Escribir una tesis doctoral es una aventura no solo para el estudiante sino también para quien la dirige. Suele empezar con una llamada o mensaje, en el que se solicita una cita al profesor. Si todo funciona, a la primera cita seguirán otras muchas. Así empieza un largo proceso, cuya duración oscila entre tres y seis años. La misión del director, directora en este caso, consiste en estar presente, acompañar, guiar y animar al candidato en todo momento, para que pueda llevar a cabo un buen trabajo y llegar sano y salvo a la defensa de la tesis.
Si los cálculos no me fallan, la tesis de d. Emilio López Navas será la decimosexta aventura en la que habré participado. Nos hemos embarcado en un estudio monográfico sobre el capítulo 13 del libro de Tobías. El texto es un cántico insertado en una narración, un poema de gran belleza literaria y profundo contenido teológico en el que prácticamente nadie se había interesado hasta la fecha. Por mi parte, me he limitado a llevar el timón y marcar el rumbo. El esfuerzo y el mérito son todos de d. Emilio, que desde el primer momento hasta el final ha trabajado con tenacidad e inteligencia, incansablemente, y con un sentido del humor envidiable. Una travesía inolvidable, un auténtico placer.
Dra. Nuria Calduch-Benages, directora de la tesis de Emilio López Navas