Mis queridos Hermanos y Amigos todos de la Iglesia en Canarias:
Han pasado muy pocos minutos desde que se ha hecho público que el Santo Padre Benedicto XVI me envía a compartir con Ustedes el camino de seguimiento de Jesús como Obispo. Con todo el corazón doy gracias a Dios y al Santo Padre. Hoy, ahora, cuando empieza el tiempo de Adviento en la celebración de la Iglesia, se inicia para Ustedes y para mí un Adviento de Esperanza. Preparando la venida del Señor, nos preparamos para acogerlo en nuestros corazones y en nuestras vidas hecho Niño, hecho carne para nuestra salvación. Y nuestro Adviento de Esperanza tiene este año una coloración especial. Esperando al Señor, nos preparamos para acogernos mutuamente. Nos encontraremos en El, que es nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida. Y caminaremos juntos, en profunda comunión, para anunciarlo y para dar testimonio de su Presencia y de su Fuerza. El vive, y está con nosotros siempre. Tenemos su Palabra, tenemos su Eucaristía y sus Sacramentos, tenemos su Presencia en los hermanos que comparten nuestra fe, en los inmigrantes, los pobres, los necesitados y heridos de la vida, y en todos aquellos con quienes vivimos y trabajamos. Ustedes serán para mí, estoy seguro, un gran signo de su Presencia.
Dios ha querido que en este día celebremos la Fiesta de la Consagración de la Catedral de Santa Ana, el primer templo de
Saludo a mis especiales hermanos, los Sacerdotes, con quienes he de compartir la pasión por servir a todos y, en comunión de Presbiterio, hacer presente el amor de Jesús por todos, y en especial por los más necesitados. Saludo a los Consagrados, en sus diversas formas de vida, que nos aportan, también a mí, el testimonio del seguimiento radical de Jesús. Saludo a los Laicos, la mayor parte de nuestra Iglesia, que llevan a la sociedad día a día, momento a momento, la savia fresca del Evangelio, con los criterios para configurar la convivencia social y la fuerza de su testimonio. Saludo a todos, hermaos de otras confesiones y de otras vivencias religiosas, a los creyentes y a los no creyentes, cercanos o alejados. ¡Tenemos tanto que compartir y tanto por hacer juntos!
A los creyentes les pide: Recen por mí para que acierte a ser entre ustedes transparencia de Jesús Buen Pastor. No he deseado ser otra cosa en los años de ministerio sacerdotal y episcopal. Puse la imagen del Buen Pastor y nada más cuando tuve que elegir el tema del escudo episcopal, y puse debajo como lema: In Communionem, al servicio de
Me encomiendo y les encomiendo a todos a la Madre de Jesús,
Saludo a las Autoridades con todo respeto y desde mi ministeriode pastor me pongo a disposición de quienes representan y sirven a mi pueblo canario.
Que el Señor nos bendiga con su amor y nos llene de amor mutuo.
Albacete, 26 de Noviembre de 2005
Francisco Cases Andreu
Obispo Administrador Diocesano de Albacete, Electo de Canarias.