Este viernes, 7 de marzo, la parroquia de Santiago Apóstol ha abierto sus puertas para celebrar la festividad del Cristo de Medinaceli. Desde bien temprano centenares de fieles han esperado largas colas a lo largo de la calle Granada para cumplir con la cita anual.
El primer viernes de marzo, Málaga ha vuelto a acoger el encuentro con el Cristo de Medinaceli en su sede canónica, en la que numerosos fieles se han acercado para venerar a la imagen del Señor Cautivo y Rescatado en el día de su festividad. Durante todo el día el templo parroquial ha permanecido abierto para recibir a los devotos, quienes han seguido con la tradición de depositar tres monedas ante la imagen del Cristo.
El encuentro con el Cristo de Medinaceli este año ha coincidido con el inicio de la Cuaresma. Los pasados días 28 de febrero, 1 y 2 de marzo se celebraron los cultos previos con un triduo en honor al Cristo, que incluyó un Via Crucis claustral y una Vigilia de Oración con la exposición del Santísimo.

3 monedas
Esta tradición tiene su origen en el siglo XVII, cuando, tras ser capturada la imagen de Jesús en el norte de África, los monjes trinitarios colocaron hasta treinta monedas de oro en una balanza, equilibrando el peso de la imagen, lo que permitió su rescate. Por esta razón, los penitentes entregan el diezmo, equivalente a la décima parte, con la esperanza de que sus plegarias sean escuchadas.
A lo largo de los siglos, esta tradición se ha mantenido viva y convertido en un gesto de fe profundamente arraigado en la ciudad de Málaga. Cada año, los devotos llegan a la Iglesia de Santiago para depositar sus tres monedas, haciendo una petición por cada una de ellas. Además, la tradición señala que se deben rezar tres Padrenuestros para que al menos una de las peticiones sea concedida.
Ana Fernández, estudiante de comunicación


