El viernes 17 de mayo se ha celebrado en calle Santa María, 20, la asamblea de la asociación de ciegos católicos en Málaga, CECO, y en ella ha sido reelegido como presidente José Carlos Ambrosio.
CECO en Málaga cuenta con una veintena de miembros, entre los que hay personas con discapacidad visual y sin discapacidad, y José Carlos Ambrosio, que lo asume con ilusión renovada, ha sido presidente los últimos 8 años.
CECO tuvo sus inicios en la diócesis de Zaragoza en 1993 con un reducidísimo grupo de personas con discapacidad visual y sin discapacidad, siendo reconocida por la Conferencia Episcopal Española con carácter nacional el 28 de noviembre del 2008. Su objetivo es estar presente dentro de la vida de las diócesis que la componen, «haciendo Iglesia», como recogen en su página web.
Como afirman sus responsables, «CECO es una asociación integradora dentro de nuestra iglesia, por ello no se excluye a las personas de sus comunidades o grupos de oración, si no que intentamos ayudar más a la integración en esos grupos».
CECO nace con vocación de servicio a las personas con discapacidad visual, así como a todos aquellos que lo precisen, fundamentalmente a aquellos que viven solos, están hospitalizados sin compañía o a los que viven en residencias.
Los objetivos de CECO están dentro del espíritu del Concilio Vaticano II
a) La promoción espiritual, moral, cultural, y material de las personas con discapacidad visual.
b) La promoción de la participación de las personas con discapacidad visual en la vida y en la misión de la Iglesia por el testimonio y la propagación del Evangelio.
c) La creación o el desarrollo de comunidades diocesanas de personas con discapacidad visual con la colaboración de los ordinarios del lugar, asociaciones de personas con discapacidad visual y otras asociaciones afines a CECO.
d) CECO mantendrá relaciones con otras asociaciones católicas de ciegos tanto nacionales como internacionales.
Ana María Medina
