En este mes de octubre, dedicado especialmente al rezo del santo rosario, no podemos por menos que traer a las páginas de DiócesisMálaga el cuadro de la Virgen que, bajo esta advocación, cuelga del muro derecho de la capilla catedralicia de la Inmaculada.
Se trata de una de las tantas pinturas dieciochescas que retratan a la imagen venerada en la iglesia de Santo Domingo de Antequera, siendo titular de una antigua hermandad. Su enorme devoción propició copias de este tenor, siendo la que nos ocupa una donación de Trinidad García Toro en 1997.
La fama de esta imagen mariana corre pareja a su intervención sanadora en la epidemia que sufrió la ciudad del Torcal en 1679, cuando presidió una rogativa durante la cual una paloma acompañó a la Virgen durante todo el transcurso de la procesión, lo que se tomó como una señal de la benevolencia divina ya que, a partir de entonces, la plaga fue remitiendo. Por tradición, la efigie de Nuestra Señora del Rosario, atribuida a las gubias del escultor del siglo XVI Juan Vázquez de la Vega, aun siendo de talla, completa se la reviste de ricos mantos y preseas, tal y como aparece en este lienzo, que cuenta con un primoroso marco de color bermellón y volutas doradas.