De ‘lujo’, «así se ha sentido una docena de internas e internos del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre que ha tenido la oportunidad de gozar de una jornada de salida cultural y religiosa por Málaga», explica el delegado de Pastoral Penitenciaria, el sacerdote trinitario Pedro Fernández Alejo. Entre las parada del día, una visita al obispo, D. José Antonio Satué.
La jornada ha estado organizada por la Delegación de Pastoral Penitenciaria, en colaboración con la Cofradía de Ntro. Padre Jesús el Rico. Un grupo de 12 internos e internas, acompañados por algunos funcionarios y miembros de la Pastoral Penitenciaria, han podido disfrutar de «un día muy especial, por la cantidad de experiencias, sensaciones y vivencias disfrutadas a lo largo de la jornada», añade el delegado.
Esta actividad la han enmarcado dentro del Año Jubilar de la Esperanza, «situándonos como “Peregrinos de Esperanza” e iniciando el camino desde el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre hasta la Catedral. Allí nos dirigimos al Sagrario para hacer la oración del Jubileo y un recorrido breve por el primer templo de la diócesis. La entrada fue gratuita por concesión del Cabildo catedralicio y nos acompañó Pepe, un guía maravilloso de la Asociación Zegri, que nos explicó detalladamente los pormenores de la gran riqueza que encierra nuestra Catedral malagueña», explica Pedro Fernández.
Después encaminaron sus pasos hacia el Obispado donde les esperaba el Obispo. «D. José Antonio Satué nos acogió con cariño y nos dirigió palabras de aliento. Habló de su experiencia con los presos en Teruel, rica en contenido y sentimientos positivos. Ya se ha comprometido a celebrar la Navidad en las cárceles de Alhaurín y Archidona; y nos ha ofrecido un tentempié con productos variados que fueron la delicia para todo el grupo», cuenta con emoción el delegado.

Desde el Obispado partieron a la parroquia de Santiago donde se encontraron con las imágenes de Nuestro Padre Jesús El Rico y Santa María del Amor. «También allí rezamos una oración a Jesús y a María. Varios miembros de la Cofradía nos explicaron el significado de El Rico (siempre rico en bondad y misericordia para con los pobres y pecadores), la relación histórica de la Cofradía con la cárcel y la razón por la que cada año Jesús El Rico libera a un preso de Málaga, siguiendo la tradición de Carlos III desde 1759», explica Fernández Alejo.

El peregrinar de la comitiva prosiguió desde la parroquia de Santiago al Santuario de la Victoria, en el que fueron recibidos con entusiasmo por el párroco Alejandro Escobar y varios miembros de la Hermandad. «Nos mostraron la cripta, deleitándonos con sus explicaciones novedosas sobre la representación de la muerte y la vida. Subimos hasta el camarín de la Virgen de la Victoria, en el que rezamos con fe y devoción pidiendo por Málaga, por los presos y por sus familias; y, pasando junto a las sagradas imágenes de Jesús del Rescate y María Santísima de Gracia (temporalmente acogidos en la Basílica), nos paramos para elevar nuestra oración a Jesús Rescatado, a quien pedimos por todos los presos y cautivos de hoy, para que recuperen pronto la libertad y la esperanza plena en un futuro mejor».
Y de allí, a la Casa Hermandad de El Rico, en la que «el chef malagueño Adolfo había preparado, con delicadeza y calidad, un maravilloso almuerzo. La Cofradía de El Rico culminó brillantemente su colaboración en favor de los presos y presas, así como de los funcionarios y voluntarios de Pastoral Penitenciaria, hasta conseguir que este día se convirtiera verdaderamente en un “día de lujo” para todos los que vivimos esta maravillosa e inolvidable experiencia», concluye el delegado de Pastoral Penitenciaria.

