Mi Carta Anual a los niños
Queridos Niños:
Un año más siento mucho gusto en escribiros esta carta… ¿Cómo estáis? ¿Sabéis ya todos quién soy? Soy vuestro obispo Felipe. Aunque no os conozca a todos personalmente m todos me conozcáis a mí, os escribo esta carta -mi Carta Anual a los niños- con todo mi cariño con motivo de
Esta Jornada tendrá lugar, como bien sabéis, el próximo día 23 de Enero, domingo. El día 22, sábado, iremos, si Dios quiere, en marcha hasta Candelaria. Allí espero veros a muchos. Allí podremos celebrar Juntos la Eucaristía, en vísperas ya de la Jornada de
Una Jornada que este año tiene este precioso lema: «Abre tus ojos a la Misión». ¿No os parece bien bonito? A mí bien me gustaría que todos los niños de mi diócesis abriesen los ojos a la misión.
¡La Misión! La que todos los cristianos recibimos de Jesús. Ese Jesús nacido en Belén y cuyo nacimiento -Navidad- acabamos de celebrar llenos de alegría.
¡La Misión! ¡Cuánto queda por hacer! Pensad en los millones de niños que no conocen a Jesús… Pensad en los millones de niños que pasan hambre… Pensad en los millones de niños que no pueden ir a ninguna escuela,,. Pensad en los millones de niños que tienen que trabajar ya, como esclavos, en fábricas, minas o en la cosecha del té y de la caña de azúcar… Pensad en los niños «de la calle», así llamados, que malviven todos los días mendigando, robando, o de lo que encuentran en la basura…
¡La Misión! Porque a todos esos niños nos envía Jesús. Y vosotros, queridos niños de mi diócesis, podéis ser ya misioneros con esos millones de niños.
Se entiende ahora bien el lema de esta Jornada de
«A la Misión»… A todos esos niños que necesitan tu compromiso para poder escuchar el anuncio del evangelio y poder vencer el hambre o poder ir a un colegio…
De hecho, aunque muchos niños quizá no lo sepáis,
Gracias a la oración, a la entrega y a la generosidad de miles de niños católicos del mundo entero, sois muchos los niños que estáis ayudando a otros niños. Nada tiene, pues,de extraño que el Papa, Juan Pablo II, haya escrito estas preciosas palabras: «Es hermoso considerar la obra de
¿No os gustaría a vosotros formar parte de ese coro? ¿No os gustaría decir a Dios:»Heme aquí. Aquí estoy, cuenta conmigo» para ayudar a esos niños porque no quieroquedarme con los ojos cerrados?
Pues, como respuesta a esta mi Carta Anual. Os aseguro que ninguna otra cosa podríais decirme que me resultase más bonita.
¿No me la diréis?
Por mi parte, con esta Carta, quiero desearos a todos un “Muy Feliz Año Nuevo”.Que todos y cada uno lo podáis tener en vuestra casa, con vuestra familia.
Y que ayudéis a que lo puedan tener millones de niños del mundo entero.
Con todo cariño, confiando siempre en vosotros, se despide vuestro obispo, que os quiere tanto,
Felipe Fernández García
Obispo de Tenerife