El jueves 15 de septiembre, en la Eucaristía celebrada tras la Ofrenda floral en la Basílica de Nuestra Señora de las Angustias.
Venimos a esta Eucaristía para dar gracias por el día que el Señor nos ha permitido vivir. Un año más, el día de la Virgen desborda el pueblo cristiano de Granada, por una ofrenda que a mí cada vez me resulta más rica en contenido, viendo las caras de las personas que traen las flores y sé que las han estado poniendo desde primera hora de la mañana, que no ha sido solo las horas que yo he podido ser testigo por la tarde. Rostros que expresan la gratitud, la gratitud por un poder recibido o la gratitud por la presencia y la compañía de la Virgen en la vida, la gratitud por el don de Cristo y por la gracia de Cristo y por la comunión de la Iglesia y por lo que Dios nos ha dado en entregarnos a su hijo Jesucristo. Flores que expresan amor, amor a Nuestra Madre.