Parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús, Plaza de Capuchinos, Málaga
Horario de apertura al público: consultar aquí.
Historia del templo
La Orden de los Frailes Menores Capuchinos fundó en Málaga en 1619 el que sería su tercer convento en Andalucía. Inicialmente, se establecieron en la capilla de la Concepción, ubicada en la calle Nueva, pero apenas duraron unos meses en aquella ubicación, no muy adecuada para la vida monástica por el trasiego del corazón de la ciudad. Así, el 28 de febrero de 1620, los capuchinos tomaron posesión de la ermita de Santa Brígida y sus tierras, ubicada extramuros, en el camino de Casabermeja. Aquí comenzaron la construcción de un nuevo convento e iglesia que fue consagrada el 30 de abril de 1632 y que dio origen al actual barrio de Capuchinos.
Con la Desamortización de 1835, los frailes capuchinos abandonaron el convento, y en 1889 fueron reemplazados por la comunidad de clarisas que aún hoy lo habita. El templo y el cenobio no sufrieron daños en los sucesos de los años treinta del pasado siglo por ubicarse junto al antiguo cuartel de Capuchinos. El 5 de octubre de 1950, el obispo Ángel Herrera Oria aprobó por decreto la constitución de la iglesia como parroquia de Santa Teresa de Jesús, siendo su primer párroco el Rvdo. D. Juan Estrada Castro. A petición de la feligresía, el 14 de julio de 1970, el obispo Ángel Suquía modifica el título para añadir como titular principal a la Divina Pastora de las Almas por la dilatada y continuada devoción a su imagen en este templo parroquial.
La imagen de la Divina Pastora de las Almas
La imagen de la Divina Pastora de las Almas que preside el altar mayor de la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús de Málaga, y que es titular de la Congregación que le rinde culto desde que fuera fundada por el beato Fray Diego José de Cádiz en el año de 1771, es un icono mariano de singular y profunda devoción que, con una arraigada historia en el corazón de los malagueños, y en especial de los vecinos del barrio de Capuchinos del que es patrona, constituye un foco de veneración popular que traspasa las fronteras, no solo de su feligresía y del arciprestazgo en la que se engloba, sino también las de la propia diócesis y provincia.
Se trata de una escultura de madera tallada y policromada, concebida desde su origen para ser vestida, cuya ejecución ha sido datada por varios historiadores del arte a mediados del siglo XVIII, por lo que se trata de una de las primeras representaciones que se veneraron en el orbe católico después de que el venerable Fray Isidoro de Sevilla la concibiera como icono mariano de la Orden Capuchina en Sevilla, en el año 1703. De todos los estudios realizados sobre su autoría, destacamos el que elaboró en el año 1996 el hoy catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Juan Antonio Sánchez, quien confirmó con su trabajo las atribuciones de la Divina Pastora de Málaga a las gubias del escultor del barroco sevillano José Montes de Oca y León (1668?-1754).