Esta mañana ha sido presentada en rueda de prensa la Causa de Canonización de 214 personas, entre sacerdotes, seminaristas, religiosos y seglares, que se abre solemnemente el sábado 7 de octubre, a las 11.00 horas, en la Catedral de Málaga, en un acto al que asistirán más de 600 familiares de los mártires propuestos.
Dieron su vida en la persecución religiosa del siglo XX
La apertura de la Causa de Canonización de los Mártires del siglo XX en Málaga tiene lugar después de haber recibido de parte del prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, el Nihil Obstat solicitado a Roma por el cual se indica que no hay ningún obstáculo para instruir dicho proceso. Se abre ahora un largo periodo de tiempo para profundizar en el conocimiento de la vida y la muerte heroica de estos hombres y mujeres que podría terminar en su beatificación.
En la presentación han participado Antonio Eloy Madueño, director del Departamento para la Causa de los Santos; Antonio Jesús Jiménez, postulador de la Causa; Miguel Norbert Ubarri, miembro de la Comisión Histórica; Francisco Cervantes, miembro del Departamento para la Causa de los Santos y Ana Medina, portavoz del Obispado de Málaga.
El director del Departamento para la Causa de los Santos ha explicado que el mensaje de esta causa propuesta por la Iglesia de Málaga es «que el testimonio de los mártires es responder a una situación difícil al estilo de Jesucristo. Como dice San Pablo en su carta a los Efesios, “Cristo es nuestra paz, quien trae la reconciliación por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a le enemistad” (Ef 2). A la agresión, la respuesta de estas personas es el perdón, el amor».
Entre los hombres y mujeres que componen este proceso, y que comienzan su camino hacia los altares, se encuentran personas influyentes en la Málaga del momento como Luis Altolaguirre, hermano del poeta de la Generación del 27; Pedro Temboury, impulsor de la industria moderna en la ciudad y Joaquín Amigo, discípulo de Ortega y Gasset y amigo de García Lorca; pero también personas humildes como Antonio Pozo, panadero; Isabel Piqueras, maestra en Cañete la Real, y Andrés Pavón, quien quince días después de ser ordenado sacerdote encontró en el martirio su primer y único destino pastoral.
En la rueda de prensa se ha presentado un libro que la Diócesis de Málaga ha editado con la recapitulación de cada una de las 214 historias personales que protagonizaron los “mártires de Málaga”, con la intención de distribuirse en un primer momento entre los fieles y los familiares de los fallecidos. Este libro supone un primer acercamiento a los protagonistas de esta causa, y se irá reeditando a medida que evolucione el proceso.
