El pasado 20 de noviembre se celebró el 90 aniversario de la Consagración de la Diócesis de Málaga al Sagrado Corazón de Jesús. El rector del Seminario, Antonio Eloy Madueño ahonda en esta celebración y en el deseo de San Manuel González de esta consagración reflejado en su obra «El sueño pastoral».
“La mejor motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, ésa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más…¡Cuánto bien nos hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra existencia! EG 264.
Estas palabras del papa Francisco en la Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” nos hablan de una constante en la vida de la Iglesia y de cada generación: le experiencia del amor de Dios manifestado en Jesucristo es el impulso más grande para anunciar el Evangelio. Por eso, San Manuel González, llevó a cabo el 20 de noviembre de 1927 la renovación de la Consagración de la Diócesis de Málaga al Corazón de Jesús. En el edificio del nuevo seminario diocesano se levantó una estatua del Sagrado Corazón de Jesús para que toda la Diócesis dirigiese la mirada a Jesucristo.
San Manuel González se esforzó en guiar a todos, sacerdotes, religiosos y laicos hacia el amor del Corazón de Jesús en el Sagrario, porque “La sagrada Eucaristía es el corazón de la Iglesia, es su esencia, su centro, su vida, porque es Jesucristo tal y como quiere ser buscado, deseado y amado” nos dice en su obra, Un sueño pastoral. Fue un día de fiesta, de gozo, de alegría y de esperanza para la evangelización de Málaga.
Al cumplirse este año el noventa aniversario de aquel acontecimiento, quisimos tenerlo presente en estos momentos del Seminario, porque, toda la labor formativa sigue teniendo el mismo objetivo que ya San Manuel González propuso a sus seminaristas: “Vuestro aprendizaje y toda vuestra ocupación de todos los días y horas de vuestra vida de seminario es: aprender a amar primero al Corazón de Jesús que se desborda de amor en el Sagrario de vuestra capilla y por Él, a la Santa Iglesia, como se quiere a las madres…Y si estudiáis y trabajáis y jugáis y os ejercitáis en lo que os vayan mandando, sabedlo, que es para esto sólo, para que aprendáis a amar mejor y más provechosamente al Corazón de Jesús, a la Iglesia y a las almas.”