El Sr. Obispo presidió la Eucaristía en la que se bendijo e inauguró la estatua de san Benito Menni que ya se puede contemplar en el templo del Centro de las Hospitalarias. «Una imagen que nos invita a ponernos en camino, a estar en salida, como nos dice el papa Francisco», afirmaba D. Jesús Catalá.
Cuando el padre Menni nos fundó no había ninguna institución que se dedicara a la atención de enfermas mentales
La imagen, obra del escultor palentino Luis Alonso, a quien regalaron una placa de agradecimiento por su labor, mide algo más de 2 metros y representa al santo cuando contaba 41 años de vida.
Mª Angustias Casado García es la superiora de las Hermanas Hospitalarias de Málaga y explica así cómo surgió la idea de tener esta obra en casa: «Siempre hemos tenido pinturas del padre fundador, pero nunca una imagen. Nuestro deseo era que alguien nos la hiciera. Fue difícil encontrar al escultor pero D. Luis Alonso, escultor palentino, ya había hecho una imagen en nuestra casa de Palencia y conocíamos su obra, así que hablamos con él, nos hizo algunos bocetos y aquí está el precioso resultado en esta escultura tan bonita y entrañable en la que se representa un padre Menni muy dinámico, que sostiene en su mano derecha nuestro proyecto de vida, nuestras constituciones y, con la mano izquierda nos invita a estar en salida, a estar pendiente de la ayuda que podamos prestar siempre al otro, especialmente por nuestra vocación y carisma hospitalario, a los más pobres y desatendidos de la sociedad, los enfermos mentales».
El 28 de noviembre fue un día muy especial para toda la comunidad hospitalaria y para todo el barrio. La Eucaristía, en la que participaron los familiares de los internos y los vecinos, estuvo concelebrada por los sacerdotes capellanes del centro hospitalario, los misioneros oblatos de María; el arcipreste de Cristo Rey, Ismael García; el arcipreste de Málaga capital, Antonio Aguilera; y el delegado para la Vida Consagrada, José Manuel Fernández, carmelita.
«Para nosotras ha sido un día muy esperado», afirma la superiora, pues «queríamos que viniera D. Jesús Catalá a compartir el evento con nosotras. Ha sido un día esperado con mucha ilusión y con muchos deseos de dar visibilidad a nuestra misión y carisma hospitalario. También es un estímulo, vernos tan acompañadas y un momento para pedir más protección y ayuda del padre fundador, san Benito Menni, para seguir siendo fiel al carisma que nos legó».
En este último año, las Hermanas Hospitalarias han hecho presente su obra en una exposición fotográfica en calle Larios y en unos mupis digitales en las pantallas de la ciudad, además de en diversos medios de comunicación locales y regionales; y es que «la comunicación la cuidamos mucho en el centro y más en este tiempo en el que lo que no se ve, parece que no existe. Con nuestra presencia queremos que, lo que hacemos sea conocido por los demás y, como también nos decía Monseñor Catalá en la Eucaristía, a ver si surgieran más vocaciones y se animaran muchas jóvenes que nos siguieran en este proyecto hospitalaria tan bonito e ilusionante, que vivimos con pasión y vocación y eso nos hace felices».
El Centro de las Hospitalarias está situado en el arciprestazgo de Cristo Rey la zona de la ciudad con mayor presencia religiosa y misionera. «Yo creo que nuestra vocación es muy carismática y de ayuda a los demás», explica Mª Angustias, «acogemos, sobre todo, a pacientes que la sociedad siempre ha marginado y no los ha tratado con dignidad ni les ha reconocido sus derechos. Cuando el padre Menni nos fundó no había ninguna institución que se dedicara a la atención de enfermas mentales, sí de hombres, pero no de mujeres. Desde ese momento, aunque no dejamos de atender a otros colectivos y patologías, nuestro carisma está dirigido fundamentalmente a los enfermos mentales y yo creo que es un carisma muy bonito. Todos los carismas nos complementamos y aportamos a la Iglesia local lo mejor de nosotros mismos porque tenemos una vocación y eso siempre repercute en ayuda y beneficio de los demás».
