Las fuertes lluvias no han logrado disuadir de la celebración, el 29 de octubre, del acto de sensibilización de Cáritas convocado con motivo de la campaña Nadie sin Hogar «Caminemos juntos». En la Plaza de Félix Sáenz se han aportado testimonios y se ha leído el manifiesto de la campaña por las personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Málaga.
Los responsables de los centros de Cáritas para personas sin hogar han querido de esta forma mostrar su cercanía y apoyo a las personas sin hogar que, también en días de intenso frío, calor o lluvia, no tienen una casa donde cobijarse y se ven obligadas a soportar las situaciones climatológicas más adversas a la intemperie, lejos de las comodidades que ofrece un hogar.
Además de contar con la lectura del manifiesto de esta campaña, el acto se ha enriquecido con el testimonio de Isabel, Ángel y Javier, tres personas sin hogar atendidas a través de distintos recursos de Cáritas, que han estado arropadas por los principales responsables de la institución, los coordinadores de los centros, voluntarios y trabajadores. Tampoco han querido faltar a este encuentro, representantes de otras entidades de la Agrupación de Desarrollo para personas sin hogar de Málaga.
TESTIMONIOS
Varias personas que han vivido situación de sin hogar y ahora reciben ayuda de Cáritas Diocesana han dado su testimonio en este día. Uno de ellos es Javier, persona sin hogar acogida cada noche en el centro Calor y Café.
«Hace unos ocho años yo tenía una vida normal como tantas personas: tenía familia, trabajo… Pero mi adicción, unida a otros problemas, terminó llevándome a la calle. Durante todo este tiempo, he sentido el calor de muchas personas, pero también el desprecio en la mirada de otros.
Estos años han estado marcados por una lucha continua, llena de altibajos, de esfuerzos, de recaídas. Porque cuando estás en la calle, tú mismo dejas de importarte como persona, de respetarte, por eso solo buscas autodestruirte, olvidarte de quién eres.
La adicción se convierte para muchas personas como yo en un callejón sin salida. Mucha gente te brinda su ayuda, las entidades también lo intentan. Pero cuando uno está metido en ese pozo, se necesita mucho más que buena voluntad para ir rompiendo con todas esas cosas que te impiden reconstruir tu vida.
Ahora mismo paso las noches en Calor y Café, el centro de acogida nocturna para personas sin hogar de Cáritas, donde me acogen, me ayudan, me comprenden. No es la primera vez que me acogen en este centro. Gracias a su apoyo y mucho esfuerzo también por mi parte, he tenido momentos en los que he conseguido salir adelante, volver a empezar, trabajar y vivir en un piso compartido, pero es muy fácil volver a caer…
En Calor y Café todos me conocen, me respetan, saben cómo soy. Eso me hace sentir bien, cómodo, como en casa. Tengo la esperanza de conseguir salir algún día de esta situación porque cuando me siento bien, tengo trabajo y una vida normal, me siento capaz de todo.
No es fácil mantenerse ahí, pero más complicado es dar el primer paso, porque la calle es trágica, te hace sentir mucho miedo, el terror a que llegue la noche… Solo de pensar en lo que se avecina cuando oscurece, se apodera de ti la angustia y, cuando te sientes así, resulta imposible no recurrir a aquello que te ayude a olvidarte de todo.
Creo que, en mayor o menor medida, los apoyos siempre han estado ahí, pero tiene que ser la propia persona la que dé el paso, porque en la calle somos personas muy rotas, con un sentimiento muy profundo de no importarle a nadie.
Se necesita mucha ayuda para salir de una situación tan complicada. Hay pocos recursos y una larga lista de espera para todo. Las administraciones tienen que hacer mayores esfuerzos porque la dureza de la calle convierte los días en meses y los meses en años».
Testimonio de Ángel: «A las instituciones les pediría que se humanizaran y que tratasen cada caso según su particularidad»
Testimonio de Isabel: « «Se necesita mucho más que una manta o un bocadillo para levantar a una persona que está en la calle»
CAMINEMOS JUNTOS
Como indica la campaña 2024, las personas sin hogar necesitan ser vistas lejos de prejuicios y suposiciones, necesitan ser oídas, tenidas en cuenta en nuestra comunidad. La falta de un techo obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad.
Bajo el lema «Caminemos Juntos», esta iniciativa busca visibilizar las diferentes facetas del sinhogarismo y promover acciones concretas para combatirlo. Este año el mensaje nos lleva a conocer los caminos que transitan las personas sin hogar, invitándonos a compartir esos caminos con ellos. “El Camino de Santiago es largo y está lleno de obstáculos” es el mensaje central de la campaña Nadie Sin Hogar, que sitúa al sinhogarismo como un problema estructural que alcanza a miles de personas en España. Con esta imagen del Camino se nos invita a acompañarlas en su peregrinación por la vida.
Desde su trabajo diario, Cáritas observa que las personas en situación de sin hogar se encuentran en el último eslabón de la exclusión social y sus derechos fundamentales son vulnerados reiteradamente.
Para la atención y acompañamiento de estas personas, Cáritas Málaga cuenta con 106 plazas repartidas en diferentes centros: Hogar Pozo Dulce, Calor y Café, Ntra. Sra. de la Merced, Hogar San Carlos, Casa Mambré y Apartamentos Ramón Buxarrais y Tomás de Cózar, donde se atendieron a 328 personas. También desde la Unidad de Calle del Hogar Pozo Dulce se acompañó a 72 personas con un gran deterioro personal. Así mismo, cabe destacar en este ámbito la labor desarrollada a través de proyectos de Cáritas como las de Torre del Mar y Fuengirola, que atendieron a 125 personas en situación de calle.
Respecto a la financiación, el año pasado, casi el 70% de los recursos destinados a sostener las plazas de los centros para personas sin hogar de Cáritas Málaga procedía de fondos propios (698.221,90€) frente al 30% aportado por las administraciones (315.884,10€).
De esta aportación pública, cerca del 80% (249.371€) provenía del Ayuntamiento de Málaga.
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