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Santos Miguel, Gabriel y Rafael, ejemplo de misioneros

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A solo dos días del inicio del mes misionero por excelencia, marcado por la festividad de la patrona de las misiones, santa Teresa de Lisieux (1 de octubre), la Iglesia nos invita a celebrar el día de otros tres grandes misioneros: los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. Encargados por Dios para misiones de altísima importancia, nos sirven de ejemplo de obediencia y fidelidad a Dios.

No en vano, san Antonio María Claret, fundador de los Misioneros Claretianos, eligió a los santos arcángeles como copatronos de su congregación, destacando entre ellos tres a san Miguel, a quien solía invocar a la hora de iniciar sus tareas misioneras. Para él, el arcángel que combatió contra Satanás es imagen del misionero que lucha en las batallas de Dios y que sale en defensa de la gloria divina.

En Málaga, además de su patronazgo sobre numerosas localidades, contamos con seis parroquias dedicadas a san Miguel, dos a san Gabriel y solo una a san Rafael, quizá el menos conocido, en la barriada rondeña de La Cimada-Los Prados.

ORACIÓN A LOS SANTOS ARCÁNGELES

San Miguel, nuestro protector, te pido que vengas en mi ayuda, luches por todos mis seres queridos y nos protejas del peligro.

San Gabriel, mensajero de la Buena Noticia, te pido que me ayudes a escuchar claramente tu voz y que me enseñes la verdad.

San Rafael, ángel sanador, te pido que tomes mi necesidad de sanación y la de todos los que conozco, la eleves al trono de la gracia y nos devuelvas el regalo de la recuperación.

Ayúdanos, oh, Señor, a darnos cuenta más plenamente de la realidad de los arcángeles y de su deseo de servirnos.

Santos Arcángeles, rogad por nosotros.

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Mons. Satué, a las personas migrantes: «Que os sintáis entre nosotros como en casa»

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Por la Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga ha acogido la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo, D. José Antonio Satué. En ella han participado numerosas comunidades de personas migrantes y refugiadas que comparten vida con los diocesanos.

La Eucaristía, presidida por el obispo y concelebrada por el deán de la Catedral, D. José Manuel Ferrary, el vicario de la acción social y caritativa, Juan Manuel Ortiz, y otros sacerdotes, ha sido acompañada por los cantos de tres coros, uno de personas de Nigeria, otro de Paraguay y el grupo Jerusalén. 

En su homilía, el obispo ha invitado a mirar con corazón limpio el fenómeno migratorio, empezando por compartir una anécdota personal sobre los prejuicios que a veces se tienen pero que rara vez van acompañados de experiencias reales. En sus palabras, ha invitado a acoger a las personas que vienen a compartir vida con nosotros y que enriquecen, no solo a la sociedad, sino también a las parroquias y la vida de las comunidades de fe. También ha agradecido el trabajo constante de la Delegación de Migraciones por conjugar los cuatro verbos que el papa Francisco repetía respecto a las migraciones: acoger, proteger, promover e integrar.

Al término de la Misa, el obispo ha saludado personalmente a todos aquellos que han querido acercarse a su encuentro.

MESA DEL MUNDO RURAL

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tiene este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Cofradía del Amor de Málaga, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebró en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, fue el turno de una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud, a las 20.30 horas en el Oratorio de las Penas (plazuela Virgen de las Penas, s/n), Málaga. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga ha acogido la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué, y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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Actividades para la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado

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La Mesa del Mundo Rural, de la Conferencia Episcopal Española y activa ya en otras diócesis, ha comenzado ahora también en Málaga con el proyecto “Habita el interior”, materializada por una red de entidades eclesiales entre las que se cuentan la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas. Su objetivo es el arraigo de familias migrantes en la Málaga rural.

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tendrá este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Cofradía del Amor de Málaga, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebró en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, es el turno de una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud, a las 20.30 horas en el Oratorio de las Penas (plazuela Virgen de las Penas, s/n), Málaga. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga acoge la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué. y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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Actividades por la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado

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La Mesa del Mundo Rural, de la Conferencia Episcopal Española y activa ya en otras diócesis, ha comenzado ahora también en Málaga con el proyecto “Habita el interior”, materializada por una red de entidades eclesiales entre las que se cuentan la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas. Su objetivo es el arraigo de familias migrantes en la Málaga rural.

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tendrá este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Cofradía del Amor de Málaga, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebró en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, es el turno de una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud, a las 20.30 horas en el Oratorio de las Penas (plazuela Virgen de las Penas, s/n), Málaga. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga acoge la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué. y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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Habita el interior, un proyecto de la CEE

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La Mesa del Mundo Rural, de la Conferencia Episcopal Española y activa ya en otras diócesis, ha comenzado ahora también en Málaga con el proyecto “Habita el interior”, materializada por una red de entidades eclesiales entre las que se cuentan la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas. Su objetivo es el arraigo de familias migrantes en la Málaga rural.

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tendrá este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Cofradía del Amor de Málaga, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebra en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga acoge la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué. y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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17-19 OCTUBRE. Los jóvenes malagueños están invitados a vivir la experiencia Despierta

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Del 17 al 19 de octubre tendrá lugar en Casa Diocesana el Curso #Despierta, una iniciativa de la Subcomisión para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal para «despertar» el deseo evangelizador en los jóvenes con el objetivo de que se lancen a anunciar a Jesucristo en sus ambientes.

Los responsables de esta inicaitiva en la CEE serán quienes impartan el curso destinado a los jóvenes para que sean evangelizadores de otros jóvenes, capaces de dar testimonio de su fe con la fuerza que solo da el encuentro personal con Dios.

Se trata de «una formación activa e interactiva, dinámica y fresca, juvenil y participativa que busca y propone el encuentro personal con Jesucristo, para que sea el motor de todo lo que nuestros jóvenes hagan y comuniquen al mundo y al frente de sus grupos», explica el delegado de Juventud de la diócesis de Málaga, José Miguel Porras.

Está dirigido a jóvenes de entre 18 y 35 años enviados por su parroquia, hermandad, movimiento, congregación o asociación. También están invitados todos los sacerdotes que tengan responsabilidades en Pastoral Juvenil en sus parroquias y realidades.

El encuentro comenzará el viernes 17 a las 19.00 horas y concluirá el domingo 19 tras el almuerzo, en Casa Diocesana. 

El coste es de 120€. Desde la Delegación de Juventud invitan a que «un signo manifiesto de envío es que las comunidades de origen (parroquias, hermandades, movimientos y asociaciones) ayuden a sus jóvenes con la inscripción o parte de ella. Si alguien quiere participar y tiene dificultades por cuestiones económicas que no dude en ponerse en contacto con nosotros».

Pueden inscribirse en el siguiente formulario https://forms.gle/QjsfHQMbtTX97rRX6 

Para más información sobre esta u otra actividad de la Delegación de Infancia y Juventud, pueden escribir a juventud@diocesismalaga.es o llamar al 952 30 38 76.

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Las personas migradas, en el centro de la mirada eclesial

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La Mesa del Mundo Rural, de la Conferencia Episcopal Española y activa ya en otras diócesis, ha comenzado ahora también en Málaga con el proyecto “Habita el interior”, materializada por una red de entidades eclesiales entre las que se cuentan la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas. Su objetivo es el arraigo de familias migrantes en la Málaga rural.

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tendrá este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Archicofradía del Amor, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebra en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga acoge la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué. y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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Las personas migradas, en el centro de la mirada eclesial

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La Mesa del Mundo Rural, de la Conferencia Episcopal Española y activa ya en otras diócesis, ha comenzado ahora también en Málaga con el proyecto “Habita el interior”, materializada por una red de entidades eclesiales entre las que se cuentan la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas. Su objetivo es el arraigo de familias migrantes en la Málaga rural.

La Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, el 5 octubre, tendrá este Año Santo un especial sentido de esperanza. La Diócesis de Málaga invita a fijar la mirada, este mes, en las migraciones y a hacerlo como “lugar de esperanza”, igual que en meses anteriores ha hecho con otras realidades, como las personas privadas de libertad o quienes sufren cualquier tipo de enfermedad.

Este año, además, cuenta con la buena noticia de que las Migraciones constituyen una de las prioridades pastorales diocesanas, y de la puesta en marcha a nivel diocesano de la Mesa del Mundo Rural. Este proyecto, que fue constituido a nivel nacional en diciembre de 2021, da así sus primeros pasos en esta provincia. Las entidades participantes (Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas) cuentan con el apoyo económico, además, de la Sagrada Familia de Burdeos y la Archicofradía del Amor, y ya han comenzado su labor de integración y acompañamiento con una familia que huía de una situación de violencia, y que ha sido acogida en un pueblo de la provincia.

Mediante esta iniciativa se busca crear una red que ayude a construir las condiciones adecuadas para que los pueblos del interior de la provincia de Málaga incorporen nuevos vecinos en situación de desarrollo de su proyecto migratorio, y con ello ofrecer oportunidades de integración y estabilidad y prevenir, asimismo, el fenómeno de despoblamiento rural. Como explican desde la Delegación de Migraciones de la diócesis, «pretendemos ser un recurso mediador entre los pueblos que acusan un desplome demográfico y laboral y las familias migradas que desean trabajo y vivienda estables con disposición al arraigo rural. Nuestro trabajo consiste en unir estos dos desafíos que tiene nuestra sociedad y darle una solución conjunta y real».

«La población migrada es parte importante de la solución al problema de despoblamiento», afirman. «Pero la Mesa del Mundo Rural no es solo un conector laboral, una bolsa de empleo o vivienda; sino que pretendemos acompañar a las familias en su trayecto migratorio hasta conseguir el arraigo».

Los primeros pasos para conseguir los objetivos de este proyecto pasan por realizar un estudio de campo exhaustivo de los municipios con mayor peligro de despoblamiento. Entre ellos están Jubrique, Genalguacil, Benaoján, Cañete la Real, Serrato, El Burgo, Yunquera, Arriate, Cortes de la Frontera, Jimera de Líbar, Atajate, Alfarnate, Alfarnatejo, Cuevas Bajas y Cuevas de San Marcos. A este respecto, constatan su intención de «poner en valor todos los recursos habitacionales, laborales y de emprendimiento que tienen nuestros bonitos pueblos de la provincia».

Los miembros de la Delegación de Migraciones destacan la importancia de formar y acompañar a comunidades acogedoras y hospitalarias entre los voluntarios de la acción social y pastoral de las parroquias. «Nuestra metodología de trabajo será en red con otras entidades y asociaciones, una respuesta común ante el problema demográfico y migratorio con los cuatro “verbos” que el papa Francisco repitió como pasos importantes en el proceso de la integración: acoger, proteger, promover e integrar, como hitos de un camino de la inclusión de familias migrantes en ámbitos rurales. Esas familias serán protagonistas de su propia promoción, por lo que la participación y la responsabilidad serán importantes en nuestro método de trabajo», explican.

OCTUBRE

La Delegación diocesana de Migraciones pondrá a disposición de todos, en la web diocesismalaga.es, un vídeo motivador y un guion de oración para que, durante todo este mes de octubre, se pueda profundizar en la realidad migratoria como lugar de esperanza desde la perspectiva cristiana. Además, ha organizado un programa de actividades abiertas a todos: el jueves día 2 de octubre se celebra en la parroquia Santa Rosa de Lima una vigilia de oración a las 20.15 horas. El 3 de octubre, una oración y adoración junto a la Delegación de Juventud. El día 5, Jornada del Migrante y Refugiado, la catedral de Málaga acoge la Eucaristía a las 11.30 horas presidida por el obispo D. José Antonio Satué. y el miércoles 8, a las 20.00 horas, habrá Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución y otros puntos de la provincia. Todo con la cita, en el horizonte, de una exposición sobre la trata que será inaugurada el 17 de octubre, a las 13.00 horas en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de la capital, y que, bajo el título «Punto y seguimos. La vida puede más», aborda desde la esperanza la realidad de la trata de personas.

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17 OCTUBRE. Se inaugura la exposición titulada «Punto y seguimos. La vida puede más»

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El 17 de octubre, viernes, a las 13.00 horas, la Delegación diocesana de Migraciones inaugura una exposición sobre la trata de personas. Puede visitarse desde el 17 al 31 de octubre en la sede de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga (calle Muro de San Julián) en horario de

La muestra es una exposición fotográfica itinerante, que se promueve desde la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española, y que, desde marzo de 2019, recorre numerosas ciudades de España, tratando de mostrar aquellas múltiples formas de explotación laboral, sexual, tráfico de órganos o matrimonios forzados. 

Son 41 imágenes recogidas por el fotógrafo Fernando Mármol, que tiene como protagonistas a hombres y mujeres víctimas y supervivientes de la trata: una realidad invisibilizada para la ciudadanía, que afecta a millones de personas en todo el mundo y que mueve cada año millones de euros en un negocio solo superado por el tráfico de armas. La Trata de seres humanos es un negocio que mueve millones de euros mientras somete a miles de personas a situaciones de esclavitud, atentando contra su dignidad y vulnerando sus derechos fundamentales. Mujeres y hombres son captados en sus países de origen y trasladados hasta países de destino con fines de explotación sexual, laboral, comisión de delitos, mendicidad, tráfico de órganos, matrimonios forzosos. En España la forma de explotación más habitual es la sexual, y tiene como víctimas en su mayoría a mujeres y niñas. Esta exposición quiere mostrar la realidad y los testimonios del drama sufrido, la indiferencia de la sociedad y la esperanza de una vida libre de explotación, gracias a la ayuda y la implicación de la Iglesia con las víctimas y la sociedad en general. Las imágenes están estructuradas en tres bloques argumentales refleja el drama vivido por las personas que han sufrido situación de trata, la indiferencia y la esperanza de una vida libre de la explotación.

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Los jóvenes malagueños están invitados a vivir la experiencia Despierta

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Del 17 al 19 de octubre tendrá lugar en Casa Diocesana el Curso #Despierta, una iniciativa de la Subcomisión para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal para «despertar» el deseo evangelizador en los jóvenes con el objetivo de que se lancen a anunciar a Jesucristo en sus ambientes.

Los responsables de esta inicaitiva en la CEE serán quienes impartan el curso destinado a los jóvenes para que sean evangelizadores de otros jóvenes, capaces de dar testimonio de su fe con la fuerza que solo da el encuentro personal con Dios.

Se trata de «una formación activa e interactiva, dinámica y fresca, juvenil y participativa que busca y propone el encuentro personal con Jesucristo, para que sea el motor de todo lo que nuestros jóvenes hagan y comuniquen al mundo y al frente de sus grupos», explica el delegado de Juventud de la diócesis de Málaga, José Miguel Porras.

Está dirigido a jóvenes de entre 18 y 35 años enviados por su parroquia, hermandad, movimiento, congregación o asociación. También están invitados todos los sacerdotes que tengan responsabilidades en Pastoral Juvenil en sus parroquias y realidades.

El encuentro comenzará el viernes 17 a las 19.00 horas y concluirá el domingo 19 tras el almuerzo, en Casa Diocesana. 

El coste es de 120€. Desde la Delegación de Juventud invitan a que «un signo manifiesto de envío es que las comunidades de origen (parroquias, hermandades, movimientos y asociaciones) ayuden a sus jóvenes con la inscripción o parte de ella. Si alguien quiere participar y tiene dificultades por cuestiones económicas que no dude en ponerse en contacto con nosotros».

Pueden inscribirse en el siguiente formulario https://forms.gle/QjsfHQMbtTX97rRX6 

Para más información sobre esta u otra actividad de la Delegación de Infancia y Juventud, pueden escribir a juventud@diocesismalaga.es o llamar al 952 30 38 76.

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