El 16 de abril se cumplieron 500 años de la celebración de la primera Eucaristía en suelo mexicano. Con este motivo, miles de fieles asistieron a una Eucaristía que fue presidida por el nuncio apostólico en el país.
La Eucaristía fue presidida por el Nuncio Apostólico del Vaticano en México, Monseñor Franco Coppola, acompañado del Obispo de Tabasco, don Gerardo de Jesús Rojas López y el Obispo Emérito, don Florencio Olvera Ochoa, XI Obispo de la entidad, y en ella se rindió devoción a una nueva imagen de la Virgen de la Victoria como la que acompañó a los primeros misioneros que llegaron al país, y que dicha diócesis ha adquirido tras visitar Málaga.
En la homilía, Monseñor Franco Coppola, dijo que esta celebración era una oportunidad de recordar el pasado, pero también, de mirar hacia el futuro, de todo el camino que aún queda por hacer, tanto en el país, como en la iglesia. «Los grandes eventos son siempre oportunidad para mirar al pasado, de la historia hay que aprender; pero al mismo tiempo, con mucha honestidad, mirar hacía adelante, todo el camino que queda por hacer. Celebramos 500 años de la primera Misa en esta tierra y cuánto camino hemos hechos en estos años, pero al mismo tiempo, queda camino por hacer», expresó.
El 17 de abril de 1519, frente a una gran cruz y ante una imagen de la Virgen de la Victoria, Fray Bartolomé de Olmedo celebró la primera Misa en lo que hoy es México. La ceremonia tuvo lugar en la población de Santa María de la Victoria, fundada por Hernán Cortés, que se corresponde con la actual ciudad de Frontera. Pero aquella imagen de la patrona de Málaga desapareció durante la persecución religiosa del siglo XX. Unos meses antes del V Centenario de aquella primera Misa, el obispo actual, Mons. Gerardo de Jesús Rojas (Teocaltiche –Jalisco–, 1957), envió a Málaga a un vicario para adquirir una nueva imagen.
Ana María Medina
