La tradicional bendición de las roscas el día de su fiesta (3 de febrero) hacen de san Blas uno de los santos más populares en nuestros pueblos y ciudades. Su colocación en el calendario, en mitad del invierno, hace que el refranero cuente con numerosas alusiones suyas en referencia a los ciclos agrícolas.
Pero si por algo es conocido es por su patronazgo sobre todos los males de la garganta. En su origen, la leyenda de que curó milagrosamente a un niño que se había atragantado con una espina de pescado.
Leyendas aparte, sabemos ciertamente de él que fue obispo de Sebaste, ciudad de la antigua Armenia (hoy Turquía), y que fue martirizado durante la persecución de Licinio.
Málaga cuenta con una gran devoción por este santo, siendo patrón de pueblos como Almáchar o Colmenar, localidad esta última donde saldrá en procesión el día de la Candelaria. En la Catedral hay una imagen suya obra del prestigioso escultor Fernando Ortiz, colocada a petición de los miembros de la Capilla de Música del templo en el siglo XVIII. Y es que, como los cantantes lo invocan para que proteja su garganta, es también considerado patrón de los músicos en general.