, la participación de hermandades sacramentales y la presencia del Obispo, en un acto central del calendario litúrgico.
El sábado 21 de junio tuvo lugar la sesión ordinaria del Consejo Diocesano de Pastoral, celebrado en la Casa sacerdotal Santa Clara. La reunión estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses. Han participado también los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León, monseñor Ramón Valdivia, y miembros de distintas realidades y pastorales de toda la Iglesia de Sevilla.
Constantino Rodríguez, secretario del Consejo Diocesano de Pastoral, ha informado que durante la reunión el arzobispo hizo un repaso de la actualidad diocesana y animó a participar activamente en las actividades que organizará la Archidiócesis de Sevilla a propósito de la IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de Naciones Unidas (FfD4), que tendrá lugar en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio. Concretamente a la vigilia de oración que se celebrará en la Catedral, el jueves 26, a las ocho y media de la tarde.
Jubileo de los Movimientos
En su intervención, monseñor Saiz Meneses, valoró positivamente la celebración del Jubileo de los Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades celebrado en Roma los días 7 y 8 de junio, al que asistieron alrededor de 80 sevillanos en representación de las realidades pastorales de la Archidiócesis
Sesión de trabajo
Rodríguez añadió que durante la sesión de trabajo se hizo una evaluación del Plan Pastoral Diocesano (PPD) 2022-2027. “Estuvimos trabajando las cuatro dimensiones del PPD: Evangelización y catequesis, liturgia y sacramentos, caridad y acción social, comunión y sinodalidad”. Durante la puesta en común “los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral propusieron acciones concretas para desarrollar los objetivos del PPD”. Finalmente, el arzobispo agradeció la labor del Consejo durante este cuatrienio, destacó la importancia de seguir caminando en sinodalidad y corresponsabilidad y “nos animó a todos a vivir con esperanza y fidelidad nuestra vocación dentro de la Iglesia”.
La Solemnidad del Corpus Christi llega este año cuando el curso pastoral está alcanzando su meta. El fin de semana siguiente, después de celebrar la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, celebraremos en la Diócesis la ordenación de cuatro presbíteros y tres diáconos, justo cuandosomos llamados a poner la atención en el Corazón Inmaculado de MaríaSantísima y en el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo, fecha del aniversario de la Diócesis de Asidonia-Jerez.
En la Misa de apertura del curso pastoral, el pasado mes de septiembre, recuperé las palabras de los mártires de Abitinia, en el norte de África, a inicios del siglo IV: “sin el Domingo (sin la Eucaristía) no podemos vivir”. Al cerrar este curso pastoral con la fiesta del Corpus, esas palabras se convierten en una prueba infalible de autenticidad: ¿ha sido la eucaristía la fuente y el culmen de nuestra vida cristiana, en todo lo que hemos hecho y en nuestra manera de reaccionar ante lo que nos pasa?
Este año la Iglesia, a través de la liturgia, nos propone, de forma nueva, el relato de la multiplicación de los panes y los peces según el evangelista san Lucas, para ayudarnos a comprender que, efectivamente, sin la eucaristía no podemos vivir.
En la pobreza de un escaso alimento está el principio de la comida que sacia a todos; en la pequeñez del pan y del vino comienza la entrega sin reservas del Hijo que redime ofreciendo su Cuerpo y su Sangre en sacrificio. Para multiplicar el alimento, Jesús cuenta con los apóstoles; para perpetuar su entrega, Jesús confía el memorial de su pasión a los mismos apóstoles. Jesús manda a la multitud que se recuesten formando pequeños grupos; el mandato dado en la última cena («haced esto en memoria mía») hace la Iglesia, llamada a congregar a toda la humanidad en el nuevo Pueblo de Dios. Los gestos de Jesús obran el milagro: toma el pan, eleva la mirada, pronuncia la bendición, parte el pan y lo distribuye; los mismos gestos se repiten en la última Cena y realizan con las palabras de Jesús el don de la Eucaristía: Sacrificio unido al de la Cruz, Presencia en los signos del pan y del vino, Comunión en Él y desde Él por el alimento. Todos comen y se sacian. El alimento multiplicado es signo de un alimento mayor: Jesús anuncia con sus gestos y palabras la entrega de un don superior. En la eucaristía Jesús no se limita a darnos algo, sino que Él mismo se convierte en don y ofrenda para que tengamos vida. No hay vida cristiana sin la comunión que Él nos regala.
Si en la Solemnidad del Corpus Christi se celebra también el día de la Caridad (caritas) es porque la realidad del amor infinito del Señor contenida en la Eucaristía exige por su propia grandeza el signo inequívoco del amor fraterno. La autenticidad de nuestra participación en la eucaristía se reconoce en la entrega desinteresada a los demás.
Con gran alegría, la Iglesia de Jaén ha recibido, en la mañana del 20 de junio, la noticia de la aprobación por el Papa León XIV, de la beatificación de los 124 mártires que dieron su vida a causa de la fe durante la persecución religiosa entre los años 1936-1939.
El Dicasterio para la Causa de los Santos, ha dado a conocer este decreto de martirio, el primero aprobado por el Papa León XIV, con el que la Santa Sede autoriza la beatificación de estos 109 sacerdotes, una religiosa y 14 laicos que dieron su vida por amor a Cristo. La celebración de la Beatificación se realizará en Jaén de acuerdo con el calendario que proponga el Vaticano.
Tras conocer la noticia, el Obispo de Jaén ha mostrado su júbilo por este acontecimiento tan esperado para la Iglesia de Jaén: “Hoy es un día grande para la historia de la fe de la Iglesia de Jaén”, ha afirmado Monseñor Chico Martínez. “Con la aprobación del Santo Padre, León XIV de las dos causas de los mártires del Santo Reino, la Iglesia universal reconoce que estos hombres y mujeres ofrecieron su vida en fidelidad al Evangelio, y son la raíz fecunda de una esperanza que no muere”. A lo que Don Sebastián ha añadido: “Su sangre no fue en vano: es semilla de vida nueva, de fe renovada. Recordarlos no es mirar al pasado con tristeza, sino abrazar el futuro con valentía. Porque su testimonio martirial brilla por encima de las sombras de la historia y de la fragilidad del mundo”.
Asimismo, el Prelado jiennense ha reconocido que “estas tierras han sido bendecidas y regadas en los siglos de cristianismo por la sangre y testimonio de los mártires, desde el Padre de esta Iglesia, San Eufrasio, hasta San Pedro Poveda y el Obispo Manuel Basulto y compañeros, en su época más reciente. Su sementera ha sido fecunda en nuevos cristianos, y seguirá siéndolo”.
Doble Causa de martirio
Aunque el proceso de beatificación impulsado por la Diócesis de Jaén contemplaba a los 124 presuntos mártires en una misma causa, ha sido la Santa Sede quien, a través del Dicasterio para las Causas de los Santos, el 13 de noviembre de 2020 decide dividir la causa original en dos, dada la extensión (124) y complejidad de la misma.
La de Manuel Izquierdo Izquierdo y 58 compañeros y la de Antonio Montañés Quiquero y 64 compañeros, encabezando ambas causas los dos sacerdotes de mayor edad.
Un proceso con tres obispos: 2016-2025
El proceso de beatificación, promovido por el Consejo Diocesano del Presbiterio, se abrió el 9 de abril de 2016, en la Sacristía de S.I. Catedral de Jaén, presidido por el entonces Obispo Don Ramón del Hoyo López y postulada por Monseñor Rafael Higueras Álamo. En esa ocasión, los miembros del Tribunal Eclesiástico juraron sus funciones para instruir la causa bajo el nombre “Proceso del martirio de Don Manuel Izquierdo Izquierdo y 129 compañeros”. De una primera lista hubo que eliminar a 5 posibles mártires por falta de documentación. De los 125 restantes, se eliminó a uno por dudas razonables ante la causa de su asesinato, quedando en 124 los mártires que ha sido aprobados por Roma.
El 30 de marzo de 2019 se clausuraba la fase diocesana bajo el episcopado de Don Amadeo Rodríguez Magro. Durante esta fase, se recogieron más de seiscientos testimonios, además de numerosos documentos históricos, entre ellos escritos de testigos presenciales de los hechos, archivados en la Diócesis del Santo Reino y en otras jurisdicciones eclesiásticas y civiles. El expediente completo, compuesto por más de 30.000 folios, fue trasladado desde la Diócesis a Roma en 2019, donde ha sido analizado con rigor y detalle, y en la que ha contado con el gran trabajo del postulador, D. Nicola Gori.
El Obispo Don Sebastián Chico Martínez ha realizado, desde su llegada a la Diócesis de Jaén, distintas visitas al Vaticano para seguir el avance del proceso. El 28 de noviembre de 2023, visitó el Dicasterio para la Causa de los Santos en Roma, donde se informó que el expediente había sido revisado por la comisión histórica y posteriormente examinado por la comisión de teólogos, para pasar, después, al consistorio de cardenales y obispos para su aprobación final, el pasado 17 de junio, siendo respaldado por unanimidad ambos grupos, y quedando a disposición para ser decretados por el Santo Padre. El último encuentro entre el Prelado con el Cardenal Semeraro y con el Promotor de la Fe, D. Alberto Royo, fue el pasado mes de febrero
Perfiles
Entre los 124 mártires que serán beatificados, sacerdotes, religiosa y laicos, hay perfiles diversos con grandes testimonios de fe detrás de cada historia. Entre ellos, “el Kolbe español”, un sacerdote que dio su vida por el de un padre de familia; un médico dedicado al cuidado de los más vulnerables de su tiempo y una viuda que levantó una residencia para personas sin hogar.
Francisco de Paula Padilla Gutiérrez- sacerdote (Marmolejo 1892- Mancha Real 1937)
Al ser designado para la muerte otro compañero de prisión, padre de familia con seis hijos, llamado José, el Siervo de Dios Francisco de Paula Padilla Gutiérrez suplicó sustituirlo, yendo él a la muerte en lugar del otro prisionero.
Pedro Sandoica y Granados- laico (Linares 1876- Mengíbar 1936)
Médico que desarrolló su trabajo profesional en Villargordo no sólo tiene una actividad médica de servicio a los más pobres; también se implica en otras actividades para procurar la justicia social con los obreros. Se compromete en tareas apostólicas y de piedad: renueva la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Apostolado de la Oración, fomentando la devoción al Santísimo Sacramento y al Sagrado Corazón de Jesús. Casado y sin descendencia, en la localidad de Villargordo se da frecuentemente el nombre de “Pedro María” como prueba de los varios niños pobres que el matrimonio apadrinaba desde su nacimiento, ayudándoles a lo largo de su vida en sus estudios o hasta conseguir una formación necesaria. En la lista de detenidos “en la ermita del Cristo de la Salud” se incluye a Pedro Sandoica Granados (del día 24 de septiembre al 25 de septiembre de 1936) por orden del Frente Popular. Asesinado el 25 de septiembre de 1936.
Obdulia Puchol Merino- seglar (Martos 1900- Monte Lope Álvarez 1936)
Desde que quedó viuda se dedica a hacer obras de caridad apostolado y de piedad. Hija de padres muy cristianos, la parroquia encontró en ella su mejor colaboradora. Su obra más importante de caridad consistió en la creación de una residencia para los transeúntes pobres, en la cual les facilitaba alimentos, dormitorio y servicios sanitarios si es que los precisaban. Para esta hermosa institución contó con la ayuda sin par de las Conferencias de San Vicente de Paul, precisamente fundadas en la parroquia y presididas por su padre, don Antonio Puchol, que a su vez era médico forense de la localidad. El día que recibió la palma del martirio vestía el hábito de San Francisco, pues también era Terciaria Franciscana Seglar.