Esta mañana, lunes 31 de marzo, a las 11:00 horas, se llevó a cabo en la Casa de Espiritualidad de Aguadulce la sesión de formación titulada «Anuncio que cambia corazones y renueva vidas», impartida por D. José Antonio Cano Cano, consiliario general de Acción Católica General (ACG).
Durante la primera parte de la charla, D. José Antonio destacó la necesidad de una renovación pastoral en la Iglesia, enfocándose especialmente en las parroquias. Propuso la creación de equipos de evangelizadores, diferenciados de los equipos de pastoral, y describió el perfil adecuado de las personas que deberían integrarlos.
En la segunda parte, presentó el método «Encuentros cuatro40» de ACG, una propuesta integral de Primer Anuncio que facilita el encuentro personal con Jesucristo y promueve un proceso de fe acompañado en la comunidad parroquial. Este método combina la acción del Espíritu Santo, la Palabra de Dios, testimonios y dinámicas vivenciales para conectar con la vida de los participantes.
La jornada comenzó con la oración de la Hora Intermedia y concluyó con una comida fraterna compartida, fortaleciendo la convivencia entre los sacerdotes en este camino cuaresmal hacia la celebración del Triduo Pascual. Al finalizar, se abrió una ronda de preguntas, permitiendo a los asistentes profundizar en los temas tratados y compartir inquietudes.
El Camino Neocatecumenal celebró su 50 aniversario en Córdoba con la santa misa en el templo principal de la Diócesis
El Camino Neocatecumenal inició su andadura en la Diócesis de Córdoba en 1974, cuando un equipo de catequistas fue enviado por Kiko Argüello y Carmen Hernández
Nace del Concilio Vaticano II, como una obra que Dios ha suscitado tanto para renovar el anuncio de lo que es la Iglesia y su misión, “en cuanto es posible al lenguaje humano”, como para indicar su “objetivo principal: la reforma de la Santa Iglesia”. Kiko Argüello y Carmen Hernández fueron enviados para establecer el itinerario de formación cristiana en la región. Desde entonces, ha desempeñado un papel significativo en la revitalización de la fe y la formación de comunidades en diversas parroquias de Córdoba.
A través del Camino Neocatecumenal, Dios ha suscitado en la Iglesia una respuesta a la crisis social, moral y, sobre todo, eclesial que atraviesa nuestra generación: una modalidad de iniciación cristiana. El Camino no busca formar nuevos grupos parroquiales, sino poner en marcha en las parroquias un camino de gestación hacia la fe adulta. Así, poco a poco, se van formando comunidades cristianas que transforman la parroquia en una ‘comunión de comunidades’.
Estas comunidades van madurando hasta poder manifestar los signos de la fe: el amor y la unidad (cf Jn. 13,34–35; 17,21), a la vez que se convierten en misioneras, mostrando al mundo que amar es posible. Un amor que se extiende incluso a aquellos que nos hacen mal o nos desprecian, amando al enemigo. He aquí lo específico del cristiano: ama a su enemigo y muestra que es posible perdonar.
Actualmente, en 2025, el Camino Neocatecumenal en Córdoba celebra su 50 aniversario local. Las comunidades están organizando diversas actividades conmemorativas en las parroquias donde están presentes. Estas celebraciones incluyen eucaristías especiales, encuentros comunitarios y momentos de acción de gracias por el camino recorrido en estas cinco décadas.
El pasado domingo, 30 de marzo, fue un gran día de júbilo y alabanza para todos los hermanos del Camino y para la Iglesia de Córdoba. Tuvo lugar la Eucaristía en la que el Administrador Apostólico de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández, señaló que este es un momento de profunda reflexión y alegría para los miembros del Camino.
En su homilía, destacó la importancia de la reconciliación con Dios, una llamada a abrir el alma al perdón divino. Citando la segunda lectura, invitó a los fieles a permitir que la sangre de Jesucristo lave sus pecados y que el Espíritu Santo los renueve. “Este proceso de renovación es vital en el camino de la Pascua, especialmente durante la Cuaresma, tiempo de oración, limosna y ayuno”, explicó.
Además, profundizó en la parábola del hijo pródigo del Evangelio, destacando cómo, a través de la figura del Padre Misericordioso, Jesucristo nos muestra que Dios nos ama a pesar de nuestros pecados. “Dios está de nuestra parte y ofrece su perdón”, dijo, animando a los fieles a no tener miedo de acercarse a Él, pues es en la reconciliación donde se experimenta la gracia y el don de ser hijos.
La celebración de este 50 aniversario del Camino Neocatecumenal no solo fue un momento de acción de gracias, sino también una ocasión para recordar el llamado a evangelizar que todos los miembros han asumido con gozo, tal como está previsto en los Estatutos (Art. 33,1): “La realización del Camino Neocatecumenal puede ser ayudada por familias en misión que, a petición de los Obispos, se establecen en zonas descristianizadas o donde sea necesaria una ‘implantatio ecclesiae’”.
Como subrayó el Papa Benedicto XVI, “El Camino es sin duda una de las respuestas providenciales a esta necesidad urgente. La Iglesia ha reconocido en el Camino un don particular que el Espíritu Santo ha dado a nuestros tiempos”.
Concluyó la homilía con un llamado especial a los jóvenes: «No dejéis la comunidad, aunque vengan dificultades, perseverad en el Camino, porque eso os llevará a la vida eterna».
La jornada fue organizada por la Asociación Familiar Alcorce y la Biblioteca Sacerdotal Breña
El pasado 28 de marzo se celebró una mesa redonda en conmemoración del centenario de la ordenación sacerdotal de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei.
El evento, organizado bajo el título “…que ama apasionadamente el mundo”, tuvo lugar en el salón de actos de la Fundación Miguel Castillejo y fue promovido por la Asociación Familiar Alcorce y la Biblioteca Sacerdotal Breña. La mesa redonda contó con la intervención de María Calvo Charro, jurista, profesora y escritora; Daniel Cotta, poeta y profesor; y Antonio Schlatter, capellán del Centro Educativo Zalima.
Durante el acto, se abordó la figura de San Josemaría Escrivá, quien fundó en 1928 el movimiento Opus Dei, una institución de la Iglesia Católica establecido como respuesta a la llamada universal de Dios para difundir la santidad a través del trabajo, concibiendo un “plan de vida” que incluye prácticas consideradas muestra de “buen espíritu” que ayudan a unirse a la cruz de Cristo.
Los ponentes resaltaron el profundo sentido eclesial y vocacional de San Josemaría Escrivá. Antonio Schlatter destacó que “los laicos, a través de su vida corriente y de su trabajo ofrecido a Dios, pueden consagrar a Dios en el mundo entero. Me parece que esta magnífica realidad recordada por el Concilio y adelantada por Dios a través del sacerdocio de san Josemaría, está lejos aún de haber entrado en la mentalidad y la vida de los fieles. Gracias a su enorme amor al sacerdocio ministerial, san Josemaría enseñó que sacerdocio más importante en la Iglesia es el sacerdocio común de los bautizados”.
María Calvo, por su parte, trató la extraordinaria similitud del alma sacerdotal de todos los cristianos con el don de la maternidad que Dios ha traído al mundo, sobre todo en la figura de la mujer madre. En su intervención, afirmó que “es más indispensable que nunca que los cristianos comprendamos la importancia de maternizar la sociedad a través de nuestra vida”. También mencionó algunos rasgos característicos del alma maternal, contenidos más extensamente en su reciente libro Orgullo de madre. En este libro, refleja que ser madre nunca ha sido fácil y que nada te prepara para serlo, pero ser madre te prepara para todo. En este sentido, urgió a «maternizar» una sociedad tan erosionada, y destacó que solo las mujeres pueden llevar a cabo esta tarea.
Daniel Cotta, poeta malagueño afincado en Córdoba, recitó y glosó algunos poemas de su libro Alumbramiento, manteniendo un tono intenso y emotivo, buscando siempre la sencillez bajo sus versos. Sus poemas vestían poéticamente la idea central que latía en el corazón sacerdotal de San Josemaría y que resumía el tema de la mesa redonda: “la vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día”.
El acto culminó con un breve diálogo entre los ponentes y el numeroso público asistente.
De las Hermanas Hospitalarias de Granada, por visibilizar proyectos que conducen a una “verdadera escuela inclusiva”. El acto de entrega tendrá lugar el día 3.
Este jueves 3 de abril el Rey Felipe VI entrega el Granada el “Premio Princesa de Girona Escuela del Año” al Centro de Educación Especial Purísima Concepción de las Hermanas Hospitalarias de Granada.
El jurado de expertos le otorga este Premio “por su liderazgo al visibilizar proyectos inspiradores que nos llevan a una verdadera escuela inclusiva. Por ser centro de referencia en atención a la diversidad, afrontando la educación a través de la innovación y asumiendo el rol de mentorización para otros centros, destacando el trabajo coordinado y comprometido de su equipo directivo y profesorado”.
En su visita, el Rey visitará diferentes aulas, donde conocerá de primera mano algunas de los innovadores proyectos en los que trabaja el centro y que se construyen bajo el lema lema “Soy capaz, soy protagonista”. Su principal eje de acción es el desarrollo integral de la persona, independientemente de sus limitaciones, empoderándola desde sus propias posibilidades y capacidades como ciudadano de pleno derecho y como parte indispensable de su grupo social, escolar y familiar.
El objetivo con el galardón que otorga la Fundación Princesa de Girona es recompensar el esfuerzo de centros que apuestan por el “desarrollo del talento y la innovación educativa en favor de una sociedad más justa y un mundo mejor”. Una tarea que, en el caso de este centro de educación especial de Granada, se traduce en atender a un alumnado con necesidades educativas especiales (diversidad funcional, cognitiva, física/motriz y de control/explosión emocional).
Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las Parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al Consejo presbiteral (c. 515 82).
Para mejor atención pastoral de los fieles, así como para devolver el valor histórico que el Santuario Diocesano de San Lucas tiene en la ciudad de Jerez de la Frontera, en uso de mi jurisdicción ordinaria, y una vez oído el Consejo del Presbiterio, DECRETO la erección de la PARROQUIA DE SAN LUCAS, que comprenderá las siguientes calles: Ánimas de San Lucas, Basurto. Benavente Alto, Cabezas, campanillas, Flores, Jesús de las Tres Caídas, Luis de Isasi, Moral, Riquel, san Honorio, Sor Ángela de la Cruz; así como las Plazas: Belén, Benavente, Ponce de León y San Lucas.
Para que así conste, lo firmo y sello con refrendo del Secretario General-Canciller de este Obispado en Jerez de la Frontera a 26 de marzo de 2025.
Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las Parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al Consejo presbiteral (c. 515 82).
Para mejor atención pastoral de los fieles, así como para devolver el valor histórico que el Templo de San Juan de los Caballeros tiene en la ciudad de Jerez de la Frontera, en uso de mi jurisdicción ordinaria, y una vez oído el Consejo del Presbiterio, DECRETO la erección de la PARROQUIA DE SAN JUAN D E LOS CABALLEROS, que comprenderá las siguientes calles: Cadenas, Canto, carne, Cid, Colores. Doctor Mercado, Florinda, Francos (nn. 45 ss), Justicia (nn. 1 al 20), Morla, Negros, Palma, Paralejo, Puerta Nueva, Salas, San Juan, Santa María de Gracía, Siete Revueltas y Vid; así como las plazas: Carrizosa, Cocheras, Melgarejo, Mendoza y Mirabal.
Para que así conste, lo firmo y sello con refrendo del Secretario General-Canciller de este Obispado en Jerez de la Frontera a 26 de marzo de 2025.
Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las Parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al Consejo presbiteral (c. 515 82).
Para mejor atención pastoral de los fieles, así como para devolver el valor histórico que el Templo de San Marcos tiene en la ciudad de Jerez de la Frontera, en uso de mi jurisdicción ordinaria, y una vez oído el Consejo del Presbiterio, DECRETO la erección de la PARROQUIA DE SAN MARCOS, que comprenderá las siguientes calles: Almenillas. Pasaje Ángel Saen Roldán, Besantes, Catalanes, Escuelas, Francos (nn. 27-43), Gaitán, Gibraleón, Jaramago, Juana de Dios Lacoste (nn. 7 ss), Alameda Marqués de Casa Domecq (nn. Impares), Monjas Victoria, Padre Rego, Paz, Por-Vera, San José, San Juan de Dios, San Juan Grande y San Marcos; así como las Plazas Clavo, Compañía, Horno, Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena, Salvador Allende y San Marcos.
Para que así conste, lo firmo y sello con refrendo del Secretario General-Canciller de este Obispado en Jerez de la Frontera a 26 de marzo de 2025.
Corresponde exclusivamente al Obispo diocesano erigir, suprimir o cambiar las Parroquias, pero no las erija, suprima o cambie notablemente sin haber oído al Consejo presbiteral (c. 515 82).
Para mejor atención pastoral de los fieles, así como para devolver el valor histórico que el Templo de San Mateo tiene en la ciudad de Jerez de la Frontera, en uso de mi jurisdicción ordinaria, y una vez oído el Consejo del Presbiterio, DECRETO la erección de la PARROQUIA DE SAN MATEO, que comprenderá las siguientes calles: Alcaidesa, Alegría, Almendrillo, Balderramas, Ceniza, Consolación, Cordobeses, Juan Capitán, Justicia (nn. 21 y ss), Liebre, Nube, Nuestro Padre y Señor de las Penas, Rincón Malillo, Salado y San Blas; así como las Plazas Becerra, del Mercado y San Mateo.
Para que así conste, lo firmo y sello con refrendo del Secretario General-Canciller de este Obispado en Jerez de la Frontera a 26 de marzo de 2025.
La Capilla Real de la Catedral de Sevilla acogió el pasado viernes 28 de marzo la Adoración Eucarística Diocesana bajo el lema ‘Tú eres mi esperanza (Sal 71,5)’, en la que participaron alrededor de dos mil personas distribuidas en los doce turnos de adoración que iniciaron a las nueve de la noche del viernes y finalizaron a las nueve de la mañana del sábado. En esta convocatoria de carácter jubilar participaron miembros de delegaciones diocesanas, parroquias, movimientos y hermandades de la Archidiócesis.
El obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Teodoro León, expuso al Santísimo Sacramento a las nueve de la noche, seguido del canto de adoración, incensación y un tiempo de silencio dedicado a la oración personal. Posteriormente, cada adorador hizo un examen de conciencia, previo a la lectura del Evangelio de san Lucas. Minutos más tarde los presentes tuvieron la ocasión de reflexionar sobre los signos de esperanza propuestos por el papa Francisco para el Jubileo. Este esquema se repitió hasta el turno de oración de las nueve de la mañana.
Por su parte, el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, acudió a adorar al Señor en el turno de las doce de la noche.
Ciudadanos del cielo
Monseñor León, tras la exposición del Santísimo, exhortó a la asamblea a “ser ciudadanos del cielo”. Dijo que “estamos frente a Aquél que vino a este mundo por amor, que no vino a condenarnos sino a salvarnos”. En este sentido, “el Señor nos dejó un mandamiento nuevo: ‘Amaos unos a otros como yo os he amado’.
Ante la raíz del pecado, el obispo auxiliar de Sevilla animó a hacer “un profundo examen de conciencia ante Aquél que nos ama, abriéndole el corazón, repasando nuestra vida ante Aquél que me ve, me escucha y conoce mi historia”. Resaltó que “vivir en el pecado es vivir en la ausencia del amor de Dios, por eso es necesario reconocer humildemente aquello que nos aparte de Él”. Recordó que especialmente durante el tiempo de Cuaresma “además de vivir la oración, el ayuno y la limosna, es propicio la conversión y el encuentro con el Señor, desde la humildad y la sencillez para vivir como el hombre nuevo y renovado en la plenitud de la gracia y no en la oscuridad”.
Durante la adoración se habilitaron varios confesionarios para administrar el sacramento de la Reconciliación.
El domingo, 30 de marzo de 2025, quedará inscrito como una de las fechas señaladas en la historia reciente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de Jaén. Ha sido este domingo, de Laetare, en la Cuaresma de del Año Jubilar de la Esperanza, cuando recibía, de manos del Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez, el documento que acredita al templo de San José de los descalzos como Santuario diocesano. Convirtiéndose, junto al de la Virgen de la Cabeza, en Andújar y el de la Virgen de Linarejos, en Linares en uno de los tres erigidos como diocesanos en la Iglesia de Jaén.
A las 12 de la mañana daba comienzo la Eucaristía de acción de gracias por este título, en el Camarín de Jesús, sede de La Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. Junto al Obispo, concelebraron el Rector del Santuario y Capellán de la cofradía, D. José Antonio Sánchez Ortiz, Provicario General de la Diócesis de Jaén y el secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova Martínez.
Junto con los miembros de la Junta de Gobierno, y su Hermana Mayor a la cabeza, Rosa Garrido Cancio, también, estuvieron presentes el anterior Hermano Mayor, Ricardo Cobo; la vicepresidenta de la Agrupación de Cofradías, Suli Colmenero y miembros de la Corporación Municipal; así como el cuerpo de camareras y fieles que quisieron ser testigos de este día histórico.
La celebración fue preciosamente organizada por la vocalía de Liturgia de la Cofradía, y contó la colaboración de cuatro acólitos. Como estos días se celebra la novena, con motivo de la Cuaresma, las imágenes titulares estaban situadas en el presbiterio en un efímero altar de cultos. La monición de entrada y las lecturas estuvieron participadas por miembros de la Junta de Gobierno. El Evangelio del Hijo pródigo, correspondiente al este domingo cuarto del ciclo C, proclamado por el Capellán de la Cofradía, D. José Antonio.
Homilía
El Obispo comenzó sus palabras celebrando, con alegría, el reciente nombramiento de Santuario diocesano del Camarín de Jesús, que alberga y custodia la imagen de una de las devociones más queridas de Jaén y cuyo fervor traspasa fronteras diocesanas, autonómicas y nacionales. “En el corazón de Jaén, en este templo singular de San José de los Descalzos, se custodia una de las devociones más arraigadas y queridas de nuestra Iglesia del Santo Reino, y una de las más populares de toda Andalucía: la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocido con afecto como «El Abuelo». Una devoción que data del siglo XVI y que ha sobrevivido a guerras, epidemias y todo tipo de adversidades. Esta es la mayor certeza que ha unido a todas las generaciones de devotos: que Jesús camina siempre con su pueblo”, expresó Don Sebastián. Para después añadir, “Esta imagen no solo ha trascendido el ámbito religioso, sino que, también, se ha convertido en un icono cultural, histórico y espiritual para miles de personas que acuden durante todo el año a sus pies buscando consuelo, aliento y esperanza”.
Asimismo, quiso poner en valor el significativo cambio que este camarín santuario iba a experimentar, al convertirse en diocesano: “este nombramiento, que ahora se le otorga, como el mayor reconocimiento que la Iglesia Diocesana de Jaén puede conferir a este lugar de peregrinación, convierte este acontecimiento como un hito en la historia de esta devoción y de la cofradía, pues reconoce, oficialmente, el profundo arraigo popular y el valor espiritual de Jesús de los Descalzos, no ya para la ciudad, sino para la Diócesis entera. Hoy, de manera especial, a través de esta concesión damos gracias a Dios por todo lo que nos ha regalado en la devoción aquí recogida, que tantas gracias ha derramado a lo largo de su historia en tantos devotos y que hace posible que hoy se reconozca con tan alto honor. No se trata de un nombre o de un título, sino el reconocimiento de la realidad que en él recae”.
En este sentido, quiso incidir en que “Con este título, se refuerza la misión de este templo como lugar de peregrinación, oración y reconciliación. La declaración de Santuario diocesano no es un punto final, sino un nuevo comienzo; no es solo un reconocimiento, sino también un impulso. Supone el compromiso de seguir cuidando, trasmitiendo y viviendo esta arraigada devoción con autenticidad y responsabilidad. Este Santuario es custodio de una rica tradición que no solo pertenece al pasado, sino que sigue viva y fecunda en el presente, y tiene que perpetuar este legado al futuro”.
En su predicación, el Obispo quiso profundizar en la parábola del “Hijo pródigo”, hablando de la misericordia de Dios con sus hijos, la misma del padre de la parábola. Para finalizar, insistiendo en el reconocimiento diocesano del acto. “La Provincia de Jaén, tierra noble de fe recia y corazón sencillo, seguirá encontrando en los ojos cansados, pero amorosos de Jesús de los Descalzos la fuerza y la esperanza para caminar. Porque Jesús Nazareno no es solo de Jaén: es de todos aquellos que sufren, que luchan, que creen, que esperan, que lloran… Su cruz es nuestra cruz, y su caminar, lento pero firme, nos recuerda que, con fe y confianza, todo camino tiene sentido; todo camino es posible con Él”.
Después de la comunión, el secretario particular del Obispo, el sacerdote Francisco Javier Cova, leyó la petición elevada al Obispo por la Junta de Gobierno para que el Santuario fuera erigido como diocesano. Por su parte, el Rector hizo lectura pública del título que le otorga la Diócesis:
“Como Obispo de la Iglesia particular del Santo Reino, por la gracia de Dios y la Sede Apostólica, en el Año Jubilar de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo, convocado por su Santidad el Papa Francisco, bajo el título “Peregrinos de Esperanza”, proclamo solemnemente el Santuario de San José de los Descalzos y Camarín de Nuestro Padre Jesús, de Jaén, como SANTUARIO DIOCESANO, en virtud del cumplimiento de las disposiciones contempladas en el art. 1230 del Código de Derecho Canónico.
Este santo lugar, iglesia del antiguo convento carmelita y sede canónica de la Antigua, Insigne y Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, referente histórico de la devoción y piedad popular giennense, está llamado a seguir irradiando consuelo, esperanza y fortaleza a todas las personas que aquí veneren la sagrada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y ser signo vivo de fe, de comunión y de evangelización en la Diócesis de Jaén.
Dado en Jaén, a trece de marzo de dos mil veinticinco, Año Jubilar de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo.”
El Obispo hacía entrega a la Hermana Mayor, de este título, en precioso pergamino, mientras recibía un emocionado aplauso del pueblo fiel congregado.
Rosa Garrido Cancio, Hermana Mayor de la Cofradía, hacía uso de la palabra para dar las gracias por este reconocimiento. En el que, de una manera cercana y entrañable, reconocía la historia de la Cofradía, vinculada a la fe del pueblo de Jaén desde el siglo XVI y a este reconocimiento que les da, como Hermandad, un nuevo impulso para ser testigos y donatarios del legado de fervor de una ciudad al que es su titular, Nuestro Padre Jesús Nazareno, “el Abuelo de Jaén”.
Con una foto de familia y el canto de la Salve concluyó el acto.