Antonio García García murió el pasado 9 de agosto, a los ochenta y siete años en la Residencia de San Rafael de Dos Hermanas-Sevilla, donde ha pasado los diez últimos años de su vida.
El Chorro fue su primera parroquia de la que fue párroco durante veinticinco años y que le dio, entre sus compañeros, el título de «El cura del Chorro». El resto de su vida sacerdotal lo gastó Antonio en Melilla donde fue Vicario Parroquial del Sagrado Corazón, Capellán del Hospital y Director espiritual del Colegio del Buen Consejo. Muchas horas pasó Antonio en el confesonario. Los que tuvimos la suerte de tenerlo como colaborador sabemos de su espíritu de oración y su fidelidad a las normas diocesanas .
Descansa en paz, Antonio.
J. Carretero