D. ANTONIO CEBALLOS. DÍA DEL AMOR FRATERNO

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Oficina de información de los Obispos del Sur de España

Día del Amor Fraterno

 

Colaboración con el Fondo Diocesano de Solidaridad

 

 Mis queridos diocesanos:

 

            Como todos los años me dirijo a vosotros en el Día del Amor Fraterno. Para nosotros,  los cristianos, es el día que recuerda y celebra el gran mandamiento del amor, a ejemplo de Jesús, que se entregó a la muerte por todos los hombres (1Jn 13,34).

 

1. Senda del servicio y del amor misericordioso

 

            En este día el culto de la Eucaristía está en el centro de la atención de la Iglesia. Siempre que nos reunimos para celebrar la Cena del Señor nos reunimos en el «cuerpo y sangre del Señor», que se entrega por nosotros. Este día se nos invita a pensar sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno social. Este año en el que Cáritas cumple cincuenta años, os invito a renovar y a recorrer la senda del servicio y del amor gratuito iniciado hace medio siglo.

 

2. Comunicación cristiana de bienes

 

            El día de Jueves Santo nos recuerda también, desde el amor a la Eucaristía, la dura realidad de la pobreza, de la desigualdad hiriente y nos llama a la comunicación cristiana de bienes en favor de los pobres.

 

            Por eso, hoy, día de Jueves Santo, quiero insistiros en la importancia de la acción caritativa y social de la Iglesia. el compromiso de ayuda a los necesitados es deber esencial de toda la comunidad cristiana, no de unos pocos.

 

            En el día de Jueves Santo, en el sacramento de la Eucaristía y Amor Fraterno, os exhorto a que en vuestra acción caritativa y social paséis a la lógica de la «generosidad y de la gratuidad» propia de la «civilización del amor». Así seréis testigos de las palabras de Jesús: «Hay más dicha en dar que en recibir»

(Hch 20,35).

 

3. ¡Nadie sin futuro!

 

            No nos engañemos. Si compartimos hay para todos. Si no hay, quiere decir, no sólo no compartiremos, sino que abusamos de bienes que no son nuestros, los retenemos injustamente y -como el rico epulón- los dilapidamos. Los pobres nos juzgan y ellos mismos nos acusan. En estos días en los que asistimos a la llegada de multitud de inmigrantes, se hace necesario reorientar nuestra actuación desde la propia identidad de Cáritas, desde el espíritu del Evangelio. Esto nos lleva necesariamente a trabajar desde la integración, desde la construcción de una sociedad para todos.

 

4. Si compartimos hay para todos

 

            Sabemos, sin embargo, que no hay para todos: que son muchos los que mueren por  no tener lo necesario, marginados, inmigrantes, desahuciados por una sociedad que se califica del bienestar y que, más bien, se muestra como una sociedad del despilfarro. No puede llamarse sociedad la que sustenta «una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo, que consiste en que son relativamente pocos los que poseen mucho, y muchos los que poseen nada. Es la injusticia de la mala distribución de los bienes y servicios destinados originariamente a todos (cf. SRS, nº 28).

 

5. Fondo Diocesano de Solidaridad

 

            Como cristianos, estamos llamados  a colaborar.  La participación en el culto eucarístico nos exige compartir nuestra vida y nuestros bienes con la gratuidad de Cristo. En una sociedad como la nuestra, donde todo se valora por el dinero, el amor gratuito se convierte en el signo de una nueva evangelización, en anticipo a la vida eterna. Es allí, en lo que hace por amor -sólo por amor- donde florece la vida. Al participar este día de Jueves Santo en la Eucaristía, nos comprometemos como la Iglesia a dar nuestra existencia para la vida del mundo y a trabajar para una sociedad en la que el bienestar -mejor sería llamarla justicia- sea para todos, renunciando no sólo a lo que nos sobra, a lo superfluo, sino a lo que llamamos necesario, y que seguramente no coincide con lo que tantos hermanos nuestros necesitan para vivir.

 

            Por eso, las colectas, que en todos los templos de la Diócesis se van a realizar estarán destinadas íntegramente al Fondo Diocesano de Solidaridad. Este fue un compromiso de nuestro Sínodo diocesano

 

            Reza por vosotros, os quiere y bendice,

 

 

 

 

+ Antonio Ceballos Atienza

Obispo de Cádiz y Ceuta

 

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