Obispo Electo de Jaén
Cuenca, 19 de mayo de 2005
Muy querido D. Rafael Higueras y hermanos sacerdotes:
He pensado y pedido durante estos días por vosotros ante Jesús Eucaristía, y durante el recorrido de los misterios del Rosario. Puedo deciros que sois ya mis predilectos, mis íntimos, mi futuro apoyo para el ministerio episcopal que el Señor me ha encomendado en esa querida Iglesia de Jaén.
Mi único deseo es cumplir junto a vosotros la voluntad del Buen Pastor, bajo su guía y cuidados. No sé si sabéis que mi lema es “In Nomine Tuo”. Por tanto, nunca voy solo. Siempre me siento acompañado. Pero también procuraré hacerme acompañar por todos vosotros. Solo así seremos eficaces en la evangelización: si nos amamos, de corazón, si vivimos una verdadera comunión
Bien sabéis que el Señor nos quiere a cada uno tal como somos, por eso nos eligió. Con nuestras limitaciones y cualidades camina a nuestro lado para que seamos santos. Nuestra vocación y ministerio es para santificar y santificarnos. La clave está en Jesucristo sacerdote y sólo desde Él brota nuestra unidad sacramental.
No solo quiero estar junto a vosotros, sino también a vuestro servicio, y el de todos los fieles. Ruego que recéis ya por mí, para que pueda ser el Pastor que esa Iglesia desea y necesita.
Me encomiendo, en esta nueva andadura de mi ministerio episcopal, a
Con mi agradecimiento en el Señor. Os saluda y bendice.