Ante todo, doy gracias a Dios por vosotros, porque todo el mundo se hace lenguas de la vitalidad de la Diócesis. Durante casi dos mil años el Espíritu Santo ha suscitado entre vosotros santos, misioneros y testigos de la Caridad cristiana, por medio de los cuales habéis ofrecido a la Iglesia universal un precioso testimonio de fe. Hoy seguís enriqueciendo a la sociedad con variadas iniciativas en los ámbitos de la evangelización, la formación humana y cristiana de las nuevas generaciones, la atención a los más desfavorecidos y la promoción de la justicia y la paz.
Dios, a quien rindo culto de corazón anunciando el Evangelio de su Hijo, es testigo del afecto que os tengo y de mi deseo de ir encontrando personalmente a los sacerdotes y seminaristas, a los religiosos, religiosas, miembros de las sociedades de vida apostólica y a todos los fieles de la Diócesis. Ya he tenido ocasiones, en el pasado, de compartir la fe y de participar en actividades organizadas en distintos lugares del territorio diocesano. Ahora vengo a vuestro encuentro para quedarme entre vosotros como Pastor y servidor vuestro.
El 18 de noviembre a las 11 horas, Dios mediante, como obispo electo haré entrada en la Diócesis por Cartagena, por el mismo puerto por el que, según una venerable tradición, desembarcó el Apóstol Santiago y por donde llegaron los sucesivos varones apostólicos y primeros evangelizadores de nuestra patria. Impulsado por el testimonio de tan ilustres predecesores, allí renovaré mi fe, proclamando el Credo de los Apóstoles y suplicando el amparo de Nuestra Señora de la Caridad.
Desde allí me desplazaré a Caravaca de la Cruz, para venerar la insigne reliquia del madero de Cristo y reafirmarme en el deseo de anunciar a Cristo Crucificado, a cuyo servicio estoy. Como escribió san Juan de la Cruz, que visitó en siete ocasiones la ciudad, «quien no ama la Cruz de Cristo no ama la Gloria de Cristo», porque «la Cruz es el camino que nos lleva a la Luz». Ya he manifestado mi deseo de visitar el resto de santuarios y comunidades de creyentes de la Diócesis en cuanto me sea posible.
El sábado 19, si Dios quiere, dará inicio mi ministerio apostólico en la Diócesis, con la celebración de la Eucaristía, a las 11 horas, en la Santa Iglesia Catedral en Murcia. Litúrgicamente, la Iglesia celebrará al día siguiente la fiesta de Jesucristo, Rey del Universo, que nos libera del pecado y de la muerte y nos capacita para ser también nosotros señores de nuestra existencia. Unidos en la fe esperamos la manifestación gloriosa del Señor y el cumplimiento pleno de su actividad salvadora a favor de todos los hombres.
El domingo siguiente celebraremos el inicio del Adviento, tiempo de esperanza y de renovación espiritual. Deseo que toda mi vida y mi ministerio episcopal entre vosotros sean un testimonio de la esperanza cristiana y una preparación de los caminos para que Cristo pueda nacer en vuestros corazones, en vuestras familias, en vuestra sociedad. Él viene para darnos vida en abundancia, ¡abrámosle sin miedo las puertas!
Que Nuestra Señora de la Fuensanta nos acompañe en esta nueva etapa que se abre en la historia de la Diócesis.
Con mi bendición y afecto,
Juan Antonio Reig Pla,
Obispo electo de la Diócesis de Cartagena