GRANADA. 15 / 02 / 2007. – El Arzobispo de Granada, D. Javier Martínez, que está en Roma para tratar diversos asuntos de la Archidiócesis de Granada, participó ayer en
La catequesis semanal del Santo Padre versó esta semana sobre el papel de la mujer en la primera expansión de la Iglesia naciente, según el testimonio del Nuevo Testamento, para constatar la contribución decisiva que han ofrecido las mujeres al desarrollo del cristianismo. «La Iglesia da gracias por todas las mujeres y por cada una», afirmó al final de la Aduciencia celebrada en el Aula Pablo VI.
En la catequesis, con el lema “Las mujeres al servicio del Evangelio”, el Papa, en nombre de toda la Iglesia, expresó “su gratitud por todos los frutos de santidad femenina” recalcó citando uno de los documentos más conocidos de Juan Pablo II, la carta apostólica Mulieris dignitatem (15 de agosto de 1988).
En sus palabras fue reviviendo la historia de quienes se convirtieron en discípulas de Jesús, prestando particular atención a su Madre, María, y a María Magdalena. Luego recorrió las numerosas figuras femeninas que tuvieron un papel decisivo en la Iglesia primitiva, mostrando cómo en sus comunidades, tuvieron un papel de responsabilidad, pues, como decía san Pablo a los Gálatas, “ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer”, “ya que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.
Terminó dando gracias a Dios “porque Él conduce a su Iglesia, de generación en generación, sirviéndose indistintamente de hombres y mujeres, que saben hacer fecunda su fe y su bautismo para el bien de todo el Cuerpo eclesial para mayor gloria de Dios”.
Con esta catequesis, el Papa puso fin a un ciclo de meditaciones sobre los testigos del cristianismo naciente.